Perrito lindo :3 (Alex)

por Invitado Miér Sep 21, 2011 9:41 am

Me hallaba en el interior de la catedral, era una noche extraña, y un licántropo me había seguido hasta allí. Supuse que el nunca pensaría que yo, un condenado, un vampiro, entraría en la casa de Dios. Me escondí tras un banco, y al escuchar un ruido, corrí hasta el confesionario para meterme dentro, en el lugar del confesor. A cada ruido me atemorizaba más y más. Licántropos: aquellos seres peludos y violentos que tantos problemas me habían dado a lo largo de aquellos años. ¿Porqué no podíamos ser amigos? ¿Porqué los vampiros y los hombres lobo debían llevarse mal por naturaleza? ¿A caso estaba escrito?

Ojeé al exterior y observé la puerta abrirse, entonces me agaché en el confesionario, agarrando un cáliz que se hallaba allí. Pensé que bien lanzado podría destrozar un cráneo de lobo.

por **Alexandra Jovivich** Miér Sep 21, 2011 10:05 am

Algo raro me llamo la atención; Ander, se estaba metiendo en una catedral. Me quede pensando en el motivo pero no encontré ninguno hasta que percibí ese olor; un licantropo. Si me olía me atacaría por poder, eso hacían los lobos eran poseedores de todo aquello que pisaban y si yo estaba allí tendría una buena pelea con élpero no tenia porque entretenerme sola, Ander también se merecía un poco de diversión.-Me dije a mi misma.

Corriendo para que el lobo no me alcanzara me metí en la catedral, Supe que el lobo me había visto y que iba a venir a mi, Por ello me apresure hasta donde estaba Ander. Me puse al otro lado de donde estaba él silenciosamente
-Querido padre...

por Invitado Jue Oct 27, 2011 1:27 pm

Sonreí pícaramente. Era Alex. Habría percibido al licántropo y habría entrado para buscarme, pero estaba en el momento oportuno, en el lugar oportuno. Aquél instante era digno de ser capítulo estrella de la mejor novela jamás escrita. Sentí un escalofrío. ¿Caería en la tentación, haciéndome pasar por sacerdote y confesando virtualmente a mi amiga la cambiaformas? Sin duda alguna que sí.
Me preparé para mi entrada en escena y carraspeé para cambiar mi voz.
-In nomine Patre et Filli, et Espiritu Santi- dije, con voz grave y raspada, como la de un anciano. Estaba seguro de que Alex estaba al tanto de la broma, pero me pareció oportuno iniciarla.
-Dime, hija mía, ¿has pecado?- pregunté, tactando mi barbilla con mi mano. Esperé su respuesta con ansiedad, excitado y a punto de saltar del sitio.

por **Alexandra Jovivich** Sáb Oct 29, 2011 11:28 am

Me hizo gracia que Ander actuase como un verdadero sacerdote preguntándome por mis pecados. Pensé un poco en que contestarle y cuando se me ocurrió algo que estaba bien le conteste.-mmm.... si, he pecado y unas cuantas veces.- Dije poniéndome la mano en la boca para evitar reírme en alto. -Y no me arrepiento de casi ninguna.

Me pareció curioso que me siguiera la broma y me relajo un poco.-Pero no me confiese padre, no quiero que me perdone.-Dije siguiendo la broma un poco más - ¿y usted padre, ha pecado?- Comente mientras oía los chillidos del lobo. Me haba descubierto y iba entrar en la catedral.

Recordé la ultima vez que Ander y yo nos habíamos encontrados. En un restaurante y ahora en una catedral, eso me hizo preguntarme si alguna vez me encontraría en un sitio normal aunque que era normal en un mundo de hombres lobos, lincatropos, vampiros.... supongo que en un mundo así la relacional que Ander y yo teníamos era... normal.

por Invitado Lun Oct 31, 2011 5:51 am

Alex me siguió la broma, entonces sonreí. El lobo ahulló y se me erizaron los pelos de la nuca. El peligro se acercaba, así que sali del confesionario, me acerqué a Alex, y le dije al oído:
-Se supone que un sacerdote no debería pecar... pero es tán divertido- dije riendo. Besé su mejilla y, cogiendo el cáliz con las dos manos esperé la llegada del lobo, de pié sobre el altar.

El lobo había destrozado la puerta de la catedra, con un crujido espantoso. Una carcajada surgió de mi interior, necesitaba adrenalina. Para mi sorpresa, otros dos lobos aparecieron de ambos lados de la puerta, quebrando las cristaleras con motivos religiosos. Ahora eran tres contra dos, y lo teníamos difícil.

