Encuentro

Como pocas veces había asistido solo al lugar, y como nunca había usado las bancas comunes en vez de su lugar privilegiado en los palcos, por qué? Por qué estaba aburrido, porque de repente todas sus víctimas y mascotas no se le antojaban de momento, molestar a incordiar a nobles tampoco se le antojaba y sin saber cómo había terminado en el teatro sin compañía, podía sentir una que otra mirada apreciativa a su paso y aunque normalmente eso despertaría su lado más sínico era diferente ahí… las jóvenes que le vieron al entrar eran jóvenes humildes, apenas las miraba desviaban la vista con verdadera y genuina vergüenza. No sintió desprecio por ellas como lo sentía por las damas nobles simplemente siguió caminando y se sentó en su sitio con desenfado, muy aun a pesar de eso el gesto refinado no podía desaparecer, sus movimientos eran fluidos no solo pos u posición si no por su naturaleza, hacía mucho que no lo pensaba pero los de su raza eran verdaderamente diferentes de los humanos, solo se necesitaba algo de observación para notarlos entre los demás, con rostros pálidos y belleza envidiable, movimientos fluidos y de antinatural elegancia y belleza… un humano podía apreciar y embelesarse con eso pero al volverte uno mas, esa clase de distinciones perdían sentido, al punto de que el a menudo las olvidaba.

Miro el escenario y sonrió levemente, la función aun no comenzaba pero podía escuchar el sonido de los pasos en el suelo de madera tras el telon… cuan menos mágica era su realidad desde su transformación? No lo sabia, no había prestado suficiente atención a su alrededor antes de morir como para notarlo. Cerro los ojos y escucho… los murmullos en a su alrededor, el aroma mesclado de lso perfumes, el sonido de la tela de los vestidos al moverse al sentarse al removerse en su asiento… y si… ahí estaban…uno que otro corazón desbocado, acalorado por una visión que les parecía maravillosa… abrió los ojos y vio de reojo a una jovencita, adolecente apenas, dulce inocente y hermosa, embelesada en el apenas y se percató de su mirada la desvió completamente… por un instante sintió que algo divertido se divisaba ante el… era una chiquilla exquisita, tomarla para si podía ser una experiencia deliciosa, hundir los dientes en aquel delicado cuello al tiempo que se hundía en su cuerpo, poseyendo desde su cuerpo hasta su alma…mmm si… se le antojaba. Estaba sumido en su juego cuando noto algo que le perturbo… sintió una mirada sobre el y busco despacio su procedencia…

Ella pidió algo de comer, lo cual era bueno, el primera instancia por que quería decir que tendría que quedarse ahí, sentada frente a el al menos el tiempo suficiente como para tener que esperarla y comerla.

-Hay muchas cosas de usted que podrían ponerme de muy buen humor señorita, verla comer es solo una de las mas pequeñas- contesto inclinando un poco la cabeza y levantando una de sus negras y perfectas cejas. Su mirada quedo un poco velada por la sombra que proyectaban las formas de su rostro en el y sus labios dibujaron una leve y sínica sonrisa. Yudea pocas veces escondía la lujuria y la sed en sus ojos, le gustaba el efecto que podía tener en sus presas, estas a veces se excitaban otras se asustaban, pero el resultado final era regularmente el mismo, su corazón se aceleraba permitiéndole saborear cada latido, haciendo que su retumbar golpease sus tímpanos enviando oleadas de lujuria por todo su cuerpo, lujuria de carne lujuria de sangre, mezcladas hasta casi volverse una.

Ella estaba nerviosa, su sangre sin duda debía estar caliente en aquellos momentos, que deliciosa tentación. Las palabras salieron cual manantial de aquellos labios delgados y bien formados y a el le bullo una risilla directa del pecho, haciéndola escuchar algo ronca y lejana- esas son demasiadas preguntas my lady- contesto negando y haciéndose un poco hacia atrás en su asiento. Su mirada aun clavada en la chica y sus hombres se movieron ligeramente, como relajándose, pero también de la misma forma en que un felino los relaja antes de lanzarse sobre su presa.

