Jensen Winchester

Yo nací en la gran Nápoles pero no en una de esas nobles familias que no saben salir al mundo exterior sin un séquito para vigilar su seguridad, no, yo nací en el seno de una humilde familia de clase media, no vivíamos con muchos lujos pero nuestra existencia era vital para la paz y la seguridad de mucha gente. Eramos una familia grande pero no compartíamos lazos de sangre, como espero que ya hayas adivinado, si , yo nací en una familia de cazadores. Desde muy pequeña siempre supe cual sería mi sitio, habían pocas mujeres en nuestra ''familia'' pero todas poseían un coraje y una ferocidad que pocos hombres podían soñar con poseer. Yo fui creciendo y entrenandome en las artes de la caza de demonios de la noche. Aprendí a ser sigilosa, ágil y rápida en mis movimientos y a usar la espada con destreza. Cuando cumplí los quince era una de las mejores en la lucha cuerpo a cuerpo y dominaba la espada como cualquier otro cazador de mediana edad y lo mas importante, a los quince años y con la ayuda de mi padre maté mi primer vampiro, aparentaba mi edad y tenía un extremo aspecto de fragilidad, la típica persona que te inspira ganas de ayudarla... pero yo sabía que bajo esa farsa se encontraba un ser despiadado.

En aquella época me sentía bien y feliz por mi trabajo, mi familia era una de las familias de cazadores mas antigua y mas importante de toda Italia y siempre tenía la suerte de su lado. Pero la vida es como un péndulo, a veces estás en el lado de la buena suerte y después el péndulo va hacia el otro lado y caes en la peor de las desgracias, y eso fue exactamente lo que ocurrió en mi familia. Yo tenía dieciocho años y todos esperábamos un ataque por parte de las criaturas de la noche (vampiros, demonios y hombres lobo) pero no esperábamos que fueran tantos, nos doblaban en número y aquella batalla fue toda una carnicería, no sobrevivió nadie, cayeron muchos demonios, vampiros y licántropos, pero no pudimos con ellos, y todos cayeron menos yo, eso es algo que me pesa en el alma, yo debí de haber caído junto a ellos, yo debí morir en esa batalla, pero cuando mi padre vio que todo estaba perdido me tendió una trampa: Me pidió que le acompañara al interior de nustro refugio a por mas balas de plata y una vez yo dentro de la trampilla donde guardábamos todo me encerró dentro. Grité hasta que dejé de escuchar sonido fuera, supuse que todos habían caído y eso significaba que yo nunca saldría de esa habitación. Pero me equivoqué, a la mañana siguiente de la tragedia un noble amigo de mi padre vino y me sacó. Por lo que me contó mi padre lo había puesto sobre aviso y le pidió que me sacara de allí y que me cuidara como si fuera su hija. Le agradecí que me sacara pero me negué a ir junto a él para que me enseñara a comportarme como una tonta damita, yo era una fiera imposible de domesticar y decidí seguir mi camino y acabar con toda criatura de la noche que se cruzara en mi camino, los encontraría a todos pro muy bien escondidos que se hallaran, no tendría piedad, mi corazón se había vuelto de piedra. Me dirigí a París, donde vivía mi primera víctima, Mathieu, el único vampiro que tenía amistad con mi familia, se hizo amigo de mi padre tras salvarlo de otro vampiro y ayudarle a darle muerte. Cuando llegué a París lo primero que hice fue acabar con su vida, seres como él habían destrozado mi familia y yo no quería tener nada que ver con gente de esa raza, ese asesinato fue el principio de mi venganza.