Tragedy•Eeyes [M.S]

-Nombre del Personaje:
Marley Strauss
-Edad:
Real: 190 || Aparente: 18 años
-Especie:
Vampiro
-Tipo y Clase Social
Clase alta
-Orientación Sexual:
Bisexual
-Lugar de Origen:
Alemania
-Habilidad/Poder:
Ella puede controlar la música, el sonido y el canto con sus emociones. Ella puede hacer que los demás que escuchen sus arreglos musicales puedan sentir lo que ella sentía al momento de haberlos creado, además su voz tiene la capacidad de llegar a curar ó lastimar a los demás.

Es una gama infinita de sucesos que ella puede que los demás vivan y con sólo una nota de su música o de su voz. Es por esta razón, que siempre trata de hacer su trabajo cuando se encuentre en el mejor ánimo para tratar de ayudar a los que la escuchan, ya sea para que se sientan mejor tanto emocional como físicamente.

-Descripción Física:
Tiene una altura aproximada al metro con sesenta y ocho centímetros (1.68). De curvas nobles, su cuerpo es bien proporcionado de pies a cabeza. Su cintura es delgada a comparación de su busto y sus caderas, además de tener piernas bien torneadas y poco musculosas, sus brazos son más delgados y sus manos y dedos más finas. Sus ojos son grandes, son de un color azul cielo. Su cabello es largo y sedoso de color castaño, de vez en cuando se le forman rizos en las puntas pero generalmente es todo lacio. Generalmente usa un lazo en forma de moño para separar su cabello de su flequillo; este le llega un poco más arriba de los ojos. Sus labios son delgados, su nariz es pequeña y sus cejas son bastante delgadas. Su piel es de un tono aperlado, casi blanca.
-Descripción Psicológica:
Es muy agradable, tanto a la vista como en personalidad. Siempre amable con los demás, cortés y educada. Ella preferiría incomodarse antes así misma antes de que los demás se sientan de esa manera. Es poco sociable, no es que sea fría e indiferente a los demás, sino que suele a ser un poco tímida. A veces se comporta un poco coqueta y vanidosa incluso arrogante, pero no es porque ella sea así en verdad. Claro que si está orgullosa de ella misma y de su físico, pero no por eso es que le gusta echarlo en cara a los demás. En realidad es su forma de "burlarse" de las personas que son así. Mucho menos usaría sus atributos para ganarse las cosas, prefiere conseguir todo con esfuerzos y de manera justa.

Ya que a ella le es difícil controlar su instinto como vampiro, cuando este le "atrapa" cambia su personalidad; mejor dicho, esta se "apaga". Se queda absorbida en un trance que cuando empieza es difícil de traerla a la normalidad, a menos que termine de zacear todas sus ansias. Cuando regresa a ser normal, son pocos los minutos que se da cuenta lo que ha hecho, pues después su mente actúa como un "borrador" y elimina todos los recuerdos relacionados con cada incidente. Por lo que al final de cuentas, ella nunca sabe lo que hizo... A menos que se vea en una situación similar y tenga que remembrar todo de vuelta. Si esto pasa, vuelve a pasar lo mismo, su mente vuelve a "resetearse" y a perder todos aquellos recuerdos de nuevo.
-Historia:
Es la hermana menor de los gemelos Strauss. Ambos de un linaje antiguo de vampiros sangre pura originalmente de la antigua Germania y Alemania. Y por desgracia, la última generación de ésta.

Todo comenzó en aquella época en los más poderosos y respetados clanes comenzaban a ser exterminados por las numerosas inquisiciones. Fue una era en que nadie se veía a salvo de exterminio de su vida, vivienda y su familia. Inocentes y los no tanto se vieron afectados por este movimiento; el ritmo de la cacería se encontraba en un foco rojo por la rapidez con la que se estaba realizando. Varios decidieron simplemente desaparecer de la faz de la tierra, mientras que otros tantos vendían a las otras familias por unas simples monedas para tener una mísera hora más de vida.

Tratando de huir del país, los padres junto con ambos hermanos que en ese tiempo apenas si eran unos niños recién nacidos, llegaron hasta un refugio en España pensando que así tal vez podrían escapar de las garras de los inquisidores. Un grave error. Una emboscada fue lo que les esperaba durante su camino, en un desesperado intento la madre de ambos los escondió del peligro en una choza, solo para que después ellos cayeran como abejas a la miel. Al final fueron asesinados dejando a ambos niños huérfanos. Poco tiempo después de aquella masacre, los vecinos fueron despertados por el llanto de ambos pequeños. Y ya que no podían dejarlos simplemente ahí, fueron llevados a un orfanato, donde no tardaron mucho en encontrarles nuevos padres. Nuevamente una familia alemana les abrió la puerta a su hogar.

Bendición o maldición al final, crecieron bajo el cuidado de una familia demasiado estricta, que si bien por suerte de otros no podían concebir hijos propios. ¿Por qué? Ahora lo verán... Sus padres eran elitistas, les gustaba que todo estuviera perfecto, como lo querían y cuando lo querían. Muchas veces ambos chicos recibieron golpes y correctivos por las cosas que hacían, que si bien estaban bien hechas, no eran perfectas y buenas para sus padres.

