Apertura [Libre]

por Invitado Sáb Mayo 07, 2011 11:52 pm

Todo fue con un motivo, conocer a todas las personas que conocí. Los gitanos, para que supieran de lo que soy capaz, claro esta, no pensé en que terminaría con esta atracción casi ciega hacia las gitanas. El gitano Wesh vendrá aquí en cuento necesite de esas pociones que tanto ocupa para su peculiar trabajo. La vampiresa Ariadna será protegida en este lugar para que no se sienta sola, aun cuando sea mi enemiga. La preciosa Ginette tendrá un lugar en que quedarse durante las mañanas, antes de ir a visitar en la noche a su dueña, en forma de gato. Los brujos, incluso Adda, tendrán un lugar donde reunirse y conseguir ingredientes, además una excusa interesante para ver a Catherine otra vez. Yulianna, sin duda, disfrutara de los decorados que aquí vendo, por lo que tendré contacto con la alta sociedad a través de ella, aparte de disfrutar de su compañía muy a menudo.
Los únicos que no se como entraran en la ecuación son la señorita La Rouge y el lobo y vampiro del manicomio. Nuestros encuentros fueron plenamente aleatorios y parece que se quedaran así en mi memoria.

El árbol de la vida se levanta en el centro de Paris, mi tienda será lo que me mantenga aquí y me aleje de las sospechas de brujo que tienen los agentes ingleses que podrían llegar al lugar.

El lugar esta decorado muy humildemente, con un letrero en madera donde se encuentra el logo y nombre del lugar. Lo primero que pueden ver son las masetas y arboles para sembrar que se encuentran en las repisas fuera de la entrada. Una vez que ingresan, encontraran las semillas en el estante derecho, mas una pared llena de plantas exóticas frente a ellas. La tienda esta llena de instrumentos para jardinería, que sirven casi de decoración del lugar aparte de venderse. El mostrador es pequeño, pero suficiente para que el que atienda pueda ver toda la tienda y servir bien a los clientes.
Atrás están los arboles de mayor tamaño y la entrada secreta al área de reunión de brujos, donde espero proteger a mis hermanos que necesiten de mi ayuda, pues tienen una gran mesa y algunos cuartos que pueden servir para pasar unas cuantas noches, lo necesario para una estadía temporal.

Espero que llegue mi primer cliente, que será recibido, sin duda, con toda la amabilidad que solo yo se dar. Veamos como avanza esta trama….

por **Carmmine Von Misson** Dom Mayo 08, 2011 2:48 am

Había dado vueltas por algunas de las tiendas del lugar, pero no conseguía encontrar algo que llamara poderosamente su atención. Se preguntaba si estaba perdiendo su toque para los presentes, y es que buscaba algo para conmemorar y agradecer el tiempo que su maestro le había permitido quedarse en su mansión.

Así es como cayendo casi en la decepción vino a parar a esta humilde pero misteriosa tienda, con un peculiar logo en la entrada. Y es que si bien nunca le habían interesado de sobremanera la botánica u otros similares, no pudo sino sonreír al recordar la noche en que su maestro la citó en el jardín de la residencia, en el cual estaba tan absorto que llegaba incluso a parecer un niño. El jardín estaba lleno de hermosas flores y plantas, de las cuales ella apenas y conocía algunos nombres.

- Será el presente perfecto – se dijo a si misma – simple pero lleno de significado.

Entusiasmada se decidió a entrar, quería algún árbol pequeño y manejable, que representara en cierto sentido la labor de la enseñanza.

- Buenas noches – dijo saludando en un francés con toques de inglés, y es que había pasado más tiempo en Inglaterra que en su natal Alemania, y su acento era fácilmente distinguible.

Estaba un poco nerviosa, la tienda tenía cierto aire de secretos, cosa que la hacía sentir algo fuera de lugar. Quizás no era prudente molestar en un lugar como éste solo para adquirir un arbolito para el jardín. Pero ya era demasiado tarde, había sido hipnotizada por el aroma de las hierbas que se exhibían en la tienda.

por Invitado Dom Mayo 08, 2011 4:14 am

-El aire fresco-me digo a mi mismo desde el patio de la tienda-Es tan tranquilizante, puro. La noche, seguramente, será todo un espectáculo para este lugar. Aun no se que hare con los no mortales, pues descubrirán, posiblemente, el verdadero significado de este lugar. Tal vez incluso pidan ayuda de alguien como yo. No se si es prudente ayudarles.