-No es la primera vez que estoy en Francia y como le dije antes de venir aquí estuve en Inglaterra y si, me gusta este país, en especial me gusta parís, parece que solo pudiesen encontrarse cosas bellas en parís y no, es poco el cuidado que le doy a mi piel, tuve la suerte de nacer con ella como usted la tuvo de nacer con ese rostro tan mágicamente bello y no se porque mis manos son frías, supongo que es para llamar el calor de las suyas.-hablo sujetando los dedos ajenos entre los suyos sin aparente animo de soltarlos.

-por que abría de hacerlo?- pregunto sin quitar la mirada de ella- no hay nada mas bello que observar por aquí, si usted pudiese indicarme algo mas digno de observar entonces yo podría pensarme en dejar de hacerlo- la vio comer sin dificultades y pensó que seria mas lindo si las hubiese tenido, le gustaban las cosas bonitas, dulces y tiernas, tenían algo que el no tenia y por eso gustaba de juguetear con ellas, a veces incluso le sobrevenía el sentimiento de conservarlos.

Sus siguientes palabras le llenaron los pulmones de un burbujeante sentimiento y noto que era que había comenzado a reír- puedes sentirlo no? Que no soy una buena persona, aun a pesar de esta apariencia que tengo, quieres correr, puedo sentirlo- hablo bajo, entre murmullos y con la voz ronca y rasposa, llena de la excitación de un acontecimiento que veía vislumbrar en su futuro, como si supiere cosas que doreen ni siquiera había podido imaginar al momento- disfruta tu comida hermosa niña… no tengas prisa no voy a dejarte ir aun…

Sabia lo que sus palabras podía causar pero que podía hacer adoraba el aroma del miedo, la forma en que el cuerpo humano se estremecía y como las facciones contrarias se contraían en un exquisita y excitante visión, era un sádico, si, pero si de algo servía sus victimas no eran cualquiera, gustaba de atacar y mancillar solo a aquellos que disfrutaban de alguna posición privilegiada, doreen parecía no ser la típica niña rica pero tenia un factor mas que le atraía… su belleza casi angelical… parecía tan pura…tan inocente que casi podía imaginar un halo alrededor de su cuerpo. No se atrevería a arruinar semejante belleza, pero aun así podía regocijarse un poco con ella.

Que que planes tenia? tenia mas de una cosa planeada para esa noche, justo después de que la chica se alimentara, la necesitaba con fuerzas para lo que tenia planeado. Su sonrisa se mantuvo, burlona y segura.

- Tengo planes sin duda, pero dígame, por que esta usted conmigo? aunque su mirada es la de una inocente y su apariencia parece tan pura usted no es una mujer tonta- recargo su rostro en una de sus manos y la vio despreocupadamente- pero coma, podemos hacer esto mientras se alimenta apropiadamente, descuide no eh puesto nada en su comida, ni eh mandado a colocar nada por supuesto. Como le decia, usted sabe por que me ah seguido hasta ah aqui, usted tiembla al verme, me teme, puede sentir que hay algo mal en mi, pero usted no puede dejar de verme, sin exageración mi atractivo es distintivo incluso entre mi gente, usted como artista ah encontrado eso completamente envolvente y aun a pesar de su buen juicio me ah seguido, no ah sido muy diferente para mi, encontró su inocencia, sus ojos limpios terriblemente atrayentes- su sonrisa se volvio algo mas cínica- tantas como para desear ensuciarte con mis propias manos...

Lo que mas le gustaba de aquella situación era el preludio, que haría ella, intentaría escapar? debía saber a estas alturas que el no la dejaría ir, también debería saber que a pesar de sus intentos no podía enfrentarse a el en fuerza así que... que haría tan dulce doncella? que decisión tendría que actitud tomaría, eran de las pocas cosas de la vida que lo entretenían, esperaba que ninguno de sus prisioneros se apareciere por ahí, no desearía desperdiciar tan buena oportunidad.