Le dirigí una mirada de complicidad a Alex. Ambos teníamos mucho que perder, y nos protegeríamos mutuamente. Me agaché y solté un gruñido gutural, sacando mis colmillos. Me avalancé sobre el lobo más grande, cegado por la rabia, le golpeé la cabeza al mismo tiempo que arrancaba con mi boca un trozo de su cuello peludo.
-Deberías afeitarte, cariño... sabes que no me gusta que pinches cuando me besas- dije, metiendo mi mano en su herida, para que se desangrara antes.

por **Alexandra Jovivich** Lun Oct 31, 2011 7:10 am

Andes contesto ami pregunta, me dio un beso en la mejilla y se fue a la entrada preparado para atacar. El lobo entro pero no entro solo, dos lobos mas estaban con él. Ander se ocupo de uno de los lobos. Yo me centre en uno de ellos el cual había entrado por la ventana. Mi cuerpo empezó a temblar, me estaba transformando. Note como mi cuerpo cambiaba y en cuestión de minutos estaba enfrente de uno de los lobos, a su misma altura y nuestras miradas se cruzaban sin un solo rasgo de amabilidad. Oí un gruñido y me recordé al tercer lobo. Cuando moví la cabeza estaba a unos pocos metros de mi.

Ante aquella amenaza gruñí abiertamente, Por detrás escuche a Ander diciéndole a lobo que se tenia que afeitas. No pude evitar suspirar en forma de risa. Pero en aquel momento el lobo mas cercano salto encima mía. Me agache para que el lobo no me cogiera el cuello y cuando este aterrizo en el suelo al lado mio me lance encima suya mordiendo su cuello con mis dientes. El lobo de la ventana gruño y entendí ese gruñido perfectamente estaba preparado para cazar. En aquel instante me preocupe por mi misma ya que creí que saltaría encima mía pero me equivocaba y cuando solté al lobo y mire vi que estaba totalmente equivocada. El lobo saltaba encima de Ander y olvidándome completamente del lobo que estaba a mis pies corrí hacia donde estaba Ander.

NO pensé en un segundo en la seguridad de Ander y me choque con todas mis fuerzas con el lobo que acababa de saltar encima de mi amigo. No sabia si había echo daño a Ander o no ya que lo que había echo ese lobo me había enfurecido tanto que no pensé en eso... La bestia del lobo que llevaba dentro me estaba controlando y al darme cuenta de eso no pude evitar mirar a Ander para ver si estaba bien pero antes de poder observarle el lobo que acababa de atropellar salto encima mía.

por Invitado Dom Nov 06, 2011 6:07 am

Todo ocurrió muy deprisa después de dejar que el primer lobo se desangrara. Observé como Alex se convertía y luchaba, pero un lobo saltó sobre mí, pillándome por sorpresa y me clavó sus garras en mi pecho, causándome un gran dolor. Alex chocó contra él, alejándolo de mí, y en ese transurso un segundo lobo se avalanzó sobre ella. Me incorporé, intentando ayudarla, pero mi pecho escocía y mi camisa estaba llena de sangre. Gemí, horrorizado. Aquella herida podía infectarse y dejarme una espantosa cicatriz.
Busqué en mis bolsillos del chaleco y encontré una petaca con vodka. Me eché aquél líquido en las heridas y me las cautericé. Entonces no me importó levantarme.
Salté de banco en canco, hasta alcanzar un candelabro muy largo, y bateé literalmente al lobo que había sobre Alex, lanzándolo muy lejos. La miré, convertida y sonreí, amablemente.
-Vamos, perrito, hay que seguir luchando- dije mientras me dirigía al lobo que había estampado en la pared.
Corrí hacia el, haciéndole un placaje y levantándolo con mis manos agarrado del cuello, estampándolo contra las paredes de piedra una y otra vez. Sonreía cruelmente esperando abrirle el cráneo a mi amigo canino.
-Esto me duele más que a tí, en serio- dije, mirando mi herida del pecho.

Entonces el lobo abrió sus mandíbulas y las cerró a escasos centímetros de mi boca. Olí su putrefacto aliento, mientras seguía estampando su cabeza contra la pared.
-¿Intentabas besarme? Lo siento, no eres mi tipo- dije. Y escuché un crujido de huesos. La cabeza del perro había cedido y ahora se encontraba inconsciente y sangrando.
A continuación, me dirigí a echarle una mano a Alex.

por **Alexandra Jovivich** Dom Nov 06, 2011 11:46 am

EL lobo que tenía encima me mordió pero no pude hacer nada para quitármelo por lo que pase del lobo que me tenía encima y me centre en el que estaba enfrente. Pronto note que Ander me libraba del lobo de la espalda; se lo agradecí pero note el mordisco que me había pegado debido a la ausencia de este. La herida sangraba un poco pero no me preocupe ya que no seria tanta como para matarme y pronto se curaría.

