Hasta el crepúsculo [Privado] [+18]

-Aetos estaba siendo abrazado por la madame de una forma que le llevaba a irritar, el burdel estaba pasando por malos momentos asi que siempre que podia pedia dinero a los clientes especialmente ricos como el brujo asi como a clientes asiduos a los que ya conocia que no podian pasar un día sin estar en su querido burdel, cuando le pidio la primera vez le dio una pequeña suma de dinero pero hoy habia llevado dos bolsas repletas de francos dejándolas en la mesa como señal de bienvenida, se habia ganado unas noches gratis, asi lo pensaba cruelmente pero de paso tambien sabia que tenia a muchas mujeres y hombres que proteger alli...habia conocido no solo a cortesanas sino a personas que tenian sus gustos y tambien sus odios, muchos disfrutaban con lo que estaban haciendo mientras otros no y solo lo usaban por el dinero era como un tercer o cuarto lugar pues siempre pasaba cuando podia o deseaba como en esos momentos que tras haber pasado toda la noche en el palacio real protegiendo a unas cuantas personas volvía con sus recompensas, manchadas de sangre como de traiciones algo le decia que si aceptaba ese dinero estaria atestado de fantasmas y espiritus que le intentarian contar su historia...asi que mejo se lo dio a quienes seguramente no tendrian esas visiones y podrian usar el dinero de mejor modo-

¿Hay alguien en la cocina? - Lejos de esperar a que la madame diese su consentimiento caminó en sigilo por la sala, estabaen silencio todo el burdel, algunas chicas dormian otras estaban en casa preparando ssu quehaceres, el burdel parecia ser un hotel y al mismo tiempo una casa, el placer y la humanidad convivian al mismo tiempo, al notar de quien se trataba se apoyó en la pared admirando a aquella hermosa dama, cautivo por unos segundos sus orbes aunque despues admiró la posicion del felino apoyándose en el marco de la puerta admitio que habia perdido unos minutos en guardar silencio, apretando sus articulaciones, tensándolas, para que ella no notase tan pronto su presencia y poder capturar ese instante, aunque no duro mucho pues habló- ¿Quiere que le prepare algo para desayunar mademoiselle?

- Se adentró a la cocina, los gatos siempre le miraban con curiosidad aunquenunca habia encontrado alguno que le hiciera feos al brujo, sabia que ellos muchas veces veían precisamente los fantasmas que él tambien notaba pues mas de uno habia visto mirando en direccion de los muertos con gesto retorcido de indiferencia, los veian pero se libraban de hablar con ellos caminando a otro lado, subió las mangas de la camisa dejando su piel morena al descubierto libre de vello que usualmente tenian los hombres. Saco unas sobras de comida como pan duro y huevos, tambien algo de leche y de paso un poco de azucar- Aunque parece que te voy a engordar a base de algo extraño no es la verdad -se permitio aquella broma, pero su rostro seguia calmado e incluso hierático mientras iba calentando el pan duro hechando la leche poco a poco y una pizca de azucar noviendolo lentamente, el siempre mezclaba comida, recetas, de adolescente habia tenido que crecer con pan mohoso o leche caducada asi que habia aprendido a no tirar nada, incluso a lamerse de las manos las migas porque una miga equivalia a otro dia viviendo- Me llamo Aetos...el pequeño Artemis ¿y vos, princesa?

-Desde que se había puesto a cocinar, el silencio había rodeado la habitación en un agradable aroma, se llevaba bien con los animales pero especialmente con los gatos pues ellos eran los que incluso a veces veían lo que el propio aetos observaba, se preguntaba a veces porque nunca había tenido uno en su oficina…podría ser interesante ver aquellos ojos abiertos con la delgada franja de los orbes agudizándose para contemplar mejor al espíritu. ¿Tenia algo aquella mujer en la vista, cansada? La observó de reojo con los ojos de un curandero, el brujo además de ser el mediador de la muerte gustaba de ser el curandero de parís para ganar si era posible un poco más de dinero pero no lo hacía por el dinero como daría lugar a pensar sino por conocer más. A diferencia de muchos médicos el disfrutaba sabiendo las enfermedades que había no por ver a la gente dolorida sino por conocer sus propias habilidades sintiendo el típico poder de ser el mediador entre la vida y la muerte. La contemplo apoyarse en las paredes. Marchando y como aquel felino no se anteponía en su camino sino que solo observaba al brujo relamiéndose- Habrá también para ti