La chica tenia un rostro verdaderamente dulce, tan linda y temerosa, cierto era que no lastimaría, no encontraba un placer marcado en lastimar a aquellos que ya tenían la vida difícil y la joven no era una noble, aun así… sentía un placer verdaderamente retorcido en molestarla, en hacerla mostrar aquel rostro tan dulce.

-hermosa…verdaderamente hermosa- murmuro por lo bajo mientras extendía una de sus manos y delineaba el contorno de su rostro con un dedo frio, la piel era suave al tacto y cálida…terriblemente cálida, con la calidez que brinda un corazón vivo, tomo una de las manos que se entrelazaban y la separo levantándose y tirando ligeramente- ven aquí preciosa campanilla- “ordeno” con una voz baja- ven aquí- repitió tirando ligeramente de ella hacia el centro desocupado, caminando de espaldas sin quitar su mirada ambiciosa y apreciadora del rostro de la chiquilla- baila conmigo- dijo y de un tirón la tomo en sus brazos, rodeando su cintura con una de sus manos y trayéndola hacia si, dejándola pegada a su cuerpo mientras con la otra ponía una de las pequeñas y femeninas en su hombro, la música continuo y el comenzó a bailar. No es necesario decir que el acto no era algo nuevo ni difícil para el. Como humano había aprendido muchas cosas que otros tardaban años en aprender…el lo había hecho en días, a veces en horas, todo dependía del humor con que estuviese su maestro.

La música no se detuvo pese a lo que ellos hacia el mundo seguía, la música continuaba, los músicos absortos en sus notas apenas notaban si alguien bailaba y la gente, completamente en su asunto seguía en sus platicas, dejándolos libres de moverse como quisieran, perdiéndose entre un par de parejas que bailaban “enamoradas” cosa mas efímera- esta bien doreen- le susurro inclinando la cabeza y hablándole al oído mientras bailaban, cual pareja de amantes- no te dañare… pero en cambio quiero que me hagas un favor…lo harás para mi no es cierto?- pregunto con una sonrisa, aunque era un pedido, suponía que ella bien sabia lo mucho, en verdad mucho que le podía molestar que le negasen algo. No había nada peor para yudea que no poder tener lo que deseaba, que sus caprichos no se cumplieran. Verdaderamente justo como un pequeño niño caprichoso.

La observo durante varios segundos, mientras bailaban sus ojos acariciaron su rostro, parís estaba lleno de mujeres hermosas pero eran estas las que mas le gustaban, las que parecían tan inocentes que casi era una lastima tocarlas, la contemplo disfrutando de su belleza y entonces hablo.

-quiero tu talento- hablo despacio, por un instante habia hurgado en su mente antes de hablar, buscando algo que le indicara que el trato era correcto y sabia que lo era- quiero que pintes a mi…- busco una forma de decirlo y al no encontrarla sonrió ante su retorcido sentido del humor- quiero que pintes a mi familia- dándole un giro a la muchacha – te llevare a mi casa, y te los mostrare, uno por uno y solo quiero que pintes, no debes querer intervenir en su forma de vida… estas de acuerdo con ello?- pregunto deteniendo sus pasos despacio conforme la música iba disminuyendo. – que me dices, aceptas?- poniendo una de sus manos frías en la mejilla de la joven.

La idea le parecía simplemente irresistible, queria un cuadro de cada uno de ellos, no solo cuadros, queria no que reflejara la situación de cada uno de ellos, los colgaría en su habitación privada, podría entretenerse observándolos y pensar en algo mas de diversión. Pero lo mas importante, que preciosa cara pondría doreen cuando le presentase a su “familia”? estaba ansioso por verlo, ya quería contemplar su rostro, su precioso rostro cuando se lo mostrara.

