Retrocediendo el tiempo{ Privado}

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Oct 16, 2011 2:50 pm

En este mundo de llanto, de trepas y vulgares, es la soledad y el desencanto lo que llena las tabernas, desigualdades, odio, vampiros siguen en guerra, mientras los cazadores se dejan la pensión cono en una tragaperras. En esta maldita era del miedo masivo, la pasión nos maneja,.. Paris la maldita luz nos irradia, donde el Euribor rompe enamoradas parejas, sintiéndose un baño de ovejas que sufren miopía, no son seres humanos, son recursos de mercancía, cruel dicotomía estos eran abrazos y despedidas. Colas en el Inem de parados con la mirada perdida, lagrimas al funcionario que estudian bien el caso, mientras bajo el puente inmigrantes duermen al raso ¡Que fracaso de sociedad! Cada personas es un islote, madres solteras que hacen lo indecible por salir a flote, hacen falta quijotes que traigan conquistas, o mejor hacen falta locos, idealistas, puedo cerrar los ojos y aun me veo entre sus pensamientos.

Todos dan glamour, mientras en otros lugares venden su cuerpo por otras monedas ¡Así es la vida! ¿Quién sabe cómo será? ¿Y qué más da? Si la estructura de poder da lo mismo, si hay que buscar un culpable la culpa será de todos, y el rico más rico, preso del miedo, La histeria, y el poder convertido en atracción de feria.

Nuestra democracia es un frade, es obvio grises son las circunstancias, la vida puede ser maravillosa pero es rancia, sobredosis se descontrola todo el mundo está en sobredosis.
Guerra por aquellos que solón desean su poder mismo, consecuencias que todos desean tener por conseguir la victoria. Demostrando quien es el más fuerte. ¡El más fuerte sobrevive! Eso era todo y nada.

Farolas de pensamientos en batallas, nada es igual todo cambia, la guerra es el poder pero quien tiene el poder. Luchar seguir luchando por algo que solo sabemos cada quien lo que tendrá y se quiere apoderar.

Imágenes, imágenes solo eso eran pero representaban la verdad absoluta ¡Justicia! Quien no quiere justicia siempre el mundo quiere lo que es prohibido a la vez.
Moviendo el rostro de desaprobación ya que le recordó peleas y guerras y eso hizo que se alejara de esas pinturas las cuales solo eran expuestas sin ninguna justificación del por qué el mal o el bien.

El vampiro veía que todos ignoraban lo más importante de este lugar, todos se iban con artes estúpidos a la vez ya que ni un valor tenían pero la sociedad estaba perdiendo el valor de donde provenían y de la historia que es una bella forma de saber para todos conforme el tiempo pasa. Y lo mas maravilloso saber que siempre serás tu la historia.

por **Valentin Zukovski** Dom Oct 23, 2011 4:29 pm

¿Este es nuestro mundo es realidad o fantasía? ¿Es un sueño o una ficción? ¿O simplemente fue una idea surgió de sus mentes?. Es tan difícil saber si aquello plasmado en el lienzo, lo estaremos viviendo o simplemente era a imaginación del artista, algunos cuadros mostraban nuestro pasado, nuestras raíces, aquellas cosas que dejamos atrás y que aparentemente no importan más, simples trazos se alzaban pero con gran talento y hermosura los pintaban, ¿eran aquellos recuerdos de sus antepasados o de sí mismos que ilustraban? otros, en cambio miraban hacia el futuro, hacían trazos magníficos y experimentales de lo que podría ser nuestra sociedad mas allá de lo que era hoy, daban paso a premoniciones subyugantes, a expresiones subliminales de lo que la sociedad podría llegar a ser.

Guerras, enfermedades, catástrofes, en algunas pinturas se plasmaba solamente la idea de que el ser humano, era el animal más terrible del planeta, así es, para él solamente “eran” –porque se incluía- animales de la peor calaña, animales que podrían matar sin verdadero motivo a otro de su misma especie, eran repugnante, lo sabía, pero era lo que eran, porque era así. No sabía si un pequeño milagro los salvaría, pero lo que había vivido y visto-Que admitía que era muy poco- era que había muchos matices y que no se podría decir a ciencia cierta quien era malo y bueno en esta vida.

La oscuridad había sido catalogada como algo malo, oscuro y tenebroso, pero no era obligatorio que aquello fuera así, la oscuridad era mal vista, porque era incomprendida, la gente no sabía tratar con ella, por eso veía como las personas miraban con terror e ignorancias las más hermosas imágenes de demonios alzándose contra damiselas, quienes se desmallaban ante la presencia de lo malvado.

Rio hacia sus adentros, detallando con unos ojos fugaces pero bien precavidos, todo lo que había colgado en las paredes. Auguste, Rose-Adélaide, Jean Baptist, entre otros pintores franceses e internacionales, daban a conocer la belleza intangible y perdurable de parís, adoraba todo aquello, pues sin quererlo parís se había vuelto su amante llena de pasión y deseos. Una voz dulce y juvenil lo sacode sus pensamientos

-Oh! Conde Valentín Ha venido!!- dejo salir una carcajada la joven acompañada por un señor de mediana edad.-Me alegra que haya podido asistir ¿hay algún cuadro que le guste?-

-Aun no Madame…- respondió con amabilidad al mismo tiempo que besaba con suma elegancia su mano-Seguiré en mi búsqueda y enseguida le diré cual me llevare- aquellas palabras fueron dulces y llenas de cortesía, tanto que la joven parisina no pudo evitar sonrojarse.

El joven vestía elegante, un chaleco color chocolate con bordados dorados, con su pantalón crema ajustado al cuerpo y unos zapatos con hebillas doradas, todo eso cubierto por una hermosa y fina chaqueta roja que caía grácilmente sobre su cuerpo, se movía con lentitud pero elegancia, detallaba los cuadros rápidamente para abordar otro con la misma prisa, no parecía muy interesado en los cuatros, pero no dejaba ver su incomodidad tan fácilmente, pocos le dejaban asombrados y con una chispa en sus ojos.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Nov 08, 2011 1:31 pm

Todo se convirtió en un recorrido fascinante, después de ver las pinturas de guerra, de la historia y saber que nadie la cambiara y lo esplendido de que eres parte de la historia donde todos podrán hablar de ti y no se den cuenta de que aun existen. Los armamentos, los hombres que arriesgaban la vida por los demás. Eso era acaso ¡Bondad! Si que era una conmoción oírle pero ¡JA! Nada de esto me hace doblegar este carácter donde jamás cambiara y jamás pasara. Hey ¡Alto! La vista se concentro en aquella pintura donde se podía distinguir una posición entre el cielo y el infierno provocando ambos mundos ¡Perfecto! Su rostro se penetro en ella que sintió como si hubiese desaparecido de ahí y solo estuviera adentro del cuadro. Veía los rostros de la audiencia que pasaban y admiraban el cuadro, miradas de desconcertó, de magia se podía distinguir en las pupilas brillando alrededor de esos enormes colores sin iguales. Un rostro de una mujer y de un hombre a la vez ¿Qué era realmente? No se podía distinguir, ese era el motivo de la pintura dar ese enfoque un poco dudoso. Cruzado con la bestia, el fuego ardía a su alrededor, la tristeza se veía, me sentía totalmente y revocablemente triste al verle. El nombrado del cuadro te impactaba que parecía ser solo algo irreal al verle. Siempre la forma de la pasión se veía en el artista que lo había pintado y quien más que el divino y demente “Dercoff” Se gano mi sentimiento. Al fin he dejado liberar tal emoción que solo el sabría de ellos. Supo con tal precisión lo que despertaría en mí.

