Time, Time { l i b r e ]

por **Audrey Murchois** Mar Jun 15, 2010 1:25 pm

Recuerdo del primer mensaje :

-compre con el corazón- susurró poniendose de puntas para alcanzar a leer el letrero. Chasqueó su lengua, el eslogan era tentador. Y quería entrar, eso era algo seguro. Encogió sus hombros y abrió la puerta, empujandola con el codo derecho.

Cuando entró, un singular aroma la hinoptizó. Olía...a cosas viejas, historia y tiempo. Sonrió e inmediatamente fue a los estantes donde se encontraban algunos libros muy viejos. Algunos, al abrirlos, le recordaron el aroma de su infancia. Recordó a su madre, Montpellier, recordó cosas que ya había olvidado.

Sus ojos pasaron por las páginas amarillentas.

por **Audrey Murchois** Jue Jun 24, 2010 12:09 pm

Sumida en sus pensamientos, la voz de Catherine fue subiendo de tono hasta que Audrey asintió y rió, avergonzada de haberse quedado medio dormida.

- Lo siento - se disculpó sonriendo y tomó otro sorbo de café. Meditó un poco y sonrió ante la dulzura de la chica rica. - Recuerdos, más que nada. ¿Nunca te han descubierto? - preguntó curiosa y divertida, aunque era un asunto delicado tenia al mismo tiempo un leve roze de diversión.

Recordó las inumberables veces en las que la correteaban con sus amigos de la calle, sonrió añorando eso pero ahora no tenia tristeza. Tenía una sonrisa pícara y llena de vida.

Miró a EunMi sonriendo y alejando la tristeza de ella, llorar y lamentarse no haria ningun cambio.

- No te preocupes EunMi - sonrió y tomó otro sorbo, saboreandolo-

por Invitado Jue Jun 24, 2010 1:25 pm

Le dedique otra sonrisa a Audrey y después a Eunmi de la misma manera; calida. Tome la taza entre mis manos dándole un sorbo un poco mas grande con el cuidado de no quemarme la lengua para no hablar extraño y tan divertido. Observe detenidamente a todas direcciones tratando de encontrar alguna cosa mas que fueran de mi atención. Eran por montones.

La respuesta que me había dado no fue muy convincente para mi. Pero si solo no quería contarlo no la obligaría por mas que me interesara saber mas no solo de ella, si no de los dos.

-Vale -desvié la mirada de ella hacia la taza de café- si me han descubierto, pero eso no lo hace tan divertido, es mejor correr de eso -con mi dedo índice y corazón imite unas piernas corriendo infantilmente. Una risita empezó a resonar

Con los mismos dedos los lleve al lagrimar de uno de mis ojos tomando una pestaña caída, con un soplido esta salio volando. Eleve una de mis comisuras soltando un suspiro.

-Creo que eso es todo lo interesante que tengo que contar, mi vida es un completo fastidio y me interesaría saber algo sobre ustedes -agregue al ver que nadie participaba. Mire a Eunmi hablar y le dirigí la palabra- podrías decirnos que relación tienes con ese profesor llamado Kaarkarofg si es que no me equivoco, como hablas de el supongo que debe de ser buena gente ¿Cierto?

por **Laurent Poulin** Vie Jun 25, 2010 4:43 am

Observó distraido a las dos chicas hablar, mientras se bebía el café. No podía evitar jusgar a la chica rica. No podía, era la naturaleza del ser humano después de todo y si, sentía envidia, intentaba imaginarse que tan 'fastidiosa' podía ser la vida de una persona que no se tenía que levantar todos los días pensando en como conseguir la comida para su familia y por último para si mismo.

¿Acaso había sentido esa chica hambre alguna vez?.
EunMi trabajaba en un restaorante de burgueses, en las tardes y veía con tristeza como el chef, botaba a la basura la comida apenas medio tocada por los ricos. Pero no debía juzgarla no... Soren siempre le decía eso. ¿Pero como evitarlo?