Así que tenia miedo- nada te pasara si me complaces en este deseo mío Ángel del cielo- hablo deteniendo su baile y acariciando su mejilla, pero era mas de una pintura. Alguna vez había conocido a un hombre que con su

“bondad” había hecho que algunos hombres lo siguiera, doce para ser exacto, el sujeto había sido interesante por un tiempo pero los intereses le habían llevado a traicionarlo, el resto de sus seguidores corrieron el rumor de que se había arrepentido pero… el? Realmente arrepentirse? Que tontería.

-pero…mi familia es numerosa ángel mío, es imposible que tengas los cuadros en una noche… así que… es tu decisión la situación en la que desees estar, puedes quedarte en mi casa hasta terminarlos, te daré lo que necesites… o puedes ir y venir… pero entonces, tendría que tener algo que me asegurara que volverás cada día…- cualquiera de las dos opciones le aseguraba algo de diversión de una forma u otra, pero mas importante, aquellos cuadros… a sus mascotas anteriores jamás les había conseguido algo que les hiciese recordarlos. Después de todo no había necesidad, eran simples juguetes reemplazables, pero estaba cansado de tener que conseguir y despedir juguetes, esta vez se había asegurado de conseguirse unos bastante resistentes… estos si le durarían.

Jalo suavemente a la joven, sacándola de la pista de baile, que podría usar con ella? Que nueva trampa podía utilizar? Pociones…las había usado ya, chantaje…también. Como atarla, como darle algo de libertad pero retenerla, como? Kendal tendría que darle algo, solo para retenerla mientras pintaba. Doreen era sumamente bella pero…también era humana, morirá pronto, no le convenía enlazarse demasiado con ella.

-hoy solo les conocerás al primero doreen así sabrás que exactamente necesitas para pintarle…- hablo y le guio al carro, ella pregunto cuantos eran en su “familia” y si nunca les habia retratado, también si confiaba en su talento y tenia una respuesta para todo, en realidad no eran preguntas difíciles de contestar.

-mi familia, siguiendo con la tradición esta compuesto de doce miembros mas- sonrió pensando en la tradición que habia comenzado a tener desde hacia 1800 años… cada ve que sus mascotas comenzaban a morir, dejaba que todas las demás dejasen el mundo, después se mudaba a un lugar completamente diferente y nuevamente recaudaba 12 mascotas nuevas, pero estaba arto de mascotas humanas, de mascotas que murieran rápidamente, esta ve habia buscado solo seres no naturales… por supuesto estaba Kendal, pero este era brujo... le obligaría a alargar su vida lo justo para poder igualar la del resto de sus mascotas… - cada uno tiene su… encanto- sonrio al pensar en las diferente mascotas que habia ido consiguiendo- jajaja y por supuesto que eres un angel doreen un precioso angel que esta apunto de conocer las profundidades del infierno de dante- sonrió acariciando su rostro dentro del auto- te veras tan hermosa caminando por la mansión, tan puro y tan blanca…- nunca les eh retratado, jamas eh retratado a ninguna de mis familias, otros lo hicieron con la primera pero era una imagen nada convincente… ahora, dejare el trabajo en tus manos… y digamos… que no solo confio en tu talento- un dedo acariciaba su mejilla- confio tambien en mi capacidad de hacerte entender… que todo debe ser perfecto… seguro que lo lograras- ella podría, lo sabia, tenia los ojos de una artista, aquella mirada que parecía querer absorber todo hacia su mente, los dedos largos y finos se movían como si pintasen la vida entera, con la uaviidad que olo tenían los verdaderos artistas, por supuesto. Esto jamás se lo diría… o quien sabe, tal ve lo hiciera uno de aquellos días.

Llegaron a la mansión y las puertas se abrieron por si mismas dejándolo entrar, la luna brillaban en el cielo y la luz etérea bañaba la vieja construcción acariciando cada una de sus formas, la brisa nocturna corria suave y el aroma a rosas invadía todo, los pétalos parecían bolar por todo el jardín, rojos, de un color oscuro, como sangre seca.

