Mañana entre libros {Eric}

por **Salamandra Saint-Syreints** Vie Sep 02, 2011 3:10 am

El pasar de las paginas de los libros, era todo lo que rompía el inquietante silencio que reinaba en la sala, en donde no se escuchaba ni siquiera la respiración de las personas que se encontraban allí, que aparte de ella era...nadie.
Se encontraba completamente sola en medio de aquellas gran sala llena de libros por todas partes, y esto hizo que se preguntara.¿Y la gente?
Bueno, hasta ella conocía la respuesta.
Era de mañana, no llegaban a ser las diez, por lo que las personas preferían salir a pasear y disfrutar del buen tiempo que hacia en las calles parisinas a quedarse encerrados en un solo lugar, viendo el sol brillar en el cielo atravez de la ventana.

Suspiro-algo que solía hacer demasiado a menudo, según se había dado cuenta-y fijo su vista azul en el libro que tenia entre sus manos y que se esforzaba por poder leer con fluidez.

Ella no era analfabeta-gracias a Aonia, había aprendido a leer-pero seguía haciéndolo demasiado lento y con algunas dificultades por no saber el significado de algunas palabras.Pero era exactamente por ello que se encontraba en aquel lugar,pues...¿que mejor sitio para aprender a leer,que una biblioteca?
Ninguno mejor, por lo que prefería aprovechar las horas de la mañana para después dedicarse a conseguir el dinero que utilizaría para comer en ese día.
Volvió a suspirar y clavo sus ojos en las letras escritas en aquellas hojas de papel encuadernado, leyendo lo que ponía con concentración anormal en ella.
Ni siquiera cuando bailaba, estaba tan concentrada.

-Lala la lalala la-tatareaba en voz baja,como si no quisiera romper el silencio que reinaba en aquel lugar- pero que inevitablemente resonaba en la estancia-mientras se mantenía leyendo.

Sin duda, aquel silencio era demasiado inusual.

por **Eric Zinaer** Sáb Sep 03, 2011 1:04 pm

Era muy temprano por la mañana, no llegarían a ser las diez cuando salí de mi hogar rumbo a quien sabe dónde, solo quería caminar; había pasado muy mala noche porque cierto asunto no dejaba de darme vueltas en la cabeza, y sabia que había que darle solución cuanto antes porque de lo contrario mi día no sería bueno; tenía que distraerme de algún modo y dejar de darle tantas vueltas, o de plano solucionarlo

Caminaba por las calles de Paris con mi violonchelo al hombro, jamás me despegaba de él, era como una extensión de mi mismo y por ende lo valoraba mucho, aunque en algunos momento resulta un poco incomodo llevarlo conmigo; estaba sumido en mis pensamientos, recorría las calles sin tener plena conciencia de a donde me llevaban mis pies, y cuando noté que caminaba por inercia, descubrí que estaba frente a la biblioteca de Paris, me detuve a pensar un momento… una biblioteca, tal vez allí estaba la respuesta que buscaba

Entré al lugar, solo vi al bibliotecario, no me sorprendí la verdad, no esperaba que hubiera nadie leyendo a estas horas, el bibliotecario me indicó una sala donde podría encontrar lo que buscaba y me dirigí a ella, adentro no había nadie, o eso creí al principio, había una mujer sentada en una de las mesas, si no hubiera escuchado como tarareaba no la hubiera visto, la observé mientras buscaba en la estanterías el libro que necesitaba, después de un momento lo encontré, me acomodé el estuche en mi hombro y me dirigí hacia una de las mesas, pasé por detrás de la mujer y durante el camino sentí que el estuche golpeaba algo- lo siento- murmuré dándole una fugaz mirada, aunque no estaba seguro si la había golpeado a ella o a la silla

por **Salamandra Saint-Syreints** Dom Sep 04, 2011 7:37 pm

La joven seguía concentrada en su libro, aunque en realidad cada pocos segundos su mente vagaba hacia las calles llenas de gentes de París, imaginando como se debía el sentir que el viento rozara sus cabellos rubios y las voces de los adultos junto con las risas y gritos de los niños te mostraban la parte alegre del mundo en donde ella vivía.

Movió de un lado a otro su cabeza, rápidamente para sacarse esas ideas de la mente y enfoco sus ojos en las letras del libro, sintiendo como se mareaba por culpa de las letras que parecían danzar sobre el papel del libro.
Cerro los ojos y respiro lentamente mientras contaba mentalmente hasta diez para que, poco a poco, se le fuera pasando el mareo-aunque a veces dudaba de que sirviese esa cura tan antigua-y poder continuar con su lectura.

Espero pacientemente durante unos pocos minutos-aunque para ella habían sido mas bien eternas horas-y cuando abrió los ojos,suspiro aliviada al ver que, al menos en apariencia, las cosas ya no bailaban a su alrededor de una manera realmente escalofriante.
Miro el libro y sonrió al ver que podía continuar la lectura sin temor a marearse.

Su mente estaba metida en el libro, tan inmerso en aquel mundo alterno al suyo que, cuando sintió un golpe en su cabeza-débil,seco,pero que igualmente le había dolido-solo pudo levantar la cabeza y mirar a todas partes para saber quien era el gracioso que se había atrevido-y seguramente sin saber las consecuencias-con ella.
La voz de alguien disculpándose detrás de ella la hizo girarse, mirando a quien estaba justo enfrente de su mirada azul como el mar con detenimiento.

-Fue un...accidente.-dijo mientras dirigía su mano hasta el lugar en donde había recibido el golpe, palpándose la zona con los dedos y suspirando de alivio al no notar rastro alguno de herida grave-Ademas,sin sangre no hay culpa.-finalizo con una sonrisa en los labios mientras terminaba de inspeccionarse ella misma que no estaba herida,dejando escapar de sus labios un leve quejido de dolor al notar como un chichón empezaba a formarse en la parte donde se había golpeado-Aunque del chichón no me salva nadie.-bromeo la joven.

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