¡Maldición!.-musito ya que a oídos humanos no se oiría nada, solo era una palabra olvidada en cuanto al sonido, un movimiento incapturable, y ahí una miserable lagrima broto de su ojo derecho, el mundo podría cubrirse de sombras pero ahora veía una luz extremadamente bella, maravillados por la transmisión de esa pintura, cada parte tan solo mínima que fuera provocaba tal sentimiento, ese rostro de rocas vacías, no tenía nada de expresión solo sus ojos le delataban. Un mundo cubierto de sombras donde las luces destellan en los cielos y ellos dos demostrándose como solo uno mismo. Que no importa si eres un animal, en el otro lado tienes lo contrario. Como el ángel y el demonio juegan sin saber que les espera. Ambos están unidos y mueren por ser descubiertos, las manos que se aparecen entre ellos es la justicia que les dieron. Han sido sentenciados en el olvido.

Sin darse cuenta esa pintura fue un esplendido momento donde ya tenía demasiados alrededor de ella, olía a humedad y salado ¡Lagrimas! Eran más de miles de lagrimas, corazones débilmente danzaban para dar esa esplendida bebida “Sangre” que recorría con tal excitación, los cuerpos inertes… Pero algo cambio como si nada hubiese pasado, el mundo se alejo de ahí. No querían que les vieran esa parte de su estado. No quería demostrar tal satisfacción que le han dejado solo, por unos instantes siguió contemplando la pintura y decidió acercarse a la mujer donde interrumpió cierta conversación y no le importo. –Bonjour. Le inclino el rostro llevando su mano para alzar el sombrero que llevaba y retomo la postura de inmediato. Me llevo la pintura de “El tercer mundo”… Le termino de decir que su voz era tan seductora que era imposible de negarlo, su indiferencia en que le hablaba no tenía la necesidad de ser expresivo.

Desvió la mirada por la forma que la mujer le observo. Sabía que había interrumpido pero a quien le importa. Sus ojos se reflejaron al joven a simple vista, por sus fachadas y la vestimenta fina era algo de la alta sociedad. ¿Un príncipe? o podría ser ¿Un rey? Qué más daba el era el único duque de las tinieblas y eso le bastaba. – Interrumpo.-El sarcasmo en sus palabras y la mirada tan angelical de un solitario transmitía al joven.

por **Valentin Zukovski** Lun Nov 14, 2011 4:59 pm

Sonría, asintió, reía, se sentía como una marioneta haciendo lo que debía hacer para contentar al público presente, había dos personas más alrededor de la joven, parecían interesados en que la hermosa joven siguiera saludando importantes monarcas y excelencias, pero estaban temerosos de que al mismo Valentín le molestara eso.

-Yo mismo la llamare cuando…- giro su rostro hasta encontrarse con un hombre de cabellos largos quien interrumpía descaradamente la conversación, los dos hombres estaban a punto de revirar pero rápidamente el Conde los detuvo con un gesto serio y tranquilo, dio un paso hacia atrás mostrando caballerosidad.

La vendedora se sonrojo avergonzada ante ello, estaba a punto de tartamudear para que el conde se quedara ¿Qué haría? Tenía que atender a un cliente, pero él era importante, no podía dejar su conversación a medias. Con un gesto tranquilo le señalo a la joven que se encargara primero del joven, ella asintió muerta de la vergüenza mientras los otros dos hombres hervían de rabia.

-Tercer… Tercer cielo… claro, claro- dijo dudosa la joven mientras se inclinaba ante el hombre-uno de mis asistentes lo preparara para usted- sonrió ya mas clamada.

-No interrumpe nada- dijo de forma tranquila. ¿Acaso esperaba que comenzara un berrinche por eso? Eso le molesto más que la misma acción. Este hombre de mirada angelical y voz sarcástica se iba a llevar más de un tropezón con él, Valentín no era cualquier noble, era muy tranquilo y mostraba mucha humanidad en todo lugar lo que estaba, tal vez por eso era querido en muchos lugares.-La Hermosa Madame debe atender a los compradores que ya han decido- bajo la mirada sonriendo débilmente –como vera aun no lo hecho-.

-¡Excelencia!- dijo casi gimoteando la joven –debe comprarme al menos una obra, si no… no lo querré mas- la joven hizo un puchero haciendo que saliera del conde una tierna sonrisa.

-Muy bien… pero necesito ayuda- dijo haciendo una leve reverencia a la joven con la cabeza, miro al hombre a su lado sonriéndole de forma traviesa-¿desea ayudarme?-

por **Nicolás D' Lenfent** Jue Dic 29, 2011 2:29 pm

Ni el dinero puede compara la pasion
¿Sera o no sera? Un conde que no vale nada
Ni por su belleza puede hacer cosas bellas
¡Cprtarle la cabeza para burlarse de ella!
¡Morir, morir, deseos de matar!
Nicolas D' Lenfent

Miraba a la joven con desespero, porque tenía que tartamudear cuando le dirigía la palabra. No tenía que demostrar la joven la teoría de los tontos humanos, ahora ella se ponía de ejemplo que ironía. Burla, humillación y descaro le regalaban sus propis ojos, la opacidad de las demás caras a su alrededor, pues el rostro más bello era visto por el arte de las pinturas, esculpido por miradas que ignoraba el demente vampiro. Tras ver el espectáculo de la interrupción y demás ¡Blablá! Nada importaba aquí más que lo que deseaba el vampiro. Nada era hermoso para que atrajera su atención solo esperaba el pedido para poder marcharse a otra sala y admirar un poco más de la belleza de las pinturas que se han diseñado exclusivamente para él.

Desviando la mirada, ya que percibió un movimiento que no le gusto, ¿Quién eran ellos? ¿Quién es él? Se pregunto pero por la fachada era un joven muy importante, no le dio curiosidad y solo le dedico una sonrisa seca, no tenía ganas de asesinar a alguien o al menos mostrar la bestia que era. Burlas y más burlas ya estaba demostrando la bestia que era, ¡Porque! Porque fingir algo que no es, siempre la misma interrogativa y mas descaro. –Tengo prisa si no le molesta-le dio la espalda mientras caminaba alado del indiferente joven. – ¿Acaso usted aun no se decide?-se detuvo a su lado, que mas daba la provocación, pues todo era como siempre.

Una respuesta tonta para alguien como él si es que era importante aunque sus ojos no le engañaban o al menos esa noche no tenían el porqué hacerlo. ¡Excelencia! Se felicito a sí mismo, así que los tratos, los buenos cuidados hacia él era por esa razón. ¡Vaya! ¿Ahora que pasara? Querrá que el vampiro se postre ante él, que le atienda de igual forma que lo hacen todos.