Me centre en el lobo que tenia enfrente, estaba conmovido por la muerte de sus dos compañeros y aproveche eso para saltar encima de el y morder su cuello. La sangre se escurría por mis mientes pero un aullido de otro lobo me desoriento y el lobo aprovecho para escapar de mí. Me quede inmóvil al ver a dos lobos más delante mía. Eran una manada, y no tardarían en venir mas, 5 eran pocos. Mire al alfa, era mas grande que yo. Me quede mirándolo directamente a los ojos hipnotizada por su mirada. El lobo que acababa de morder intento morderme pero aquel alfa rápido y veloz lo tumbo antes de que me rozara. Me había protegido porque quería matarme el mismo, eso o quería otra cosa de mi.

Me estaba retando, pero era un licántropo adulto, grande y lo mas seguro sabio no podía enfrentarme a el, y menos con su manada presente. El licántropo gruño llamándome traidora por luchar con un vampiro. Pude apreciar que Ander había terminado con el licántropo. Me acerque a el mientras me transformaba y cuando estuve a su lado ya era normal, le cogí la mano y empecé a correr por el medio de la catedral hacia una salida trasera; todas las catedrales tenían una. –Vamos,-Le dije mientras le empujaba por la catedral. No pude evitar reírme al imaginarme la escena desde fuera, Ander y yo corriendo por medio de una catedral mientras huíamos de los lobos… No pude evitar sonreír un poco y mirar a Ander el cual me transmitió confianza. No sabía como pero saldríamos de esta.

Cuando llegamos a la puerta, no pude abrirla ya que un horrible gruñido detrás de mí me advertía de que moriría antes de dar un paso más. Ante aquella evidencia solo pude darme la vuelta, y admirar la escena. Pero no perdí la esperanza, no sabia como pero sabía que Ander y yo saldríamos de ahí vivos.

Off rol: si te parece que he adelantado las cosas mucho o que algo esta mal, dímelo y lo cambio que le he dado un vuelco a lo mejor demasiado radical. xD

por Invitado Miér Nov 23, 2011 12:41 pm

Alex me había cogido de la mano y me había llevado hacia la puerta trasera de la catedral. Los lobos nos seguían, la tensión se palpaba cada vez más, y la puerta estaba atascada. Le dirigí una mirada de cautela a Alex y después tomé carrerilla, corrí hacia la puerta y la derribé con una patada.
-Las señoras primero- dije, empujando a Alex hacia la salida, para quitarle un poco de hielo a la situación.
Coloqué a Alexandra sobre mi espalda y eché a correr en dirección a una zona boscosa, esquivando los árboles a mi paso. Lo lobos eran veloces, pero no nos alcanzarían. Finalmente, me detube y dejé a Alex sobre el suelo escarchado. Suspiré y me pregunté el porqué de nuestra mala pata. Siempre que nos reuníamos acabábamos luchando o escapando de algún lugar. ¿Nos darian tregua algun día aquellas criaturas del demonio? Me preguntaba.

Miré a Alex, transmitiéndole mis sentimientos con mi mirada y me dejé caer, sentándome a su lado.
-¿Ves normal esto que nos pasa?- le pregunté, apartándole con cuidado el cabello de la cara.-No podemos estar juntos sin que nos ataquen bestias salvajes, Alex- dije, entre carcajadas. Suspiré y la volví a mirar. Es hermoso tener a alguien en quien confías y poder hablar con naturalidad.

por **Alexandra Jovivich** Jue Nov 24, 2011 11:26 am

Conseguimos salir gracias a que Ander derrumbo la puerta. Me cogió y me llevo corriendo hacia el bosque. Los lobos nos perseguían pero yo me sentia segura y libre con la agradable sensación que me produjo el aire que me daba en la cara y la seguridad que me proporcionaba andar. Los lobos nos perdieron el rastro y cuando ya les llevabamos mucha ventaja nos paremos y nos sentamos.
-¿normal? Como nos van a ocurrir cosas normales si nosotros no somos nada normales.-Dije riéndome un poco.
Sonreía, estaba contenta y me agradaba volver a verle. Reí pensando en la primera vez que nos encontramos. -¿un restauran?¿una catedral? Ni los sitios sin normales.-Dije soltando una carcajada. Le mire a lo ojos y vi la amistad que había entre nosotros dos. Le sostuve la mirada un poco y después me reí sin poder evitarlo.

-vamos demos un paseo-Dije levantándome y tendiéndole la mano. -Por cierto, ¿estas bien? ¿Que tal todo desde la ultima vez que nos vimos?-Dije preocupada por el rasguño de su camiseta y por el tiempo que había pasado desde la ultima vez que lo había visto.

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