Catalina de Castilla

~ Nombre del Personaje ~
Catalina de Castilla

~ Edad ~

16 años

~ Especie ~

Humana

~ Tipo y nivel social ~

Realeza

~ Sexualidad ~

Bisexual

~ Lugar de origen ~

Madrid, España

~ Habilidad / Poder ~

Ninguno

~ Descripción física ~

Catalina es una joven alta, de peso medio y de piel tersa con un suave bronceado. A ella le encantan sus cabellos: largos, lisos y castaños, que cuida con esmero y se niega cortar más de lo suficiente. Su cara tiene cierta forma triangular hacia la barbilla, y es de un tono medio, ni claro ni moreno. Suele maquillarse para parecer más pálida, aunque a ella ya le gusta su tono de piel. Lo que más le gusta, tras su cabello, son sus ojos. Son grandes y bonitos, y tienen un tono entre verde y marrón que le encanta. Bajo sus ojos, tiene su nariz. Catalina la preferiría tener un poco más pequeña, pero no piensa en absoluto que ese insignificante detalle arruina su perfección. Sus labios son carnosos y bonitos. "Soy perfecta" Así se define ella.

~ Descripción psicológica ~

Es una chica enamorada de sí misma. No la puedes herir con palabras que le critiquen el aspecto físico, simplemente sólo se cree las cosas buenas que le dicen, las malas las ignora con una sonrisa hasta desaparecer. Atrevida, despreocupada y aventurera desde niña, no piensa nunca en tener ningún cargo de responsabilidad, ella siempre ha hecho y hará lo que quiera. Desde que es princesa de España, tiene poder y dinero para hacer lo que quiera y lo sabe. Añorando sus días de ser una muchacha de clase media-baja, a Catalina le encantaría escaparse de palacio y pasar unos días divirtiéndose con la gente normal, piensa que sería muy divertido y excitante por lo que tendría que hacer para que no la descubriesen. Desde que llegó a palacio siente temor por cuando le llegue el día de elegir pretendiente, quiere enamorarse libremente de quien ella quiera, no de alguien que le impongan a la fuerza, y tener hijos del hombre de quien se enamore.

~ Historia ~

Cuando José Alfonso de España era joven, solía salir con mujeres… Con bastantes, a decir verdad. Mujeres de todas las clases que sucumbían a los encantos del joven príncipe. Una de ellas fue Carmina, una simple propietaria de una taberna de Madrid. Recibía visitas de José Alfonso muy a menudo, hasta que dejó de verla, porque María había quedado embarazada. Así tuvo a Catalina. Estuvieron cuatro años en Madrid, en el bar, donde la niña se crió entre juegos de cartas y botellas de alcohol, y su madre le contaba que era hija del príncipe José Alfonso. "¿Y por qué no vamos a ver a mi padre?" decía la niña "Porque no podemos, él será rey, y nosotras sólo somos unas taberneras" le respondía siempre la madre. Catalina entonces se enfadaba, pues le encantaría conocer a su padre, fuese o no un futuro rey.

Pero los días de felicidad entre la madre y la hija, llegaron a su fin. El entonces rey de España, Fernando, empezó a perseguir a las amantes de su hijo para matarlas y así acabar con la mala reputación que tendría el reino por su hijo. Por eso, Carmina se llevó a su hija por todo el país para huir de él. Aunque estaban huyendo y no podían quedarse demasiado en un sitio antes de que las descubrieran, la pequeña Catalina disfrutaba mucho con los viajes, y le gustaba observar a la gente y todos los edificios que tenían las grandes ciudades… Más de una noche se escapó donde estaban viviendo para ver todos los rincones de Toledo, Sevilla, Cádiz… Y así llegaron a Portugal, donde se quedaron más tiempo, unos años, hasta que el rey les volvió a descubrir y tomaron un barco hasta la Bretaña francesa, donde Catalina y Carmina se quedaron unos años trabajando en el campo.

Años después de perderles la pista, el rey murió. Ahora que había muerto y nadie les perseguía, decidieron tener tiempo para sueños, y las dos fueron a París, la ciudad de las luces, la capital de Francia. Desde que Catalina tenía 9 años estuvieron viviendo allí las dos juntas, se enamoraron de la ciudad. Carmina encontró trabajo en una taberna como la de Madrid, y mientras tanto, Catalina aprendía a leer y escribir ahora que no estaban huyendo. Fue una vida perfecta para las dos, realmente perfecta. Pero un día, Carmina acabó muriendo de una enfermedad. Catalina se encontraba sola, sin nada que hacer, aunque podía trabajar de camarera en la taberna, no quería. Se sentía vacía, y recordó que todavía le quedaba familia. Emprendió un viaje de vuelta a Madrid con el dinero que le quedaba. Ya estaba decidida. Iría a buscar a su padre.

~ Datos extras ~

Habla español, francés y portugués.

Es una enamorada de los viajes, le encanta conocer nuevas culturas.

Desde que tuvo que irse de París, juró volver para quedarse allí a vivir.

Es religiosa, pero ha cometido algunos pecados que arregla confesándose.

Le encantaría aprender música, y espera conseguirlo con su nuevo rango de princesa.