Calles que tienen gusto amargo...[Virginie]

por **Tabhyta A. Moreau** Mar Ago 02, 2011 7:06 pm

-Salió de aquel lugar de perversión al que llamaba casa. Salió de aquel lugar que con los años le provocaba claustrofobia. Ella quería salir de allí, con todas sus fuerzas, pero no tenía recursos suficientes cómo para poder salir del burdel. Con uno de los nuevos vestidos que le había proporcionado su 'Madame' -tal vez con el corsé demasiado apretado, tal vez con algo de excesivo escote- había salido a la calle con el permiso de esta.

No subió a las calles parisinas que estaban llenas de vida por las noches, bajó a los callejones, a los suburbios. A su lugar al fin y al cabo. A su casa al fin y al cabo.
Había nacido y sido criada aquí, entre borrachos, cortesanas, estafadores, bandoleros...gente que a la gente bien le da asco. Gente que a ella le da pena. Se pregunta cada noche qué es lo que han hecho ellos para merecerse esa vida.
Acaricia con suavidad el collar que lleva con ella, el que le robó a su madre antes de irse de su casa. No la añora, es más está feliz de haberse librado de ella, pero aveces se pregunta también qué hubiera cambiado si su madre hubiera sido normal.
Tal vez llevaría la misma vida, pero se sentiria menos sóla y más querida. Observa a la gente por la calle, muchos la miran, muchos están demasiado ensimismados en sus miserables vidas como para notar la presencia de la joven rubia. Caminó y caminó por las calles, intentando encontrar esa liberación entre esas calles, que, ya de por si solas cuentan historias tristes. Pero no encuentra la fuerza, la inspiración que normalmente encuentra cuándo sale del burdel.
Tal vez ya són demasiados años, tal vez esa fuerza de voluntad, ese creer que algún día saldrá de allí ya se va evaporando. Aunque ella no quiere creerlo, puede creerlo, se niega a hacerlo. Es lo úncio que la mantiene con fuerzas, si no, sería un cuerpo que va de habitación en habitación satisfaciendo a aquellos hombres que buscan un momento de liberación en aquellas habitaciones que ya han pisado cientos como ellos.
A Tabhyta también le dan pena esos hombres. Pero menos pena, tienen dinero cómo para pagar por algo tan superficial y prescindible como placer, no són dignos pues de que ella sienta algo que no sea indiferencia por ellos. Sólo són rostros, rostros contra los que tiene que fingir que le gusta estar ahí con ellos, que disfruta estándo con ellos. No hay mejor actriz que una cortesana.

Sin darse cuenta habia llegado casi al final de los suburbios, pocas calles más arriba están las calles parisinas, el centro de la bella ciudad. Una bella ciudad con su propio infierno. Tabhyta se queda allí apoyada en una pared, mirándo al infinito. No quiere volver, prefiere quedarse allí, mirándo hacia las pocas calles que la separan de, al fin y al cabo, más calles pero que por alguna razón són mejores que estas.-

por **Virginie Bon Alliot** Mar Ago 02, 2011 7:33 pm

La noche había caído sobre París, ningún refugio para esta pequeña recién llegada. No podía seguir caminando por el centro a esas horas, asique Virginie dirigió sus pasos hacia los callejones oscuros de la ciudad. Quizá aquella tampoco era la mejor de las ideas, pero careciendo de presupuesto, no se podía permitir mucho más.

Caminó aferrada a su antiguo camafeo, como hacía siempre que buscaba protección. Recordando las extraodinarias cosas que había vivido en estas primeras horas en París, pero aún echándo demasiado de menos su hogar y si familia. Extintos, ambos ya, por mucho que a la pequeña muchacha le costara hacerse a la idea.

A la entra de lo subibios, apoyada sobre una pared de ladrillo se encontraba una muchacha. Una oleada de sensaciones se apoderó de Virginie, aquella chica realmente detestaba su situación pero en su cuerpo albergaba aún un halo de esperanza. Así era justamente la gente preferida de Virginie, asique no pudo evitar observar a la muchacha.