Dio un respingo con la pregunta.

- Oh... bueno es sólo mi jefe, es ciertamente un tipo... raro - Exclamó alejando sus pensamientos - Acepté el trabajo en un comienzo porque... me paga demasiado bien para ser algo tan fácil, como sólo atender y cuidar - Explicó, se llevó el café a los labios - Es profesor en la Universidad, creo que enseña a pintar y a leer - En realidad era mucho más que sólo 'pintar' y 'leer', pero EunMi no tenía idea de lo que era historia del arte o literatura y poseía clásica. Para ella las letras eran letras y los cuadros, lineas con colores.

- Es un tipo... no se... raro - Comenzó de nuevo - Pero muy amable, podría decir que el jefe más amable que he tenido en toda mi vida, aunque sea tan raro, no me importa porque me trata bien y nunca abusa de mi... -

por **Audrey Murchois** Vie Jun 25, 2010 10:38 pm

Audrey balanceaba sus pies, era pequeña de estatura y eso le hacía no tocar el suelo. Ya se había acostumbrado, al hacer eso le daba un aire de ternura bastante fuerte. Alzó su vista aguamarina para ver a EunMi, parecía que se había transmitido la tristeza a él.

- Universidad - comentó alegre y curiosa. SU sueño era estudiar una carrera, algo así como Medicina. Le gustaría cambiar el mundo. Suspiró para sí, dejando que su mente comenzara a pensar cosas maravillosas.

Su mano libre jugaba con un holán de su vestido, haciendolo bolita y soltandolo. Sonrió y miró a Catherine, imaginando su vida simple. Al menos Audrey no dormía de nuevo en las calles, sintiendo el frío mortal y el hambre.

- Tipo raro - sonrió riendo un poco, otra palabra chusca. Raro. - Tal vez es muy reservado o misterioso- susurró con aire dramático abriendo sus ojos.

por Invitado Sáb Jun 26, 2010 6:53 pm

No me arrepentiría de haber entrado a este lugar. Era fenomenal y tranquilo. Tan bueno y especial que me la pasaría siempre aquí si tuviera el permiso suficiente. Pero como era previsto y no podía olvidarlo mas que nada por mi despiste, mi familia debería de estar buscándome. Sin dudas preguntarían aquí, me conocen bien y mejor esperaría alguna señal, no deseaba irme, mucho menos ahora. Había una charla y no la perdería. No se volvería a presentar una oportunidad así.

Sin quitarle la mirada a Audrey observe como columpiaba los pies. Se veía tan inocente, como cualquier niño pequeño en algún parque. Le calculaba al menos 17 años y a veces desearía volver a esa edad. La admiraba y su propia voz me sobresalto. Sonreí entrecerrando los ojos volviendo a beber del café.

-Cierto -me encogí ligeramente de hombros observando a un lugar x de la habitación exaltada. Yo misma me consideraba rara y alguien como mencionaban no era para nada raro; a mi diferencia. Parpadee un poco saliendo de mis propios pensamientos girando la taza en mis manos

-¿Y tu Audrey? Tienes algunos planes -le pregunte alzando las cejas y elevando mis comisuras dándome una apariencia gatuna.

por **Soren Kaarkarogf** Lun Jun 28, 2010 6:32 am

Finalmente una noche más. Soren abrió los ojos en su habitación completamente a oscuras, estiró los brazos como un gran gato perezoso y bostezó enseñando los colmillos. Se bajó de la cama y descubrió las tablas de madera que protegían las ventanas para evitar que entrara la luz del sol. Su relog biológico nunca le fallaba, siempre se despertaba a las 6 en punto. Su casa quedaba justo detrás de otra de varios pisos, por lo que la salida o puesta del sol quedaba impedida por el muro.

