AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Reencuentros... (Rose)
Página 1 de 1.
Reencuentros... (Rose)
Era de noche. Una noche fría, con un aire helado que soplaba y reboloteaba mi cabello. Mis ojos carmesí brillaban bajo la luz de los farolillos de aceite de la calle. Mi vestido largo rozaba mis tobillos, el corsé me apretaba las costillas y me subía los pechos y los volantes blancos del vestido que adornaban mi escote hacía que el cosido acariciase la piel de mi pecho y me pusiese la piel de callina. Llevaba los brazos descubiertos, no sentía frío.
No sentía nada desde hacía años.
Mis tacones resonaban en el profundo abismo oscuro de la noche. En un tramo de camino los farolillos desaparecían. Mis ojos rojos se fundían en negro y sólo mis tacones seguían mostrando que estaba en ese lugar, en ese instante. Cerré los ojos cuando la luz del fuego sobre aceite me dibujó las curvas del vestido. Caminé con tranquilidad hasta una terracita que había y subí sus escalones con determinación. Me situé en el centro, di una vuelta con los ojos todavía cerrados y abrí los ojos para ir a sentarme a un banco, tumbarme, y disfrutar de la noche.
No sentía nada desde hacía años.
Mis tacones resonaban en el profundo abismo oscuro de la noche. En un tramo de camino los farolillos desaparecían. Mis ojos rojos se fundían en negro y sólo mis tacones seguían mostrando que estaba en ese lugar, en ese instante. Cerré los ojos cuando la luz del fuego sobre aceite me dibujó las curvas del vestido. Caminé con tranquilidad hasta una terracita que había y subí sus escalones con determinación. Me situé en el centro, di una vuelta con los ojos todavía cerrados y abrí los ojos para ir a sentarme a un banco, tumbarme, y disfrutar de la noche.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Otra noche más llegaba, pero esta vez era mucho más fría que las anteriores que había vivido desde mi llegada a Francia.Por supuesto que para mi todo era lo mismo, ya no me importaba si hacia frio o calor..ya no recordaba que había sido lo último que me había importado antes de que la acción de alientarme fuera lo unico que ocupara mi mente. Tal vez esto se daba porque era una vampira, dentro de todo , bastante joven. El lugar en el cual me albergaba me había puesto los pelos de punta por lo que decidi salir de allí a paso presuroso.
Una vez más me halle en las calles de Paris, caminando...sola. Baje el ritmo de mis pisadas notando como mi vestido azul carmesí, que en otra época hubiera echo perfecto juego con los que habían sido mis ojos azules; bailaba entre el viento que esa noche había. Hacía tiempo que no vestía alguno de los vestidos de la realeza a la cual había pertenecido. Recordaba que era ese vestido con el cual había conocido a mi ex esposo y luego me había llevado a conocer a Katherine. El recuerdo de aquella mujer vino a mi mente de repente, ella no era como nadie que hubiera conocido. Me hallaba en la mesa de la cabaña en la cual me refugiaba asustada sin saber como manejar lo que sentia. Me hallaba siendo una vampira recien convertida y perdida en un mundo cruel en el cual no tenía a quien recurrir. Tal vez eso era lo que le había llamado la atención a Katherine. Desde el momento en que la había conocido había aprendido a amarla a mi manera, pero mi mundo estaba dado vuelta y en realidad yo era tan joven que ni siquera sabía lo que quería. Pero de algo estaba segura, le debía mucho a ella, ella me había enseñado la mayor cantidad de cosas que nadie más.
Seguí caminando sintiendo como el corset de aquel vestido apretaba mis pulmones, los cuales no necesitaba. Me paré un momento intentando observar aquel vestido con el cual había pasado tantas cosas. Entonces una ráfaga de viento levanto mi cabello, el cual llevaba medio recogido y en varios bucles, los cuales a mi forma de ver, resaltaban un poco mis rasgos.
Fue allí cuando levante la cabeza y me encontre en que había llegado hasta una plaza. Ya había estado allí alguna que otra vez. Pude ver que había una chica sentada en uno de los bancos cerca de donde etsaba yo, quede petrificada al ver que era muy parecida a mi adorada Katherine. Pero decidi convencerme de que era solo una ilusion; aunque sabía que si no lo era, yo no creia que ella estuviera muy contenta de verme.
Una vez más me halle en las calles de Paris, caminando...sola. Baje el ritmo de mis pisadas notando como mi vestido azul carmesí, que en otra época hubiera echo perfecto juego con los que habían sido mis ojos azules; bailaba entre el viento que esa noche había. Hacía tiempo que no vestía alguno de los vestidos de la realeza a la cual había pertenecido. Recordaba que era ese vestido con el cual había conocido a mi ex esposo y luego me había llevado a conocer a Katherine. El recuerdo de aquella mujer vino a mi mente de repente, ella no era como nadie que hubiera conocido. Me hallaba en la mesa de la cabaña en la cual me refugiaba asustada sin saber como manejar lo que sentia. Me hallaba siendo una vampira recien convertida y perdida en un mundo cruel en el cual no tenía a quien recurrir. Tal vez eso era lo que le había llamado la atención a Katherine. Desde el momento en que la había conocido había aprendido a amarla a mi manera, pero mi mundo estaba dado vuelta y en realidad yo era tan joven que ni siquera sabía lo que quería. Pero de algo estaba segura, le debía mucho a ella, ella me había enseñado la mayor cantidad de cosas que nadie más.
