El principio del fin (Leandro)

por **Wolfgang Lindert** Miér Sep 14, 2011 2:40 pm

Habian pasado ya unas semanas desde la fatidica noche en que habia acudido al bosque al encuentro de Eyra para que tras una breve charla todo acabara. Mi alma habia pedido sangre y venganza, nada mas, tan solo eso y eso es lo que le daria hasta el fin de mis dias.

Mi aspecto habia desmejorado mucho, ya no cuidaba mi aspecto, la barba habia crecido en mi rostro y apenas se me veia la piel de las mejillas, mi ropa estaba sucia y maloliente y mis ojos se encontraban cansados y rojizos debido al alcohol y a la falta de un merecido descanso.

Mi mente maquinaba venganzas sin parar aunque no encontraba una lo suficientemente atroz para el dolor que sentia mi corazon aunque sabia que tarde o temprano la encontraria, tiempo no me faltaba para ello asique no me corria demasiada prisa. Mientras mantenia estos pensamientos en mi mente oli a un vampiro que me resultaba familiar y el cual ya habia sido mi enemigo en otras ocasiones, un gran entretenimiento para una noche como aquella.

Le segui durante unos minutos y en que le vi entrar en aquel tranquilo lugar sonrei, siguiendole hasta el interior y adelantandole por el lateral en el mas absoluto silencio, apareciendo frente a el a los pocos segundos, esperando que aquel infernal ser pudiera reconocerme.

- Buenas noches señor Cacciatore - le dije con una amplia y malevola sonrisa que era tapada por mi tupida barba. Trague saliva antes de continuar sin esperar contestacion por su parte, no la necesitaba - queria informarle de que tanto usted como todos los de su raza van a pagar los errores de cierta vampira, he vuelto a la caza y es usted mi presa de esta noche - quizas algun dia en el infierno se juntaran con ella y pagaran con ella su furia hacia mi persona. Me quite cuidadosamente mi abrigo, el cual jamas se separaba de mi y lo deje sobre una de las lapidas, mostrando mi camisa, la cual habia sido blanca y ahora era de un color amarillento nada agradable.

- Por cierto, debe saber que a parte de lo dicho con anterioridad usted es una presa que queria cazar desde hace tiempo - le dije mirandole fijamente con la luna creciente a mi espalda, poco faltaba ya para la luna llena, momento en que volveria a dar rienda suelta a la bestia y dejaria tras mucho tiempo que se alimentara correctamente.

por **Leandro Cacciatore** Dom Sep 18, 2011 2:48 am

La tarde/noche se comenzaba a vislumbrar en los ventanales de la Mansión Cacciatore, él había pasado todo el día, claro en penumbra desde su oficina, escombrando aquellos papeles que tenía como recuerdos de su padre y de su madre humanos y que esa misma noche cumplían años de fallecidos. Encima de una foto de ellos dos un pedazo de playera de alguien, en su mente pronto se vislumbro el rostro de aquél lobo, que hacía tantos años habría peleado y que a punto de cesar su condena habría cometido. Aquél hombre lobo que a pesar de su odio, era el único al menos para él, el único lobo que merecía la muerte.

Inmediatamente en la mente del ojiverde se figuró el rostro burlón e hipócrita del inmundo lobo el cuál habría puesto al borde de la muerte al vampiro. Él solamente en su mente maldijo mil veces aquellos recuerdos que solo le hacían perder el control, sus pupilas verdes habrían cambiado de un momento a otro a un tono rojizo y sus colmillos habrían sido cada vez más visibles. Sin embargo aquellos pensamientos pudieron ser reprimidos con el solo hecho de que aquella noche sería una noche de completo respeto, brindar por un año más del fallecimiento de sus padres a los cuáles a pesar de muertos guardaba un respeto incalculable.

El destino habría sido claro, aquella noche su hija no quería ir a visitar a sus abuelos por lo que la pequeña Cacciatore quedaba justo en la mansión tratando de aprender piano. En la noche el solo llevó una bolsa en la cuál por costumbre habría llevado una tercia de copas y una botella de vino y así brindar con sus respetables padres. Sin embargo aquella noche no sería tan común como lo habría esperado. Aquél olor lo habría confundido tal vez aunado a la tarde que habría tenido, ya que desde hace varios kilómetros un olor parecido al del lobo Lindert comenzaba a acercarse cada vez más, el solamente ignoró con la esperanza que la confusión de la tarde lo hubiese confundido.