La casa había estado desabitada por un buen tiempo, ya que nadie quería una casa con tan terrible vista através de las ventanas. Soren la había rentado más que gustoso. Luego de estirarse, se dirigió al baño, en realidad no necesitaba hacer eso, pero era una costumbre que tenía desde que era humano, tomó la cuchilla y se afeitó tranquilamente pensando en lo que tenía que hacer ese día.

Y mientras se perdía ne pensamientos, no se dio cuenta como y se cortó el mentón con la cuchicha. Una gotita de sangre se deslizó de la herida. Gruñó algo e intentó limpiarse con un pañuelo. Terminó de vestirse rápidamente con lo primero que vio en el armario viejo y salió para la tienda, atravesando la distancia que le separaba a grandes zancadas por encima de los techos de las casas.

La puerta de la tienda se abrió de par en par y un hombre alto como un árbol, vestido con un largo gabán oscuro un tanto gastado por el tiempo, de gafas de marco negro, desordenado cabello y una obvia cortada de la afeitada previa en su mentón, entró en el lugar. Al parecer no esperaba encontrarse con 2 bellas damas para comenzar la noche y se sobresaltó al verlas en la mesa con EunMi.

- Oh... buenas noches señoritas - Exclamó sin sonreír. No se le daba bien sonreír, no porque no quisiera, simpletmente no se le daba y mucho menos con extraños.

por **Laurent Poulin** Lun Jun 28, 2010 6:48 am

Se había quedado simplemente escuchando a chicas hablar, cuando el sonido de la puerta al abrirse anunció al profesor Kaarkarofg. EunMi rogó mentalmente para que esta vez Soren no tuviera alguna cosa rara puesta encima o trajera algun objeto de dudosa procedencia entre las manos.

Lo reparó en cuestión de segundos de arriba abajo y de inmediato notó la cortada de la afeitada. ¿Como podía ser un hombre tan descuidado? Sintió verguenza ajena, y bajó la mirada al suelo intentando evitar mirárle el rostro, pero entonces fue peor, porque notó que el profesor había olvidado ponerse medias.

- Buenas noches Profesor Kaarkarogf Sumbaenim* - Exclamó ella azorada sin saber donde poner la mirada - Tenemos dos visitantes... ¿quizás quiera usted enseñarles alguna mercancía en especial? - Finalizó bebiéndose lo que quedaba de café rápidamente.

(( Sumbaenim en Coreano es un titulo de respeto que se usa para dirigirse a personas a las cuales respetas o que están muy por encima de tu nivel en educación o en un area en especial ))

por **Audrey Murchois** Lun Jun 28, 2010 11:23 am

Ahora veía los grabados de su taza con detenimiento. Audrey le sonrió a Catherine, platicaban como amigas. Esperaba que lo fueran. Suspiró y asintió. Sus planes habian cambiado desde que la Sra. firmó los papeles de adopción. Habia sido su salvación, no sabría que hubiera pasado si no .....

-Si, espero entrar a la Universidad. Me gustaría estudiar Medicina y a usted?- comentó sin alguna tristeza en su voz, sus ojos azules eran curiosos y llenos de vida, observaban a la bella chica rica. La rubia no la juzgaba, ahora era feliz pues no pasaba por momentos dificiles.

Tomó lo último de su café y lo saboreó con los ojos cerrados. Le daba pena pedir otra taza, ella pensaba que daría una mal imagen. Chica glotona. Luego trató de encontrar un reloj, necesitaba saber la hora para inventar una excusa creible y evitar un regaño bien merecido.

Alzó su vista y se encontró con el "Rey de Roma", el chico del que tanto hablaba EunMi. Audrey mostró su educación y le sonrió amablemente, juntando sus manos en la taza. Parecía un tanto adormilado.