Escucho la campañilla de la puerta, unos delicados pasos entran a la tiendan y se dejan escuchar sobre el suelo de madera. Tomo mi saco gris, combinado con mis pantalones y acomodo mi camisa y mangas-es tiempo de hacer negocios-pienso sonriendo.
Al entrar desde atrás puedo ver a una señorita muy hermosa y algo pálida, viendo el lugar y me doy cuenta que no puedo leer sus emociones-Vampiresa-pienso para mi.

-Buenas noches, señorita-le contesto con mi francés de acento ingles, parecido al suyo a decir verdad- ¿En que le puedo servir? Seguramente busca alguna planta exótica para su bello jardín. Siéntase segura de observar todo lo que quiera si gusta que le muestre las plantas mas grandes, se encuentran en la parte de atrás.

La miro manteniendo mi buen humor, aunque se que es una mujer de la noche, procuro no reaccionar. De hecho, he pensado en también ayudar a los vampiros, estoy consiente que son casados como los brujos, pero…difícil de confiar en ellos, debo de admitir.

-Si gusta hay semillas arboles muy bellos y de frutas de otros países. Pero…¿Sabe? Yo eo en su cara que tendría interés especial en la flor dama de noche.

Camino hacia uno de las masetas de afuera y tomo una planta pequeña, aun sin flores y se la muestro.

-Esta planta florece en la noche, su aroma se libera bajo las estrellas y es un espectáculo digno del desvelo. Creo que le gustara, de eso seguro.

por **Carmmine Von Misson** Dom Mayo 08, 2011 1:59 pm

Carmmine sonríe algo divertida al oír el nombre de la flor, “dama de la noche”, parecía ser que el dueño de la tienda conocía su verdadera naturaleza. Y es que existían personas con ese instinto, que son solo ver a los ojos podían determinar el verdadero ser de las ¿personas?

- Parece una planta muy peculiar – dice sorprendida al escuchar la especial característica de la flor - y creo que no sería problema eso de desvelarse – dice sonriendo por la ironía.

No le había molestado que el que parecía ser dueño de la tienda intentara leerle la mente para conocer sus intenciones. Pero al hacerlo, se había puesto en evidencia, no era un humano normal.

- Carmmine Von Misson, un placer – dijo cordialmente – espero que no le moleste que sea… lo que soy – dijo sin atreverse a pronunciar la palabra vampiresa, aunque sabía que por la tienda habían transitado muchos otros seres de naturaleza similar.

Siempre le había entusiasmado la idea de que la gente conociera su real naturaleza, pero no por un afán de causar miedo ni nada por el estilo, sino porque comenzar relaciones mintiendo sobre ella misma no le agradaba en absoluto.

- La verdad estoy buscando un presente para mi maestro, necesito algo peculiar pero simple al mismo tiempo. Y al él parecen encantarle las flores. La que me muestra usted es muy especial, y creo que la llevaré gustosa para ponerla en mi estudio, pero busco algo que refleje más la personalidad de un maestro – le dijo, describiendo la situación para que el amable joven, que parecía de nacionalidad inglesa, la aconsejara al respecto.

por Invitado Lun Mayo 09, 2011 2:33 pm

Creo podría a ver omitido eso de ofrecerla la flor, no sé si se dio cuenta de lo que soy, así como ella es una vampiresa.

-No me molesta en lo absoluto lo que es, señorita. Todos somos algo en esta vida. Tiranos, asesinos, humanos, monstruos. No necesariamente tenemos que ser convertidos en un ser de la noche para ser esto último. Si usted fuera un monstruo, ya habría atacado y la verdad no deseo tener más como usted en mi contra- Me inclino y le beso la mano-Rayner Andrews, para servirle. Si es de su gusto pueda llamarme Ray.

Comienzo a caminar por la tienda, buscando entre las semillas y plantas, asi como los instrumentos de jardinería. Tomo algunas cosas, para llevárselas a la pequeña mesa al lado de ella.

-Primero tenemos las semillas de durazno, en Japón estos arboles son famosos y adorados, las calles se pavimentan de rosa durante esta estación-le digo mostrando un bolsa con las semillas-También hay árboles ya mas crecidos, allá atrás.-Tomo un bambú del piso y se lo muestro-el bambú se dice que da suerte y abundancia, si es que eso se le podría considerar algo para un maestro. Aunque existe la frase “Se tan fuerte como un roble y tan flexible como un bambú”

Camino unos pasos hacia el frente y traigo una Morera enfrente de la muchacha.

