Ésta es la historia de una gitana...que andaba sola por el mundo...

por Invitado Dom Sep 04, 2011 4:58 pm

-Nombre del Personaje: Zíngara Maráh Da media noite
-Edad: 21 años
-Especie: Humana- gitana
-Tipo y Clase Social: Extranjera, clase baja.
-Orientación Sexual: Heterosexual.
-Lugar de Origen: Bucarest- Rumania
-Habilidad/Poder:
Adivinación de futuro: Habilidad para conocer hechos aun antes de que ocurran mediante la lectura de cartas, lectura de manos, etc.
Control de aura: Habilidad que consiste en poder usar la propia Aura para potenciarse a sí mismo o utilizarla como arma o poder.

-Descripción Física:
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-Descripción Psicológica:
Maráh es extrovertida, gusta de danzar y cantar. Su extrema curiosidad la ha llevado a envolverse con todo tipo de personas desde vampiros hasta cortesanas. Presenta características aniñadas, juega con todo y todos, jamás se encuentra en inacción. Su madre le inculcó la responsabilidad, la inteligencia y la intuición.
Es vanidosa pero no quiere demostrar alguna superioridad, desea ser querida y amada aunque le cueste.
Si bien, su carácter es dulce, puede llegar a volverse fría y calculadora, es común verla hablar sola o que comience a cantar viejas canciones de su ciudad natal.
Algunos, los que menos la conocen, la llaman la vampiresa gitana debido a que de noche es común verla danzando por las calles de París, cautivando a quien pase cerca.
Desde niña ha tenido la leve impresión de que alguien la persigue, una sombra rumana, un vampiro; es normal verla con temor al no conocer a alguien.
Si encuentra una persona de buen corazón gusta de ser su escudo y protectora, es común verla algo decepcionada, pero no es tan grave ya que se le cura bailando o cantando.

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-Historia:
(Debes escribirla en un mínimo de 20 líneas, no menos.)
- Todavía falta mucho…- aseguré cansada, con un bastón largo de madera que me permitía seguir caminando.
Mis pies se habían endurecido con tanto recorrido hecho, mi cuerpo todavía sufría el castigo que mi propio “padre” me había dado, y el muy siniestro inconforme con aquel modo de castigo me desterró para siempre del campamento.
Para los que no me conocen me llamo Maráh, aunque siempre me digan Zíngara, por mis raíces gitanas claro está. Nací hace tiempo en un campamento cercano a Bucarest, en Rumania. ¡Oh por Dios amigo, no confunda a los gitanos con otra cosa!, y digo cosa porque yo lo vi.
Recuerdo como aquella noche, mis amigas y yo, gozábamos de los tiernos quince años. Era mi cumpleaños, todos estábamos alegres. Misteriosamente, una manada de lobos comenzó a emerger de la nada como si fuera un espejismo, nos rodearon. Asustadas, comenzamos a gritar pero nadie nos escuchó. Entre ellos, un hombre de aspecto grácil, protegido por una capa negra, apareció. Algo raro hizo porque todas mis amigas se arrojaban a sus brazos y él les susurraba algo en sus oídos…luego sus cuerpos inertes caían al suelo. No pude moverme, creo que no quería moverme. Lo miré, nuestras miradas se encontraron a los pocos segundos.
-Ven conmigo…- susurró, los lobos ya no estaban. Sólo nosotros dos nos encontrábamos allí.
-No quiero…- aseguré con voz infinitamente quebrada.
-Ven… Maráh…

Presa del pánico comencé a cantar, era una canción que mi madre me cantaba de niña y según ella tenía poderes de luz que alejaban a seres como él. ¡Cómo maldije a mi madre!. Me acerqué a él, no podía detenerme, no quería hacerlo. Aún hoy siento su capa rodeándome, aquel susurro etéreo, frío y cruel retumba en todo mi cuerpo. Se presentó como el señor de la noche, aunque yo sabía de quien se trataba…era un vampiro que gustaba tener a los gitanos rumanos bajo su poder. Con varios intentos lograba escapar.
Volviendo a mi rol de trotamundos, ayer lo volví a ver, ésta vez en mi carpa. Corriendo le avisé a mi padre para que hiciera algo, pero en vez de ayudarme sacó un látigo negro y comenzó a azotarme. No contento con eso, me sacó a patadas del campamento, por mentirosa y no sé que cosas más.
Toda la noche estuve caminando, tengo miedo. Mucho miedo. No quiero estar fría, cubierta por una capa, no quiero…
A lo lejos veo una carreta, la espero para que me pare. Por suerte lo hace, por primera vez en mucho tiempo sonrío.
- ¿ A dónde va zíngara?- pregunta un hombre cubierto en una capa azul, posee un porte sabio. Me sonríe al igual que su acompañante, un hombre de tez oscura.
- No sé… pero lo más lejos de aquí…- continúe mientras enrollaba las puntas de mis cabellos rubios.

El viaje duró menos de lo que esperaba, Amelhión Do Crucerois, el viejo hombre que me había ayudado desapareció por entre los inicios del puerto.
-¿Qué hago yo acá?...-pregunté al aire. Agotada, y sin sentido de la orientación.

-Bienvenida a París...- Me doy vuelta, no podía creerlo. ¡Era él!...- Ven conmigo… Maráh…
-Nunca!...-grité mientras me abría paso entre la multitud.

-Datos Extras:
(Puedes poner curiosidades acerca de tu personaje).
Maráh tiene una pandereta plateada que viajó con ella desde Rumania. Dicen, que atrae a las almas de antiguos gitanos, porque al danzar con ella, un haz de luz la baña por completo.
Su vestimenta es ostentosa, con monedas de oro y de plata.
Algunos creen que Amelhíon Do Crucerois la protege aunque éste sea simplemente ajeno a ella.

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