Entre burbujas carmesíes [Zerezade + Leotie]

por **Kahlan M. Délvheen** Dom Sep 18, 2011 5:42 am

Permanecía al acecho de aquellos rostros pálidos, esperando el momento en el que se fueran a comer para acercarme más a sus campos de extraños -pero no por eso poco agraciados- árboles fruteros. Volví a zambullirme en aquél río por el que días antes había nadado casualmente, sin saber lo que la naturaleza me deparaba más allá de las colinas y la laguna. El sol brillaba en lo alto del firmamento, sin nube alguna que empañase su resplandor. El clima era cálido, típico en aquella estación del año. Los hombres, cansados y sudurosos, bajaban de las ramas con la ayuda de una escalera de madera y una vez reagrupados, marcharon paulatinamente junto a sus incesantes murmuros y carcajadas. Clavé mis ojos en lo que ellos llevaban consigo: unas enormes cestas llenas de burbujas rojas.

escenario:

Instintivamente, relamí mis labios y la curiosidad hizo mella en mi razonamiento, empujándome a nadar hacia la orilla y salir del agua empapada, mirando a mi alrededor con la boca entreabierta, admirando aquél paraje inhóspito. Con una permanente sonrisa en mis carnosos labios, trepé por la corteza de uno de aquellos árboles de flor rosada y me senté en la rama más gruesa y resistente, estirando mis manos para tomar una de aquellas frutas rojizas, olisqueándondola primero y lamiendo su superfície luego, sin hallar sabor alguno. Entonces, dubitativa, decidí probar un bocado, llevándomelo a la boca e hincando el diente con alevosía, aullando cuando algo hizo crujir mis dientes. Con la lengua extraje un pequeño hueso frutero y mientras lo contemplaba desde todas sus perspectivas, masticaba aún aquella fruta esférica, percatándome de que era realmente exquisita.

Recosté mi espalda en el tronco y mientras la brisa traía aromas frescos y nuevos a mis pulmones y las flores rosadas se arremolinaban en mi cabello, mis manos recogían ágiles aquellas burbujas carmesíes, posándolas sobre la falda de mi vestido hasta tener un montoncito, momento en el que, cerrando los ojos para degustar mejor su sabor, empecé a comer poco a poco, sin darme cuenta del transcurso del tiempo y de cómo mis sentidos y mi conciencia me abandonaban, guiándome hacia el fantástico Mundo de los Sueños.

por **Zerezade Cacciatore** Lun Sep 19, 2011 11:44 am

Era de noche y mi papi no estaba en casa, espere un poco más necesitara que llegara pronto con algo de comer, ya que llevaba casi una semana sin alimentarme y eso para mi era mucho tiempo. El reloj del salón ya marcaban las 00.30 de la noche ya era suficiente espera, así que subí a mi cuarto y busque un vestido que fuera fácil de manejar ya que no estaba acostumbrada a cazar mi propia comida, cada vez que lo hacia con uno de los grandes y pomposos vestido que mi padre se empeña en cómprame siempre terminaba roto y lleno de barro. Me recogí mi largo pelo en un moño muy bonito, así no se mancharía de sangre. Comencé a bajar las escaleras y una de las cuidadoras se interpuso en mi paso. –A donde se dirige la señorita- pregunto con un tono de voz algo molesto –Voy a salir un rato, así que si viene papi dile que me canse de esperarlo y que ya tenia mucha hambre- dicho esto me moví ágilmente alrededor de la joven y salí por la puerta principal. Después de muchos meses hoy saldría sola a cazar y estaba algo nerviosa porque no lo hacia muy bien, es lo que pasa cuando tu papi te lleva siempre la comida a casa, después ya no sabes como valerte por ti misma.

Había mucha gente en la calle a esta hora de la noche, lo que me ponía nerviosa así que opte por ir a los campos, siempre había algún naturalista en esos lugares y me seria mas fácil atacar. Después de mucho caminar mi pequeña y sonrojada nariz capto un aroma muy agradable, el de sangre mezclado con cerezas –Mmm que rico- mi boca se hizo agua al pensar en aquel sabor recorriendo mi mejilla. No tarde en llegar a la procedencia de aquel aroma, pero donde estaba parada no había nada, así que levante la vista ya que estaba rodeada de árboles y eso era lo que le gustaba a las personas amantes de la naturaleza, no estaba mal encaminada porque recorrí cada uno de ellos y no tarde en ver de donde procedía dicho aroma, doblo las piernas un poco y con el mínimo movimiento ya estaba al lado de la joven, era una mujer de piel más oscura que la mía y de un cabello largo y hermoso, ahora que la veía durmiendo, no me apetecía hacerle daño.