-Esta planta significa sabiduría, una virtud que sin duda su maestro tiene, señorita Von Misson. De lo contrario, usted había tenido una reacción diferente al darse cuenta de mi peculiaridad.

por **Carmmine Von Misson** Lun Mayo 09, 2011 11:48 pm

- Tiene usted mucha razón, Ray – dijo en un perfecto inglés – da igual la clase, si la mente y el corazón están podridos.

La botánica y la biología no estaban entre sus intereses, y por lo tanto no sabía mucho de ello, pero podía relacionar las plantas y árboles a ciertos lugares.

- Japón… - susurró después de oír la descripción que el señor Ray hizo de los árboles de durazno, de los cuales le mostró las semillas – siempre he querido visitar Japón. Y nuevamente tiene usted razón, el bambú es fuerte y flexible al mismo tiempo, esa es la actitud que debe tener un buen maestro con sus alumnos – dijo mientras miraba el bambú que le había señalado el dueño de la tienda, pensando en las disciplinas que le había propuesto a su maestro para comenzar su enseñanza.

Filosofía, literatura, astronomía… y kendo. Por un momento su instinto le hizo saber que posiblemente el señor Ray sabía bastante de astronomía, aunque no sabía exactamente el por qué.

- ¿Sabe algo de astronomía, Ray? – le dijo nuevamente en inglés, ya que extrañaba el oír la lengua que había usado aún más que su natal alemán – tengo la sensación de que sí - dijo paseándose por la tienda, mirando con atención su mercancía.

Pensando en que quizás podría pagarle un par de lecciones básicas, para no llegar en completa ignorancia cuando su maestro comenzara dichas clases. Y kendo, suspiro.

- ¿Qué opina de que alguien como yo, y en mis condiciones, desee tomar clases de kendo? – dijo casi sin querer – A su tienda parece venir gente muy interesante, así que no me sorprendería que conociera usted a alguien dispuesto a enseñarme - dijo muy interesada en el lugar, sin duda el aroma de muchas personas fascinantes se había impregnado en la tienda - Ah, y llámeme simplemente Carmmine.

por Invitado Mar Mayo 10, 2011 8:20 pm

-Se un poco de todo, señorita Carmmine. Tuve una excelente colección libros durante mi infancia y juventud. Lamentablemente no viaje tanto como hubiera querido que pasara. Sin embargo, vi el mundo a través de hojas de papel y soñé con el. Supongo que la fantasía algún día se hará realidad.
Le sonrió y tomo su mano, en su blanca palma deposito un lirio acuático en flor de un hermoso color rosa.

-Estar aquí me hizo encontrar la belleza de las cosas, como esta flor de oriente-le digo mientras suelto su mano-espero no haya sido molestia que la tocara.
La miro mientras acomodo las hojas del pequeño bambú.

-Aprender el camino de la espada, seria un reto para cualquier persona, pienso que seria entretenido y no veo por que alguien no lo haría. Sólo espero que no vaya por las calles cazando humanos con una espada en la espalda, lo cual no creo, pero solo quisiera asegurarme, señorita. Disculpe mi desconfianza, tal vez deberia de ponernos en la misma situación de confienza

Toco el lirio acuatico en su mano y cambia a un color azul celeste, le sonrio al hacerlo, se siente bien revelar de vez en cuando lo que soy, sin tener que salir corriendo.

por **Carmmine Von Misson** Jue Mayo 12, 2011 6:18 am

- Seguramente ya tendrá usted tiempo de viajar, Ray – dijo suspirando – el tiempo a veces es lo de menos.

Carmmine se sorprendió un poco cuando Ray le tomó la mano, no había desagrado en ello, aunque quizás un poco de osadía que le agradaba mucho.

- ¿Cuál es el nombre específico de esta flor? – sonrió acercándola un poco más para verla y capturar su aroma, aunque era evidente que era completamente innecesario dado sus agudos sentidos – Y no, no me molesta, aunque tampoco estoy acostumbrada al taco de la piel de seres de sangre tibia en plan amistoso – dijo sonriendo.

Y era cierto, ya había estaba tratando de dejar atrás los días en que había tenido que alimentarse de humanos, aunque sin duda el plasma almacenado no era tan bueno y aun no aprendía el truco del pequeño sorbo. Siempre que terminaba dejándose llevar por sus impulsos de hambre, acababa arrepentida llorando sobre el cadáver sin vida de la víctima.