Seguí caminando sintiendo como el corset de aquel vestido apretaba mis pulmones, los cuales no necesitaba. Me paré un momento intentando observar aquel vestido con el cual había pasado tantas cosas. Entonces una ráfaga de viento levanto mi cabello, el cual llevaba medio recogido y en varios bucles, los cuales a mi forma de ver, resaltaban un poco mis rasgos.
Fue allí cuando levante la cabeza y me encontre en que había llegado hasta una plaza. Ya había estado allí alguna que otra vez. Pude ver que había una chica sentada en uno de los bancos cerca de donde etsaba yo, quede petrificada al ver que era muy parecida a mi adorada Katherine. Pero decidi convencerme de que era solo una ilusion; aunque sabía que si no lo era, yo no creia que ella estuviera muy contenta de verme.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Estaba jugando con los volantes de mi vestido. El tiempo era pésimo. El cielo estaba ennegrecido cual suelo de mina y sólo algunas nubes grises alteraban el monótono tono apagado de ese cielo que, días atrás, había sido tan hermoso. Añoraba la visión de una luna ensangrentada, pintada con el color de la sangre, alumbrando el mundo con su tono carmesí. Entrecerré los ojos, sintiendo que el aire azotaba el entorno de la terraza. Algunas hojas se levantaron del mustio suelo. Algunas entrados a la terraza y lo único que me llegó con fuerza fue un aroma que llevaba años sin sentir. El aroma de Rose. Rose di Campi. La vena de mi cuello se hinchó de rabia y mi cuerpo se irguió con velocidad y silencio, cual escena de película de terror. Mis ojos neófitos estudiaron el terreno y me levanté del banco lentamente.
Caminé hasta la entrada de la terraza, me agarré a una columna barnizada y me lancé hacia adelante, observando la inmensa oscuridad del bosque. Fruncí el ceño y di un paso hacia la nada, dejando que mi peso cayese sobre un escalón. Casi planeaba. Me detuve junto a la escalera que subía a la terraza, ya en el suelo de piedras del parque. Caminé lentamente hacia el aroma de Rose. Doblé una esquina en el camino y, en un ángulo diagonal desde la entrada a la terraza estaba Rose, fuera del camino, sobre la hierba.
Agarré el cordón del vestido y estiré de él, deshaciéndome del molesto atuendo. Todo cayó abajo y me dejé con el corsé y la ropa interior. El corsé tenía un liguero que agarraba las medias que portaba hasta abajo, en el pie. Agarré el vestido y rajé la tela, creando un sonido muy característico, que rompía el silencio de la noche.
Me coloqué la nueva ropa. Todo se conformaba en un top que se mantenía colgado por dos hilos sobre mis hombros y que bajaba cubriendo mi corsé. La falda se había acortado hasta las rodillas. Estaba horrible, pero iba muchísimo más cómoda.
Caminé hacia Rose con paso ligero. Ella ya sabría que estaba ahí. Seguro. Me detuve a unos metros de ella, con las manos en la cintura, el ceño fruncido y una mueca en los labios.
No sabía qué decir. Me quedé quieta, sin moverme, con un nudo en la garganta. Recordé esas noches y mañanas que pasamos juntas, viviendo un curioso romance donde yo daba todo mi amor y ella se limitaba a aceptar a regañadientes. La luz de su belleza me cegó pero por suerte vi la verdad y, aunque me dolió, todo quedó en recuerdos.
-¿Qué haces en París?
Murmuré con un tono que, aunque intenté evitarlo, sonó a rabia contenida.
Caminé hasta la entrada de la terraza, me agarré a una columna barnizada y me lancé hacia adelante, observando la inmensa oscuridad del bosque. Fruncí el ceño y di un paso hacia la nada, dejando que mi peso cayese sobre un escalón. Casi planeaba. Me detuve junto a la escalera que subía a la terraza, ya en el suelo de piedras del parque. Caminé lentamente hacia el aroma de Rose. Doblé una esquina en el camino y, en un ángulo diagonal desde la entrada a la terraza estaba Rose, fuera del camino, sobre la hierba.
Agarré el cordón del vestido y estiré de él, deshaciéndome del molesto atuendo. Todo cayó abajo y me dejé con el corsé y la ropa interior. El corsé tenía un liguero que agarraba las medias que portaba hasta abajo, en el pie. Agarré el vestido y rajé la tela, creando un sonido muy característico, que rompía el silencio de la noche.