El cochero les abrió al puerta y ayudo a doreen a bajar, sonrió mientras miraba su residencia- bienvenida a mi humilde hogar angel mio… ven, voy a presentarte…al primero de mis cautivos.

Tomo el brazo de la joven y la guio al interior de la mansión, los enormes candelabros iluminaban el lugar, dándole aquella apariencia mágica que distinguía a cada vampiro ante la iluminación de las velas, se encontró a junno de camino pero simplemente le sonrió cínicamente siguiendo con su camino, a través de los pasillos la iluminación era algo mas tenue, soltó a la chica suavemente después de varios pasillos y abrió una puerta de madera que parecía pesada, el material no brillaba y parecía tener el acabado del resto de la casa, sonrió recordando la pregunta de la joven- Kendal, su nombre es Kendal, estoy seguro – hizo una cara de fastidio- que te agradara es tan…- rodo los ojos- correcto- abrió la puerta y dejo a la joven entrar.

Dentro podían escucharse los sonidos de golpes, yudea le ayudo a bajar las escaleras y sonrió mientras la guiaba sotano abajo, al final de las escaleras habia una reja que cubría la entrasa, saco una llave y la abrió, adentro a doreen- descuida, no te dejare aquí encerrada, vamos a caminar- le susurro, los sonidos de golpes seguían escuchándose, adentrándose un poco la luz de algunas venas dejaron ver a un hombre, posiblemente entrado en los 30 golpear un saco de cuero, probablemente lleno de arena, el hombre que golpeaba no tenia camisa y parecido entrado en su trabajo.

-As que hoy visitas a temprana hora no es así? Que quieres esta ves?- pregunto dejando de golpear y secándose la frene con las manos vendadas- he avanzado tanto como puedo en ese li…- pero detuvo sus palabras al ver la compañía que veía con el- por dios yudea- gruño moviéndose rápidamente por algo que ponerse sobre el torso- disculpe señorita no sabia que esta ahí- yudea simplemente sonrió encantado con incomodar al brujo.

-esta preciosa señorita va a pintarte Kendal, para que? No preguntes es solo para conservar tu feo rostro- Kendal se detuvo a medio vestir un segundo y después termino de vestirse viéndose sumamente molesto.

-que diablos le haz hecho?- parecía furioso, yudea parecía aun mas encantado.

-tranquilo señor caballero, no le he hecho nada- su mirada se ensombreció y la sonrisa se volvió aun mas burlona- y aunque lo hubiese hecho no eres nadie para hacer algo…no olvides por que estas aquí- Kendal pareció apunto de decir algo, pero no lo hizo- angel mio… te presento a Kendal, Kendal Rose.

El semblante de Kendal pareció tranquilizarse ante la afirmación de la chica, hasta ahora yudea no había roto su palabra para sus contratistas ni una sola vez, ellos permanecían por el simplemente por que les obligaba y por que tenían la seguridad de que si cumplían con su parte yudea cumpliría con la suya, por mucho que le gustase jugar con sus corazones. Su vista se centro en la chica, era una mujer sumamente bella, lo cual explicaba un poco el interés de yudea sobre ella, podía ver a simple vista que la chica era un ser humano normal, era blanca pero no poseía aquella aura que tenia yudea, la que poseía según entendía todo vampiro, aquello que le hacia parecer sobrenatural, obviamente tampoco era un licano o un cambiaformas pues de serlo soportaría mejor aquel cambio brusco de temperatura, el la llevaba bien gracias a que era un brujo necromante y estaba acostumbrado a que sus espíritu dejasen todo frio a su alrededor, aunque en esos momentos estuviese solo, aquella casa había sido hechizada por alguien, no sabia por quien pero suponía que debió haber sido por el hechicero anterior de yudea, no permitía que ningún espíritu entrase siquiera a los jardines. El vampiro era uno de los seres mas desconfiados que conocía y por lo mismo precavido.