Me acerco un poco mas a ella y con un dedito toco su hombro –Hola señorita se encuentra bien?-

por **Kahlan M. Délvheen** Lun Sep 19, 2011 1:27 pm

Algo tocó mi hombro y yo me removí sin abrir los ojos, sumida aún en un extraño sueño envuelto en aromas dulces y sabrosos y burbujas rubíes por doquier, por las que saltaba alegremente frente a un fondo rosado de nubes difuminadas, como si fuese el crepúsculo o quizás el alba. Pero de pronto, mi sueño se turbó cuando una voz aguda e infantil me habló. Abrí los ojos de par en par y, viendo un par de luceros oliváceos clavados en mi rostro a tan escasa distancia, no pude reprimir un grito y un brinco que me llevó a otra rama, no muy lejos de dónde una niña pequeña me miraba ladeando el rostro, algo confusa, quizás. Yo la miré con curiosidad, preguntándome qué hacia ese pequeño ser en un lugar tan alejado de la civilización, sola y ya a oscuras, pues la noche se había cernido sobre nuestras cabezas. Me acuclillé en la rama en la que me encontraba y esbocé una divertida sonrisa.

- ¿Qué hace una pequeña iskwew en un lugar como éste?- le pedí, alargando mi mano hacia ella para que la tomara y saltara sobre mi falda, pues ahora me había recostado contra el tronco del árbol y yacía sentada cómodamente, dejando que las flores del árbol se arremolinasen en mi cabello.- ¿Y tu tribu?- me interesé de pronto, preguntándome qué tipo de familia permitía que su pequeña anduviera sola por la noche, sin protección alguna y en medio del bosque, dónde habitaban tantas fieras salvajes.

por **Zerezade Cacciatore** Vie Sep 23, 2011 12:59 pm

No puede evitar reír al ver la reacción de la mujer de piel oscura, cogi su mano que se extendía hacia mi para poder sentarme sobre su falda, mis ojos no paraban de mirar a aquella mujer que despertaba mi curiosidad, en lo que llevo de vida, solo había visto a hombres de ese color de piel y siempre estaban encadenados, se les conocía como esclavos, pero esta mujer no parecía ser una esclava, su ropa era diferente pero no tenia cadenas y olía muy bien. –Una que?- pregunte con curiosidad, la joven me había llamado iskwew, era la primera vez que escucha esa palabra y no sabia lo que significaba. Mientras miraba a la joven para que me diera una respuesta no pude evitar alargar mi pequeña mano para coger una de las flores que bailaban alrededor de su larga melena, era como si las flores disfrutaran de la presencia de aquella mujer, la naturaleza la quería y era una manera de demostrárselo a diferencia de mi, la naturaleza me aborrecía por eso me castigaba encerrándome de día cuando las cosas lucen con mas esplendor y son mas bonita, la naturaleza me odiaba y no podía hacer nada para que fuera diferente yo había decidido ser lo que soy y ahora tenia que asumir sus consecuencias. –Tribu? Que es una tribu?- no sabia de que me estaba hablando la hermosa mujer de piel oscura pero me interesaba saber lo que significaban aquellas palabras por lo que me acomode en su regazo para escucharla hablarla mujer de piel oscura despertaba mi curiosidad, usaba palabras raras.

por **Kahlan M. Délvheen** Vie Sep 23, 2011 1:26 pm

Mordí mi labio inferior y llevé una de mis manos hasta bajo mi nariz usando aquél gesto como símbolo de las cavilaciones que empezaban a tomar forma en mi mente. Entonces sonreí maternalmente a la niña y mientras mis dedos peinaban delicadamente su largo cabello dorado, mis labios se despegaron y mi voz tomó el poder a mis palabras.

- Iskwew significa mujer en mi lengua.- respondí sin mirarle a los ojos, aún deslumbrada por el color de su cabello que sin duda, se asemejaba al color de su tez, pálido y casi reluciente cuando la luna posaba sus ojos en ella.- Y una tribu ser grupo de personas semejantes.- murmuré, esperando que mi francés hubiese mejorado lo suficiente los últimos días para que ella pudiese entenderme.

Sus manitas volaron hacia mi cabello y tomaron una de aquellas flores rosadas, mirándola de forma extrema, como si mantuviera una conversación con ella, como si le pidiera explicaciones o incluso le regañara. Aquello me perturbó, pues no creía que una niña albina fuese tan curiosa con la naturaleza como yo misma lo era. Sonreí para mis adentros y mientras ella miraba aquella flor, yo tomé un par de aquellas burbujas rojas unidas por un mismo hilo verde y lo coloqué en el hueco de su oreja, riendo al verla así.