Aquellas dudas pronto se disiparon al escuchar y sentir aquella presencia cada vez más cercana a él. A unos 20 metros a espaldas de él se encontraba aquél hombre el cuál para su enorme sorpresa lucía desfachatado, totalmente opuesto al lobo que había conocido tiempo atrás. De un momento a otro sus ojos cambiaron en un abrir y cerrar de ojos, aquella furia incontenible por fin tenía su venganza, por fin tenía a unos metros al desgraciado que lo habría herido de muerte. Dejó caer de inmediato aquella bolsa en dónde mantenía los utensilios del brindis, e inmediatamente volteó para quedar de frente al lobo.

-- Vaya, vaya... por fin nos volvemos a ver... el tiempo pasa rápido Lindert... -- Hacía una leve pausa para continuar. -- Pero la memoria es fija... -- Sentenció estudiando cuidadosamente el movimiento que haría, conocía sus movimientos ya, sabía que aquellos poderes extra no le servirían casi de nada, y que si lo que quería era matarlo tenía que hacerlo en las mismas condiciones.

-- Una vampiro... con usted... ¿Ha dicho? -- Preguntó de inmediato para así el trajeado desprenderse de su saco, y así dejarlo que el viento se lo llevara, varios truenos parecían ser un augurio de dos grande enemigos, de una nueva pelea, en la que ninguno de los dos cedería. -- Creo que desde ahora aquella vampiro debe de morir... lástima que no podrá vislumbrarlo -- Sentenció para en un instante él vampiro se encontrará corriendo en linea recta directamente al cuerpo del lobo.

Las cosas no serían fáciles pero la clave se encontraba en solo los movimientos físicos, no tendría al concentración necesaria como para controlar su mente y estaba más que claro que él vampiro necesitaba estar totalmente quieto. La clave estaba en alcanzarlo y fracturar alguna parte blanda para dejarlo en desventaja.

Spoiler:

por **Wolfgang Lindert** Jue Sep 22, 2011 3:35 pm

- Muy hermosa frase vampiro, prometo que la usare bien cuando tu alma baje hasta los infiernos para pagar por sus pecados - le conteste con una amplia sonrisa dibujada en el rostro. Le observaba detenidamente y aunque ya conocia algunas de sus rutinas no recordaba que le gustase pasear por el cementerio. Bien pensado quizas solo se tratase de una de las nuevas costumbres de aquel vampiro que habia conocido tiempo atras.

- Es un alivio saber que si yo caigo vos matareis a la vampira, Eyra Erikdottir es su nombre y su muerte sera lenta - le dije mirandolo con la venganza y el odio reflejados en mi rostro mientras esperaba a que el atacara pues sabia que el seria el atacante - tendre mas piedad contigo y te hare sufrir lo minimo, te lo prometo - le dije mientras el comenzaba a correr hacia mi. Sonrei al verlo correr hacia mi, esperando el momento preciso para poder apartarme y usar un movimiento que jamas habia usado con el si mi mente no me fallaba.

Cuando apenas estaba a unos metros de mi me hice a un lado rapidamente para evitar que el me golpeara. Mientras me movia sacaba mi pistola de mi cintura, disparando hacia el cuerpo del vampiro, viendo el centellear de la bala y oliendo la polvora que esta desprendia. Despues del disparo y antes de saber siquiera si habia sido preciso me aleje de el, poniendo tierra de por medio. Mi idea era ralentizarlo para poder acabar con el de la forma mas sencilla.

por **Leandro Cacciatore** Vie Sep 23, 2011 7:51 am

La Luna era la única testigo de aquélla batalla, algunos sonidos de grillos cerca callaban el ambiente como si la naturaleza misma esperará aquel combate, en el que si algo estaba seguro ambos dejarían todo. El recorrido del ojiverde parecía ser fatal, sin embargo en un ágil movimiento del lycan ahora el se encontraba completamente de espaldas, afortunadamente para él escuchó como de sus escasas ropas yacía una pequeña pero efectiva arma. Escuchó el tintineo del gatillo e irremediablemente, al voltear a vislumbrarlo sintió como un fuerte ardor y un gran hilillo comenzaba a brotar de su pierna izquierda.

