Angelique Valois

por **Angelique Valois** Dom Ago 07, 2011 9:00 pm

Nombre del Personaje:
Angelique Valois
Edad:
17 años
Especie:
Humana, Bruja
Tipo y Clase Social:
Clase Media
Orientación Sexual:
Heterosexual
Lugar de Origen:
París, Francia
Habilidad/Poder:
Posesión, Premonición, Ilusión
Descripción Física:

Spoiler:

Spoiler:

Descripción Psicológica:

Angelique es divertida y maliciosa, le gusta tener el control de lo que sucede a su alrededor. Confía ciegamente en que su inteligencia y la magia son herramientas suficientes para lograr sus objetivos. Cuando se lo propone puede ser cruel.

Es astuta y audaz. Le gusta jugar juegos mentales con sus víctimas y clientes. Tiene un gran poder deductivo, lo que sumado a sus poderes le resulta de extrema ayuda para ganarse la vida.
Sus experiencias de vida hacen que sus clientes favoritos sean miembros de la realeza.

En su mente se han fusionado el pensamiento ilustrado y las antiguas creencias. Esto ha forjado su carácter y la habilidad para tratar con la gente de la urbe y de la provincia.

Historia:

Existen linajes ilustres en la jerarquía de los hechiceros, el de Angelique no es uno de ellos. Infame, poderoso, inteligente, eso puede ser. Pero Ilustre no. Aunque antiguo, el linaje de Angelique Valois debe más a la inteligencia que a la magia.

Angelique nació en París una lluviosa y soleada tarde de verano del año 1770, raro, cierto, pero no del todo. Peligrosos tiempos para nacer aunque la ilustración, afortunadamente para la gente del mundo de la bruja, había suplantado a las viejas supercherías por ideas modernistas, cifrando la atención en el hombre y dejando de lado aquellas épocas oscuras en que lo inmaterial y las supersticiones regían la vida. Pero la vida tampoco se facilitó del todo con éste nuevo pensamiento.

El padre de Angelique era un mercader de cierto lustre y nivel que comenzaba a despuntar en Francia. Hombre de buen trato y ojo oportunista, se había hecho de una excelente imprenta que le permitía vender múltiples ejemplares a precios considerables, sobre todo a la clase noble. Aunque por otro lado brindaba una ayuda “desinteresada”, por un precio módico, a aquellos que comenzaban a gestar el movimiento que culminaría en la toma de la bastilla diecinueve años después.

Aquello contribuyó a que la vida de la pequeña fuese cómoda, sin ser extravagante. Pero lo que realmente llevaría a la familia al exilio serían las actividades “amorales y oscuras” que su madre ejercía en pos de mejorar la fortuna familiar.

La madre de Angelique era, aun es, una bruja de considerable poder. Dicharachera, habladora y embaucadora como ella sola, llegó a granjearse la apatía de gente de considerable poder. ¿Cómo?, simple y sencillamente fabricaba pociones de dudoso proceder que vendía en el mundo oscuro a precios exorbitantes. La gente de la nobleza, clientes asiduos a las artes de Madame de Valois, comenzó a sospechar que los brebajes de la bruja ayudaban poco a sanar sus problemas y mucho a debilitar sus bolsillos cuando, en medio de una importante cena, un joven Marqués, cliente de la madre de Angelique, bebió un compuesto que no logró su cometido y, en lugar de atraer a su objeto del deseo, le ocasionó un severo caso de flatulencia instantánea e inevitable. Fue entonces, cuando corría el año 1780, que el mal negocio con el marqués les hizo abandonar, de noche y a hurtadillas, su hogar en las inmediaciones del boulevard Saint-Germain.

Para la pequeña fue un parte aguas. Se dio cuenta, ya desde entonces pintaba la brillantez que le caracteriza ahora, de que su madre y su padre habían sido sobajados por gente que ignoraba el verdadero alcance de lo que su madre podía hacer. También supo entonces que la vida de mitología que sus parientes le relataban día a día no le llevaría a buen término, en una sociedad supuestamente ilustrada, aquella huida era digna de la época de la inquisición. Su padre fue informado de que la imprenta sería requisada por el poder real de que todas sus propiedades quedaban, desde el momento en que se publicaba aquel edicto, en calidad de pago por los daños causados al joven Marqués.

Los ahorros de la familia fueron de gran ayuda, aunque no pudieron instalarse pronto en ninguna ciudad grande por miedo a la nobleza inclemente y cruel. Pronto se vieron envueltos en negocios con un grupo de gitanos a quienes, entre el padre y la madre de Angelique, organizaron en el primer circo ambulante constituido y a quienes se encargaron de exprimir un porcentaje de ganancias considerable. Pasados algunos años la familia y los gitanos se separaron y Angelique y sus padres al fin se asentaron en una pequeña villa cerca de Amiens en la Picardía francesa.

A pesar de que nunca volvieron a tener las comodidades de antaño los Valois siempre vivieron bien, algunas carencias y algunos lujos acompañaron sus días, meses y pronto sus años. En las provincias fue más fácil pasar desapercibidos, al menos por un tiempo. Con el paso de los años la familia se vio en la obligación de cambiar una vez más de residencia, está vez, fue a petición de Angelique, quien veía a las madres de sus amigas envejecer al mismo ritmo que su padre, a diferencia de su propia madre a quien no tardaría en acusarse de asociación con el demonio, cuestión que en París hubiese causado gracia pero que en aquella villa aún podría convertirse en un problema.

Para los quince la magia de Angelique ya era una habilidad ampliamente usada en sus travesurillas, la cuestión, se repetía a si misma, era ¿cómo utilizarla prácticamente?, cierto era que podría usarla de la misma manera de su madre, pero entonces ¿que recibiría a cambio?, ¿otra época de persecución y estupidez?. Habría de esperar hasta la noche del día de todos los santos para que, mientras realizaba un conjuro junto a su madre, una visión invadiera su mente.

Actualmente, gracias a la revolución, la familia ha vuelto a París. No han sido años de vagabundeo, quien crea eso está equivocado. Han sido años de pulir habilidades, de planear y observar, han sido años de recolectar herramientas, ahora, al fin, Angelique pondrá en marcha su plan.

Datos Extras:

No es muy versada en la hechicería por lo que a menudo debe recurrir a su madre por pociones efectivas.
Adora los gatos (como toda buena bruja!),