- No, en absoluto, aprender kendo en mi caso podría ser llamado un enorme privilegio, y claro que no me refiero solo a la técnica, Ray, me refiero también a toda la filosofía que hay detrás de la disciplina – respondía mientras veía al dueño de la tienda acercarse a ella como cuando puso la flor en su mano – aunque sin duda sería una imagen extravagante, una vampiresa con un pomposo vestido y una espada en la espalda – dice no pudiendo evitar la risa después de haber terminado la frase.

En el momento en que con solo el tacto, Andrews había cambiado el color del lirio a un azul celeste, Carmmine se dio cuenta que sin duda era mucho más que un humano normal, era un…

- Puede cambiar el color de una flor, puede escrudiñar en la mente de las personas, ¿Es usted un brujo, verdad? – dijo muy entusiasmada mientras miraba la flor, como si fuese una niña pequeña – Azul, mi color favorito, usted sin duda es un brujo – dijo riendo.

por Invitado Jue Mayo 12, 2011 4:17 pm

-No se preocupe por el tacto señorita, con fio en usted, además siempre queda el enfrentarnos de vez en cuando, pues como ya noto, no soy un simple humano, un brujo, como usted lo llama, pero mi lugar es un establecimiento neutral, no pelearemos aqui-le digo sonriendo acariciando el lirio un poco-este es un simple Lirio acuático señorita, se lo regalo, tal vez pueda llevarlo a su jardín y verlo cerrarse con la luna.

Camino hacia la entrada para asegurarme que nadie pase cerca, debí de haberlo hecho antes de confesar que soy brujo, pero ya era algo tarde para eso.

-Sin duda será un placer verla en su atuendo de kendo señorita. Yo no sé mucho de pelear, lo que se lo aprendí leyendo, pero principalmente brujería, para combatir solo uso lo que se y aprendido al paso del tiempo. Lo que mis padres podría darme de lecciones o lo que aprendí en las calles jugando cuando mas joven. Aun asi me las he arreglado para partirle la cara a algunos gitanos-le digo sonriendo-Vera aparentemente no les agrada mucho que se metan con sus mujeres-suspiro.

-¿Y bien?-camino hacia ella hasta ponerme a su lado- ¿Qué le a gustado? ¿Prefiere ver algo más?

por **Carmmine Von Misson** Dom Mayo 15, 2011 11:44 am

- Neutral, no es necesario que lo sea – rie ante la reacción de Ray - ¿Es que tiene usted intenciones de pelear conmigo en algún momento? Porque yo no, usted me agrada.

Mientras él acariciaba el lirio y le decía su nombre, Lirio Acuático, un destello del pasado se le vino a la mente.

- Claveles… no debes pensar en ello – pensó para sí misma, mientras veía al dueño de la tienda volver de la entrada.

Por un momento se imaginó a si misma vestida con un traje de kendo tradicional, un Hakama de color índigo con sus pliegues perfectamente estirados y un Keiko de hilo blanco, como el que usan los niños. Todo eso se desvaneció por un momento al oír al Ray decir que sería un placer verla así, tras lo cual no pudo evitar sonrojarse.

- Parece que tuvo una niñez entretenida – dijo tratando de obviar el tema del kendo – y una juventud muy osada – no puede evitar reír ante la última frase – aparentemente.

Ya casi había olvidado el motivo que la había traído a la tienda, hasta que el dueño de la nada se lo recordó, había venido por un presente para su maestro… claveles. No podía quitarse esa idea de la cabeza, claveles. Estaba tan ofuscada que seguramente Ray lo hubiese adivinado con solo mirarla, era un brujo después de todo.

- Claveles… semillas de claveles – dijo ya no pudiendo ocultar lo que pensaba - ¿Tendrá usted semillas de claveles rojos y azules?

por Invitado Vie Jun 03, 2011 11:50 am

Camino hacia el mostrador de afuera, donde varias flores están acomodadas en sus respectivas masetas sobre varias repisas. Tomo un par de ellas, donde se encuentran claveles blancos y las llevo hasta Cammine.

-Tengo semillas y aparte puedo hacer esto-le digo sonriendo

Toco los pétalos de uno de los claveles y se vuelve rojo, seguido por los que tiene a su lado. Hago lo mismo con el otro grupo, estos transformándolos a un color azul cielo. Cuando termino camino hasta la sección de semillas y tomo dos bolsas, con los claveles que me ha pedido.

-Puedo llevarse las semillas o las flores ya nacida. Es fácil hacer un hechizo de cambio de color en una flor, pues solo cambias sus pigmentos, no podría transformarlas en otra flor, por ejemplo.-le digo viéndola sonriendo.

