Lisbeth Alessandra Vulcano

por **Lisbeth A. Vulcano** Lun Jul 11, 2011 9:13 am

† Nombre del Personaje: Lisbeth Alessandra Vulcano
† Edad: 20 años
† Especie: Humano
† Tipo y Clase Social: Clase baja
† Orientación Sexual: Bisexual con más tendencia a Homosexual.
† Lugar de Origen: Italia - Roma

† Descripción Física: Veamos..¿Cómo describirme? ¿Debería mentir un poquillo? Todo el mundo siempre se maquea un poco así mismo, sin embargo, creo que yo suelo verme como soy realmente. De estatura media, tal vez, rondando el metro sesenta y cinco. No me considero alta pero tampoco de las más bajitas. Mi peso..mi peso se quedará entre yo y mi subconsciente pues nisiquiera se lo revelo a mi mente ¡A callar! Yo mando, por lo menos en estas pocas lineas. Mi pelo es bastante largo, cuando bajo la cabeza, puedo ver que las puntas me llegan aproximadamente hasta los pechos {Puntas que por cierto debo cuidarme más} y de un color castaño. No sé si es típico o atípico pero es mi color. Las puntas ya mencionadas anteriormente suelen aclararse un poco en la época de verano, del sol, suelo estar bastante al aire libre. Mis ojos ¿Cómo describirlos? Bueno si, el color es verde, no hay mucho más que decir. Y la forma yo la considero ovalada pero no al extremo, tampoco creo tenerlos demasiados grandes o por lo menos yo no me los veo así cuando me miro al espejo. Las pestañas pues bastante largas y del mismo color que el pelo, obviamente, al igual que las cejas. De las cuales no me preocupo demasiado ahora que lo pienso, por suerte para mí, tampoco me crece con rapidez. También tengo algunas pecas cubriendo la parte de la nariz {el puente} y los pómulos, son curiosas y aunque he visto a muchas chicas alarmarse por tenerlas a mi me encantan mis pecas.
Bien, con lo dicho hasta ahora ¿Parezco hermosa verdad? Sí, sé que lo soy..¡para mí misma! Pero como todo el mundo {aunque muchas parezcan perfectas, no lo son} tengo mis defectos. Las ojeras suelen estar presentes en mis ojos, no unas de camionero pero si un ligero toque, soy de fácil despertar y mi trabajo requiere pasar la mayor parte de la noche despierto. Las tareas agrícolas tampoco son fáciles. Arrugas, como casi todo el mundo, Soy joven, también lo sé, pero los años pasan factura y..sinceramente, si me preocupo por ello lo único que conseguiré es que me salgan más arrugas. Mi cara es obalada ¡la odio! bueno, quizá no tanto, pero si que me pregunto siempre porque me habrán dado una cara tan redonda, no sé, me veo rara. Y bueno, para finalizar mi cuerpo no es precisamente una carretera con muchas curvas..sin embargo, tampoco hago nada para evitarlo. Me gusta poder llevarme alimentos a la boca, y como sé lo que es pasar hambre me prometí a mi misma comer siempre que pudiera sin importarme minudencias como esas.

Spoiler:

† Descripción Psicológica: Vamos ahora a intentar describir mi cabeza. Buff, va a ser complicado, porque ni yo misma suelo entenderme muchas veces. Las típicas preguntas de por qué hago esto o por qué hago lo otro. Preguntas de las que en el fondo de mi mente tengo la respuesta pero no consigo sacar a la luz.
Me considero una chica alegre, simpática y amable. No tengo porque enfadarme o molestarme con nadie si no me provocan. Tampoco me gustan las peleas, obviamente, no suelo comenzarlas. De nuevo, a no ser que me den motivos para ellos. ¿Sumisa? Yo no utilizaría esa palabra pues creo que la timidez se quedó dentro de mi madre y nací sin ella. El pudor tampoco es lo mío y me gusta ser directa con la gente ¿qué mejor forma que demostrar tu amistad o amor por alguien que siendo sincero con él? Sí, se que hay veces que es mejor callarse y eso también lo tengo en cuenta. No estoy loca, o por lo menos, no tanto como para ser una bocazas cuando tengo las de perder. Algunas veces si se me escapa esa parte..pero los que me conocen pues, eso, ya me conocen. ¿Qué más? Veamos, también me creo trabajadora y luchadora. Un poquito vaga, si, porque no puedo ser tan perfecta por mucho que, en el fondo, sea estúpenda. Debería añadir algo de ego al asunto, lo dejaré pasar..No suelo empezar algo y dejarlo a medias, simplemente no puedo, si lo empiezo tengo que acabarlo. Aunque mi vaguería se ponga de por medio, con los años, he aprendido a superarla.
Abordando otros temas, más vale que no se dejen engañar por mi aspecto físico. Sí, puedo parecer débil y campechana pero no lo soy, o por lo menos, no en parte. Me sé defender en una medida mínima tanto física como psicológicamente. Sí, no soy una superwoman que sabe karate o alguna cosa de esas pero soy lista y puedo pensar maneras para escaparme o dejar a mi contrincante K.O con alguna palabra que no se espera. De cualquier manera, me las acabo ingeniando para salir ilesa {De vez en cuando puede que no tan ilesa}. Otra cuestión diferente es que, por habitual, no me agrade adornar mis palabras pues lo encuentro sumamente aburrido, ya que no me muevo por esos ámbitos, por lo menos, tengo que aprovechar las ventajas.
Y creo que esto va a ser todo por aquí. Si quereis saber más de mi ya sabeis que estoy por ahí así que solo hace falta que pongáis un poco de empeño en buscarme ¡No cuesta tanto! ¿O si?.