Se acercó lentamente - Buenas noches, mademoiselle - dijo educadamente - no conocerá usted un sitio donde regufiarse de la noche para alguien sin un franco. - añadió, para conversar de algo, más que por cualquier otro motivo y por que quizá aquella muchacha estaba dispuesta a hacer algo por la pequeña Virginie... ¿si no creía en los demás, quién iba a creer entonces en ella?

por **Tabhyta A. Moreau** Mar Ago 02, 2011 8:10 pm

-No se fijaba en la gente que andaba por allí, oía las voces neutrales de los hombres hablar de conseguir dinero de la manera que fuera. No sólo para comer, también para lograr diversión. Tabhyta tragó saliva, esos no eran los hombres que a ella le tocaban normalmente, al ser una de las más solicitadas del burdel, normalmente sus clientes eran otros, pero en sus comienzos había servido a centenares de esos hombres. Y sabía como eran, en el momento en el que estaban en la habitación se transformaban en bestias sin ningún sentimiento humano, como si fueran más que tu. Cuándo alomejor eran aún mas bajos que tu, solamente que no podían reconocer que eran peores que una prostituta.

Escuchó unos pasos acercarse a su posición, sin muchas ganas alzó la cabeza. Una chica que parecía perdida, novata en la ciudad. Esas chicas eran de las mejores presas para los hombres que frecuentaban los callejones, además, la chica tenía aparencia inocentona. Víctima perfecta.- Buenas noches mademoiselle.- Escuchó su pregunta y rió con amargura.- Oh, el único lugar que conozco no es para señoritas que como usted mademoiselle, lo siento.- Contestó, borrandose paulatinamente la sonrisa amarga de su rostro. Ella vivía por el momento en el burdel, aunque en breves conseguiria reunir suficiente dinero como para conseguir su propia vivienda.- No debería caminar por estos callejones, no están hechos para gente como usted.- Era una especie de consejo y advertencia. Vete a saber que podían hacer a la pobre por aquí.-

por **Virginie Bon Alliot** Mar Ago 02, 2011 8:30 pm

La joven respondió con cierto aire de desencanto, incluso Vriginie atisbó algo de sarcasmo. "Gente como usted"... esas palabras se clabaron en la cabezita de la chica. ¿Qué podía saber ella sobre la gente como yo?, es más ¿acaso quedaba gente como yo?. No, todas mis hermanas habían muerto, unos bárbaros habían destruido nuestro hogar solo por no se como ellos.

- La gente como yo no existe, todos han muerto. - expetó, sin saber muy bien por qué. Cuando alguien conoce datos sobre tí que duelen, le das poder, pensó para sí.

Virginie no quería creer que fuera a donde fuera siempre alguien le juzgaría. Asique pensó que la chica tendría sus propios problemas, en un barrio así, era más que probable que casi todo fueran problemas. - ¿Dónde te alojas, señorita? - preguntó cambiando de tema. Aunque la muchacha estaba en su derecho de no responder. - Soy Virginie. - terminó, como si con pronunciar su nombre en voz alta dejaran de ser desconocias.

por **Tabhyta A. Moreau** Miér Ago 03, 2011 9:57 am

-La respuesta de la chica la dejó parada. ¿A que se refería? Era una humana, o a simple vista era una humana...Intentó aparentar normalidad, como si lo que le hubiera dicho no hubiera sido algo que la hubiera hecho pensar.- ¿Cómo que han muerto? Hasta dónde yo sé usted es una persona humana ¿no?.- Dijo con una sonrisa irónica en los labios.

Le preguntó por su alojamiento. Tabhyta no se escondía, ya que tenía que vivir esa vida ¿por que se iba a esconder de ella? Pero tampoco es que fuera desperdigandolo a los cuatro vientos. Miró al suelo un segundo antes de mirar de reojo a la joven que se encontraba frente a ella.- Yo me alojo en mi lugar de trabajo, mademoiselle, en el burdel.- Contestó, aunque le extrañaba que la chica no se había dado cuenta de lo que era, sus ropas la caracterizaban. Hizo un pequeño gesto con la cabeza, educado, aunque con algo de recelo a presentarse, su parte desconfiada salía a la luz, pero decidió dar un voto de confianza a la muchacha- Encantada de conocerla, yo soy Tabhyta.- Se incorporó y dejó de apoyarse contra la pared, cada vez había menos gente en los callejones, y si aquello de por si era solitario ahora lo era el doble.- Una señorita de aspecto inocente como el vuestro no debería pisar aquel lugar, no sé si me comprende.- Ese lugar era tan sólo para el que se lo conocía bien, o el que estaba dispuesto a quedarse, no era un hostal de paso.