Me coloqué la nueva ropa. Todo se conformaba en un top que se mantenía colgado por dos hilos sobre mis hombros y que bajaba cubriendo mi corsé. La falda se había acortado hasta las rodillas. Estaba horrible, pero iba muchísimo más cómoda.
Caminé hacia Rose con paso ligero. Ella ya sabría que estaba ahí. Seguro. Me detuve a unos metros de ella, con las manos en la cintura, el ceño fruncido y una mueca en los labios.
No sabía qué decir. Me quedé quieta, sin moverme, con un nudo en la garganta. Recordé esas noches y mañanas que pasamos juntas, viviendo un curioso romance donde yo daba todo mi amor y ella se limitaba a aceptar a regañadientes. La luz de su belleza me cegó pero por suerte vi la verdad y, aunque me dolió, todo quedó en recuerdos.
-¿Qué haces en París?
Murmuré con un tono que, aunque intenté evitarlo, sonó a rabia contenida.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Seguí caminando lentamente entre las calles parisinas pero sin alejarme de aquella plaza a la cual había llegado sin pensar. Mi mente vagaba en ciertos recuerdos y todos se centraban en una sola persona, Katherine. Di un pequeño suspiro y negue con la cabeza intentando quitarme la idea de que la mujer que había visto en la plaza fuera ella. En parte sabía que era ella, había sentido su aroma, aquel aroma que había llegado a adorar algun tiempo atras, pero deseaba haberme equivocado. Yo había sido realmente injusta con ella, ella me había amado y yo no había sabido responderle. Pero era tan inexperta, estaba tan perdida , tan sola...
Fue entonces que una ráfaga de viento hizo que me parara en seco. Escuche un gran estallido, un estallido que sonaba a una tela desgarrandose. Todos mis sentidos ya estaban en alerta, quizas por eso no me sorprendí cuando ella apareció en frente mio. Me quedé muda unos instantes observando aquel extraño atuendo que llevaba puesto, estaba muchisimo más hermosa de lo que yo la recordaba. Comencé a añorar aquellos momentos en los cuales me sentia realmente amada por ella, pero eran solo recuerdos y yo debía de hacer frente y explicarle a Katherine mis sentimientos..si era que ella me daba la oportunidad. Su voz me sacó de mis recuerdos y senti como mis ojos se oscurecian para luego mirarla a sus ojos.
- Llegue hace unos días...- atiné a decir intentando conntrolarme y mantenerme calma.
Fue entonces que una ráfaga de viento hizo que me parara en seco. Escuche un gran estallido, un estallido que sonaba a una tela desgarrandose. Todos mis sentidos ya estaban en alerta, quizas por eso no me sorprendí cuando ella apareció en frente mio. Me quedé muda unos instantes observando aquel extraño atuendo que llevaba puesto, estaba muchisimo más hermosa de lo que yo la recordaba. Comencé a añorar aquellos momentos en los cuales me sentia realmente amada por ella, pero eran solo recuerdos y yo debía de hacer frente y explicarle a Katherine mis sentimientos..si era que ella me daba la oportunidad. Su voz me sacó de mis recuerdos y senti como mis ojos se oscurecian para luego mirarla a sus ojos.
- Llegue hace unos días...- atiné a decir intentando conntrolarme y mantenerme calma.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Alcé las manos, como dejando ver alguna obviedad que, hasta ahora, no había dicho. Una obviedad que empezó a salir de mis húmedos labios cuando empecé a hablar. Mi voz seguía rabiosa pero en el fondo la seguía queriendo. Volver a escuchar su voz hizo que se me ablandara el corazón seco que guardaba en mi pecho. Un pecho que casi podría decir que se movía ante las palpitaciones del corazón cuando estaba junto a Rose.
-No puedo decir que esta ciudad sea mía, porque aquí sólo soy una invitada, por lo que no puedo decirte nada. Ni obligarte a nada. Pero... -Respiré profundamente, bajé la cabeza, di un par de pasos hacia ella y alcé la cabeza, con el pecho inflado y el flequillo ocultándome los ojos rojos de lágrimas, no por mi naturaleza. -... lárgate.
Susurré con una voz medio rota y entristecida. Se notaba la tristeza de mi ser a cada sílaba que decía, a cada respiración que no necesitaba. Sólo respiraba para hacer algo, para centrarme en algo, para no lanzarme sobre ella porque, cuando lo hiciera, no sabría si rasgarría y la arrancaría la cabeza o la besaría durante todas las horas que habíamos perdido. Pero ella no me besaría y volvería a ser como besar un bloque de hielo con tiernos labios.
Bajé lentamente las manos por mi cintura y dejé caer mis brazos. Estaba a poco más de dos metros de ella. Podía oler su perfume, podía saborear su sudor, podía acariciar la piel de su cuello, podría sentir el frío cálido de sus brazos rodeándome el cuerpo como antaño. Añoraba esos años, pero ahora debía ser fuerte. Ahora era una Kat nueva, dura, fría, muerta, rabiosa y sádica. No podía dejar que mi antiguo yo, mi yo dulce y amable, volviese a florecer en mi carácter. No podría permitirlo. Y Rose tenía ese poder. No sabía cómo era ella ahora, pero esperaba que fuese igual de fría y muerta que yo.