Abandono sus propios pensamientos porque nada obtendría, obtendría lo del principio indiferencia para el vampiro, para él no era nada.-Ha ofendido el arte…-giro el rostro hacia la mujer.-Aconsejar a un ¿Conde?-se le escapo el sarcasmo al mencionarlo-Que compre una obra por esa razón, por usted el valor del servicio es un fracaso.-Como justificarla, ¡Cortarle la cabeza! Eso era lo que se merecía por insultar de esa manera el arte, la magia que ella nunca vera por pensar de esa manera. Y creció más la ofensa al oír al que supuestamente debe de saber del arte. –No necesita nada de ayuda.-le miro fijamente aunque no tenía el porqué gastar sus palabras en algo que no daba importancia.-El que no sabe nada de arte nada debe comprar.-se acaricio la melena al ver que se había dejado caer unos cuantos cabellos un poco sensuales. – Porque comprar algo que no ve pasión, que no siente lo que los artistas querían demostrar ante nosotros.-burla seca-Para aquellos que si saben contemplarlo, desviando la mirada a la joven de nuevo-¿Ya está listo el pedido?...Su mente quedo con los colores y el abstracto margen del cuadro escogido por él y recordó que no hay mas arte que el.

por **Valentin Zukovski** Mar Ene 03, 2012 11:11 am

Negó sacudiendo su cabeza, cerro sus ojos, parecía descansar la vista o algo parecido, le miro a los ojos sonriendo casi con ironia, pero no, era una pura y sincera sonrisa, sin mentiras ni falsos propósitos, los que se mantenían a su lado parecían coléricos al ver la prepotencia del aquel hombre que sobre salía sin ningún problema, Valentín estaba harto de las murmuraciones a su oído, hablo en un ruso rápido y con un tono muy enojado le hizo una seña para que se retirarse de su vista.

-largaos cuerda de…- se mordió uno de sus labios mientras hablaba en francés con aquel acento ruso que lo delataba de ser un extranjero.

Se dio vuelta dejando al vampiro, dio unos pasos con sus acompañantes ordenándoles en su idioma que solamente le dejaran a su caballo, pero ellos insistieron que sería un carruaje, era más segura él se las arreglaría, dejo salir un bufido de desagrado, ellos sabría lo que vendría después, el conde había planteado su decisión, le dio una mirada con su ceño entre fruncido mientras se volteaba hacia el hombre quien discutía con la dama.

-Tiene razón- cruzo sus brazos entre su, dejando ver una sonrisa satisfecho-pero se equivoca en algo, señor- le miro ladeando su cabeza detallando aquella mascara que era su rostro.

Con una gentil sonrisa despidió a la joven, quien comenzaba a incomodarse, esta miro al hombre quien le hablaba con aquella voz potente y sin dejar lo sensual a un lado, ella asintió haciendo una seña con la mano indicando en donde estaba ya el cuadro guardado, uno de sus ayudantes le había traído el cuadro cuadrado en un cilindro con tapa senada con su insignia de calidad, el ayudante le entrego el cuadro al hombre y este con una reverencia se retiro.

Valentín rio suavemente mientras miraba a la gente ver los cuadros con concentración y determinación para tratar de entenderlos-Mis disculpas- dijo al fin después de un rato-Entiendo lo que quieren decir, lo que expresan con cada pincel, pero no amo esto, las pinturas parisinas son tan…- no puedo encontrar la palabra, de detuvo un momento mirando hacia un punto sin motivo – no hay un artista que capte la belleza de lo que en realidad me enamoro, la ciudad, cuando hagan eso, no le pediré ayuda a un parisino como usted-

Le miro un tanto irritado, era increíble que el tono del conde comenzara a oírse áspero y tosco-Un parisino es un parisino hasta después de la muerte- sonrió de una manera cortes mientras se fijaba en los hermosos ojos de su ¿compañero? ¿Contrincante? ¿Debatiente? Eso solamente la noche lo diría.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Mar 13, 2012 4:40 pm

Miradas descaradas era lo único que podría obtener de este malcriado arcángel que ha retado al mundo entero por sus deseos. Ahora él era un nuevo deseo, su mente ansiosa de torturarle, hacer que se tragara sus propias palabras con agonía que él sentía cuando le veían sus ojos. ¡Nadie! Nadie podía verle, detestaba que lo hicieran y el color se ha cambiado, carmesí, color de la muerte se presenciaba. Todo era sádico cuando le veía de nuevo. Sediento de dolor, dolor que obtendrá de él y solo para eso servirá.

¡Sonrisa! Que se borrara de su rostro en cuento vea el infierno de sus manos, sin hablar, arto de que alguien como él, le hiciera revelar el sonido de su voz, el aliento que tiene al hablar sin mover sus deseosos labios, palabras hermosas convertidas en sueños, solo sueños pero nada le atraía de el mas que la postura que tenia. Valla joven que por su cuenta pedirá que le deje vivir. En cambio de sus palabras este arcángel solo le daba miradas, mas miradas descaradas con esa seducción que no le abandona.

Interior maldito y malvado por burlarse de él, valla conde ¿Si a eso se le podía decir conde? Conde es el arcángel abandonando sus alas rotas para ser un mediocre coronado. No tenia pasión al pensarlo, que pérdida de tiempo se había convertido esto. Un momento mas y el encantador arcángel se habría largado de ahí de inmediato, pero algo le detuvo fue su maravilloso cuadro. Cogiéndolo descaradamente le hizo una reverencia al doblez de la mujer. Dirigiendo la mirada hacia el insignificante humano que veía. Pero todo era insignificante en ese lugar si se trataba de personas, no había alguna que llegara a su nivel por esa razón no era merecedor de seguirle hablando. Aunque aun sus deseos no eran muertos le cogería para mostrarle lo que es el verdadero arte de la muerte que es lo único que le enamorara porque así quiere que sea. Jugando contra el diablo por llevar a este humano a conocer la muerte en estos ojos. ¿Qué más podría pasar? Que el diablo le quite su existencia, ya nada tiene, nada le detiene más que el mismo.

La ira comenzó a quemarle su interior, eso era excitante que solo lo disfrutaba, no importaba que tanto hablara o le digiera esas indefensas palabras que no tenían sentido alguno para él. Al contrario era una burla entera saber un vocabulario tan vulgar para ser superior, para él no existía realeza ni clases sociales, para él era lo mismo, insignificantes humanos, humanos que solo le sirven para alimentarle eso era lo único para lo que servían. Servirle siendo el dueño de sus sangres. –Ni el rey puede herirme con sus inapropiadas palabras, ¿crees que tu lo harías?- Le susurraba sarcásticamente encontrándose frente a él, nadie pudo leer ese movimiento que al final cuando se detuvo al decirle, su presencia se había revelado. –Un Conde te dices llamar-un paso hacia atrás donde sus ojos se posaron a los suyos, penetrando a él para ordenarle que se inclinara ante este vampiro, disfrutándolo como nunca. Porque nunca se gano su reverencia, además que tenia de realeza esta cosa de humano-Siendo un Conde te falta mucho, aunque no vale la pena si se trata de un insulto para tu país. Eso es lo que eres. No eres nada aquí, ni para mí- y a una cierta distancia que su cabeza se inclinara le dio una patada en su rostro que lo aventó hacia la pared sin utilizar toda la fuerza pues lo quería vivo. Dejando su habilidad un rato para admirar su magnífica melodía que se escapo entre el desvanecimiento de la pared con un estallido sensual para el mismo. ¿Dónde estaban sus guardias? Todo había pasado en un solo instante que al sentir a sus escoltas llego hacia el humano donde le cogió del cuello y se lo llevo.

por **Valentin Zukovski** Vie Abr 13, 2012 1:19 pm

Aquel lugar proyectaba a las almas despobladas que con miradas soñolientas y cuerpos cansados se movían alrededor de ellos, parecían casi una ilusión, así es, una ilusión que aunque los tocaran se desvanecerían a su tacto y volverían a surgir. Eran todos los mismos personajes de las novelas que nacían en ese tiempo, pero en otra muerta con un poco de romanticismo y muerte. Conformaban el acto y la parábola que aquel extranjero con su singularidad elegancia vivía en un pequeño lugar lejos de su amado país, solo con nombrar aquella tierra que lo vio nacer, podría nombrar los días en los que fueron nombrados sus primeras palabras por la fiebre del otoño cercano. Los solitarios ojos de la dama, se miraban tristes, parecía un azul de enero que ahora era un riachuelo perdido, ante todo aquello, ante todo el mundo aquel guapo hombre sufría una metamorfosis que solo ante los ojos del ruso podría reflejarse.