Ahora volteo hacia la puerta, esperando que no encuentre a nadie entrando, pues habría visto mi pequeño truco de pintura-Debería de haberlo hecho antes-pienso para mi mismo.

-Daria mucho por saber lo que piensa, señorita. Pero por su…estado, me es imposible leer su corazón, pero su rostro, las caras son fáciles de leer. Creo que le agradaría mucho tener estas flores. Dicen que a veces las cosas que uno desea nos hablan y nos susurran. ¿Ellas le hablan a usted?

por **Carmmine Von Misson** Vie Jun 03, 2011 10:26 pm

Carmmine no pudo evitar que las facciones de su pálido rostro demostraran una curiosidad infantil que rayaba en el éxtasis. Ella jamás había tenido la oportunidad de ver este tipo de cosas, había mucho que desconocía del mundo. Un mundo que ahora florecía a su vista, pero que tiempo atrás se encontraba cerrado para ella como el capullo de las flores, esperando su momento para dejar atrás sus tormentos… quizás.

Miró impresionada el nuevo color de los claveles, casi no podía articular palabras, el par antagónico por naturaleza, rojo y azul, no podía evitar pensar en el significado de ambos colores. Pero la voz del dueño de la tienda la trajo de nuevo al mundo real.

- Es fascinante – dijo luego que Ray le explicara un poco de que se trataba el hechizo del cambio de color, mientras una sonrisa se le escapaba de los labios – me gustaría llevar ambos, las flores y las semillas, creo que será divertido cultivarlas yo misma en mi futura residencia, aunque creo que necesitaré las instrucciones – dijo riendo ante su desconocimiento de la labor que conlleva la jardinería.

Vio a Ray voltearse a mirar hacia la puerta, seguramente se estaba arriesgando al realizar este tipo de trucos, y lo que menos quería era causar problemas, así que la culpa por ello me hizo bajar la mirada hacia los claveles, cuyos tímidos pero intensos colores la llevaron de nuevo a los recuerdos, le dolía la cabeza y ya no era dueña de sus pensamientos, sus ojos se opacaron como si de pronto hubiese entrado a un estado de estupor.

- Claveles rojos, los favoritos de mi madre, razón por la que el jardín de mi antigua residencia en Alemania estaba inundado de ellos. Lugar del que fui despojada, más por voluntad de mi padre, que decidió salvar su fortuna a costa de mi vida – pensaba aunque tratando de reprimir esos nefastos recuerdos, no traerían cosas buenas – El incendio… los claveles rojos adornando las llamas de la mansión Von Misson.

Tratando de recobrar la compostura, en su mente el destello de esos recuerdos había sido abierto, como un libro, que probablemente Ray podría ver sin el menor esfuerzo; se volteó porque sabía que el antagonista clavel azul le traería los recuerdos de Azael, su creador, su amante.

- Sus ojos azules, como el cielo… como los claveles – pensó mientras sentía una lágrima fría le rasgaba el rostro – la estadía con él en Inglaterra fue peculiar, era libre, pero seguí entre cuatro paredes voluntariamente, saliendo apenas para alimentarme. Son recuerdos que preferiría olvidar –

De nuevo el acento inglés de Ray la saco de su estado de semi-inconsciencia, no sabía a ciencia cierta si pudo leer sus pensamientos, su mente no estaba cerrada como al principio. Sin duda tenía razón, quería las flores, pero seguramente no por la razón que él pensaba, las necesitaba para su catarsis, para comenzar a darle a esos recuerdos el lugar que les correspondía en el pasado.

- Así es Ray, y me dicen muchas cosas, que a veces no son nada buenas – dijo para luego suspirar profundamente – tiene usted razón, quisiera las flores y las semillas, pienso comprar una mansión a las afueras, así que me vendría bien un nuevo pasatiempo que a la vez sirva de conocimiento, aunque claro, necesitaré que me aconseje respecto al cultivo de las semillas – dijo ya sonriendo, entusiasmada por todo lo que vendría.

Había decidido no dejarse hundir por el pasado, y lo había decido ahora. Su actitud debió haberle parecido muy bipolar al dueño de la tienda, así que expectante, esperaba una mirada de aprobación o de lo contrario, pero al menos tendría la certeza.

por Invitado Mar Jun 07, 2011 10:10 am

Paso mi dedo por su rostro y le limpio la lágrima como si de lo más simple se tratase. El único indicio que podría notar de alguna reacción en las emociones de una vampira. Pues no importa que tan poderoso sea el hechicero, la empatía no puede leer sus corazones, principalmente, por que ya no viven. Pueden amar t ser amados, puedes hacer de sus vidas un circulo de amor u odio, pero seguirá siendo imposible leerlos.

