La catedral de noche [Ellen Garner]

por **Allegra Devlin** Vie Jul 22, 2011 11:34 pm

Para cuando llegue al norte de Paris, el sol ya se había retirado y en su lugar quedo la luna que iluminaba las calles rodeada de un bello manto negro repleto de estrellas. Entre mas miraba al cielo mas impresionada quedaba por su belleza.
Era una noche refrescante y unas cuantas brisas se colaban de entre los callejones y me hacían tiritar ligeramente de frío, había salido tan aprisa de casa que no tenia nada con que cubrirme.

Esperaba que el conocer la belleza de la catedral por primera vez borrara el frío de mi cuerpo y me permitiera admirarla a gusto. Por fin logre divisarla mas allá a lo lejos, mi sorpresa fue cuando llegue a acercarme.
La atención de los detalles y como ornamento estaba acomodado en su especifico lugar hacia de la vieja catedral un monumento a la belleza. La luz de la luna sobre ella le daba un aspecto relajante que termino por adherirse a mi cuerpo.

Decidí no entrar por hoy, mañana tendría el tiempo suficiente para observarla desde un nuevo ángulo y a un diferente horario. Mire a mis alrededores y me sorprendió ver a gente deambulando a estas horas de la noche, aunque probablemente les pasaba lo mismo que a mi, no querían llegar temprano a casa.

por **Ellen Garner** Sáb Jul 23, 2011 6:57 pm

El verano pegaba de manera extraña. Las tardes acompañadas por el sol eran calurosas, el problema era cuando este no estaba. Refrescaba a medida que el cielo se oscurecía y la ciudad se prendía de luces. París, con lo romántica que era, hasta el frío le quitaba esa buena parte. Aunque, dentro de todo, para ella no era un problema en absoluto. Francia le resultaba cálida, en comparación de su viejo hogar.

Suspiró aburrida en su ventana, pensando los nuevos planes para la noche. No tenía ganas de deambular en su forma felina, sin hacer más que observar. Quizás, pasear, disfrutar de la noche, y volver. Nunca se la pasaba mal, después de todo, la noche era aun joven.

Se puso un vestido y tomó un abrigo que probablemente no necesitara y salió sin rumbo aparente. El mundo era diferente cuando se paseaba en forma humana. No podía seguir a nadie, no podía espiar, y la gente se percataba de su presencia. Definitivamente, prefería que no lo hicieran. Se acomodó el cabello mientras aceleraba el paso. A lo lejos se veía la catedral iluminada, bajando la avenida y cruzando el puente. Sonrió para ella sola y se encaminó hacia allí. Jamás la había visitado de noche. - "No es mala idea, después de todo" -. La ciudad era tan bella, tan llena de vida, tan alegre.

Tomó aire, recordando Bath con nostalgia, sabiendo que aun su familia estaba allí. Deseaba poder verlos pronto, pues extrañaba su compañía y calidez. No era lo mismo vivir sola.

La cantidad de gente que se encontraba reunida allí era increíble. Llegó a pensar que había alguna reunión con alguna causa, pero probablemente estaba equivocada. Se quedó a varios metros de las puertas que se encontraban abiertas, observando y escuchando las voces de los desconocidos. Decidió sentarse en un banco frente a la catedral, y esperar. ¿Esperar qué? No tenía idea. Simplemente observar y mirar, como hacía la mayoría de las noches.

por **Allegra Devlin** Sáb Jul 30, 2011 6:57 pm

El aire frío hacia que mi cabello se moviera rítmicamente al son de la noche en Paris, había observado cada fino detalle del monumento frente a mi y sin embargo siempre encontraba una cierta parte que hacia todo mas emocionante. Suspire al darme cuenta de como esta pasando mi noche, sola, observando una vieja catedral.
No entendí como surgió este cambio tan drástico de actitud, supongo que el largo viaje y el radical cambio de clima y horario habían afectado mi persona mas de lo que hubiera imaginado, siempre supuse que pasaría pero esperaba no darme cuenta de los cambios.

Cuando note el ambiente por primera vez en mucho tiempo, encontré que incluso había mas gente que hace unos momentos a pesar de las largas horas que habían pasado. Saludaba a todo aquel que me saludaba con una pequeña inclinación de cabeza, tantas, que mi cuello comenzaba a resentir todas aquellas formalidades.
Finalmente decidí tomar un descanso, tal vez eso ayudaría a mi humor y me animaría a seguir explorando tan bella ciudad y con tanto misterio en ella. Opte por dejar caer delicadamente mi cuerpo en una banca, no note hasta pasado unos segundos que ya había un acompañante en ella.

-Buenas noches-salude cortésmente-Es extraño encontrar tanta gente a estas horas

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