En lo más profundo de su ser comenzaron a salir mitos a la orilla de su conciencia, aquella noche, ante sus ojos se abría algo mucho más profundo que los canales de Venecia que por donde las góndolas con amantes ardientes se paseaban toda la noche. Sus pasos resonaron en su cabeza, solamente el podría sentir una estela de carcajadas que le producían un dolor cortante en su cabeza y el arte de aquella magia comenzó a surgir efecto. El Conde había caído embelesado, el telón para los demás espectadores y personajes se había caído y él era el único que caía a los pies de aquel ser con más poder. ¡oh! ¡Qué glorioso debía sentirse aquel demonio vestido de finas ropas! Humillaba de forma exitosa a alguien que no podría hacer nada, porque solamente era otro humano mas, otro arcángel que se postraba a los pies de un dios más grande y así se deslizo el poder de aquel ser obligando al joven inclinarse ante él, todo el público presente murmuraba sin saber qué hacer.

Así se deslizaba el tiempo, el calendario buscaba saltar del día anterior al siguiente, pero nadie le permitiría eso, aun no era tiempo de amanecer. Se encontraba ante los pies de algo más poderoso que un impresionista francés, era algo mucho más poderoso, esto no era humano. ¿Enemigo? Quien sabe… no se sentía derrotado pero su vulnerable, cuando levanto su cabeza, tal vez porque él lo ordenaba o tal vez el deseaba ver aquel hermoso rostro, pero no pudo hacerlo, algo lo tiro hacia el otro lado y un sonido sordo lo aturdió por segundos, en su rostro pálido pronto se asomo el dolor que en su cuerpo se sentía, pero no podía renunciar, debía levantarse aunque su cuerpo gritara de dolor. Con su pierna se apoyo para poder su cuerpo alzar, algo aturdido y tambaleando se reincorporo, estaba un poco mal herido y su vista quizás veía la oscuridad de un gran abismo que se le presentaba ante sus ojos.

Palabras… murmullos… siseos… comenzaban a inundar su mente, temía colapsar en ese lugar, podía oír a la gente mirándolo ansiosa de cual represaría abriría con el insolente que lo había osado enfrentar, pero se veía que no lo conocían, esa acción no era la apropiada para él y su forma de ser, lo que le exigía su corazón era algo diferente a lo que podía escuchar en los murmullos de la gente. Ya estaba harto deseaba que el silencio reinara, suspiro con cierta dificultad, sus pulmones estaban adoloridos, pero eso no quiso decir que no en su rostro se demostrara aquel punzante dolor, sonrió con elegancia y alegría haciendo que todos quedaran como estatuas en aquel mismo lugar, su rostro no se llenaría de tristeza, ni de rencor, mucho menos de dolor, mantendría su mentón en alto como se lo habían enseñado hace mucho tiempo. Rio un poco mientras acariciaba sus cabellos alborotados-Mis disculpas he de ofrecerle- dijo en voz alta mientas-¿Qué piensa que hare?- ladeo su rostro mientras daba algunos pasos hacia adelante. La gente no parecía entender lo que sucedía.

Pronto llegaron algunos de los guardias que estarían dispuestos a proteger al joven conde, pero este rápidamente se apresuro a detenerlos-Alejaos… No quiero que más nadie salga herido- les ordeno haciendo que se detuvieran en ese mismo lugar, su mirada se volvió hacia aquel hombre de gran belleza-¿Por qué perjudicar a alguien que defiende sus ideales?- murmuro para él. Parecía estar debatiendo con el mismo. Muchas personas se postraban ante sus pies, lo besaban con intensiones hipócritas, eso lo llenaba de tristeza, cuando se veía en un espejo sentía que poco a poco comenzaba a hacerse uno de ellos en vez de estar corrigiendo a los de su alrededor, se sentía errante en un parís lleno de corrupción política. En aquel momento se dio cuenta que comenzaba a convertirse en lo que más odiaba, así que aquel ser de belleza puro le había hecho abrir sus ojos, le estaba agradecido por eso-vivo por un país que está en mi corazón…- le indico con una sonrisa-debo agradecerle…- inclino su cabeza –y debo disculparme si ha mal interpretado mis palabras- no era un chico caprichoso que le gustaba pisotear a las personas, el no era así, pero comenzaba a volverse de esa manera. Tal vez dios o quizás era más probable que el mismísimo diablo lo hubiera mandado solamente para mortificarlo un poco mas antes de su muerte.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Jun 19, 2012 5:03 pm

¡Miserable, cree que dios existe, cree que soy un dios! Maldita sean sus palabras, sigue inclinándose de cómo se debe mostrar el respeto. No importa que fuese solo una mentira, solo deseo que vea que no me importa quienes son…Todos son nada, solo son piezas del tablero destrozado ¿Qué pieza soy? Ninguna solo soy el que las mueve, el que sabe cómo se desempeña cada una, qué valor merecen para hacer la jugada. Y este insignificante humano era solo el caballo del pueblo. La gente lo admira, respeta y es una estatua a quien apreciar, pero, el es lo que es por la gente, por su pueblo ¿Sera cierto? Solo son piezas que se mueven mutuamente, fingiendo prosperar una vida llena de paz, dirigir creyendo que hace el bien… ¡Ja! Llego la vida eterna y todo cambio. Qué ironía de las ironías, no sentía placer por este momento, solo era la rabia, ese desdén que siempre he creado por las creencias. Por la fachadas de estos designios de mentiras.

Maldigo el momento en que el mundo se tallo de repulsivas representaciones, ilusiones o quizás burlas que el mundo muestra a estos seres que no saben lo que desean en verdad. Porque seguir aquí, solo hay que dejar que se devoren con su propia fe, que se humillen ellos mismos, desgracien la maldita humanidad más de lo que hacen, y que esplendido es ver cómo se burlan unos a otros a escondidas. “Si pudiera escuchar las criticas de su gobierno, un insecto es como le ven que esta tranquilo mientras permanezca en la supervivencia” Sonrisas descaradas, las mías son las más sinceras alrededor de esta jaulia. ¿Por qué besar sus manos, sus pies, su frente? ¿Quién era él? Que dilema más repugnante, en este círculo solo se muestra “Da para que te den algo a cambio” Cumplir leyes, normas que solo las imputen con sus palabras, labia era lo único que alimentaban las mentes ajenas, mentes indiferentes a la propia razón.

