Der Sonnenuntergang [Cleopatra Denwonts]

por **Olesya von Bismark** Jue Jul 21, 2011 6:16 am

Hacía pocos días que había llegado a París. Se veía tan lindo..., por lo que decidí salir a pasear, observar qué podría encontrarme en sus calles y qué me podría interesar de ellas. Intentaría buscar trabajo de lo que yo quería dedicarme, quizás me brindara oportunidades nuevas. Había comido en un hermoso restaurante en el centro de la ciudad, la comida era deliciosa y el ambiente estupendo. Todo el mundo parecía estar cómodo en aquella ciudad, y no era para menos. Comí el un plato típico de aquí de cuyo nombre no me acordaba, pero estaba delicioso. Adoraba la pasta y el queso, y aquí al parecer todo ello abundaba por todas partes.

Decidí pasear por las calles parisiana de las cuales me habían hablado en el restaurante. No sabía qué clase de gente, qué locales y establecimientos me podía encontrar en ellas, por lo que fui a la aventura. Sabía que hoy iba a caminar mucho, por lo que me puse los zapatos más cómodos que poseia, y realmente, no me equivoqué en absoluto.

En las calles parisianas de París podías nortar que era diferente a como lo era el centro de París. Estas calles eran más variadas, olvidaban un poco lo que sería la elegancia del centro, para centrarse en lo interesante e innovador. Había todo tipo de locales y gente de todas las clases sociales. En el centro solía abundar más la gente de clases altas, por sus caros y lujosos restaurantes. Yo era de clase media, pero bueno, a veces podía darme mis caprichos.

Decidí sentarme en un banco próximo, quería descansar pues no había parado de caminar en varias horas, y solo esperaba saber el camino de vuelta.

por **Briseida Denwonts** Jue Jul 21, 2011 6:34 am

Llevaba ya varios meses en París, pero esa ciudad me seguía fascinando. Siempre me había fascinado, desde que era pequeña. Ansiaba con poder llegar algún día a ver y a sentir toda la elegancia de París, que veía como el centro del mundo mismo.
Y al fin estaba aquí. Aunque por ahora me estaba alojando en un hotel, mientras buscaba una casa (o más bien mansión) adecuada para mí. Aquel día había salido a dar un paseo por sus calles, tras haber preparado varias pociones.
Sí, me gustaba mucho experimentar con esas cosas, aunque no vayase a usar las pociones en un futuro próximo. A menudo las guardaba, para cuando me hicieran falta, en un lugar donde nadie podía encontrarlas.
Esto me divertía, pues a veces me preguntaba qué es lo que pasaría si alguien descubría que yo era una bruja. Sería divertido, sin ninguna duda, y seguro que querrían quemarme en la hoguera.
¡Como en la Edad Media! Dios, qué divertido...cada vez que lo recordaba me echaba a reír.
Pero en resumen, aquella mañana había preparado varias pociones y había investigado un poco, como hago todos los días, por lo que resolví salir a dar un paseo por París con uno de mis vestidos más elegantes. Comí en un restaurante elegante, y hablé con un par de personas, aparte de que sentía como muchos me miraban. Aquello me llenaba de vanidad, muy a mi pesar, pues sabía que era bella, pero pretendía ser modesta.
Así que me pasé un buen rato paseando por las calles de París. Me gustaba observar la elegancia de sus gentes, y lo que pasaba por allí.
Hasta que me decidí a descansar un rato en un banco. Pero allí vi a una dama rubia que me recordó a alguien, aunque no sabía a quién. Se parecía a una persona que había conocido en Nueva Orleans aunque dudaba mucho que fuera ella. Y la había visto antes, en el restaurante en el que había comido ese día, pero no le había dicho nada. Decidí entonces entablar conversación, para comprobar cómo era. Y también porque tenía ganas de conversar.
-Hola señorita.-dije.-Creo que usted la vi ya comiendo en el restaurante del centro de la ciudad...¿No me vio allí? Si no es así encantada de conocerla.-Sí, señoras y señores, yo era así de lanzada. Y me importaba muy poco que me juzgaran por ello.

por **Olesya von Bismark** Jue Jul 21, 2011 6:57 am

La luz del sol iba callendo poco a poco, estaba cerca el atardecer y ese momento era muy lindo de ver. Siempre me había gusta observar los colores del cielo en esos momentos, y llegar a observarlos aquí en París, me haría recordar mi maravillosa ciudad natal, Berlín. Siempre, cuando era pequeña, me gustaba subir al tejado y observar el atardecer, era realmente hermoso, y me hacía sentir segura, hasta que llegaba la oscurdad, entonces me hacía sentir sola. Esto hacía que añorara mi pequeño Berlín.