Marley siempre se había notado diferente, cada vez que escuchaba un sonido era capaz de "descomponerlo" mentalmente por así decirlo, y al hacer esto era capaz de curar a los demás en el proceso. Podía curar pequeñas heridas, incluso a veces ocasionárselas. En una ocasión mientras se encontraba en la cocina junto a su madre, ayudándole a picar algo de verdura mientras la joven se encontraba tarareando una suave melodía, la mayor se corto; no era una cortada muy profunda, pero era lo suficiente para poder oler tan claro como el agua el aroma de la sangre que esta emanaba. Esto le incomodo de sobremanera la joven, pues al momento comenzó a sentir su garganta seca y que el hambre comenzaba a atraparla, pero no por eso dejo de cantar, y a la hora la cortada que su madre se había hecho había desaparecido. Ninguna dijo nada al respecto, una porque pensó que tal vez simplemente se había lastimado un poco y la otra por miedo a pensar que era responsable de aquello. Es decir: ¿como sería posible que ella pudiera curar así nada más? "No, no, no. Sólo estoy delirando. Es una coincidencia... Una milagrosa coincidencia..." era lo que se decía así misma simplemente tratando de olvidar lo que pasaba. Pero era en vano. Aquellos sucesos extraños relacionados con el aroma de la sangre le seguían, pero aún así intento acallarlos. Olvidarlos, desvanecerlos de su mente.

Se ponía cada vez más paranoica con lo que pasaba, ya no sólo eran pequeñas cortadas. Un día después de haber salido a jugar, esperando que su hermano y su padre regresaran de cacería, encontró un pequeño petirrojo moribundo. Y ya que ella simplemente se entristecía el verle sufrir de tal forma, empezó a entonar una canción para el difunto y comenzó a cavar un pequeño agujero en la tierra para poder darle un funeral apropiado según creía ella. Fueron pocos los minutos, pero cantaba desde el alma y el corazón para que pudiera encontrar descanso y se sintiera mejor esa pequeña ave, que de un de repente vio como alzaba vuelo de la nada. Simplemente se levanto y siguió su camino, como si nada le hubiera pasado. No era posible... ¿o sí? Ya no estaba segura de nada.

Su paranoia y síntomas llegaban a un punto crítico... Aquel día que su madre le su madre le levanto la mano como reprimenda, aquel día que comenzó a oler su propia sangre... Aquel día que perdió la conciencia de lo que hacía. De un momento se veía asustada frente a su madre y al otro se veía a sí misma con colmillos, con ansias de comer y atacando a su propia superiora. Aunque sentía como su hermano intento detenerla, no le importaba, era más su fuerza y su deseo de probar aquel líquido carmesí que alguna vez percibió provenir de sus padres. En cuanto fue separada por su hermano, y a la vez protegida por este, un sentimiento se despertó dentro de ella diferente a todos los demás, coraje y sobretodo, odio. Si sus "padres" les iban a tratar como bestias, pues que así fuera, pero no se iba a quedar de brazos cruzados mientras les veía como intentaban terminarlos. Pues al final era: matar o morir para sobrevivir.

¿Se encontraba satisfecha? No del todo. Cuando volvió a la "normalidad" fue tanto el horror de lo que había cometido que simplemente uso el arma más eficaz que tenía para dejar de sentirse como un animal, el olvido. Todos sus recuerdos fueron borrados del banco de memoria de su computadora. Ahora simplemente tenía que volver a empezar y vivir de una mejor forma.

Sabiendo, muy por dentro de sí, que ahora tenía una vida inmortal, junto a su hermano fue como pasaron a vivir de un lado a otro sólo con el propósito de no levantar sospechas de quienes eran y de lo que eran. ¿Y que era de nuevo lo que eran? Vampiros... Incluso aunque ella se dijera y repitiera que era normal."Soy normal... Sólo tengo poderes a diferencia de los demás..." siempre se repetía lo mismo con tal de no pensar de nuevo en lo que ahora tenía que vivir y como era que debía sobrevivir.

Fue un tiempo después, de tanto pasar a ser nómadas, que su hermano decidió irse a una de las ciudades del mundo que parecían prometedoras para ambos. Ciudad de Paris, y vaya que tenían varias cosas interesantes en el lugar. Diferentes razas además de vampiros, demonios, y otros más genéticamente modificados... No tendrían de que huir ahora y podrían empezar una nueva vida, una vida llena de dicha ahora sí.

Una vez que Dereck la termino de convencer, emprendieron su viaje a esa ciudad. Ahora sólo faltaba no volver a recordar los sucesos que durante un siglo siguieron pasando a pesar de todos sus esfuerzos. "Soy normal... No pasa nada... Sólo debo vivir diferente a los demás..." seguía repitiendo en su mente para no volver a caer bajo la tentación y ansiedad de su hambre por la sangre, pero de cualquier manera, era un hecho que volvería a caer una y otra vez. Hiciera lo que hiciera para detenerse...
-Datos Extras:
• Es hermana gemela de Derek Strauss. Ella es menor por unos segundos.
• Tiene un alhajero bien conversado, que si del cual no pone sus joyas. Pone otros objetos preciados para ella. Así mismo, tiene un mecanismo de música cada vez que le abren.