-Cuando la dama cayó al suelo Aetos se preguntó donde había estado su caballerosidad, sus ojos claro que se detuvieron a admirar aquel cuerpo que habría sido el deseo de muchos hombres, allí, seguramente cualquier otro se habría arrodillado y le habría desvestido aprovechándose de la debilidad de la mujer, en cambio, él solo quedo moviendo la sarten pues antes de que pudiese hacer nada ella había estado buscando algún roce- No se preocupe, no tiene ninguna herida

-adquirio un tono normal mientras sonrió de medio labio contemplando como se había tapado el cuerpo casi con fuerza, quería hacer algún comentario gracioso como que más que un rasguñoso debería de tener cuidado de como se abrochaba la bata con tal fuerza pues podría resultar más herida por el nudo que por la madera, también se preguntaba curioso ¿tenia vergüenza, existía allí? Había visto muchas veces a mujeres con los pechos al desnudo preguntar a la madame que ropa debían de ponerse y sonriendo con aire coqueto a Aetos, ella en cambio iba recatada, como si recién hubiera salido de la ducha. Se quedo con su nombre en la cabeza moviendo la sarten con delicadeza ante la seguramente ya impaciente mirada del felino-

Ten pequeño impaciente – Los animales le caian mejor que los humanos de eso no había duda pues su tono había cambiado al emplearlo con aquel animal, saco un plato pequeño hechando un poco de la mezcla clasera que había hecho soplando lo puso en el suelo acariciando después la cabeza de aquel animal. Hechó después lo que quedaba en otro plato mientras se podía oler el aroma del café instantáneo que se estaba preparando, era raro que un hombre anduviera en aquella cocina como si fuera la suya propia pero más raro era que no despertase ningún deseo carnal en él la bella flor que estaba a su lado. Tomó el plato y lo colocó en la mesa acomodándose detrás de aquella mujer-

Dejeme guiarla –Su torso se pegó contra la espalda ajena, Aetos tenia un cuerpo musculoso, atlético por ende era gracioso como la espalda de perçeline parecía diminuta, tomó lentamente la cintura de la mujer sin ninguna indiscreción dejando que sintiera unos segundos su calor después se susurrar al oído- tranquila, ya he desayunado – Sonrió de medio labio indicándole que no debía de preocuparse pues él no le haría daño, no intentaría tampoco hacerle nada. Con un fuerte agarre en la cintura y después de haber susurrado aquello se colocó en el frente, tomando a la muchacha en brazos como si fuera una novia para después dejarla con cuidado sentada ante el plato de comida que había hecho. Después se sentó él en otro asiento algo apartado tanto de la muchacha como del felino saboreando el café, le gustaba más instantáneo que preparado siendo capaz de saborear la firmeza, la credulidad del mismo como si en un solo sobrecito pudiera ser capaz de retener todos los deseos que poseía por el café. Siempre llevaba unos sobres pues acostumbraba a adueñarse de cada sitio que pisaba, cual dueño del terreno para incluso entrar en casas ajenas y hervir un poco de agua y leche para un café a media mañana-

Hmm -solo asintió mientras estaba admirando la belleza de aquella mujer, la mirada del brujo sobre todo era fija como si alguno de los detalles se escaparan si no mirase de ese modo tan fijo. Colocó los dedos en su mentón acariciando vagamente su propia barbilla mientras ella estaba comiendo, se consideraba buen cocinero pues a la ausencia de sirviente se tenia que adaptar a los hechos, crueles hechos que le indicaban por el momento que podía valerse por si mismo sin necesidad de pagar a una persona. Arqueó una ceja mientras ella le habia mencionado lo de su olor, ni le importaba ni se habia fijado ¿olor? Era bastante atrayente, suponia que tendría bastantes clientes pero no era momento para pensar en eso. El maullido del felino le sacó por un momento de sus pensamientos dirigiendo una mirada hacia él-