Sin pensarlo dos veces de los bolsillos de su pantalón sacó una daga. No iba a ser tan fácil dar en un órgano vital del hombre sin embargo sí en una de sus extremidades. Él simplemente al encontrarse a menos de un metro de distancia arrojó su daga directamente y con la finalidad de dar un severo corte en la diestra de su oponente. Aquella arma era de las más básicas y por consiguiente era necesario tener ambas manos libres, para una buena puntería, tal vez habría perdido parte importante de su agilidad con aquella grave herida en la pierna, pero él pensaba que sería un buen intercambio. De igual manera sin notar al hombre rodó hacia su zurda para así tomar un escudo de armas sencillo el cuál pertenecía tal vez a un general.

-- Creo que venís preparado eh... -- Contestó una vez sus piernas se encontraron guarnecidas detrás de una fosa. -- Pero creí que serías limpio Lindert... pensé mal -- Sentenció una vez tomando una posición defensiva. Nunca había participado a al defensiva sin embargo la situación lo necesitaba, necesitaba tiempo para cargar su arma, y una muy buena puntería que esperaba lo segundo fuese lo que fallara, pero de igual forma tendría que ser cuidadoso y rápido, no más de 5 segundos tendría entre disparo y disparo, un gran rango que nadie mejor que él sabría aprovechar.

-- La Erikdottir está en Francia ehh... una traidora no puede vivir-- Sentenció preparándose para cualquier cosa con aquél escudo solo desprotegiéndole el rostro

por **Wolfgang Lindert** Vie Sep 23, 2011 3:47 pm

La luz de la luna se reflejo en aquel instrumento de la guerra que el vampiro lanzo contra mi y senti el frio acero pasar rozando mi costado, provocandome una herida que pronto comenzo a sangrar. Aproveche el momento en que se escondio tras el escudo para cargar el arma, aunque sus palabras me hicieron mella, aquel combate merecia ser justo. Nuestros destinos habian chocado con anterioridad y si todo debia acabar en aquel cementerio queria que fuese recordado como un combate limpio, no como un simple asalto.

Sali a la luz de la luna, poniendome frente a el y dejando caer mi pistola al suelo, haciendo lo propio con el cuchillo - teneis razon, este combate deberia ser limpio, por lo que aqui dejo mis armas Cacciatore - le dije mostrandolas y arrancandome la sucia camisa. Le mire fijamente mientras seguia cubierto por su escudo, dejando que la sangre que manaba de mi costado manara libre por un instante antes de coger un trozo de la camisa y anudarlo en mi torso para taponar la herida.

- Creo que si uno de los dos debe morir esta noche el que sobreviva deberia recordar este combate como algo noble por lo que si sois hombre de palabra como creo, hareis lo justo y os enfrentareis a mi sin armas, simplemente el poder del vampiro contra el del licantropo, veamos quien es mas poderoso - le dije mirandolo fijamente sin ningun sentimiento rondando mi mente, tan solo queria sangre, la suya, aunque de una manera justa.

- La ramera esta en Paris, asi es, os puedo dar hasta la direccion - le dije mirandolo y sonriendo esta vez, quizas, si moria, el se encargara de mis asuntos. Los pocos que tenia los habia escrito en una nota en mi abrigo, esperaba que si los leia, notificara mi defuncion a algunos conocidos a los que en el pasado habia apreciado.

por **Leandro Cacciatore** Dom Sep 25, 2011 6:56 pm

El cementerio parecía estar desolado sin embargo las auras de aquellas dos bestias nocturnas al parecer no había pasado por desapercibido entre varias criaturas nocturnas. A los límites del cementerio varias decenas de vampiros y lobos habrían hecho ya varias trampas, se había desatado una guerra alrededor de ellos dos, el orgullo vampírico se encontraba en juego y no, no iba a defraudarlos definitivamente.

Inmediatamente escuchó como al parecer el licántropo habría reaccionado, algo que en realidad dio risa al vampiro. -- Eres mente débil Lindert... y por eso morirás ahora mismo. -- Declaro el vampiro dando un par de pasos a la izquierda para así quedar desguarnecido de la lápida y así inmediatamente con su velocidad casi desaparecer al instante para así mantener su escudo en su brazo y así empujar fuertemente el cuerpo de él dejándolo así a un par de metros de él tirado.