-Sí, he notado que no son buenos recuerdo. Aunque llorar es uno de los más bellos hechos del cuerpo humano y me alegra que usted no haya olvidado cómo hacerlo-le digo sonriente.

Chasqueo los dedos y una bolsa de papel sale flotando de un cajón bajo la mesa, esta se abre sola y las pequeñas masetas entran en ella, para después las pequeñas bolsas de semillas. La bolsa de papel se mueve un poco y se cierra alrededor de los tallos de las flores, asegurándose de no dañarlas pero proteger bien su interior.

-Cuidar una flor y semillas es fácil tan sencillo como pensar en tres cosas: Tierra, agua y sol. Mientras los tenga, todo saldrá bien. Además se que usted se asegurara de cuidarlas. Puede venirme a buscar cuando guste, claro puede que no esté un día, a la parecer el futuro me tiene un encuentro con un par de aventuras. Tal vez me encuentre con usted en alguna de esas.

por **Carmmine Von Misson** Vie Jun 10, 2011 4:18 pm

Se sentía un poco arrepentida de haber llorado en frente de alguien más, pero se sentía cómoda con Ray, tanto que llegó a sentir un cálido alivio cuando él pasó la mano por su mejilla para limpiar aquella lágrima. Luego al oír las palabras de Ray acompañadas de una sonrisa no pudo sino sonrojarse y bajar la cabeza.

- Si, tiene razón – dice con las mejillas aun rebosantes de rojo – Muchos de los de mi especie han olvidado incluso como sonreír sinceramente –

Vio al dueño de la tienda hacer un chasquido y sintió como unas cosas sobre la mesa comenzaban a moverse por sí solas. Así que se acercó entusiasmada a mirar más de cerca, como sus compras del día se habían transformado en una mágica experiencia.

Y aunque pensaba que no sería capaz de que sus estériles manos pudiesen darle vida a otros seres, mucho menos a algo tan bello como una flor, pero ya se había animado a intentarlo.

- Creo que solo tendría problema con eso último – dijo riendo ante la imposibilidad de trabajar en su futuro jardín durante las horas de sol – Pero creo que las flores son lo suficientemente fuertes como para esperar que yo regrese cuando la luna aparezca–

Pensó seriamente en invitar a Ray para que le indicara el lugar más apropiado para comenzar la labor, pero quizás sería un poco osado porque acababan de conocerse. Ya se lo pediría en otra ocasión. Y esto se vio más que afirmado cuando le oyó decir que tendría unas futuras aventuras a su haber.

- ¿Conmigo? – dijo con curiosidad - ¿Qué clase de aventuras? Espero que no se meta en problema con los gitanos de nuevo -

Estaba dispuesta a escuchar sus historias, al menos hasta que la tienda cerrara sus puertas y el libro de ventas del día.

por Invitado Lun Jun 13, 2011 4:55 pm

-Las plantas tendrán que aprender de su nueva dueña, que sólo recibirán su agua al anochecer. Se acostumbraran, por eso no se preocupe. Mientras sea contante con ellas-le digo mientras acaricio los pétalos de una de ellas.

Creo que es la primera vampiresa, que estoy consciente de conocer, que no acabo en tratos hostiles. La otra mujer que conozco, Ariadna, me detesta y es difícil de recordar alguna vez, fuera de nuestra tregua, que no nos tratemos de asesinar.

-Debo de decirle, que se de antemano que usted será buena cuidando las plantas y-sostengo su mano derecha-estas manos pueden hacer magia cuando se propongan el hacerlo-le suelto su palma y continuo acariciando las plantas, como despidiéndome.

Cuando escucho el comentario de los gitanos no puede evitar reírme fuertemente.