Compraré algo para tí -señalo al felino, venia siempre que podia al burdel como un entretenimiento vástago, le gustaba que la humanidad y los muslos de las cortesanas estuvieran abiertos para su entretenimiento, pero tambien porque lo habia descubierto, que el amor era una razon bastante extraña a la que muchos se ataban, el nunca seria de los que suspiran por una mujer o un hombre, él no se permitiría apretar las manos de alguien para que viviera a su lado, lo sabia, sabia que nunca seria como los hipócritas que buscan su amor verdadero. Cuando ella se acercó el brujo le volvio a mirar arqueando después una ceja- Veo que te han mordido fuerte, los vampiros de hoy en dia se controlan poco -Miró lo que estaba haciendo, el hilo de sangre o como aquellos senos parecian decirle que se acercase a ellos.

Bebió otro sorbo de café para que tras un largo retroceso en sus pensamientos se acercase a ella una vez más- ¿que le ha gustado mas? -acorraló el cuerpo de la mujer en una de las mesas, colocando las manos fuertemente a la mesa, sus ojos volvieron a estar fijos sobre los de ella...¿tendria algun amante asiduo? Si estaba tan agotada significaba que la extracción de sangre se dió hace unas horas, aun no se habia recuperado del todo, pensó en dominarla pero tambien sabia que esa mujer no aguantaria demasiado. Con descaro descubrió uno de los pechos de perçeline amasandolo con la mano derecha, situo su indice en el pezón del mismo endureciendolo...cuando lo endureció lo volvió a esconder con la bata manteniendo su mano satisfecha- cocino, no tengo ningun sirviente en mi hogar...siempre estoy solo asi que puedo valerle por mi mismo cocinando ¿quereis pues que cocine para vos en otra ocasión?

-Su tono era sensual pero también sátiro pues a pesar de que cualquiera que habria hecho eso con aquel pecho habria acabado con lo que habia empezado el tomó el cuerpo de la mujer entre sus brazos empezando a caminar por el pasillo que habia salido, pero no conocia cual era su habitacion- ¿cual es...? -no dijo más pues artemis como así se llamaba el gato le indicó al moverse cual era la habitacion exacta en la que habia estado ella, no habló sino que caminó llevandola a su habitación y dejandola con sumo cuidado en la cama- recuperarás fuerzas cuando hayas dormido – fué hacia la puerta saliendo, tardó unos minutos pero trago las tazas de café, bebio otro sorbo de la suya colocandola en una mesa antes de cerrar la puerta tras de si aquella intimidad creaba una tensión interesante que para que negarlo se le hacia incluso divertido el que la sexualidad del ambiente fuera presa o testigo-

- Debe de haber sufrido mucho para comportarse de ese modo, pensó al principio eso pero no habia lo que la gente reconocia como compasión o pena, los años le habian vuelto de igual modo serio incluso un poco más insensible que otros años pues al menos en algunas ocasiones se permitía hasta una caricia de falso apoyo mientras la otra persona le empezaba a contar sus penas, a él solo le importaba el que la gente fuera lo que fuera le pagase, a veces con dinero otras con el propio cuerpo de sus hijas e incluso con la virginidad de algún familiar para curar los males de la familia... Aetos no era un hombre que mereciese estar en el cielo asi que por el momento la tierra el refugio del pecado y del deseo era un lugar suficiente hasta que él mismo decidiera que hacer on su vida marchita, Se sentó a su lado bebiendo un sorbo más de café- Tu gato estuvo todo el lado contigo, solo vino para ver si le habia dado algo más de comer

- Su tono de voz fue neutral, aquella muchacha le miraba con sensualidad haciendole sonreir de costado ¿le estaba provocando? en un pestañeo cambió su postura colocándose sobre el cuerpo de la mujer, aun cuando ella estaba bajo las sábanas y el cuerpo del brujo encima no le costó nada separarle las piernas para situarse entre éstas- Si me seguis provocando, pensaré que debo de dejaros cansada de un modo u de otro ¿es eso lo que me pedis? -sugirió en un tono lascivo, su calido aliento chocó contra los labios de la cortesana aunque no llegó a tocarlos, pudo divisar de nuevo sus pechos, ambrosía de placer en donde se habrian perdido muchos hombres. Dió una larga lamida desde su hombro hacia su mejilla pasando por su cuello y despues volvio a colocar sus labios en el oido de la mujer dejando que la melodiosa voz del hombre pareciese poseer un efecto erótico similar a un afrodisiaco- Se que os gustará mi método para relajaros...la mesa, la cama, el baño, el suelo, la pared.