¡Ahora el ave habla de razón cuando el ave la ha perdido! Contradiciéndome, deja que solo se haga la burla, deja aquel mundo donde no perteneces. “Muéstrale la elegancia de unos ojos rabiosos, de un mentón en alto como una vil bestia que solo muestra lo que es sin engaños, deja fluir palabras que le hagan tormento” Porque aparentar ante todos una cortesía, una descarada disculpa. ¡Ah! Dejar de hacer tonterías, en verdad mostrare lo que es. –Que sabe de mis ideales, no se atreva a hablar de esa manera-Negó con el rostro, sus manos deseaban sacarle el corazón, despedazarlo en mil pedazos y dárselos a los animales que ahora mismo estaban hambrientos. -Siempre será lo que odia, no puede cambiar algo que lleva en la sangre, solo es una mentira mas de tantas-musito mirándole fijamente a sus ojos…Podía escuchar las voces de hipocresía, burlas además de sorpresa tras estos ojos, esta belleza que se descubría conforme mas permanecía ahí.

Una de las cosas que más le enfadaban era hablar, dejar sus palabras al aire libre que siguió tras este, sin importarle quien estará, con quien viniese o al menos esos que se dicen ser guardaespaldas ¿Quién podría detener a un vampiro? Sonrió quería probar si en verdad este se conservaba como muestra ser. Dejando una aurora de ilusión, que solo era un cuadro donde todos dirigían las miradas mientras este se dirigía a el-Vamos a dar un paseo-le susurro permaneciendo alado de él, mientras su mano se deslizo de la cintura para jalarle y salir de esa sección para llevarlo a un lugar lejano donde nadie pudiera interrumpir.

“El mundo está cayendo, la tragedia solo es la cultura de esta vida, todo tiene que caer mientras exista la eternidad” -Un rey ha manchado el estatus, la ímpetu de los que solo se creen divinos de poder-Le decía con sarcasmo, su voz sedienta de gruñidos, azotándolo contra la pared donde todo era oscuro y solo el viento era testigo de aquel suceso-Dígame, ¿qué hará? Cuando todos caigan, cuando solo vea una guerra sin fin por la vida, por su fe que dice tener, dígame, ¿Qué hará? Cuando todos vallan al camino de la corrupción, cuando no haya salida y todo se haga un caos… ¿Se unirá a ellos, o, su fe va mas allá de todo y seguirá con su ideología?...-su mano formo el puño que hizo pegar alado de su rostro, en la pared con demasiado coraje…-¿Cree poder coexistir en un mundo diferente?-sus labios se dirigían al cuello.-Como lo hará si su vida dependiera de mis manos?...Seguiría con la frente en alto, moriría siendo el refinado humano que murió por creer que hacia un bien…Pensar que no caería ante mis palabras….

por **Valentin Zukovski** Jue Jun 28, 2012 10:12 pm

Las palabras de aquel ser extraño lo embriagaban, lo llevaban a un lugar extraño que no había conocido nunca, no sabía cómo podría moverse, estaba totalmente aturdido, aquel hombre lo envolvía en una singular curiosidad que comenzaba a llevarlo como vaca al matadero. Estaba siendo jalado hacia fuera, lejos de la seguridad de las personas, aunque con este ser no sabía si en realidad estaba seguro del todo.

Las palabras comenzaban a aflorar de sus labios, aquel sonido lo hizo reaccionar de aquel extraño trance que había caído por unos segundos. Había sido azotado hacia una pared, realizo un gesto de dolor mientras buscaba recuperarse, pero el agarre de aquel hombre era demasiado para el –déjeme ir…- susurro, no como suplica ni orden, pero si era para él una necesidad de sentirse libre, de no ser opresado por aquel ser. Alzo su mirada, la oscuridad no le permitía ver bien el rostro de aquel hombre, pero con la poca luz que llegaba del interior pudo divisar sus ojos, frunció el ceño al notar aquella cercanía, no le gustaba para nada. Dejo que siguiera hablando mientras el apenas escuchaba, cuando noto el golpe cerró los ojos, espero que fuera en su rostro, pero apenas reacciono cuando sintió un poco de polvo en su rostro. -¿Qué cree que hace?- pregunto notando la cercanía de sus labios en su cuello. ¿Acaso era un depravado?.

Las últimas palabras lo congelaron ¿su vida dependía de el? Eso era imposible, busco con la mirada alguna persona al su alrededor, pero apenas el silencio era lo que se encontraba junto a ellos, dejo salir un jadeo al momento de que sus manos se posaban en el pecho de aquel hombre y bajaba su mirada. Era inútil buscar alejarlo de él, era como estar buscando empujar una piedra del doble de su tamaño-¿Qué desea que le diga?- pregunto frustrado por aquella sensación de opresión, su pecho estaba prieto, no podía respirar bien, sentía la respiración en su cuello, el no latir de su corazón en sus manos, pero aquello aun no lo había percibido del todo ya que con sus propios latidos sus oídos quedaban totalmente saturados-Mis ideales para usted son basura, de todos modos, diga lo que diga deseara matarme…- alzo su mirada. La mantuvo de forma retadora -¿Qué es un Rey sin pueblo? Nada… absolutamente nada, la masa es estúpida, por eso necesita una persona que los guie… ¿a quién me uniría? a ningún reinado ni dinastía corrupta, seguiría con el pueblo que es el que me da poder y el que mantiene mi fe… - dijo confiado respondiendo a las interrogantes puestas en su corazón antes – yo no estoy en este lugar por mi egoísmo, estoy aquí por mi pueblo, aquello de ser elegidos por lo divino es pura falsedad; si pensaba que era un devoto a la iglesia está equivocado. Nosotros estamos en el poder porque el pueblo lo desea y los únicos que tienen el “poder” para sacarnos es aquel mismo pueblo-

Claro está… como él había dicho, la masa era estúpida, se podía controlar fácilmente, un individuo liderándolos era su única salvación, pero también era traicionera si encontraban a alguien mejor que les prometía un buen vivir se irían con aquel que les diera nuevas y renovadas esperanzas, por eso ellos tenían el poder de sacarlos de su cargo, ya que, la mayoría siempre alzaba la voz más fuerte, el pueblo tenía más poder en ser escuchada y cuando se oprima, un país podría caer en la miseria. No sabía si aquel hombre entendería su forma de pensar, tampoco le importaba, ya estaba más tranquilo, se quedo mirando el pecho en donde debería estar en corazón. Nada estaba latiendo dentro de aquel ser, le quedo mirando después de volver su vista al pecho, su rostro palideció completamente –No está latiendo… su corazón... no late- tartamudeo. Sus piernas temblaron y su rostro palideció. ¿Qué clase de demonio era aquel hombre?

por **Nicolás D' Lenfent** Lun Ago 13, 2012 2:50 pm

Se ha transformado su perfume en una ira, sus palabras aumentan las cenizas que proclaman caer sobre sus labios y sellarlos para que se quemaran y jamás abriera su boca, ni mucho menos que produjera una mínima palabra, que su voz fuese negada a la libertad y solo permanezca con sus pensamientos hasta que muera. Insignificante humano que disuelve esta ira sobre su cuello, la presión sobre el aumento, mostrando que no deseaba seguirle escuchando, que gimiera, que se quejara, no valía la pena dejar que su aliento rozara con la misma piel blanquecina que un día se perdió entre la nieve- Que razón excitante tiene, de todos modos le matare, ninguna palabra vuestra es de valor…-Cuanto terror había en ese futuro para ese humano, cuando un juez esta sentenciándole, juzgándolo con toda severidad. Y esta vez su lengua era la que marcaba tal sentencia sobre el cuello de ese humano que apenas se da cuenta que carece de sangre que bombardee un corazón.