-No puedo decir que esta ciudad sea mía, porque aquí sólo soy una invitada, por lo que no puedo decirte nada. Ni obligarte a nada. Pero... -Respiré profundamente, bajé la cabeza, di un par de pasos hacia ella y alcé la cabeza, con el pecho inflado y el flequillo ocultándome los ojos rojos de lágrimas, no por mi naturaleza. -... lárgate.
Susurré con una voz medio rota y entristecida. Se notaba la tristeza de mi ser a cada sílaba que decía, a cada respiración que no necesitaba. Sólo respiraba para hacer algo, para centrarme en algo, para no lanzarme sobre ella porque, cuando lo hiciera, no sabría si rasgarría y la arrancaría la cabeza o la besaría durante todas las horas que habíamos perdido. Pero ella no me besaría y volvería a ser como besar un bloque de hielo con tiernos labios.
Bajé lentamente las manos por mi cintura y dejé caer mis brazos. Estaba a poco más de dos metros de ella. Podía oler su perfume, podía saborear su sudor, podía acariciar la piel de su cuello, podría sentir el frío cálido de sus brazos rodeándome el cuerpo como antaño. Añoraba esos años, pero ahora debía ser fuerte. Ahora era una Kat nueva, dura, fría, muerta, rabiosa y sádica. No podía dejar que mi antiguo yo, mi yo dulce y amable, volviese a florecer en mi carácter. No podría permitirlo. Y Rose tenía ese poder. No sabía cómo era ella ahora, pero esperaba que fuese igual de fría y muerta que yo.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Me quede allí parada observandola, debía de ser sincera conmigo misma. Ella lucía increible, y sabía que mi presencia le estaba haciendo mal..demasiado mal. Pero yo sabía que no podía irme sin explicarle mis sentimientos, sin demostrarle que había cambiado y que si ella no me queria ver mñas yo lo aceptaba, solo queria que me perdonara.
Iba a hablar cuando note como ella se adelantaba unos pasos hacía mí, tenía su pecho inflado y al querer mirar a sus ojos me encontre con que su cerquillo los tapaba. Pude sentir como la voz con la que me hablo me lastimaba, pero era justo dado que yo no me había portado bien. Luego pude ver como dejaba caer sus manos a sus costados y algo dentro de mi me indico que el daño que le había hecho era demasiado grande.
- Se que quereis que este lo más lejos de ti posible, se que tu cabeza asi te lo pide - comencé a decir buscandole su mirada- pero tambien se que tu corazón te pide lo contrario. Me equivoque Katherine, lamento mucho por haberte herido de la forma en que lo hice. No fue justo contigo que lo hiciera...no pretendo que me entiendas porque tal vez no lo hagas. Yo era muy nueva en todo esto y ,e concentraba mas en controlarme que en prestarte atención a tí. Espero que de alguna forma me puedas perdonar y ten por seguro que nunca te olvide. Tu me diste un amor como ningun otro...quisiera tener otra oportunidad pero se que no me la darás. - dije sin dejar de mirarla. Ahora que la tenía tan cerca, que sentia su aroma casi como el mio propio, sentia que no queria alejarme de ella..no podía hacerlo.
- De verdad quieres que me marche K? - le pregunte en un susurro levantando su cabeza dulcemente con mi dedo indice, llamandola como siempre la había llamando.
Iba a hablar cuando note como ella se adelantaba unos pasos hacía mí, tenía su pecho inflado y al querer mirar a sus ojos me encontre con que su cerquillo los tapaba. Pude sentir como la voz con la que me hablo me lastimaba, pero era justo dado que yo no me había portado bien. Luego pude ver como dejaba caer sus manos a sus costados y algo dentro de mi me indico que el daño que le había hecho era demasiado grande.
- Se que quereis que este lo más lejos de ti posible, se que tu cabeza asi te lo pide - comencé a decir buscandole su mirada- pero tambien se que tu corazón te pide lo contrario. Me equivoque Katherine, lamento mucho por haberte herido de la forma en que lo hice. No fue justo contigo que lo hiciera...no pretendo que me entiendas porque tal vez no lo hagas. Yo era muy nueva en todo esto y ,e concentraba mas en controlarme que en prestarte atención a tí. Espero que de alguna forma me puedas perdonar y ten por seguro que nunca te olvide. Tu me diste un amor como ningun otro...quisiera tener otra oportunidad pero se que no me la darás. - dije sin dejar de mirarla. Ahora que la tenía tan cerca, que sentia su aroma casi como el mio propio, sentia que no queria alejarme de ella..no podía hacerlo.