-- Arrástrate cómo la cucaracha que sos... en éste mundo no hay cabida para los dos... -- Sentenció el vampiro arrojando su escudo hacia el cuerpo del Lindert con la intención clara de penetrar su pecho con el filo de la punta del escudo. -- Hablas como si tu hubieses sido todo un ejemplo ¿no?... dime que pensaran los nobles de tu linaje... un lobo con una vampiro. -- Los ojos del vampiro se concentraron directamente en los de él. Sin embargo inmediatamente su pierna comenzó a borbotar sangre, su herida se encontraba demasiado mal, habría forzado de más sus músculos de las piernas

por **Wolfgang Lindert** Lun Sep 26, 2011 6:31 am

Habia notado la presencia de mis hermanos en los alrededores y aquello me llenaba de felicidad, aquella noche moriria mas de un vampiro, pero el Cacciatore era mio, solo mio. Clavaria su cabeza en una pica y la pondria a la entrada de la ciudad, asi todos los vampiros sabrian que en aquella gran ciudad no eran bien recibidos. Quizas asi existiese un lugar donde los humanos y los hombres lobo pudieramos vivir en paz sin tener que oler a aquellos infectos seres que bebian sangre.

Me habia creido que aquel vampiro era un hombre de verdad pero no era mas que otra sucia rata por lo que recibi su golpe de lleno. Acabe en el suelo y pense que el juego limpio habia acabado pues - tu lo has querido compañero - le dije levantandome de un salto mientras hablaba, mirandolo en todo momento seguro de que aprovecharia la ocasion para atacarme.

Su intento fue bueno, pero estaba preparado, cuando lanzo su escudo sonrei inclinandome hacia un lado y esquivando el escudo. Con la mano cogi algo de tierra del suelo y se la lance a los ojos, cegandole por un instante - disfruta de estos momentos Cacciatore, son los ultimos que pasaras en este mundo - le susurre antes de cogerle del brazo y levantandolo mientras daba una vuelta, lanzandolo contra un panteon cercano.

Sabedor de que tenia unos segundos recogi mis cosas, preparando ambas armas para acabar con el vampiro, sabia que aquel golpe le habria herido, no habia sido listo. Tendria que haberlo matado ya pero me estaba gustando jugar con el - y por cierto, tu cabeza me valdra el honor que perdi con la ramera esa, aun muerto serviras de algo, puedes sentirte orgulloso - le grite al vampiro, pensando que le arrancaria los colmillos y me haria un colgante de recuerdo.

por **Leandro Cacciatore** Lun Sep 26, 2011 8:16 am

Aquél movimiento fue realmente ágil ¿Que se podría esperar de él? Pocas ocasiones el mostraba aquella sed de sangre tan determinante como la que despertaba el combate con aquella criatura nocturna. Y aunque con sus defectos era así como le demostraba respeto, no dejandole oportunidad alguna, arriesgándose él al 100 por ciento. De un momento a otro su visibilidad fue totalmente nublada por un puñado de tierra en sus verdes pupilas. Él quiso reaccionar ante el movimiento, sin embargo su herida pierna no respondía con aquella velocidad que hubiese querido.

Él de un momento a otro sintió la furia del lycan derribándole con furia sobre una lapida la cuál por el impacto solo se hizo añicos, si costilla ahora habría sido quebrada ante aquella acción de fiereza. Inmediatamente giró en si mismo para incorporarse de un solo movimiento. A pesar de ser vampiro su regeneración ante aquella bala tardaba demasiado la pólvora no le dejaba a sus células regenerarse como era habitual.Sin embargo el sonreía a carcajadas, tanto que se escuchaba varios metros a la redonda. -- No lo deseas Lindert... no me odias lo suficiente... eres una mente débil ... -- Sentenció casi de inmediato que con su mano derecha tomó aquél mismo escudo de armas que hace unos instantes habría esquivado el lycan y con la otra tomaba una varilla puntiaguda que sobresalía de la lápida recién hecha añicos.

Observó aquél escenario, el Lindert comenzaba a cargar aquella arma, se escuchaba el sonido del "Crack". Él tenía una leve oportunidad y era el momento adecuado ¿Que pasaría después? El destino era incierto, tal vez sobrevivirían ambos, tal vez uno moriría, tal vez... Su costilla derecha estaba completamente destrozada sin embargo la pierna lo suficientemente regenerada se encontraba para continuar aquél ataque. tomo con fiereza aquel pedazo de concreto cubriéndose así el pecho y parte del rostro.