La chica en realidad le daba lástima, imaginaba duro que debía ser llegar a un nuevo lugar completamente sóla, según ella toda la gente como ella estaba muerta -aunque Tabhyta se preguntaba aún que quería decir exactamente con lo de 'gente como ella'- y eso de no poder pedir ayuda en caso de desesperación debía ser peor aún.-

por **Virginie Bon Alliot** Miér Ago 03, 2011 11:57 am

Quizá había hablado de más. Virginie a veces no controlaba las palabras y ahora se veía obligada a dar explicaciones a Tabhyta. - Humana, sí... - paró un momento para encontrar las palabras adecuedas - no me he críado como el resto del mundo, vivía en una pequeña comunidad... pero alguien decidió que no les gustabamos. Todos muriendo, y yo me salvé. - dijo todo como de carrerilla, como quien arranca de golpe una astilla clavada. Había confíado en aquella chica, y ahora solo esperaba no haber errado.

Abrió mucho los ojos cuando escuxo decir a la jóven Tabhyta que vivía y trabajaba en un burdel. No iba a juzgarla, por supuesto, sus motivos tendría para llevar aquella vida, aunque cierto era que Virginie podía ver la tristeza y la frustración que la muchacha desprendía. Simplemente, Virginie era curiosa, y nunca había conocido a nadie que ejerciera aquel ofcio. Su mente iba por delante e imaginó un montón de historias e imagénes, aunque la pequeña chica de campo no tenía mucha idea de... en fin, de esos menesteres.

- Soy una forastera, eso siempre nos hace parecer inocentes, - se escudó, es cierto que era inocente en muchos aspectos, pero un cierto orgullo le impedía admitirlo tan a tumba abierta - quizá necesite a una muchacha como usted, que conoce las callejuelas, para pasar más inadvertida. - concluyó. Estaba claro que Virginie no sabía hacer amigos, pero aquella era la única forma de tener compañía que se le ocurría en ese momento. Además, la curiosidad por la vida de Tabhyta ya había entrado en ella y ahora quería que aquella muchacha le devolviera la moneda y confiara en ella.

por **Tabhyta A. Moreau** Miér Ago 03, 2011 7:40 pm

-Entrecerró los ojos, había algo en la manera que había dicho que era humana que le parecía extraño. Aunque claro, Tabhyta no iba a ser quién juzgara a nadie, por lo tanto dejó pasar sus sospechas sin fundamento.
Le sorprendió mucho la confianza que derepente tenía en ella Virginie, apenas acababa de conocerla y le estaba contando que cómo había perdido a todos sus familiares, cómo vivia antes de venir hacia aquí. Y Tabhyta se quedó sin palabras por unos instantes, intentando recomponerse y encontrar las palabras adecuadadas para contestarle a aquello.- Oh, lo siento muchísimo mademoiselle, la gente no debería ser asesinada así cómo así y menos sin merecerselo.- Susurró al final, la verdad es que la chica estaba empezando a tocarle la fibra sensible que Tabhyta tenía muy bien escondida.
A pesar de ser una muchacha fría y distante en casi todo momento, era comprensiva y tenía corazón. Y más si se encontraba a gente que lo había pasado peor que ella, que eso ya era decir mucho. Ser maltratada por tu madre es una cosa, pero ella tenía a sus hermanos que iban a verla de vez en cuando, esta pobre chica no.

Tiene razón, eso es un añadido sin duda.- Alzó una ceja y caminó un par de pasos, el estar tanto tiempo parada le había entumecido las piernas levemente. ¿La chica estaba intentando acercarse a ella? Dudó durante varios minutos. ¿Debía llevarla al burdel y darle cobijo? Debería cuidarla si la llevaba allí, no quería que la tomaran por una de las 'profesionales' que allí se encontraban.- Tal vez si que necesite alguien como yo. O tal es lo que menos necesita ¿quién sabe? De momento necesita un lugar dónde pasar la noche al menos, y creo que la mejor opción es que se venga conmigo al burdel...seguramente vea cosas desagradables y que no le van a gustar...Cómo por estas calles.- La avisó, las cosas desagradables abundaban aquí.-

por **Virginie Bon Alliot** Jue Ago 04, 2011 6:28 am

Gracias - mustió Virginie cuando la muchacha le dijo que sentía su sutiación - espero no haberle importunado con mis palabras. - la pequeña chica se sentía un poco tonta por haberle contado todo aquello.