- De verdad quieres que me marche K? - le pregunte en un susurro levantando su cabeza dulcemente con mi dedo indice, llamandola como siempre la había llamando.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Su discurso me hacía crecer un fuego interno que casi me obligaba a alzar la mano para abofetearla. Pero me controlaba para no hacerlo. No podría hacerlo, tenía que controlarme. Respiré profundamente. Mi pecho se infló. Escuché sus pasos. Su voz dulce me encandilaba y cuando su dedo frío me acarició la barbilla, alcé la cabeza para mirarla. Sus hermosos ojos rojos me enamoraron como lo hicieron en su día. Bajé la cabeza, apartándome de su dedo, y di un paso hacia atrás.
-Yo... yo he cambiado, Ro... No soy como antes... Yo... no... cambiado... yo... Ro... yo...
Sacudí la cabeza y avancé hacia Rose, abofeteándola con toda la fuerza que tenía. Demasiada, diría yo, pues su cuerpo cayó al suelo y la hierba que amortiguó su cuerpo se aplastó, arrancó y voló por los aires. Las lágrimas salían de mis ojos sin remedio. Mi pecho se humedecía de mis lloros y el silencio se rompía con mis sollozos.
-¡Yo te quería, maldita sea! ¡Demasiado! ¡Y me despreciaste! ¡Yo te habría ayudado! ¡Te habría ayudado!
Grité liberándome de esa furia que había retenido todos estos años. Caminé hacia ella. El tacón se me hundía en la hierba y antes de llegar, sin darme cuenta, rompí las ataduras de cuero y me deshice de mis zapatos, hincados en el suelo. Pisé el hombro de Rose y la tumbé de nuevo al suelo, subiéndome encima de ella y entregándome a un beso contra sus fríos e inertes labios. Un beso que llevaba décadas esperando. Agarré su cabello y hundí mis dedos, agarrando su cabeza y pegándola más a mí, fundiéndome en esos fríos labios. Mis dientes rasgaron nuestras lenguas y la sangre fluyó lentamente através de nuestras bocas. Sentía nuestras sangres unirse en ese beso tan sumamente erótico. No necesitaba respirar, podía seguir besándola así. No necesitaba parar. Sólo pararía si Rose me apartaba. Pero no quería oírla, sólo besarla, besarnos toda la noche. Sentir nuestros pechos apretarse. Sentir nuestros fríos alientos mezclarse con la caliente sangre que fluía de nuestras lenguas. Sentir sus fríos brazos acariciarme el cuerpo. Y si no fuese por ese lugar público. Si no fuese porque aún la guardaba rencor. Si no fuese porque estaba cabreada; la desnudaría para volver a admirar la belleza de su cuerpo desnudo frente al mío, ambos perlados de sudor.
-Yo... yo he cambiado, Ro... No soy como antes... Yo... no... cambiado... yo... Ro... yo...
Sacudí la cabeza y avancé hacia Rose, abofeteándola con toda la fuerza que tenía. Demasiada, diría yo, pues su cuerpo cayó al suelo y la hierba que amortiguó su cuerpo se aplastó, arrancó y voló por los aires. Las lágrimas salían de mis ojos sin remedio. Mi pecho se humedecía de mis lloros y el silencio se rompía con mis sollozos.
-¡Yo te quería, maldita sea! ¡Demasiado! ¡Y me despreciaste! ¡Yo te habría ayudado! ¡Te habría ayudado!
Grité liberándome de esa furia que había retenido todos estos años. Caminé hacia ella. El tacón se me hundía en la hierba y antes de llegar, sin darme cuenta, rompí las ataduras de cuero y me deshice de mis zapatos, hincados en el suelo. Pisé el hombro de Rose y la tumbé de nuevo al suelo, subiéndome encima de ella y entregándome a un beso contra sus fríos e inertes labios. Un beso que llevaba décadas esperando. Agarré su cabello y hundí mis dedos, agarrando su cabeza y pegándola más a mí, fundiéndome en esos fríos labios. Mis dientes rasgaron nuestras lenguas y la sangre fluyó lentamente através de nuestras bocas. Sentía nuestras sangres unirse en ese beso tan sumamente erótico. No necesitaba respirar, podía seguir besándola así. No necesitaba parar. Sólo pararía si Rose me apartaba. Pero no quería oírla, sólo besarla, besarnos toda la noche. Sentir nuestros pechos apretarse. Sentir nuestros fríos alientos mezclarse con la caliente sangre que fluía de nuestras lenguas. Sentir sus fríos brazos acariciarme el cuerpo. Y si no fuese por ese lugar público. Si no fuese porque aún la guardaba rencor. Si no fuese porque estaba cabreada; la desnudaría para volver a admirar la belleza de su cuerpo desnudo frente al mío, ambos perlados de sudor.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Conocía demasiado a Katherine como para saber con exactitud que era lo que estaba pensando en el minuto que le acababa de decir toda mi explicación. Note que se estaba controlando y enseguida supe que era cuestion de segundos antes de que se descargara conmigo. Observe como daba unos pasos alejandose de mi agarre y yo baje mi brazo esperando su respuesta.