- Buenas Noches, Sr- comentó sin apartar la vista. Era demasiado alto, EunMi habia tenido razón. Hizo una suave mueca divertida cuando vió la cortada del Sr, imaginando lo dificil que sería rasurarse. Gracias a Dios era mujer.

por Invitado Lun Jun 28, 2010 3:33 pm

Observe divertida a Audrey. Ya la imaginaba con un tipo de titulo en la mano y ayudando una mucha gente. Para mi aspecto ella parecía del tipo de buena gente, nada sobre los que querían un buen trabajo para conseguir mucho dinero como era de esperar de la clase alta como mi primo Michel. Admire sus bellos ojos que por ahora los míos los miraban expectantes. Adoraba ese color.

-Igual espero que logres entrar -seguí bebiendo con tranquilidad pensando un poco su pregunta. Mis metas eran muchas y para lo que mejor servia eran las artes. El pulso que yo tenia no se lograba obtener en muchas partes- quisiera estudiar arte -le comunique tristemente pero sin perder mi tono optimista.

En casa el arte no servia mas que para adornar la casa y aprender solo un poco. Pero no se sobrepasaba mas de eso. Aun así mis ideales seguirían en pie, y quien diría, quizás pueda usar a Charles para hacer lo que yo quiero. Era la respuesta a una pregunta fue importante, que yo no me había atrevido a formular. No podía decir que me sentía aliviada por escuchar mis propias formulaciones pero me tranquilizaba un poco.

No recordaba cuanto tiempo estuvimos conversando, cuestione que era poco. Fue entonces cuando en la parte principal logre escuchar un ligero sonido. Me dedique a beber del café hasta darme cuanta que alguien en verdad había entrado hasta donde nos encontrábamos. Terminando de la inconfundible bebida gire mi vista hasta la puerta de la entrada de la habitación. Supuse que era el Prof., como Eunmi dijo “…es muy alto… y siempre pone el café a su altura” pensé recordando sus palabras, y quien resultaba que acaba de llegar me sobrepasaba al menos por 1 o 1 ½ de cabeza.

-Kaarkarof -murmure como una respuesta para mi misma. Me encogí ligeramente de hombres dirigiéndole una sonrisa amable. Sin duda me llamo la atención esa cortada que llevaba en el rostro, fue cosa que me dejo anonadada. Con un ligero movimiento de cabeza despistadamente hice otro como si fuera un tipo de reverencia informal- buenas noches -dije torpemente al mismo tiempo que Audrey.

por **Soren Kaarkarogf** Miér Jun 30, 2010 6:32 am

Pocas veces en la vida se podía estar con dos mujeres tan hermosas al mismo tiempo y en un lugar tan convenientemente pequeño y discreto. Soren forzó una sonrisa, porque era lo que las mujeres esperaban de un caballero, en serio lo intentó con todas sus fuerzas y finalmente algo parecido a una sonrisa apareció en sus labios. Caminó por el corredor lleno de chucherías y artilugios incervibles y curiosos, hasta el escritorio donde solía sentarse.

- Oh, EunMi, gracias por atenderlas mientras no estaba - Comenta pasando por un lado de ella - Y has preparado café ¿Queda algo para mi? - Preguntó y la Coreana de inmediato corrió a servirle un poco en un vaso. Observó a ambas chicas con detenimiento, eran dulzura pura.

Si les lamiera el cuello... ¿A que sabor sabrían?. La pequeñita seguro que era crema de avellanas con trocitos de chocolate y la que parecía más elegante, seguro era vallina con coco.

¿Pero en que demonios estaba pensando? Parpadeó como saliendo de una ensoñación y se sonrojó notoriamente, para disimularlo se llevó el café a la boca.

- Ejem... eh... ¿Buscaban algo en especial? - Pregunta finalmente - ¿O simplemente desean que sea el objeto que las escoja a ustedes?

(( Es un poco lioso, manejar dos personajes al mismo tiempo, por lo que, seguiré describiendo las acciones de EunMi, en el mismo post de Soren, para no tener que cambiar de cuenta para postear D:))

por **Audrey Murchois** Miér Jun 30, 2010 3:07 pm

(No te preocupes (: ]

Audrey miró con curiosidad al Señor. Luego posó su mirada en Catherina, se habia quedado con una pregunta hacia ella pero por educación preferia callarla. Miró de nuevo su taza y observó los restos de café, deseosa de saber que significaban.