Mientras estaba descansando en el cómodo banco, observé cómo un señorita se sentaba a mi lado. Me sonaba su cara, quizás la había visto mientras caminaba o en el restaurante. No estaba segura. Ella era bonita y se veía que era de una clase superior a mi. Su bestido era muy elegante y le hacia ver con una hermosa figura. Pararme a pensar en su bestido me hizo pensar en el mío. Para salir a caminar había escogido uno de los más cómodo que poseia, era de un color rojo oscuro casi negro, algo más ceñido que los que a otras damas veía. Este color hacía ver con claridad el color de mi cabello, y eso me gustaba.

- Buenas tardes - dije educadamente. - Me suena su rostro, quizás si la vi, pero no lo recuerdo con claridad - dije cortesmente. Me sonaba de haberla visto en algún lugar pero nada más.

La tarde había sido cálidad hasta el momento, pero hasta entonces no me había dado cuenta de que el aire que por allí circulaba se había vuelto ligeramente más frío. Esto había hecho herizar mis brazos por lo que pasé una mano sobre ellos. Por frío que pareciera el aire, se sentía a la vez agradable.

por **Briseida Denwonts** Jue Jul 21, 2011 7:06 am

Estaba anocheciendo ya, y era muy agradable verlo, la verdad. Siempre había preferido la noche al día, aunque no fuese un vampiro me sentía mejor por la noche. Era más misterioso, más hermoso, más...fresco.
Me fijé en el vestido que llevaba la chica, la verdad es que era precioso. Ese color rojo oscuro me gustaba, y sus adornos también. Yo llevaba un vestido de encaje verde esmeralda, uno de los más elegantes que tenía en mi armario, y eso que no tenía demasiados, ya que no me había llevado demasiados cuando me marché de Nueva Orleans. Aquello me había molestado durante todo el viaje, ya que soy una persona fastuosa, a la que e gusta estrenar un vestido cada día.
Y el acento de la joven...me parecía un acento alemán, no me costó demasiado reconocerlo, ya que a menudo había oído a muchas personas en Nueva Orleans hablar en alemásn.
A decir verdad, en Nueva Orleans había gente de todas partes. Así que costó demasiado reconocer el acento de la muchacha. Aunque tenía algo en su forma de hablar que me recordaba a Vanessa.
-Se me suele dar bien eso de recordar caras, aunque creo que la vi de lejos. ¿Sois alemana? Lo digo por el acento. Vuestro francés es impecable pero se nota el acento alemán.
Ya notaba el frescor del anochecer, por lo que agradecí llevar mis hermosos guantes de seda. Entonces fui pensando en que quizás organizaría algo para aquella noche. A decir verdad no sabía el qué, pero ya lo pensaría más tarde.
Quizás sacase alguna de mis pociones para jugar un rato. Estoy segura de que sería tremendamente divertido.

por **Olesya von Bismark** Jue Jul 21, 2011 7:39 am

Ví cómo el viento movía las ramas de los árboles que cerca a nosotras estaban. Las hojas caian y se movían por el suelo, como si de una danza se tratara. Era lindo de ver, pero entonces pensé en qué debía hacer después, no sabia si cenar fuera o en el restaurante del hotel, se veía agradable también.

- Yo en cambio soy muy despista respecto a los rostros de los demás. Y si, soy Alemana, de Berlín exactamente. ¿Usted de dónde es? Tiene usted un lindo acento - dije con sinceridad. Era verdad, habían pequeños rasgos al hablar que me hicieron cuestionarme si sería de otro lugar. Y qué menos que preguntar para salir de dudas.

Yo había aprendido francés mis últimos años en Berlín. Decidí estudiarlo ya que sabía que algún día realizaría este viaje, y quería desenvolverme lo mejor posible en él. Sabía inglés, alemán y francés. Nunca me había parecido mucho, más bien, para mi nunca era suficiente. Me gustaba aprender otros idiomas y otras culturas. Me parecía algo muy curioso.