Fue entonces que luego de ver como sus pabalas salían sin sentido de su boca, un gran estruendo hizo que yo terminara en el pasto de aquel lugar. Eso me dejo algo atolondrada y cuando pude recomponerme note como Katherine lloraba a mares. Senti mi corazón encojerse al ver esa imagen...creo que en ese momento tood resulto demasiado claro...la queria demasiado que odiaba verla de esa forma tan solo por mi culpa.
Sus gritos me sacaron de mis pensamientos y no pude hacer nada, solo la mire mientras esperaba que sacara de una vez todo el daño que le había hecho. Allí decidi sentarme pero su pie en mi hombro hizo que me volviera a acostar en el pasto. Lo siguiente que sentí fueron sus suaves y frios labios sobre los mios mientras agarraba de mi cabello para besarme de esa forma tan pasional. Quede algo confundida dado que todo había sucedido realmente rápido, pero solo duró unos pocos segundos. Al instante entendi loq ue estaba sucediendo, y senti como mordia mi lengua sintiendo como nuestras sangres se mezclaban en ese beso. En ese momento me di cuenta de cuanto la queria, ahora lo podia sentir, esa electricidad que solo ella podía despertar en mi.
Le respondí el beso casi con la misma efusividad con la que ella me lo estaba dando. Sentía a nuestras sangre mezclarse y esosolo hacía que quisiera más y más de ella. Con uno de mis brazos la envolvi atrayendola aún más a mi y la mano contraria la coloque en su cuello profundizando aún más aquel beso, sintiendo como nuestra saliba y nuestra sangre se mezclaban en aquel beso que secretamente, había esperado desde hacia mucho tiempo.
Fue entonces que luego de ver como sus pabalas salían sin sentido de su boca, un gran estruendo hizo que yo terminara en el pasto de aquel lugar. Eso me dejo algo atolondrada y cuando pude recomponerme note como Katherine lloraba a mares. Senti mi corazón encojerse al ver esa imagen...creo que en ese momento tood resulto demasiado claro...la queria demasiado que odiaba verla de esa forma tan solo por mi culpa.
Sus gritos me sacaron de mis pensamientos y no pude hacer nada, solo la mire mientras esperaba que sacara de una vez todo el daño que le había hecho. Allí decidi sentarme pero su pie en mi hombro hizo que me volviera a acostar en el pasto. Lo siguiente que sentí fueron sus suaves y frios labios sobre los mios mientras agarraba de mi cabello para besarme de esa forma tan pasional. Quede algo confundida dado que todo había sucedido realmente rápido, pero solo duró unos pocos segundos. Al instante entendi loq ue estaba sucediendo, y senti como mordia mi lengua sintiendo como nuestras sangres se mezclaban en ese beso. En ese momento me di cuenta de cuanto la queria, ahora lo podia sentir, esa electricidad que solo ella podía despertar en mi.
Le respondí el beso casi con la misma efusividad con la que ella me lo estaba dando. Sentía a nuestras sangre mezclarse y esosolo hacía que quisiera más y más de ella. Con uno de mis brazos la envolvi atrayendola aún más a mi y la mano contraria la coloque en su cuello profundizando aún más aquel beso, sintiendo como nuestra saliba y nuestra sangre se mezclaban en aquel beso que secretamente, había esperado desde hacia mucho tiempo.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Noté cómo me atraía más hacia ella. Su cuerpo servía de cama para el mío y notaba como la aplastaba sin desearlo. Pero me gustaba notar como nuestras telas veraniegas eran lo suficientemente deslgadas como para dejar entrever nuestra piel y como éstas se juntaban mutuamente. Noté la piel de mis aureolas endurecerse y como mi pezón iba despertando de su letargo eterno. Noté como mi cuerpo reaccionaba a ese beso tan pasional, mi cuerpo pedía más de esa sangre tan dulce y adictiva. Necesitaba más de ella. Me pegaba a su cuerpo como si fuese lo último que me quedaba de humanidad. Como si ese amor por ella demostrase lo mucho que la quería, lo mucho que me importaba y lo muchísimo que valoraba esas caricias y esa lengua revolotear por mi boca.
Separé nuestros rostros. La sangre mezclada con la saliva descendió de mi boca y cayó por su cuello. Me incliné y pasé mi sinhueso herida por su cuello, lamiendo esa saiva ensangrentada y dejando un rastro de sangre de la herida que cortaba mi lengua, la cual ya cicatrizaba debido a mi naturaleza.
Me moría de ganas de alzarla y huir a mi hogar para desatar la pasión pero sabía que si dejaba de besarla volvería a odiarla y no me lo iba a permitir.
Me volví a acercar a sus labios, dado que mi lengua seguía moviéndose entorno a sus labios, lamiendo la saliva que había salpicado su rostro. Cerré los ojos y me entregué a ese amor tan pasional que sentíamos ambas. La volví a abrazar. Mis manos examinaban su cintura, por encima de esa falda que llevaba. Mis labios se movían rápidamente contra los suyos. Mi otra mano sujetaba su cabello para que no se escapase.