† Historia: ¿Mi Historia? Uy, la cosa cada vez se va complicando más. Menos mal que esta ya es la última de este estilo porque si relatar mi personalidad lo encontré complicado, mi vida ya ni os la cuento. Miento, precisamente todo lo contrario, tengo que contarosla. En fin..
Nací en el verano del 1.780, concretamente, en Agosto. Siempre he pensado que por eso me gusta tanto el calor del verano, siendo tan contraria a la mayoría de gente que prefiere el hinvierno. El lugar fue en Roma, una de las ciudades de la bella Italia. Mi nombre es hebreo y no denota mucho mi origen pero ¿y mi segundo nombre? ahí si que podreis adivinarlo, sin embargo, no voy a negar que a penas lo uso. Me gusta el primero y decir dos no queda demasiado ¿normal? la costumbre desde pequeña me llevó a ser simplemente Lisbeth. Mis padres no eran adinerados ni mucho menos, tampoco completamente pobres cabe decir y las cosas cuando yo nací les fueron, o tal vez sería mejor decir, nos fueron bastante bien. Su negocio era una pequeña libreria, familiar, que posiblemente estaba destinada a ser heredada por mi, a no ser que tuviera algun hermano. En cuyo caso sería de ambos.
Sin embargo, las cosas no salieron como nadie planeó y un accidente acabó con la vida de los que eran mis únicos parientes en este mundo, sí, es triste. Y realmente no recuerdo demasiado, pero esto es lo que me han contado. De mi infancia no recuerdo ni la mitad a pesar de que fue con casi trece años cuando quedé huerfana. El carro arrolló a mis padres, de pleno, y su cuerpo me protegió de lo que podría haber sido mi final. Final que quedó simplemente en una cicatriz a lo largo de mi espalda. Imborrable. Tal vez, mi memoria no lo recordara, pero estaba claro que para eso ya tenía a mi cuerpo. Y tal vez por eso no me esforzaba en pensar en ello ¿De que serviría?. En cualquier caso, mi próximo destino, fue el horfanato.
Como os podreis imaginar, a mi edad, ninguna familia se interesó por mi. Los niños pequeños, los bebes y muchachitos de cinco a diez años eran en los que las parejas más solían fijarse. A partir de los once años, suponía un problema. Ya estaba formada la mayoría de la mente. Posibles traumas. Rebeldias. En resumen, ya no era lo suficientemente moldeable como para que quisieran tenerme en ninguna parte y yo lo sabía. Viví con ello sin ningún problema, al igual que no tuve ningún problema en relacionarme con los de allí. Pasé unos buenos años y, aunque desearía que mis padres no hubiesen muerto, agradecí que aquel lugar me dejara una buena huella en mi. Personas amables, otras no tanto y chicos de todas clases. Desdeluego aprendí mucho, todo lo que me dió el tiempo. Hasta los dieciseis años que fue la edad legal en la que ya no podían mantenerme. La edad de la supuesta "emancipación".
Y una vez más me tocaba salir para vivir una nueva aventura. Una aventura que me condujo hasta París, una ciudad compadre a la mía. Con cosas muy parecidas y otras totalmente distintas. Allí es dónde estoy actualmente, desde hacia ya cuatro años. Las cosas me van bien, no me puedo quejar. Tengo un techo bajo el que dormir, un par de trabajillos, dinero propio. En fin, nunca tuve especiales sueños pero como mínimo si quería no pasar mi tiempo en las calles, tiempo que por suerte solo fue durante algunos meses hasta que irónicamente me dieron techo sobre el orfanato de la ciudad. Lo encontré por casualidad si os soy sincera, pero, en cierto modo, tenía cosas en común con esos chicos y ¿por qué desperdiciarlas? No sé hacia dónde me llevará el destino, solo espero, que sea por un buen camino.

† Datos Extras:
· Me gusta mucho el sol ¡me encanta! Soy friolera de naturaleza y, aunque mi piel no es muy morena y tiende a ponerse rojiza eso no impide que tome el sol siempre que pueda.
· Desde la punta de mi hombro derecho hasta más o menos mi cadera izquierda recorre en mi espalda una cicatriz. Limpia y recta de una punta a otra. La señal del accidente que tuve, un día sin duda inolvidable por un lado o por otro.
· Mi mundo está lleno de fresas, o eso me gustaría. Pasteles de fresa, boyos de fresa, tarta de fresa, golosinas de fresas y claro ¡fresas! Me encantan, por si no os parece obvio. También me gustan otras frutas pero lo que voy buscando siempre, en definitiva, son las fresas.
· Tengo agujeros en ambas orejas pero, desde que tengo memoria también tengo la costumbre de ponerme un solo pendiente en una de ellas. Las intercalo con tal de que no se me cierre el agujero, creo que sería doloroso pensar en re-abrirlo.
· Si quieres que me ponga roja, roja de verdad. Como un tomate. Solo tienes que tocar el lóbulo de mis orejas. Es automático e incontrolable. También, como posible extra te encontrarás con algo de mi malhumor pero es un riesgo ¡No vale que te hagas el inocente!.