Alzó su mirada y arqueó una ceja, mirando al Señor que más bien era Joven. Sonrió dejando ver sus dientes blancos y derechos. bendita genetica que la hacía asi. Junto sus manos dejando su taza en la mesita de frente y apretó su vestido azul.

- Que el objeto me escoja a mí- comentó vivaz y riendo un poco. La frase era adecuada y sumamente "divertida" para ella. Si, los objetos pueden escojerte. Lo que ahora se preguntaba era cual objeto la escogeria.

¿Una pluma de un pavorreal? ¿Una pintura rarisima? ¿Joyas? ¿Libros amarillentos llenos de cirugia? ¿El esqueleto que estaba ahi? Lo seguro es que sería un objeto vivaz y sumamente interesante. Audrey sonrió y suspiró, dejando que su vista recorriera la habitación.

por Invitado Miér Jun 30, 2010 4:43 pm

Mire a Eunmi ir de un lado para otro para darle un poco de café a su jefe cosa que verdaderamente admire. Su esfuerzo era envidiable e incomparable, claro que me animaba mucho su esfuerzo. Sonreí sin que nadie me viera y luego mire a Audrey con detenimiento. Tiene mucha inocencia se veía a simple vista e incluso aun sonrisa era hermosa. Por ultimo me gire a Kaarkarofg, como el joven asiático dijo parecía raro pero agradable, yo diría único en su clase.

Una risita se me escapo al ver el sonrojo de este. Me invadió una vergüenza y después me encogí de nuevo de hombros colocando la taza en la mesa sin borrar la tonta sonrisa del rostro.

-Seria interesante que “esa” cosa -musite mirando el alrededor- me escogiera, pero dudo que se quiera acercar a mi -dije en broma llevándome la mano en la barbilla quedando pensante imaginando como será esa manera

¿Me caería encima como una señal? Seria pequeño o grande. Una sola cosa o grandes cantidades. Si caería encima de mi seria curioso de verlo o solo llegaría por atrás y una vocecita se escucharía diciendo “llévame con tigo”. Seria escalofriante pero divertido de ver. Seguí así anonadada metida en mis raras imaginaciones.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Jul 01, 2010 5:18 am

¿Porque de repente se sentía como un pervertido escondido tras unos arbustos frente a una escuela secundaria? Pensó por unos instantes desviando la mirada de las chicas hacía el café. Estaba bueno, mucho mejor que la última vez, EunMi aprendía increiblemente rápido todo lo que le enseñaba, a veces creía que con demasiado entusiasmo.

- Todos los objetos cumplen una función o varias según el caso - Comenzó a explicar luego de escuchar las respuestas de ambas damas - Pero pocas veces, valoramos realmente esa función del objeto y lo que quiere comunicarnos - Explica, deja la taza en la mesa y se dirige a un estante.

EunMi se quedó mirándole con atención. Cada que el profesor hablaba, de alguna manera la envolvían sus palabras, rara vez entendía lo que decía, pero algo en la forma en como modulaba las palabras la envolvía e hipnotizaba, por supuesto eso era hasta que hacía una estupidez y rompía con el ambiente.

Soren tomó lo que parecía ser una estatuilla de bronze, una gitana bailando. Se quedó mirándola por unos segundos y luego se la mostró a ambas mujeres.