Separé nuestros rostros. La sangre mezclada con la saliva descendió de mi boca y cayó por su cuello. Me incliné y pasé mi sinhueso herida por su cuello, lamiendo esa saiva ensangrentada y dejando un rastro de sangre de la herida que cortaba mi lengua, la cual ya cicatrizaba debido a mi naturaleza.
Me moría de ganas de alzarla y huir a mi hogar para desatar la pasión pero sabía que si dejaba de besarla volvería a odiarla y no me lo iba a permitir.
Me volví a acercar a sus labios, dado que mi lengua seguía moviéndose entorno a sus labios, lamiendo la saliva que había salpicado su rostro. Cerré los ojos y me entregué a ese amor tan pasional que sentíamos ambas. La volví a abrazar. Mis manos examinaban su cintura, por encima de esa falda que llevaba. Mis labios se movían rápidamente contra los suyos. Mi otra mano sujetaba su cabello para que no se escapase.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Aquel beso en el que nos estabamos fundiendo estaba haciendo que nuestros cuerpos reaccionasen. Senti como mi mis pezones comenzaban a tomar una forma más formada y se iban despertando de a poco. Mi cuerpo cada vez más quería más sangre y quizas se debía a que hacia dos dias que no me alimentaba. Tal vez esa era una de las facciones que debía aprender a manejar, aún no me acostumbraba a utilizar a las personas para alimentarme. Los vampiros con los que me había cruzando a lo largo de mi corta vida me habian dicho que el instinto de mi ser vampirica se despertaría y luego buscaría la sangre sin meditar tanto. Pero por alguna razón aún mi instinto no se terminaba de despertar, y en parte eso aún me asustaba.
Esos pequeños pensamientos fueron disipados al sentir como Katherine se separaba de mi y pasaba a besarme el cuello. Sentía la vena de mi cuello más grande que lo común y ese pensamiento me llevo a recordar cuan hambrienta estaba. La boca se me seco de pronto y aquel placer que Katherine me estaba dando se vio acompañado por mis grandes deseos de morderla. Deseaba morderla, quitarle toda su ropa y poder acariciar su cuerpo mientras bebia su dulce sangre.
Entonces sus labios estaban sobre los mios, nuestras lenguas estaban entrelazadas y jugaban con un gran frenesi. Senti como colocaba sus manos sobre mi cintura y ya la sed que sentía fue monumental. Tome una de sus manos delicadamente y me separe de sus labios para cambiarlos por sus dedos. Lleve su mano hasta mi boca e hice que mis colmillos se hicieran presentes y dispuestos a beber sangre. Tome su dedo indice y pase mi lengua lentamente por este,, sin quitar mi mirada de sus ojos, para luego, con mi colmillo hacerle un pequeño corte. Observe un segundo como la sangre brotaba de su herida y se derramaba por lo largo del dedo. Acerque mi lengua a su dedo, y con la punta de la misma limpie el camino de sangre que salía por su dedo para finalmente comenzar a lamer su herida y con ésto comenzar a alimentarme luego de estar 2 dias sin beber ningun tipo de sangre.
Esos pequeños pensamientos fueron disipados al sentir como Katherine se separaba de mi y pasaba a besarme el cuello. Sentía la vena de mi cuello más grande que lo común y ese pensamiento me llevo a recordar cuan hambrienta estaba. La boca se me seco de pronto y aquel placer que Katherine me estaba dando se vio acompañado por mis grandes deseos de morderla. Deseaba morderla, quitarle toda su ropa y poder acariciar su cuerpo mientras bebia su dulce sangre.
Entonces sus labios estaban sobre los mios, nuestras lenguas estaban entrelazadas y jugaban con un gran frenesi. Senti como colocaba sus manos sobre mi cintura y ya la sed que sentía fue monumental. Tome una de sus manos delicadamente y me separe de sus labios para cambiarlos por sus dedos. Lleve su mano hasta mi boca e hice que mis colmillos se hicieran presentes y dispuestos a beber sangre. Tome su dedo indice y pase mi lengua lentamente por este,, sin quitar mi mirada de sus ojos, para luego, con mi colmillo hacerle un pequeño corte. Observe un segundo como la sangre brotaba de su herida y se derramaba por lo largo del dedo. Acerque mi lengua a su dedo, y con la punta de la misma limpie el camino de sangre que salía por su dedo para finalmente comenzar a lamer su herida y con ésto comenzar a alimentarme luego de estar 2 dias sin beber ningun tipo de sangre.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Observé cómo pregaba por la separación de nuestros labios. La observé cuando me separé, me la quedé mirando con una sonrisa mientras su boca ansiaba probar mi sangre. Sentía el frenesí de su garganta pedir a gritos sangre dulce y fresca para inundar su garganta. Entrecerré los ojos y me quedé mirando como se dirigía a mi dedo para, simplemente, hacer un tallo. Fruncí el ceño y al ver que se limitaba a lamer esa pequeña herida llevé mi dedo a la tela de mi top y la rasgué con suavidad. Ésta se iba haciendo añicos a medida que mis afiladas uñas descendían por esa ajada prenda.