Sigue buscando un corazón que jamás se hallara en ese féretro que permanece vivo en este mundo, mientras el busca el vampiro reluce los colmillos blancos, tan blancos que el brillo de ellos se marcaron en la piel humana donde fueron clavados sobre su cuello con fuerza, bebiendo de su sangre, la ira que tenia hacían que fuera dulce este manjar.

Ahora siente como la trompeta derrama una nota por esos sepulcros de su reino, reuniendo a los hombres ante el trono, girando con el entre sus brazos, el beso le ha dado y todo parece ser alucinación. Ya que la muerte y la naturaleza se asombran, el vampiro representa esa muerte y la naturaleza ese humano que su sangre le ofrece placer, que enciende las puertas de su cuerpo, resurgiendo la criatura maligna que es, el mismo demonio que se alimenta de sangre dulce para amargarla, pero sus manos se sujetan de él, buscan acariciarlo, quiere ver el mundo completo con el, y los ojos teñidos de rojo como un precioso rubí, la piel misma parece tomar vida y el pecho que arde con su tacto, entonces cuando siente, sabe que este es su castigo, castigarlo por sus propias palabras, ocultarlo entre la oscuridad para que tema estar entre este cuerpo que solo permanece atado a de el…

Como un mucamo se volvió, aquí su corona se perdió, escucho el llanto del demonio que aclamo su cáliz donde la esperanza le ofreció con esas venas que resaltan para morder. –No son dignas las plegarias, mas tu eres bueno y con tu bondad actuaras para que no te consuma en el fuego eterno…-musito besando sus labios con la sangre que emanaba su boca, acorralándolo mas contra la pared, insinuándose a él con tanto erotismo...-Ruega, suplica y de rodillas que te lleve entre pecado por solo una vez, que el corazón oprimido que jamás encontraste, casi hecho en cenizas lata solo esta noche sobre tu cuerpo…-los besos se hacían profundos, confundiéndolo como un difamador que arroja las voraces llamas, haciendo convocar la maldad sobre su cuerpo, la firmeza de su miembro comenzaba a acariciarlo y una mano se deslizo por los bajos, para adentrarse sobre su pantalón donde apretujo el miembro ajeno para masajearlo.-De lagrimas será este día, en que resucite el polvo del olvido, ya que a un conde he de hacer mio…-Señales de lujuria, señales que solo muestran la locura de beber sangre, todo gira y no termina de girar, anhela un cuerpo, una vida, un mucamo que gima mientras se alimenta

por **Valentin Zukovski** Dom Oct 07, 2012 3:29 pm

Deseaba escapar, pero sus piernas no reaccionaban, sentía que todo su cuerpo estaba entrando en una especie de Shock que lo dejaba paralizado, entrecerró sus ojos dejando salir un leve jadeo. Tal vez era imaginación suya, pero tuvo la sensación de que estaba saliendo de un cuerpo hecho de piedra, tenía la sensación de que podía ver su cuerpo junto al de ese hombre que comenzaba a opresarle de tal forma que lo angustiaba, una angustia que no había tenido precedentes en el… ¿Estaba bromeando? No sabía que sucedía, parecía un torpe amante buscando la parte a en donde su amante se derretía, pero en esos momentos no estaba buscando una zona erógena para estimular. En aquella fría oscuridad que le rodeaba, el calor más cercano, mas cálido y esperado sería el de la soledad, pero debía enfrentar a verdad, no estaba solo y aquel ser que no era humano lo acompañaba llenándolo de tanto miedo que su cuerpo se había trasformado prácticamente en piedra.

Una ola fría se apodero de su cuerpo, sus piernas temblaron, tuvo que sujetarse de la camisa de aquella bestia para no caer al piso, aquella bestia lo sujetaba como muñeco de trapo que en ese momento era, el cuerpo de Valentín se sentía entumecido, prácticamente le estaba absorbiendo la vitalidad a pasos agigantados. Sus labios entre abiertos parecían balbucear algo sin sentido mientras su piel comenzaba a tomar un tono más pálido de lo normal. No recordaba en donde estaba, pero como un balde de agua fría los labios junto a los suyos fueron como un ancla para volverlo a la realidad, abrió los ojos como ciervo temeroso de su cazador –Ah…- gimió suavemente al sentir la pared en su espalda. Busco mirarle a los ojos, pero aquella mirada teñida de carmesí y a la misma vez de erotismo no la pudo soportar, bajo la mirada rápidamente buscando refugio en aquel pecho frio y latente que tenía el hombre.

Nunca se había sentido una persona poderosa y altanera, sabía que no era muy fuerte y aunque le gustaba ayudar a las personas, no tenía mucho de valiente. ¿Qué estaba diciendo? Definitivamente aquel ser estaba loco, se sentía como un dios que no era, un ser invencible, tal vez, de alguna forma lo era, pero su altanería era mucho mayor que su poder. Lo había obligado a embriagarse entre los besos saber metálico que no lo dejaban respirar, mareándolo, debilitándolo y hasta excitándolo. Busco retirar aquella mano que se escapaba lugares desconocidos y a la vez muy conocidos por el -¿Qué rayos pretende hacerme?- pregunto jadeante mientras sus dos manos buscaban apartar aquella serpiente que se escapaba como experta en sus actosDesgraciado… ¿Acaso piensas que una violación significara algo?- dijo mirándole con una ola de ira que en sus ojos invadía-Quieres que llore, que ruegue, que sea tuyo antes de que me des muerte- quería apartarlo de el, quería alejarse de aquel lugar. Todo aquello comenzaba a deprimirlo, sentía que las lagrimas podrían salir, pero no debía mal interpretar las cosas, no era miedo por morir, era simplemente ¿Tristeza naciente? Una tristeza que no tenía motivos, tal vez era pena ajena de ver aquel ser solitario en busca de algo que nunca obtendrá.

Aunque dirá muerta a miles de hombres y mujeres, aunque pudiera saciarse de la sangre que necesitara para sobrevivir… ¿en realidad que era lo que buscando estaba? En lo más profundo de su alma aquella situación no era, porque carecía de todo excepto de lujuria común y primitiva que obligaba a las creaturas moverse en busca de diversión sexual. -¿Por qué esperar tanto?- pregunto de forma suave –Mátame de una vez y búscate un cortesano que te hago eso favores- el coraje le llegaba de donde no sabía que provenía, pero aun así sabia que esta noche su futuro y su suerte eran inciertas…

por **Nicolás D' Lenfent** Vie Nov 16, 2012 7:36 pm

Permaneciendo ocultos, bajo las sombras de una oscuridad, sin imágenes que se puedan diferencias más que resonancias mezcladas como el de un corazón que tristemente late, quejidos desprendidos con rabia y una divinidad mínima de goce, de palabras que aun fuesen prohibidas se dejaban brotar una por una.