- Por ejemplo esta estatuilla - Explicó sosteniéndola. Era una encantadora pieza de arte, una mujer vestida con las típicas ropas de una bailarina gitana, con sus cabellos ondulados callendo grácilmente y con una gran sonrisa, no medía más de 20 centímetros de enbergadura y parecía muy vieja. - ¿Que pensaís cuando la veís?.

por **Audrey Murchois** Jue Jul 01, 2010 6:45 pm

Audrey lo miró cuando empezó a hablar. Su voz era pausada y tranquila, la agradó su tono asi que la chica no se esforzó mucho tratando de no distraerse con tanto objeto raro. Miraba a Soren con curiosidad y atención, viendo sus ojos, sus mejillas y el rosa que las adornaba en cierto momento.

Posó su curiosa mirada en la estuatilla. Parecía una mujer feliz, feliz con la vida que llevaba y lo que era ella. Sonrió suavemente y asintió, sosteniendo la mirada del vampiro y meditó lo que iba a decir. Lo pensó, lo volvió a pensar y volvió a pensarlo. Si, debía decir la verdad.

- Me parece que la chica es feliz- comentó finalmente. Su comentario tal vez dejaba mucho que desear, no era una persona muy letrada y el arte no le interesaba mucho. Sólo su corazón y su curiosidad la decían qué pintura ver, que libro leer o que escultura estudiar.

por Invitado Vie Jul 02, 2010 4:10 pm

Me gire para así poder observar la estatuilla que sostenía el prof. Entrecerré los ojos y ladee la cabeza viéndome muy cómica. No aleje mi mano de mi barbilla. Pensé un poco y en mi cabeza capte la hermosa sonrisa que esta tenia. Era admirable, yo siempre eh adorado las sonrisas y entre ellas la de la gitana era hermosa. Sonreí de la misma manera escuchando la respuesta de Audrey.

-Yo pienso que la joven tiene una sonrisa muy bella -asentí con la cabeza llevándome las manos a las caderas. Si era eso. Una sonrisa decía mas que mil palabras.- sin duda hacia algo que le gustara para tener ese rostro -trate de imitar la posición en la que se encontraba e hice una mueca. Lleve una mano cercas de mi boca y tras esta reí alegremente

Pase varios mechones escurridizos tras una oreja. Seguí observando la estatuilla con atención, esperando que guiñara un ojo o moviera una mano. Esperaba que sucediera algo así de tan mágico como la realidad.

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Jul 03, 2010 1:15 am

Soren parpadeó sorprendido. Había olvidado la dulzura adorable que se suponía debían tener las mujeres. Últimamente tenía la suerte de encontrarse con mujeres de caracter firme y dominante, mujeres que sólo lograban producirle escalofríos cada que hablaban. ¿Porqué las mujeres se volvían así con el tiempo? Se preguntaba en esos segundos mientras las escuchaba opinar sobre la estatuilla.

- Umm... Curioso - Comentó observando con detalle la sonrisa de la gitana que él había pasado por alto antes - Es verdad, parece muy feliz mientras sonríe - Aceptó con tranquilidad.

EunMi recordó como habían conseguido esas estatuillas y dejó escapar un suspiro recordando aquell agitada noche en las carretas gitanas. Notó que el café se agotaba, así que puso más agua a hervir.

- En realidad está estatuilla... está maldita - Explico finalmente - Pertenece a las 13 gitanas del carnaval del diablo, piezas de colección de más de 200 años que según la leyenda habían pertenecido a uno de los más astutos y poderosos gitanos de la península Ibérica. Se decía que las 13 estatuillas, estaban malditas y cualquier infeliz que no fuera gitano, que se atreviera a tocarlas, tendría un desagradable encuentro con la muerte - Terminó de decir con una sonrisa apasionada, observando el objeto casi con devoción. Por suerte, él ya estaba muerto así que la maldición no haría efecto ¿o si?.

por **Audrey Murchois** Sáb Jul 03, 2010 11:18 am

Audrey escuchó maravillada a Soren, entendiendo cada una de sus palabras. EunMi le sirvió más café, cosa que la rubia agradeció con una sonrisa radiante. Bebió de nuevo y sintió un alivio. Dulce pero amargo sabor.