Los colores del cielo cambiaron, pasaron de un azul intenso a un ligero amarillo anaranjado. Otra de las cosas que me fascinaban era ver el arcoiris los días de lluvia. Me parecía muy curioso, solía quedarme embobada hasta que desaparecía, o hasta que mi madre me llamaba para comer o ayudarla con alguna tarea. Mi madre... cómo la hechaba de menos.

por **Briseida Denwonts** Jue Jul 21, 2011 7:48 am

Justo lo que sospechaba. Sin quitar el hecho de que era rubia y de unos ojos azules que eran muy típicos en todos los alemanas. Ahora que lo pensaba, jamás había ido a Alemania. Me habían hablado de aquel lugar como un país lleno de productividad y de gente inteligente, aunque era un lugar demasiado frío, con un clima parecido al de Rusia, abrumador.
Estuve en Rusia una vez, y aunque me gustó el rico ambiente de allí, siempre me ha parecido demasiado frío para mi gusto. Así que contesté:
-Pues yo soy de Nueva Orleans, aunque mi familia ha sido francesa desde siglos, se marcharon de aquí hacia ya unos cien años. La mayor parte de mi familia sigue en Nueva Orleans, aunque yo tenía curiosidad por conocer París. Es como regresar a casa. ¡Su arte, sus cuadros, sus gentes, y sobre todo su literatura!-dije con una sonrisa. A decir verdad no me extrañaba demasiado que se notase mi acento distinto. Mi acento criollo debía de palparse todavía, y a decir verdad no tenía demasiado interés en perderlo. Siempre me había gustado mi acento.
Y sabía varios idiomas, sabía alemán, francés e inglés, y estaba aprendiendo italiano.

por **Olesya von Bismark** Jue Jul 21, 2011 8:04 am

Nueva Orleans..., nunca había visitado esa ciudad, aunque no dudé de que pudiera llegar a ser interesante, su nombre en si lo era. Y era cierto, en París podías encontrar mucho arte, en cada esquina y en cada lugar. Poseian unos cuadros preciosos e innovadores, sus gentes son de lo más agradable, siempre sonrientes, educados y corteses. Y bueno su literatura..., me encantaba leer y había tenido el conocimiento de que aquí había una gran literatura, con influencias del sur y del norte, de ambas. Me emocionaba con pensar que estaba en la cuna de tanta cultura, era maravilloso.

- Yo en tu situación también vendría a ver París. Es una gran ciudad y como bien dices tiene un amplio avanico de cultura. Es hermosa en todo lo que contiene. - dije casi con cara de soñadora. ¡Estaba aquí! Era sorprendente, me encantaba este lugar, y no sabía durante cuánto tiempo iba a estar aquí. Pero seguro que sería durante bastante.

- ¿Y durante cuánto tiempo piensas estar en París? - le pregunté con curiosidad. - Yo la verdad esque pienso que me quedaré durante bastante tiempo, hay muchas cosas que quiero visitar aquí - dije, y era verdad, para mi el tiempo se me hacía estrecho para todo lo que quería hacer aquí.

por **Briseida Denwonts** Jue Jul 21, 2011 8:16 am

¿El tiempo que pasaría en París? Pues no lo sabía, la verdad. Tenía intención de viajar por más lugares de Europa a su debido tiempo, pero tenía la intención, por ahora, de quedarme bastante tiempo en París. Al menos, hasta que encontrase a mi hermana. Aunque tampoco es que tuviese mucha prisa por buscarla, la vedad.
No tenía ni idea de dónde estaba mi hermana, pero lo que sí sabía es que estaba bien, por eso no me preocupaba demasiado, además, aún tenía muchas cosas que hacer en París.
¡Demasiado por descubrir, si soy sincera!
-Pues no lo sé, la verdad. Un par de años quizá, puede que un poco más. Tengo intención de pasar bastante tiempo aquí. Y así de paso a ver si mi hermanita pequeña se pasa por aquí. ¿Habéis conocido a mucha gente por aquí?-mi hermana Vanessa estaría todavía viajando junto a mi otro hermano, y no quería ni imaginarme lo que estarían haciendo. Ni lo que diría aquella muchacha si supiese la verdad acerca de nosotros. Bueno, la verdad acerca de mí y de mi hermana, pues mi hermano no era ningún brujo, nunca había mostrado demasiado interés por esas artes.
A mí, la verdad, es que me encantaban. Y mientras esperaba la respuesta de la muchacha pensé en a quién habría podido conocer.

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