Noto que la chica comenzaba a temblar visiblemente y de inmediato sacudió la cabeza reprochándose estar tan ensimismado en sus reflexiones como para olvidar la importancia del hecho, se movió entre la celda, ya se habia puesto una camisa –espere por favor- hablo tomando un abrigo largo que descansaba sobre una silla, hacia tiempo que no lo usaba, solo esperaba que el polvo no lo hubiese cubierto. Lo movió y se alivio al comprobar que no era asi, regreso sobre sus pasos y coloco el abrigo sobre los hombros de la joven, era uno de sus mejores abrigos lo llevaba puesto cuando lo habían capturado y llevado donde yudea- cosas- reflexiono en las palabras de la chica y su mirada se desvió a yudea- quieres pintar mi rostro?- lo mas lógico seria pensar en una pintura pero conociendo a yudea perfectamente podría ser precisamente eso, pintar sobre la piel de su rostro, no le sorprendería que el sujeto le obligara a hacer algo así solo por diversión.

Yudea pareció leerle la mente por que levanto una ceja para después reír divertido- un Cuadro Kendal, mi precioso ángel va a pintar para mi un cuadro de cada uno de ustedes y pensé comenzar contigo- hablo poniendo una mano en la espalda de doreen reafirmando sus palabras, le había tomado por sorpresa que Kendal le pusiera un abrigo, a veces olvidaba que la percepción de los humanos y los vampiros sobre la temperatura era diferente, los únicos humanos que habían estado en aquella habitación eran Kendal, juno y algunos otros brujos…ninguno se había quejado.

Kendal le sonrió a la muchacha, le habían educado para tratar a cada mujer como si fuese la cosa mas valiosa del mundo- de nada y no, no me molesta, usted es mejor compañía que cualquiera que pueda tener por aquí- después escucho la pregunta de la chica, ciertamente el también tenia sus dudas acerca del asunto, pinturas decía? Quería pinturas de cada uno de ellos? La idea de ser pintado en general no le molestaba, la de ser pintado para yudea en particular si que le preocupaba, para que podría desear el sujeto pintarlos? Después de lo que estaba sucediendo con las pinturas malditas que habían descubierto no le gustaba demasiado la idea… pero no quiso demostrarlo frente a la chica, mantuvo un rostro afable y negó cuando pregunto si le molestaría, después simplemente mantuvo una expresión indulgente ante todo lo que le decía después, comprendía un poco el por que de su actitud, la situación en la que estaba debía tenerla de los nervios… aunque si lo pensaba bien de hecho estaba mas tranquila de lo podría esperarse. Además era humana… yudea por lo regular no se rodeaba de humanos, juno era diferente, era especial y en el caso de el no podía encontrar un brujo que no lo fuese

-simplemente los quiero- aclaro dejando el tema por zanjado, se congelaría el infierno antes de que dijese a aquellos dos las razones por las que repentinamente, la idea de mandar a hacerlos le había parecido adecuada, en el tiempo que llevaba sobre este mundo habia tenido un sinfín de sirvientes y mascotas, cada una con un tiempo diferente, al principio solo habia ido tomando personas al azar, pero después de los siglos habia decidido solo tomar cerca de el seres que tuviesen vidas largas aseguradas, era molesto tener que buscar remplazos vez tras vez… los que habia escogido en esta ocasión eran especiales, eran todos fuertes y longevos… por ello quería cuadros de todos, era extraño pensarlo pero este era un grupo de alguna manera especial y tener sus patéticas caras en su estudio no estaría tan mal, podría divertirse pensando en cada uno y lo ultimo que podría jugarles mientras disfrutaba de la música de Joshua y el calor de zahid- mandare a mi mayordomo a que compre todo cuanto necesites Angel mio, hoy solo quiero que conozcas a algunos de tus modelos y descanses, podrás trabajar por el dia, ahora solo tienes que hacer una lista de todo cuanto necesites.