La historia iba entretenida pero cuando dijo muerte, Audrey se quedó casi boquiabierta cuando Soren dijo eso. Parpadeó ilusa 3 veces y dejo su taza en la mesa, temiendo que se le cayera. Miró a al vampiro.

- Eres gitano?- preguntó algo tontamente y se sonrojó, titubeó y pasó una mano por su cabello dorado como campo de trigo bajo la luz del atardecer - Ojala y no te mueras. Si puedes morir, por que tenerla?- comentó sincera.

por Invitado Dom Jul 04, 2010 5:50 pm

Ni logre percatarme cuando el chico coreano volvió a llenar la taza de café por lo cual una sonrisa fue según yo suficiente como para agradecerle. Acto seguido escuche maravillada la historia de la figura de la gitana. Ingenuamente salude “mentalmente” a la estatuilla casi como si fuera algún espíritu.

Explore en mi memoria alguna historia similar con la cual pudiera compartir. Eran muchas. Reflexione sobre ello pero no retrocedí. Mi emociones seguían anonadas como siempre sucedían con cada nueva e interesante historia que me contaran o leía en casa.

-Quizas… -murmure con aires misteriosos y tétricos- quizás solo es un fantasma o alguna alma que viene a espantarnos con historias de terror -dije como si fuera la mera verdad. Con una voz digna de un cuenta cuentos con los que había logrado estar ya pocas veces- aunque creo que es mas creíble lo del gitano pero siempre hay que asegurarce -finalice

por **Soren Kaarkarogf** Miér Jul 07, 2010 6:24 am

- No... no soy gitano - Aclaró Soren al escuchar a la joven que parecía menor - Soy sólo un profesor Sueco - Se quedó pensativo ante lo otro que dijo ella. Tenía sentido, para un ser humano claro, pero cuando uno tenía la eternidad para jugar con ella, la muerte era lo que menos se temía.

Escuchó la opinión de la otra dama. ¿Fantasmas? la chiquilla había escuchado muchas historias de terror pensó. Bastante dulce a decir verdad. Frunció el ceño pensativo y luego observó la estatuilla con más detenimiento, casi con devoción.

- En realidad no importa que tan real sea la maldición - Explicó, sus ojos azules parecían perderse en algún punto muy lejano a ese lugar - Lo importante es lo que este pequeño objeto puede hacer sentir a la persona que lo posea, para alguien ecéptico, la maldición gitana podría no ser más que una tontería, pero para un gitano, esta estatuilla podría ser una de sus poseciones más sagradas y confiar más en ella que en su propia vida -

Hizo una pausa y EunMi se quedó mirándole sin decidirse a interrumpirlo para ofrecerle el café. Finalmente como el hombre no parecía volver a hablar, el asiático, le ofreció la taza de porcelana con el te. Soren la tomó distraidamente sin dejar de observar la estatuilla.

- Ese es el verdadero valor de los objetos - Prosiguió volviendo la vista hacía ambas chicas - Valen por lo que hacen sentir a su dueño - Finalizó y se llevó la taza a la boca.

por **Audrey Murchois** Sáb Jul 10, 2010 8:50 pm

Audrey escuchó a Soren con una mezcla de fascinación y alegría. Le gustaba que la gente, las personas, pudieran tener sentimientos tan intensos. Para ella, eso era vivir. Sentir todo y disfrutarlo, sonreir ante la vida y tomarla con buen ánimo.

Su mirada ahora estaba en los ojos del vampiro, perdiéndose en esa estuatilla. Tomó un poco más de café mientras veía sus pies, envueltos en una zapatilla baja que realmente le causaba molestias. Saboreó el café y levantó su dulce y misteriosa vista, buscando ese objeto que le llamara.

- De acuerdo con usted- murmuró la rubia sonriendole un poco. Luego, arqueó una ceja curiosa y misteriosa - A usted que le hacer sentir esa chica gitana?- preguntó refieriendose a la diminuta estatua.

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