Pero hermosas y maliciosas manos que seguían el recorrido entre la virilidad ajena, moviéndolo como si fuese un prohibido segmento, presión y roces de malicia proseguían sin cesar, tomando ese templo fuerte e indiferente que se figuraba. “Tomarlo no es esperar que el otro lo desee mas sin embargo es esperar que el risco se destruya al final de un tormento” Idealizaban sus labios que aun sentían la presencia de los ajenos, una sensación demasiado amarga, pareciendo que fueron sus propios labios los que había besado y esa linfa transformaba todo en dulzón, rozándolo solo un instante porque como una oleada se alejaba.

Siendo tomado con disgusto de la camisa, le miraba, lucia como un niño indefenso, por instinto presentía la debilidad que reinaba en el rostro ajeno. “No bajes tu rostro, sigue con esa mirada firme y demuestra que eres más fuerte de lo que aparentas” Observándole, se veía un niño arrepentido de haber visto unas pupilas que descubren los deseos sin más ni menos era demasiado para él. Que solo con la ceja alzada permaneció, sin desprender su mano que complacida yacía en su virilidad, pero, tras sentir su piel en ella, su mano obtuvo roces que insinuaban una posesión, que eso era suyo y no se quitaría de ahí.- ¿Qué crees que pretendo?-Le respondió con molestia aumentando el masajeo, si sus palabras no decían su respuesta entonces esas manos serian las que relucirían tal verdad. – No, ni espero que signifique algo, solo la noche me lo ofreció y aquí estoy tomándolo...Sus labios buscaron de nuevo los ajenos para callarle, soltándole una mordía en el labio superior. -mmmm- los movimientos eran bruscos tratándose de un beso forzado. “Cállate, deja que esta sensación me embriague, que asesine lo dulce de esos labios y reine lo amargo, saborea mi frialdad y ahógate de ella”...Escuchaba palabras vacías, siendo el momento de callarlo de una vez. -Cállate, haz lo que se te plazca como yo lo hare.-El ritmo de ese masajeo se elevo, apareciendo una uña muy filosa que fue presionada en la extremidad de ese segmento tibio.-Para que desear cortesanos si el placer lo puede dar un conde.-musito con esa voz quemada por la excitación, tomando furia con su mano al agitarla, su lengua deseando ser partícipe que se libero lamiendo el cuello hasta deslizarse en la oreja…-¿Entonces que me ofrecerás? Golpes, palabras ofensivas o solo con indiferencia permanecerás indignado…-susurro, más que excitación era esa especie de anhelo por zacear cada locura que desprendía dejando que su maldita lengua fuera a contornear los labios hasta finalizarlo con un beso.

por **Valentin Zukovski** Lun Dic 31, 2012 1:54 pm

La oscuridad me ha dominado.
¿Qué hacer?
Esperar que solamente una pesadilla sea.

Muchas voces se acumulaban en su mente, estaba comenzando a sentir que sufriría un colapso mental si seguía escuchando aquellas voces que parecían susurrar algo, pero luego comenzaban a gritarle, a insultarlo hasta que ellas mismas perdían la voz gracias a que sus cuerdas vocales se habían inflamado. El sabia, el sabia que todo aquello que escuchaba solamente eran imaginaciones suyas, se sentía como un niño que si hablaba de alguna cosa que había visto gracias a su imaginación, comenzarían a reprenderlo por ser muy “Creativo” –ahgg…- sus labios no habían podido retener mas aquel gemido, aquel quejido que mezclaba el placer y la vergüenza de sentir aquella lujuria recia que comenzaba a invadir su cuerpo. Era como un fuego que buscaban encender y que poco a poco lograba que se expanda por otros lugares

Que vacías eran sus palabras, pensó Valentín mientras sentía como un velo de sudor cubría su cuerpo, su frente y hasta las partes de su pierna que temblaban como gelatinas. Algunos mechones comenzaron a pegársele a su frente pastosa por el sudor, pero al conde no le interesaba aquello, ya solamente era “algo” que se había puesto en el camino de aquel demonio y este disfrutaba la compañía de su cuerpo y nada más. Si esto era lo que la inmortalidad ofrecía a los más afortunados, se alegraba de ser humano, muy pronto moriría. Tal vez de viejo lo haría, podría ser que suerte no tuviera y joven sucumbiría a una enfermedad, bala perdida o tantas cosas que en su muerte se acumulaba.

Sus besos no mostraban ninguna emoción, solamente una excitación momentánea que se iría luego de la eyaculación, luego del orgasmo masculino, aquel orgasmo sucio que dejaba evidencia en el lugar encontrado. Suavizo mucho mas sus parpados, sintiendo como el mismo llegaba a este gracias a las manos insistentes de aquel hombre, aquel inmortal que ya de en vez de darle miedo, comenzaba a darle sincera lastima, por ser simplemente un ser que busca lo que no ha encontrado en cuerpos de desconocidos.

Debía admitir que le gustaba de cierta forma que no viera diferencia entre los extractos sociales, el tampoco lo veía, pero eso solamente era una estúpida escusa para ser como era y realizar lo que estaba realizando. Su gemido fue alto, no temió por esconderlo, rápidamente sintió en su vientre un poco de su caliente liquido que salía de su miembro que aun seguía presionado por las manos de su nuevo amante furtivo.

-Ja… patético ¿No crees?- comento notando como comenzaba a dormirse su sexo, debía descansar al menos unos segundos antes de otro asalto –Buscas lo que no puedes encontrar. Si eso es ser inmortal, me alegra que pronto tenga que morir, tal vez por mi vejez o a lo mejor muera mañana por una enfermedad- su cabeza cayó hacia atrás, se arreglo algunos cabellos mojados por el sudor, llevándoselos hacia atrás mientras una leve sonrisa aparecía en sus labios y sus ojos se volvían un poco mas cálidos. Ya no se percibía el miedo de hace unos segundos y las voces por fin se habían cayado, ahora podía pensar bien. Se atrevió a acariciar con su mano el rostro de aquel hombre para luego ladear el suyo –Ya no das miedo, ahora lo que me das es lastima- admitió para luego darle un pequeño beso en sus labios y sonreír levemente

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Feb 03, 2013 3:25 pm

“El erotismo es dar al cuerpo los prestigios de la mente”

La clave del sol comenzaba a relucir, pareciese tomar el calor ajeno, ardiendo se siente ese falo, esa voluptuosa piel la que se esconde tras esas prendas, la mano seguía masajeando cual demonio era, dominar ese falo como a de lugar, palpando de cierta forma esa deseosa rigidez y recorrer lentamente ese ecuménico placer que enrolaba un destino en este lugar, deseando seguir masajeándole toda la noche, hasta que la luz nocturna se desvanezca lentamente, si es posible permanecer en este lugar donde solo él y este endemoniado sean los únicos en el paraje, masturbándole como si de un dios con poder de su esencia parecía, anhelando manchar una sonrisa seca por el latente gemidos en sus labios…

Aclamando mas la esencia ajena, sentía su mano manchada y sin piedad no se detenía que continuaba, dejando que su mano le devorara todo por dentro…Di lo que quieras, no puedes saber nada solo por una noche…-lentamente disminuyo el ritmo de la mano que sin sacarla permaneció ahí….-¿Crees que buscaba esto?..-negando con burla que se desquitaba con aquel falo, donde su uña fue incrustada en la extremidad, presionándole con fuerzas.-No sabes lo que dices…-murmuro examinando cada gesto, cada movimiento ajeno, notando su transpiración, percibiendo el aroma que desprendía, un humor diferente y a la vez igual…