-No sólo con gitanos señorita. Vera en mi juventud, a veces no tan lejanas, cometí algunas tonterías, como las de enredarme con una licántropo, una cambia formas y una vampira, no al mismo tiempo claro. Sobreviví a ellas, cada una en su época y al final sólo queda buscar gitanas, que al final no me impresionan tanto como una dama de la noche como usted pero cada quien a lo suyo supongo. -Sonrío ante mi comentario.- Las aventuras siempre están al orden del día, incluso el estar aquí es una nueva aventura Carmmine y mañana será otra. No será la última vez que nos veamos, así que tendremos aventuras mañana y muy interesantes, espero yo.

por **Carmmine Von Misson** Miér Jun 15, 2011 1:58 am

Nuevamente sentía la calidez del tacto de la piel de Ray, pero esa vez sobre su mano derecha; al parecer Carmmine le tenía la suficiente confianza como para permitirle que la tocara, pese a que había pasado muy poco tiempo desde que se conocían. Sin duda Ray la estaba animando, quizás le tenía fe a ella y a sus manos en lo que respecto a la jardinería, tomaría cada consejo casi como si fuese una ley, para así no fallar en su nueva tarea.

No pudo evitar reír ante el hilarante comentario de Ray. Una licántropo, una cambiaformas y una vampira… además de gitanas. Se preguntó qué clase de vida llevaría antes, seguramente una más bohemia y excitante, habría sido divertido escuchar con detalle tales anécdotas, pero ya se estaba haciendo tarde y seguramente tenía que cerrar la tienda.

Lo siguiente que Ray dijo pareció más una invitación a volverse a ver, quizás en un contexto diferente, quien sabe, sería divertido. Ya quería seguir escuchando sus graciosas historias y aventuras, aunque no aspiraba a vivir en ellas nunca se sabe que podría pasar si el destino enreda un par de hilos.

- Algún día tendrá que contarme más detalles, Ray – dijo aun entre risas – Bueno, creo que ya no debería quitarle más tiempo, seguramente tenía usted intenciones de cerrar más temprano – dijo acercándose a las flores y semillas perfectamente empaquetadas - ¿Y bien? ¿Cuánto es? – refiriendo al precio de lo que había comprado.

Ya se había olvidado por completo del motivo que la había traído aquí, el recuerdo de que debía comprarle un presente a su maestro yacía olvidado en un rincón de su mente, se había divertido y distraído, además de haber ampliado su mundo un poco más conociendo a un amable brujo, el primero que conocía de su raza.

por Invitado Mar Jun 21, 2011 4:02 pm

Veo las múltiples plantas que Cammine desea llevarse. Sonrío ampliamente mientras la miro y acaricio sus compras, como si me despidiera.

-Son 50 francos por todo, señorita-le digo con una sonrisa-Vera como todas estas flores serán felices en su jardín. Bien sabe que cualquier problema podrá llegar conmigo y pedirme lo que guste, para eso estoy aquí.

Le sonrío mientras miro hacia la puerta. Suspiro con un aire de tristeza y cerrando los ojos

-Tenga cuidado de los cazadores allá afuera. Escuche que se han multiplicado mucho en la ciudad. Cuando necesite algo de mí no dude en llamarme-le entrego una tarjeta blanca por ambos lados-Cuando necesite algo, escriba sobre ella, yo tengo una idéntica que copiara exactamente lo que escriba en ella. Si bien se que me dirá que no necesita protección, pero ¿Qué tal si yo sí?- le digo con una sonrisa juguetona- Además, aun tenemos alguna aventura pendiente ¿No cree?

Bien se que ella resaltara un poco más que yo en la sociedad. Yo soy un brujo, puedo pasar desapercibido por su estado y si esos cazadores tienen forma de encontrarla, será difícil que escape. Aunque mi tienda está hecha para brujos, no dejare que hagan daño a una clienta tan linda.

-Además no dejare que le toquen ni un cabello a una cliente tan atractiva-le digo sonriendo.

por **Carmmine Von Misson** Miér Jun 22, 2011 4:32 am

Ray parecía guardarle un paternal afecto a todo aquello que tenía en su tienda, era un acto tierno de su parte, tanto que a Carmmine le daba un poco de pena separarlo de aquellas preciosas flores, pero podría ir a verlas cuando quisiera.

Casi de la nada sacó una bolsita de terciopelo donde guardaba el dinero y la dejó sobre la mesa, después de todo ella también tenía sus trucos, debía tener cuidado de la condena que suponía su apariencia, ya que sola la hacía parecer un blanco fácil de atracar.

Escuchó atentamente la advertencia de Ray, ella también sabía de todo aquel revuelo de los cazadores en la ciudad y de cómo las que serían sus potenciales presas comenzaban a organizarse para protegerse. Ella no pertenecía a los ninguno de aquellos clanes que habían diseminados en la ciudad, pero si tenía cierta red de información que le permitía tomar las medidas necesarias.