Corrió lo más rápido que pudo hasta acortar aquellos 5 metros que los separaban y al estar a solo un par de metros lanzó con su diestra aquella varilla que sin duda aunque no iba a algún órgano vital, si le lastimaría de sobremanera, sin embargo su real preocupación no era esa... sin aquella arma que mantenía apuntando al vampiro.

por **Wolfgang Lindert** Lun Sep 26, 2011 8:59 am

Sus palabras resonaban en mi cabeza "mente debil" no era la primera vez que lo escuchaba, muchos pensaban que lo era debido a mi conducta afable y bondadosa durante toda mi vida. Habia sido el perfecto caballero andante pero al final siempre habia terminado en la mas absoluta soledad, sin nadie con quien compartir mis dias. Mi unica esperanza era matar a algun vampiro por la noche, en eso se reducia mi vida, en quitar la de otros sin tener una propia. Lo habia sacrificado todo por el bien mayor, comportandome tan bien que hasta me habia ganado las alas y la aureola aunque el altisimo jamas habia querido concederme ningun favor, tan solo desgracias que habia afrontado con mi mejor cara.

Aquello terminaba esa noche, no seguiria conteniendome en los combates para que fuera rapido, ahora seria lento, seria tan lento que el vampiro desearia que llegara el amanecer para librarse de mi. Cacciatore probaria mi nuevo ser, estaba sediento de la sangre de los vampiros, no dejaria ni uno sobre la faz de la tierra.

De repente el aparecio entre las sombras y me lanzo una especie de lanza, esta impacto en mi cuerpo, para ser mas exactos en mi pierna izquierda, por encima de la rodilla. Lo bueno de todo aquello es que el vampiro se habia acercado a mi ratio de accion del cuchillo y aun encima tenia la pistola cargada por lo que no escaparia.

Dispare antes de que pudiera alejarse, abalanzandome sobre el antes de que pudiera siquiera protegerse, mi unica intencion era clavarle mi cuchillo o morderle y que muriera, que lo hiciera ya, me tenia harto - tu eres el debil aqui Cacciatore, necesitas a los humanos para sobrevivir, yo no os necesito ni a unos ni a otros, recuerdalo - le conteste a sus palabras mientras forcejeabamos.

por **Leandro Cacciatore** Jue Sep 29, 2011 7:59 am

-- Si yo soy el débil... espero comprender el por qué te has comprometido con alguien de mi tipo... -- contestó de inmediato el vampiro con una sonrisa un poco fingida en sus labios, e inmediatamente sentía aquél temor latente por una nueva bala en su cuerpo, sería fatal... El forcejeo era inminente sin embargo las fuerzas habrían estando haciendo mella desde aquella bala que habría de penetrar en su pierna hace un rato y aunado a aquello su costilla que habría sido lastimada de sobremanera. En aquél forcejeo el dobló tal vez no de la forma más ortodoxa pero si efectiva aquella mano en la que tenía su cuchillo e inmediatamente escuchar como varias lapidas eran convertidas en simple polvo por aquella batalla al pasar sobre ellas.

-- ¿Buscas autoestima al estar con perdedores? -- Bromeó de inmediato el vampiro hasta que él vampiro no sintió más el recorrido. Habrían terminado en una gran pared de concreto solido de una cripta. Ese fue el mejor momento para con el mismo cuchillo que llevaba en la mano izquierda despojársela y así el sin perder tiempo recorrerla rápidamente por el cuello del lobo, sin embargo sabía de antemano que su mayor preocupación aún se encontraba en la diestra. -- ¿Ahora quieres terminar con ésto? -- Preguntó el ahondando un poco el filo de su cuchillo en el cuello del lobo, esperando lo peor tal vez.

por **Wolfgang Lindert** Jue Sep 29, 2011 1:42 pm

- Jamas me entenderias, pertenecemos a mundos distintos vampiro - le conteste mientras continuaba nuestro forcejeo. Sus fuerzas habian ido disminuyendo pero las mias tambien lo habian hecho por lo que se podia decir que el combate seguia igualado. Lo habia estado desde el comienzo y sabia que quizas no saliese con vida de un combate asi, pero lo preferia, era una muerte digna. Consiguio quitarme el cuchillo cuando nuestro recorrido llego a su fin, una cripta impedia nuestro paso. Mi arma seguia en la otra mano pero aun asi me tenia en una posicion dificil de salir.

- Yo no me junto con vampiros - le dije contestando a su pregunta mientras comenzaba a notar el frio acero en mi cuello. Le mire directamente a los ojos mientras pensaba en una posible salida. No era facil, pero debia arriesgarme, no moriria sin pelear.

- Por supuesto que vamos a acabarlo - le conteste un instante antes de que disparase mi pistola hacia su entrepierna, golpeando al instante con la suela de mi bota su estomago para ganar un par de metros antes de lanzarme a morder su cuello intentando ademas que no me clavara el afilado cuchillo.

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