- Bonitos pendientes.- bromeé.

por **Zerezade Cacciatore** Vie Sep 23, 2011 2:06 pm

Solté la pequeña flor para que siguiera bailando con sus amiguitas y lévate la vista para sonreirá a la joven de piel oscura que ahora peinaba mis cabellos –esta pequeña Iskwew estaba buscando comida, cuando percibí tu aroma y me entro curiosidad por saber quien eras y ahora estoy aquí- ríe divertida al usar esa palabra tan diferente. Espere a que me diera la traducción de la otra palabra para contestar a su pregunta, -entonces una tribu seria, un grupo de niños igual que yo?- Pregunte antes de responder –pues a las personas que son como yo, nunca salen juntas a comer porque seria un verdadero problema para las personas como tu- dije sin más mientras seguía mirando la belleza de su color.

Vi como cogia dos bolas rojas y las ponía en mis orejas –Son muy bonitos, seguro que a mi papi le gustan- dice mientras mueve la cabeza con gracia para que ella la vea.

por **Kahlan M. Délvheen** Vie Sep 23, 2011 6:44 pm

No pude evitar reír ante las cosas que decía la pequeña, meneando la cabeza mientras mis dedos enlazaban mechones de sus cabellos para ir formando una trenza en uno de sus costados de la cabeza.

- ¿Por que decirme eso? ¿A caso creer que un angelito como tu podría dañarme?- reí de nuevo, atando su trenza usando el rabito de aquella fruta con un nudo y un posterior lazo.

Sin embargo, no fueron aquellas, las palabras que captaron mi atención, sino las segundas que su voz tomó con poderío. El hecho de que me hablara sobre su papi me despertó de aquél ensimismamiento, recordándome algo de vital importancia para mi.

- Dime, pequeña, ¿y tu papi? Le debes tener preocupado... es de noche y no sabrá dónde estás.- murmuraba con el ceño fruncido, presa de la propia urgencia y ansiedad de mis palabras, poniéndome en la piel del que podría ser su padre.

Mientras le hablaba, sin perder aquél deje severo y maternal, mis dedos se movieron al otro lado de su cabeza, creando otra larga trenza dorada y atándola con el rabillo de las cerezas que anteriormente había colocado dichosamente en su oreja, mascando el fruto mientras esperaba alguna respuesta por su parte.

por **Zerezade Cacciatore** Miér Sep 28, 2011 7:27 am

La mujer de piel oscura me hacia mucha gracia nunca había conocido a alguien que hablara de aquella manera –No tiene importancia lo que he dicho, olvídalo- sonreí poniendo mi cara más angelical eso siempre funcionaba cuando quería que alguien dejara de prestar atención a algo para que se fijaran en mi.

Cogi entre mi mano pasando por mis dedos aquella trenza tan bonita –Que bonita, Gracias- me gire y le di un beso en la mejilla, acomodándome mejor en sus piernas –Mi papi, debe estar en casa o buscando comida- dije levantando los hombros pora quitarle importancia, -Si llega a casa y no me ve se enfadara mucho porque no puedo salir a buscar comida yo sola, porque soy muy mala haciéndolo, pero preocupado no creo porque se defenderme solita- estas palabras fueron dicho por la niña adulta que llevaba en mi interior aunque se que para cualquier persona normal sonarían raro al provenir de una pequeña tan bonita como lo era yo. Mientras yo hablaba la joven de piel oscura y de cabello largo, seguía trenzando ahora el otro lado de mi pelo.

por **Kahlan M. Délvheen** Vie Sep 30, 2011 10:42 am

Mientras trenzaba el otro lado de su pelo, meneaba la cabeza a medida que la niña me iba hablando.

- En mi tribu, los iyiniw se encargan de cazar, las iskwew de recolectar la fruta y los ninīčāniss, de jugar.- expliqué con una sonrisa en mis labios llena de nostalgia.- Así que no entiendo cómo tú, una ninīčāniss, tener que salir a buscar comida. ¿Dónde estar tu padre y tu madre?.- le pedí, frunciendo el ceño hasta que terminé la trenza y se la até.

La miré y le sonreí, besando su coronilla de forma maternal antes de abrazarla más protectoramente entre mis brazos, llevando a cabo en el interior de mi mente, una cruda batalla entre mi razonamiento y mis sentimientos, ganando finalmente, lo segundo. Posé mi dedo índice bajo el mentón de la niña y alcé su rostro hacia mí, sonriéndole de nuevo.

- Te llevaré a tu wigwam.- declaré, tomándola entre mis brazos para, con cuidado y sigilo, bajar de aquél árbol y barrer aquél paraje con la mirada, sin saber hacia dónde ir para dirigirme a la civilización blanca, lugar al que sabía que aquella niña provenía.

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