-Después de hablar apartó las sábanas de la mujer y separó por completo sus piernas, la bata no era de mucha ayuda dejando aquellos muslos al descubierto. Sonrió comprobando hasta cuanto era capaz de abrir las piernas, obscenamente... ah como disfrutaba asi que tras ver su curiosidad satisfecha subió la bata hasta la cintura para observar su sexo desnudo- sois hermosa... de pies a cabeza -colocó sus rodillas medio separadas, colocándolas encima de las de la muchacha para que no pudiera separar las piernas, el felino estaba observándolos pero nunca interviniendo aunque sería divertido no le pediría ayuda. Los dedos de Aetos fueron directos al grano, separando los labios vaginales de la mujer para admirarla completamente, sonrió cuando con el dedo tanteó el clitoris que no estaba despierto, pronto despeirtaria para humedecer todo pero por ahora lo tanteaba con caricias del meñique mientras mordia el pezón del seno derecho por encima de la bata-

¿Os gusta? este método para haceros dormir -agacho el rostro dejando caer un hilo de saliva justo en el sexo de la mujer acariciandolo con descaro pero con placer, moviendo su dedo, mojandolo, pellizcando su clitoris, después tan rapido como empezo tambien acabo cubriendo rapidamente a la mujer con las sabanas pero aun con las piernas separadas, dejo que su hombrias chocase indirectamente contra su sexo, su boca buscaba la de aquella mujer pero sin dejar besos, solo juegos de respiración roce de su boca- quiero oirte decir lo que deseas -acarició la mano de la cortesana colocándola encima de la hombria del brujo, asi cuando se movia ritmicamente, no solo chocaba contra el sexo ajeno sino tambien contra aquella mano femenina, sonriendo lascivamente, queria escuchar sus deseos, sus ruegos y ante todo ese gemido-

-El placer del sexo era del único que no escatimaba, el lujo perfecto con sabor a sudor y orgasmo era una de las debilidades y a la vez una de las fortalezas del brujo, de pequeño habia pensado que los gemidos de las putas eran de verdad hasta que cuando piso un burdel por primera vez lo empezó a distinguir, una mujer a la que apenas se le tocaba un hombro y ya gemia como una entregada era demasiado falso para ser verdad, la primera vez de Aetos sin duda inexperto pero cuando desato su animal interior aquellos gemidos que debian de ser falsos fueron tan reales que todo el mundo le felicito no solo era un hombre sino que prometia ser un buen amante, ¿amante? eso no estaba en sus planes, desflorar a las virgenes era de aburridos, preferia auna mujer de verdad donde poder entrar saborear la victoria del macho aunque solo fuera engañado por unos cuantos billetes, aqui nadie buscaba el amor, solo enriquecerse con el sexo, las cortesanas podian disfrutar o no pero siempre esperaban un cliente rico que pudiera satisfacerlas aun cuand no fuera sexualmente si monetariamente, los clientes asiduos eran bienvenidos especialmente por los regalos que hacian.

Ella era hermosa, no dudaba de que aquel vampiro se habia controlado pues seria dificil con semejante hembra, como movia su cuerpo sabiendo que puntos excitaba a un hombre, como movia sus labios, sus dientes, como saboreaba el placer de sus gemidos suaves o como sus senos se endurecian ante su toque, Aetos nunca se distinguió por ser un caballero sino por gustarle la brusquedad y la lascivia al tiempo que las cosas que la mayor parte de la gente odiaria. Si... una vez habia introducido una máquina en el interior de una mujer, que con ayuda de un mecanismo entraba y salia del cuerpo de esta incluso llegó gracias a esa maquina a emplear una doble penetración de la cual salió muy satisfecha-