Finalmente ésta cayó. Mis pechos quedaron al descubierto, sin nada que los protegiese. No me gustaban los sujetadores. El corsé ya me apretaba demasiado como para que mis hermosos pechos se tuviesen que conformar con el duro tacto de la tela apretándolos y privándoles de libertad. No. Mis aureolas estaban erizadas y mis pezones endurecidos, ambos de un color amarronado muy suave, como el del chocolate con leche. Mis pechos lechosos y perlados de un suave sudor de excitación se movían suavemente al compás de mi respiración.
Agarré la cabeza de Rose y la guié hacia mi pecho izquierdo. Sentí el placer que mi pecho ya estaba experimentando sólo con la cercanía de los labios de Rose. Cerré los ojos y dejé que sus labios se posaran sobre la piel levemente sudorosa de mi pecho.
-Muérdeme... como hacias antes.
Supliqué. O más bien ordené. Apreté los ojos y esperé. Esperé hasta que noté como sus dientes rasgaban la piel de mis pechos. Mis perfectos pechos recuperarían su hermosura en unas horas. Ahora deseaba que Ro me mordiese, bebiese de mí. Sólo con el tacto de esos colmillos noté como la excitación se cobraba en líquido y ése líquido empezó a impregnar mi sexo. Éste se infló, extasiado, y con la succión de Ro el primer gemido escapó de mis labios. Me agarré a sus omóplatos y arañé suavemente esa zona, dejando que mis uñas arrancasen esa piel y la sangre fluyese en pequeñas gotas que escapaban de esos cortes y sólo ante el restregar de mis dedos por esa zona ante las succiones de Ro hacían que la sangre se extendiese.
Finalmente ésta cayó. Mis pechos quedaron al descubierto, sin nada que los protegiese. No me gustaban los sujetadores. El corsé ya me apretaba demasiado como para que mis hermosos pechos se tuviesen que conformar con el duro tacto de la tela apretándolos y privándoles de libertad. No. Mis aureolas estaban erizadas y mis pezones endurecidos, ambos de un color amarronado muy suave, como el del chocolate con leche. Mis pechos lechosos y perlados de un suave sudor de excitación se movían suavemente al compás de mi respiración.
Agarré la cabeza de Rose y la guié hacia mi pecho izquierdo. Sentí el placer que mi pecho ya estaba experimentando sólo con la cercanía de los labios de Rose. Cerré los ojos y dejé que sus labios se posaran sobre la piel levemente sudorosa de mi pecho.
-Muérdeme... como hacias antes.
Supliqué. O más bien ordené. Apreté los ojos y esperé. Esperé hasta que noté como sus dientes rasgaban la piel de mis pechos. Mis perfectos pechos recuperarían su hermosura en unas horas. Ahora deseaba que Ro me mordiese, bebiese de mí. Sólo con el tacto de esos colmillos noté como la excitación se cobraba en líquido y ése líquido empezó a impregnar mi sexo. Éste se infló, extasiado, y con la succión de Ro el primer gemido escapó de mis labios. Me agarré a sus omóplatos y arañé suavemente esa zona, dejando que mis uñas arrancasen esa piel y la sangre fluyese en pequeñas gotas que escapaban de esos cortes y sólo ante el restregar de mis dedos por esa zona ante las succiones de Ro hacían que la sangre se extendiese.
Invitado- Invitado
Re: Reencuentros... (Rose)
Había comenzado a lamer su dedo cuando observe como lo quitaba para rasgar la poca ropa que llevaba. Sabía que si algun humano nos hallaba por allí ibamos a estar en graves problemas, aunque quizas ellos se encontrarian en graves problemas dado que podriamos ahcernos un festín con ellos. Sonrei ante ese pensamiento y al ver como los senos de Kath quedaban al aire sin tener ninguna prenda que los tapara sentí como mis pezones quedaban duros y mi garganta comenzaba a arder más debido a la sed y a la gran excitación que estaba comenzando a sentir. Katherine tenía la virtud de enloquecerme cuando realmente se lo proponía.
Note como llevaba mi cabeza hasat su seno izquierdo y pase mi lengua por mis colmillos antes de escuchar su pedido. Sonrei para luego besar su pecho, luego pasar mi lengua al rededor del aureloa de su seno y por ultimo mordí su seno como si fuera la manzana mas dulce del mundo, y comenze a alimentarme con la sangre de la mujer que me volvia completamente loca, haciendo que comenzara a sentir mi sexo totalmente humedo.
Note como llevaba mi cabeza hasat su seno izquierdo y pase mi lengua por mis colmillos antes de escuchar su pedido. Sonrei para luego besar su pecho, luego pasar mi lengua al rededor del aureloa de su seno y por ultimo mordí su seno como si fuera la manzana mas dulce del mundo, y comenze a alimentarme con la sangre de la mujer que me volvia completamente loca, haciendo que comenzara a sentir mi sexo totalmente humedo.
Invitado- Invitado
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour