Elizabetha Szilagy

-Nombre del Personaje:
Lisa Szilagy

-Edad:
16

-Especie:
Humana, podría ser bruja, pero no parece interesarle.

-Tipo y Clase Social:
Clase media, extranjera.

-Orientación Sexual:
Heterosexual

-Lugar de Origen:
Walachia, Rumania.

-Descripción Física:

Lisa es una niña en crecimiento. Seguramente, al concluir su desarrollo, será una mujer alta, pues apenas mide 1.70 mts. Ella siempre ha sido muy esbelta, incluso desde muy pequeña. Sus pechos tiene el tamaño perfecto para cubrirlos con sus manitas; su trasero y sus caderas son de sus curvas más pronunciadas, pero aún asi tienen una sutileza que le da un aire sagrado a su cuerpo. Nunca las muestra, pero sus piernas son largas y esbeltas, pero torneadas y carnosas, serían perfectas para un burdel. Su piel es blanca, como la leche, pero últimamente se le nota tostada por el sol, y es tan frágil como en realidad parece. Su cabello es rubio, tan rubio que en las raíces parece blanquecino, sin perder lo dorado del oro. Lo que más ha llamado la atención de la apariencia de Elizabetha, siempre han sido sus ojos. Tienen siempre una apariencia melancólica y tristona, contrastando con el vibrante color verde, como las esmeraldas.



-Descripción Psicológica:

Siempre la rodea la melancolía, nadie sabe por qué, ni ella. Es muy callada, y no acostumbra hablar a menos que se lo pidan, incluso podría pasar desapercibida si se lo propone. Es una persona muy tranquila, a veces demasiado. Acostumbra asentir con la cabeza baja, siempre mirando hacia el piso. A veces su timidez raya en el miedo. Es amable, y generalmente demasiado empata; le afectan los problemas de los otros, sobretodo si son personas que han sido agradables con ella. Es asustadiza y es creencia, de ella y de los que la rodean, de que es un omen de mala suerte, solo por que es torpe. Bajo presión, se vuelve mucho peor, por eso no destaca en ningún buen trabajo. Rara la vez mira a la gente a los ojos. Esto no significa que completamente pasiva, es muy sutil, con sus movimientos y sus comentarios (a menos que esté en verdad enojada, lo cual casi nunca pasa) y tiene una elegancia inusual, incluso para alguien de su edad.

-Historia:

Elizabetha Szilagy... casi nadie la llama asi. Varían sus nombres cortos: Lisa, Liz, Beth, Bess, Elisa. Proviene de una familia noble Rumana, que siempre tuvo relaciones cercanas con los Voivodatos de toda la zona, desde la baja edad media. A lo largo de la historia, y con los continuos conflictos contra los turcos, ayudaron a formar su casta militar. Aunque su poder en el gobierno era limitado, la buena disposición siempre los puso en un lugar privilegiado. Pero hay un par de historias que siempre han rondado a Elizabetha, y la han llevado al camino que ahora recorre. La primera es una leyenda, y dice que uno de sus ancestros, un militar respetado que combatió junto con Vlad III contra los turcos en 1461, incluso siendo boyardo, el príncipe le permitió participar. Tras su invasión a Walachia, el hombre desapareció y se dijo que fue desterrado por el Voivoda, luego de saberlo maldito. Dice la leyenda que lo convirtieron al vampirismo. Aún así, la casta continuó, hasta que las invasiones tártaras y polacas removieron un secreto doloroso de la familia, se hizo público que las mujeres Szilagy tenían su propio archivo en la inquisición, por brujas.

Su madre fue lapidada y su padre se suicidó poco después. Su abuelo, decidió que la familia se dispersaría, hasta que las cosas en Walachia y Transilvania se estabilizaran. Elizabetha fue enviada a un convento en Austria, donde aprendió a tocar el piano y a cantar; ahi mismo aprendió caligrafía, francés, inglés y alemán. Y de repente todo cambió, al cumplir 11 años, su abuelo murió, perdiendo favoritismo en el lugar; ahora tendría que pagar su estadía con trabajos que nadie quería hacer. Al ser ella tan reservada y torpe, fue transferida varias veces a diferentes servicios, cada vez más lejos y más remotos, hasta llegar a Francia a los 15 años. Su intención, toda su infancia (y por falta de modelos a seguir) había sido convertirse en novicia, con la no tan firme decisión de exorcizar el mal del mundo, pero eso jamás llegó. En el servicio de un pequeño pueblo rural, al norte de Francia, tuvo la suerte de toparse con alguien que cambiaría su destino. Su nana. Ella era francesa, y había sido una de las primeras en huir de Walachia cuando las cosas se pusieron feas. Lisa no la recordaba, pero trabajar en uno de sus negocios no sonaba tan mal, ahora que ya estaba tan cansada de fregar pisos. Actualmente vive y trabaja con ellos, en un pequeño cuarto, no muy lejos de Paris. De su familia se habla poco, ella nunca pregunta. Era muy pequeña como para recordarlos, sin saber cuantos hermanos tenía ni donde podrían estar, sin saber exactamente que había pasado con sus padres, sin un solo recuerdo de su abuelo y sin ideas claras de donde viene y a donde va.

-Datos Extras:

Toca un poco el piano, canta. Habla rumano, francés, inglés y alemán. Su única pertenencia de valor es un dije.

Editado!!

Clase: Media ;D

Gracias por su atención