Eres buena - declaró, era un hombre de pocas palabras pero su mente estaba trabajando, claro que eso que habia hecho le habia excitado de sobremanera, su erección asi lo indicaba, era un humano despues de todo y negar a sus instintos no entraba en sus planes, con una sonrisa satisfecha vió al gato y nego- La verdad es que no - sus ojos estaban mirando los barrotes de la cama, con suavidad tomó a artemis dejandolo a un lado de la cama, el brujo acaricio el mentón de la cortesana abriendole la boca con cierta violencia gracias a la lengua, pues la lengua del brujo entró completamente en la boca ajena chocando incluso contra su garganta, saboreando su saliva, sus paredes bucales, su lengua, dejandola tumbada en el suelo. Se quitó la camisa con un movimiento hábil igual de brusco pues algunos botones saltaron sin tener tiempo para quejas- es más creo que será partícipe en nuestro pequeño juego... creo que eso te pasa por excitarme demasiado

- Colocó las piernas de la cortesana cerca de los barrotes y de las almohadas, es decir estaba con la cabeza cerca del borde de la cama mientras sus pies disfrutaban del cobijo de las almohadas seguramente calientes por la temperatura humana anterior, tomó la camisa que no habia olvidado y ató la pierna derecha de Perçelínne a uno de los barrotes, no le dió tiempo a actuar pues las manos de aetos quitaron al fin la bata que cubria el cuerpo desnudo de la mujer siendo esa prenda la que usara àra atar la pierna libre que quedaba, las piernas de Perçelínne estaban bien separadas, sonrió cuando salió de la habitación y volvio con un cuenco de crema- vamos a divertirnos... mi golosa Perçelínne

-la crema la dejó en una mesita, habia tenido el comportamiento esperado en el hambriento gato qu se relamia esperando un poco de crema, pero aun no... Aetos se bajó los pantalones totalmente y tambien la ropa interior, dejando que su desnudez estuviera al completo, no podia presumir mucho ante la cortesana por la postura en la que estaba pero no le importó. Sonriendo se sentó al lado suya, aun no habia cogido la crema lo que parecia impacientar al felino- paciencia mi querido amigo - no tardó en atar las manos de percéline en unas cuerdas que habia conseguido, era un burdel, los juguetes sexuales abundaban por doquier...¿de donde habia sacado sino la crema con tanta rapidez?. Después de cumplir su cometido y atar las manos de la mujer para dejarla inmovilizada ( Notas Autor: las manos las ato primero entre si y con otra cuerda mas larga a la pata de la cama por lo que tiene las manos extendidas sobre la cabeza colgando por el borde de la cama y sin poderlas mover )-

Ahora empieza el juego -metio un dedo en la crema y lo alargo hacia el gato, no tardó en lamerlo con fruición maullando animadamente, miró fijamente a Perçelínne ¿ya sabia lo que conseguia por intentar poner en duda su deseo? colocó a artemis cerca del sexo de la cortesana como era normal solo lo olia haciendo sentir a la mujer los bigotes cerca de su muslo- el animal ha sido en consuelo de muchas mujeres ¿adivinas porque? - desde tiempos inmemoriables las mujeres, el sexo, un animal siempre ha sido sinonimo de placer especialmente en quienes llevaban much tiempo sin tener un hombre o mujer al lado, manchó de abundante crema el sexo de Perçelínne sin vacilación incluso abrió sus labios vaginales, el gato empezo a lamer, ignorando todo a su alrededor centrándose nada mas que el la crema que caia, en el clitoris, en el interior, en los labios, los muslos-

Pero no sera el único que disfrute-hecho mas crema el felino seguia lamiendo e incluso adentrando su lengua en el interior vaginal de la mujer, Aetos dejo sus rodillas a cada lado del rostro de Perçelínne acarucuando sus cabellos, se embadurnó el miembro de crema lamiendose los dedos con sensualidad y lascivia- preparate preciosa -cuando sus dedos estaban limpios aprovecharon para masajear los senos de la cortesana pero eso iría despues, ahora aprovechaba que ella iba a respirar o que respiraba por la boca para introducir su hombria en el interior de la boca ajena- entra perfectamente -movio sus caderas fornucándola por la boca dejando que la crema embadurnase su boca, mientras acariciaba sus cabellos moviendo sus caderas vigilaba que artemis estuviera lamiendo su sexo, y vaya si lo estaba haviendo, como un profesional-