Virginie no era del todo consciente de los peligros que podían entrañar estar de noche en los callejones oscuros de París. SIn duda no era del todo seguro, pero estar acompañada hacía que sintiera mucha más seguridad.

La muchacha le ofreció llevarla al burdel. Aquello picó la curiosidad de la pequeña chica. Según su abuela eran sitios de diversión, plumas y lujúria, Virginie no conocía nada de esas cosas y aunque la muchacha hablaba con frialdad de todo aquello, no podía dejar de pensar que en cierta manera debía ser un lugar divertido. Cuando Tabhyta se separó de la pared y empezó a caminar Virginie se colocó tímidamente a su diestra para caminar con ella. - He visto algunas cosas desagradables, señorita Tabhyta, - ropió el silencio intentando hacerse valer - no se preocupe en exceso, si me asusto demasido aún recuerdo como correr. - intentó bromear para que la muchacha dejara de preocuparse tanto por ella, aunque en realidad le agradecía el gesto.

por **Tabhyta A. Moreau** Dom Ago 07, 2011 9:52 am

De ninguna manera, no me ha importunado.-Dijo educadamente, no iba a comentar nada más, un tema delicado no debía ser hablado de más. Según sus criterios, claro, a ella no le gustaba nada hablar de cosas que le dolian. Precisamente por eso, por qu le dolian cada vez que hablabla de ellas.
Notó que la chica no estaba demasiado familiarizada con su mundo.- ¿Qué sabe usted de los burdeles mademoiselle?- Quiso saberlo, para saber a que debía atenerse ella antes de adentrarla en su infierno personal. También supo notar qué no era realmente consciente del peligro que ambas corrian en aquellas calles.

Dos señoritas jóvenes y aparentemente indefensas entre callejones que se entrelazaban formando un enorme laberinto del cual no sabías salir si no te conocías esto bien. Se podía ser atrapada con facilidad, de eso no hay duda. Por eso había que ir con muchísimo cuidado por aquí. Comenzó a andar en dirección al burdel. No sabía que le dirian cuándo llegaran. Tal vez lo mejor sería no ser vistas y punto, ser algo invisibles a la vista de los demás y así no tener que dar explicaciones ninguna. No veía razón para hacerlo tampoco, pero estaba segura de que sus superiores desearían que les explicara por que había traido a Virginie aquí. Seguro.- Cuándo empieze a correr no podrá parar...a veces lo mejor es enfrentarse a las cosas que más miedo nos dan. -Susurró mientras giraba en un pequeño callejó cuesta arriba.-

por **Virginie Bon Alliot** Dom Ago 07, 2011 3:49 pm

Siguió caminando en paralelo a Tabhyta, un poco en silencio ya que no sabía bien como romper la seriedad de aquella muchacha. Se sentía un poco extrañada y miraba con precaución a todos los rincones de las calles, los ruidos le ponñian la piel de gallina, pero ella seguía adelante.

¿Qué qué sabía ella de los burdeles?... - No gran cosa, estan llenos de alcohol, de hombre buscando deshago y de mujeres que bueno... se lo proporcionan. En realidad no he salido del campo nunca, no he estado nunca en un burdel - dijo avergonzada y sintiéndose cada vez más pequeña - ¿hay algo que debería saber?

Sigueron caminando hasta llegar a la puerta del recinto. Algunos hombre les dedicaron rudas palabras e incluso alguno quiso agarrar a Virginie, pero esta se deshizo clavando sus unas en el brazo del hombre. Podía hacer cosas peores, pero ¿por qué delatarse?. Miró a su compañera con algo de reserva en los ojos para entrar en el local. Pero Virginie tenía que crecer, y si Tabhyta iba con ella, todo sería más fácil.

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