Sintiendo el roce en su rostro, mirándole con sequedad, sin alguna expresión que se notara, escuchándole que aquella palabra podía destruirle, sintiendo su beso que le dejo, dejándolo caer que parecía volver la miseria a el…

“Lastima, lastima es algo que jamás olvidare”

Observándole, aun nada cambiaba, seguía igual, a pesar de que su tétrica presencia reluciera jamás cambiaria aquello…-¿Por qué sentir lástima?....-Su voz tal cual cantico sensual era, ni un tono de tristeza deslumbro, solo dejo que su voz fuese la única que le acariciara aquel dolor que sentía…-¿Crees que buscaba complacerme de ti?...-negando con cierta risa seca, seca que podía ser de un horror disfrazado…-Estas muy equivocado, interpreta mis palabras y no esta obra que podrás haberme brindado un poco de placer al verte débil, al menos siempre un humano será débil ante su propio templo…-sacando un pañuelo del saco para limpiarse su mano con delicadeza…-Ni tu propia esencia pude lamer de mi palma…-embozando una media sonrisa de lado…-Como podrás notar he venido por mis cuadros no te creas demasiado que te he dich que, para mi eres igual…-tirándole el pañuelo, viendo como descendía con suavidad, dejando que el aire que desprendía le acariciara y se posara alado de su pierna…

-Dime porque lastima…..-Porque se dejaba atraer por sus palabras, haciendo la misma incognita, anhelando asesinar esa palabra con un golpe en sus labios, pero ni eso le hizo, solo permaneció parado mirándole con firmeza, mostrándole que el fuego se había encendido ocultando que por dentro estaba destrozado, miserablemente destrozado.

“Jamás pedí nada, mi mano deseo tocarte y solo de ello la noche se hizo triste por haber dejado que aquella palabra fuera descubierta como un rayo de sol que me mata”

por **Valentin Zukovski** Miér Abr 10, 2013 4:01 pm

¿El demonio había encontrado ardor en las palabras que aquel simple humano había susurrado al viento nocturno? Los tonos del cielo comenzaba a cambiar, ya se podía ver como el sol anunciaba su entrada, el cuerpo cansado de aquel hombre se había dejado llevar por las caricias del demonio que lo atrapo, ya no importaba mucho, solamente se relajaría, pues si era bien lo que él era pronto se iría con el nacimiento del astro rey. Pero lo único que recibía era la tortura, el castigo, que aquel ser quería darle después de que se hubiera corrido en sus manos. Solamente se quejo, distorsionando su rostro, mientras buscaba ocultarlo entre sus cabellos y extrañamente utilizar el propio cuerpo del contrario para llenar su rostro de oscuridad.

-Se que este momento es un juego del destino, un mal juego, estuve en el momento incorrecto, en el lugar inadecuado- se alzo de hombros mientras buscaba que su respiración de mantuviera regulada, -buscas diversión, buscas distracción porque no sabes qué hacer con tu vida- se sentía ahora más libre, pudo dar un suspiro de alivio mientras sentía como el cuerpo de aquel ser frio y sin latidos se alejaba de el, pero claro fueron solamente uno centímetro, aun aquel hombre estaba allí, miro el pañuelo sin mucha importancia mientras buscaba mantener la compostura, de no volverse loco.

No tenia mas nada que decir, la el día se estaba acercándose, su enemigo se había convertido en aliado de Valentín ¿para qué permanecer en ese lugar más tiempo? Se podía ver como la espalda comenzaba a ser quemada aunque llevara aquellos trajes tan elegantes. –Te he dicho mis razones, creo que las he explicado muy bien, no deberías buscar más razones para explicar tu existencia lastimera- indico él con odio en sus palabras. Si aquella confesión lo lastimaba aun más que los rayos de sol que atravesaban la noche, las tendría en cuenta, para inyectárselas como veneno de serpiente en su torrente. No se podría ver una expresión clara de aquel hombre, pero aun así Valentín lo intentaba, intentaba hacer sufrir a aquel hombre. Se acomodo su pantalón y su ropa algo arrugada trato de que estuviera en el lugar.

-No diré que fue un placer habernos topado, pues estaría mintiendo vilmente, la ironía ni el sarcasmo van conmigo- dijo comenzando a sentirse un poco afligido. Estaba consciente de que prácticamente había sido violado, pero como siempre, solamente lo escondería con una sonrisa amplia y cálida y seguiría con su vida, eso era lo que quedaba. Se atrevió a apartarse aun mas, saliendo de aquel acorralamiento, por unos momentos el sol aturdió sus ojos, pero poco a poco se acostumbro a su calidez –Espero no volver a vernos Monsieur…- le susurro mientras dejaba que el sol lo llenara de aquella dulce calidez que estaba matando lentamente al vampiro.

por **Nicolás D' Lenfent** Sáb Mayo 11, 2013 8:49 pm

Era hora de marcharse, el sol, el jodido sol estaba ya por salir y esas palabras dolientes, a pesar de todo logro marcarle, pero no dejo que se notara, le miraba con la misma forma en la que se sentía interesado…- ¿Vida? Acaso ves alguna vida aquí, Ja!... Como he dicho no juzgues por una noche, recuerda siempre eso...Y por cierto para ser un conde gimes muy bien…-prestando la atención en él, era como si el mismo sol le detuviera para terminar esa conversación pero la fuerzas se desato, su mano volvió a apretujar se cuello, dejando que el dolor se produjera.- Cállate, ¿Qué te hace pensar que te he dado alguna explicación de mi existencia? …-mostrándole los colmillos, presionándole contra la pared….-Que estupidez, porque esconder la belleza de tus palabras, que pena porque para mí fue un goce haberlo masturbado….-le lamio sus labios, notando ya el ardor el templo por la luz….-Desee que no nos veamos, porque la próxima vez querré saber que tanto gime por ser introducido…-le decía en su oreja, a plenos susurros burlones, el dolor del vacío se perdió por la agonía que sufriría por su bella porcelana tocada con algunos rayos de luz….-Cuídelo muy bien…-su mano volvió a palpar el falo ajeno por encima de sus prendas….-Porque en una noche quizás le sea desgarrado…-lamio el cuello que como demonio maldecido entre abrió su boca, liberando los colmillos en una mordida, la tersa piel herida comenzaba a desbordar la linfa de la vida, mordía una y otra vez, embriagándose para coger las fuerzas con ella, bebiendo el elixir preciado y una lamida le regalo….- Conde Valentín nos veremos muy pronto ….-al finalizar la lamida entre susurro le dijo y como cuervo desapareció entre la poca oscuridad que aún había, convirtiéndose en la sombra marmita de olvido, con rapidez sin tocar el suelo ya que levitaba para hacer el sendero corto y poder encerrarse a su féretro donde caerá en un profundo sueño….

Con dificultad había logrado salir de la galería, la linfa que había arrebatado le brindo un poco de fuerzas, pero seguían los rayos de luz asechándole, ya no le daba tiempo para llegar a su château, por ello tras llegar al bosque comenzó a escavar con locura y ahí como cadáver se enterró, dejando que la tierra le tuviera preso, pero la palabra seguía resonando en su mente “LASTIMA” que cerró los ojos con la existencia siempre destrozada….

CERRADO

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