Para que deseais libertad si ya la habeis conseguido vos misma -Continuó con una sonrisa divertida en el rostro, lo que habia sucedido no lo habia hecho con nadie más debido a que las cortesanas con las que estaba no solian traer sus animales pero la experiencia le habia sido placentera el comprobar como aquellos vellos se erizaban mientras la lengua felina entraba y salia de aquellos labios vaginales le habian dado algunas ideas para hacer en otros dias en otras ocasiones lo que agudizaría lo que pensaban las personas de Aetos alguien raro con ideas que no se habian visto en muchas situaciones pero ante todo un excelente amante. No le gustaba ser atado las cosas debia de reconocerlas aunque sus orbes parecidos a los de un felino estuvieran pendientes de lo que estaba haciendo esa persona, era sin duda bastante hermosa pero eso no quitaba que el deseaba dominarla. Dejo que hiciera lo que quisiera mientras acariciaba las cuerdas con los dedos a pesar de la limitacion que poseia la acariciaba tranquilamente ya que si se mosrase algo enojado como buen cliente que tenia sus principios o sus gustos habria perdido ese ambiente de pasion para dar a uno más tenso donde ella tenia que hacer lo que él no deseaba que solo le estuviera obedeciendo para sus propios propositos, lo que el no buscaba en una mujer fuera cortesana o no era que lo unico que hiciera fuera como un robot separar sus piernas para que pudieran fornicar tranquilamente aquello sinceramente no le hacia demasiada gracia por eso se quedo observando a aquella mujer.

El roedor parecia haber caido en las garras del gato que estaba empezando a darse aquel pequeño festin aunque acabaria con dolor de estomago como comiese tanto no parecia importarle solo que no habia visto tanta comida en tanto tiempo que debia de aprovechar ¿que humano no haria eso? a pesar de todo el hambre les trataba igual tanto a los hombres como a los animales incluso un poco mas a los animales porque debian de estar contentos con las sobras, eran los primeros en ser hechados de las casas hacia las calles y debido a que no podian competir en fuerza con los humanos eran los primeros en morir en cas de que un vagabundo tuviera hambre. Sentia pena por ellos pero tambien por los humanos que necesitaban a menudo tener a un animal para no sentirse solos...volvió a dedicar una mirada furtiva hacia perçeline, habria llamado a alguno de sus espiritus aquellos que solo usaba en momento inútiles para que hicieran algo por el pero no lo vio necesario aguantaria un poco mas atado de ese modo- tengo que decir pues que estoy a su entera disposición -Ironizó aquellas palabras mientras no hacia ademan de mover las manos ¿para que? solo habia que hechar un vistazo para comprar que ella estaba atandole bastante bien, fue el turno de aetos para esperar pacientemente a lo que estaba sucediendo, paciente...claro paciente pero esperando su turno pues tal vez el llamar a un fantasma no seria tan mala idea.

Aquellos senos estaban cerca de él, el mientras tanto los admiraba completamente incluso que no podia esconderlo ¿para que? aquellos pezones bien duros llamaban para ser amamantados con ternura o violencia incluso de las dos maneras, ojeó tambien el sexo de aquella mujer que despertaba un olor humedo no solo a crema sino un olor bastante apetecible a sexo, la humedad se perlaba en aquel vello púbico que poseía la muchacha claro que no era exagerado notándo como ultimamente las cortesanas se depilaban pero dejaban un poco de vello humedo en aquellas lamidas y gotas de humedad que antes habian tenido lugar. Era la viva imagen de la sensualidad... ¿que iba a decir? mas que hablarlo solo bastaba mirarla para comprender que lo era, la palabra de aetos no habria servido de mucho despues de todo su comportamiento ya lo decia del todo, en fin ahora solo habia que esperar a lo que hiciera aunque eso era lo que más le excitaba pues no habia muchas mujeres que fuera de ese estilo muchas veces habia tenido que decirle a una cortesana que le dominase porque aun cuando disfrutase con ella no sabia como-