Recibió con curiosidad aquella tarjeta blanca, y al oír su utilidad no pudo sino sonrojarse ante la preocupación de Ray, más al pensar que solo se habían conocido hace unas horas, pero ella también le guardaba un gran aprecio. No la había juzgado por lo que era, por lo que debía hacer para sobrevivir, y quizás más importante que aquello se preocupaba por ella a pesar de que apenas la conocía.

- Estoy segura de que lo necesitaré yo antes que usted – dijo riendo – Suelo meterme en muchos problemas por ser tan despistada, agradezco mucho su preocupación, así que no dude que le avisaré y claro usted puede hacer lo mismo cuando se encuentre en algún apuro –

La última frase de Ray la había tomado por sorpresa, así que bajo la mirada y se sonrojó infantilmente mientras buscaba una forma de decirle que exageraba pero sin sonar presumida.

- Espero que no esté enredado usted con una licántropo y una cambiaformas, Ray – dijo riendo – Aunque así podría completar el ciclo de nuevo[/color][/b] –

por Invitado Miér Jun 22, 2011 11:50 am

-¿Me está tentando acaso señorita?-le digo moviendo la cabeza un poco hacia enfrente-Por que no abra ninguna licántropo o cambiaformas ahora, pero nada de vampiresas

Sonrío ante la posibilidad de tener algo más que una relación proveedor-cliente con Cammine. No es que no lo deseara, soy un hombre al fin, pero debería de pensar con más seriedad de vez en cuando. La última vez que estuve con alguien como ella, termino transformándose en mi enemiga, aunque esa vez me lo busque yo, por haberla dejado sola en esa habitación y marcharme demostrando mi inmadurez de mis años 20.

-De seguro terminara dejando de querer venir aquí si sigo con ese juego seductor-digo carcajeándome-nunca he sido muy bueno para dejar de hacerlo. Discúlpeme

Le sonrío de una manera menos coqueta, al menos lo intento y le doy una última caricia a las flores que se llevara. Cada una fue cuidada por mí para que tuviera una textura única, suave y brillante para iluminar la sonrisa de cualquiera que quiera verle. De seguro alegraran la vista de la mansión de la señorita, aunque es algo triste que sólo podrá verlas de noche, aunque siempre podrá ponerlas en una ventana.

-Cuide mucho de ellas-le digo tomando el dinero-serán mucho más bellas pronto y llenaran su jardín como no tiene una idea.

por **Carmmine Von Misson** Miér Jun 22, 2011 11:56 pm

No sabía cómo responder a aquella pregunta pues no conocía la respuesta, no quería meterse en problemas con otra vampiresa y mucho menos por el mismo motivo, los celos, y es que no odiaba a Ariadna ni nada por el estilo, solo le incomodaba un poco que estuviese demasiado cerca de ciertas personas, como su maestro. Sería mejor negar cortésmente y no meterse en líos de faldas.

- En absoluto, Ray, no quiero meterme en problemas con sus amigas – dijo riendo ante lo que parecía una nueva proposición – Pero quien sabe, el destino puede ser muy caprichoso – dijo para dejar una pequeña ventana abierta.

La situación le causaba mucha gracia, había terminado ¿Coqueteando? Cuando en realidad había venido por un regalo para su maestro… ¡El bambú! Recordó de repente, era eso a lo que había venido y lo había olvidado… Esperaba que no fuese demasiado tarde.

- No se preocupe por eso, tiene usted a una clienta habitual, aunque no sé si vendré solamente de compras – dijo guiñándole un ojo, y dándole un tiempo para que pensara en lo más lógico cuando en realidad se refería a otra cosa – Creo que necesitaré de sus consejos, también – dijo riendo.

Le quedaban apenas segundos para decidir si iba a interrumpirlo para comprar el presente de su maestro, o podría usarlo como excusa para volver otro día, pero lo cierto era que no quería llegar a casa con esa sensación de arrepentimiento.

- Las cuidaré como usted lo haría – dijo para tranquilizarlo – Pero tengo dos últimas preguntas para usted. ¿Conoce usted la técnica para podar un bonsái? – dijo y sin darle tiempo a responder hizo la segunda pregunta, que más bien era una afirmación con segunda – Olvidé el bambú que pensaba comprar al principio, pero no quisiera molestarlo más, Ray –

Y es que el respeto y curiosidad que le provocaba la cultura nipona era tal que de poder adquirir y cuidar un típico jardín japonés, con la pequeña laguna con carpas incluidas, lo haría sin dudarlo, pero sería tema para otra ocasión.

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