Hombre picaro Vale por Dos [EDMOND KINCAID] +18

por **Anelise Roberts** Lun Oct 24, 2011 12:22 pm

Empezaba a creer que mis visitas al burdel eran demasiadas, ya sea por negocios o por placer, suspirando abre la puerta que tan bien conocía, recibiendo las miradas de las mujeres y hombres que se encontraban allí.

Mirando hacia el bar ve al encargado de ese local en Paris, un hombre algo cromañon para su forma de ver pero no podía hacer otra cosa que hablar de negocios con el, mientras se acercaba escucho una conversación, alguien nuevo había llegado al burdel, un hombre, parece que su apariencia no pasaba desapercibida para nadie, eso la inquieto, quien seria ese hombre que traería de vuelta a todo el burdel, agitando su cabeza para apartar momentáneamente esas ideas de su cabeza entablo la conversación con el encargado, sacando un buen trecho de las negociaciones sobre unos temas personales que mas adelante podría utilizar.

-perdone-Habla al hombre-Podría presentarme al hombre nuevo? quiero ver de que pasta esta hecho…-bromea con el haciéndole reír, asintiendo la guía hasta una habitación en el ala de los hombres donde se encontraban todos en una especie de sala independiente, al ver a “el jefe” todos se levantaron salvo uno…que se quedo sentado en un sofá, sin poder evitarlo su mirada fue hasta el, observándole y analizándole, atractivo, fuerte y con una mirada y sonrisa algo canallas-Pícaro-susurra en su dirección-Me acompañas?-le había elegido entre todos los Cortesanos que se encontraban ahí, algo le atrajo quizás su innegable mirada traviesa o el desparpajo para no levantarse en un símbolo de caballerosidad, mirándole todavía elevo el mentón de forma algo orgullosa , con su sonrisa ladeada en sus labios y sus ojos que empezaban a tener fuego en ellos, esperando una respuesta del hombre que tenia un toque de sobrenatural.

por **Edmond Kincaid** Mar Oct 25, 2011 1:41 am

Edmond observaba a la mujer con media sonrisa de complaciencia y otra media sonrisa de picardía. Las ropas eran caras y bonitas y envolvian un cuerpo bien formado que aunque decidiera pagar por el sexo tenía un aire de no necesitarlo.

Su porte denotaba autoridad una autoridad que no estaba acostumbrada a ser desoida pero que en lo más profundo deseara que la desafiaran, aunque solo fuera por romper la rutina y realizar alguna fantasía dominante.

Edmond observa como todos se levantan, estupidos, si todo el mundo se levanta nadie es distinto. Lo importante es que a uno lo miren, luego viene el deseo...

Pícaro. Pí-ca-ro, en la voz de aquella mujer sonaba tan... jugetón, tan musical no podía evitar pensar en el barbero de Sevilla y oir esa mísma voz cantando "Figaro, Figaro, Fiiiigaroo."

Me acompañas? El cliente manda. Pero Edmond debía hacer lo que el cliente deseara y el cliente deseaba jugar, más de lo que deseaba ser obedecido, al menos de momento, llegaría un momento en el que se sometería, ella ganaría y sabría que le había dominado.

Con calma y lentitud Edmond acerca la mano al vaso de cristal que estaba en la mesa frente a el. Coje el trago de whiskey y lo mira, luego observa a la que por la noche iba a ser su dueña.

-Señorita, hay una capa del infierno destinada a los hombres que desperdician el whisky

Edmond se incorpora poco a poco alzando el whisky hacia Anelise, en un mudo brindis, al levantarse se nota que esta completamente desnudo, sus musculos estan torneados y bien formados, su miembro reposa en un estado de semirigidez contra su muslo izquierdo, es grueso aunque en frio no parece demasiado largo. Una corona de rizos negros bien recortados adorna su pubis y a parte de sus cabellos y su media barba son los unicos pelos que marcan su cuerpo. Sonrie a la dama llevandose el vaso de whisky hacia los labios, vertiendo su contenido en su boca y tragando con sensualidad, dejando que su cuello se tense. Cuando el vaso esta vacio una gota de licor resbala por su contorno y Edmond alza la lengua, larga y erecta a recibirla, tocandola con la punta y acariciando el borde del cristal antes de volver a llevarsela a la boca, tragar y sonreir.

-Y desde luego prefiero ir al infierno por otros motivos

Tras eso Edmond se acerca a la mujer, más cerca de lo que es cortes o adecuado y la besa fugazmente en los labios, apartandose apenas después de tocarlos.

-Seré tu Pícaro esta noche.

por **Anelise Roberts** Mar Oct 25, 2011 3:07 pm

Esperando que el hombre se levantara del sofá quedo algo impresionada ante su comentario, en el fondo estaba complacida de que ese hombre la retara de cierta manera, nadie solía hacerlo y era algo excitante a la par que divertido verle retarla.

Cuando se levanta no puede ni quiere evitar mirarle de arriba abajo, era un hombre casi perfecto, musculoso, fibroso, esculpido, con barba dándole un toque varonil. No falto el vistazo a su miembro descansando mientras andaba, después del reconocimiento miro de nuevo sus ojos viendo de nuevo la picardía pero a la vez el reto y las ganas de complacerla.

Notó como el cuerpo del hombre se pegaba a ella, rozando su cuerpo desnudo contra sus ropas, sonrió ante el descaro del hombre de nuevo, y mas cuando recibe el beso fugaz pero beso en sus labios.

-Serás mi pícaro esta noche y las que podamos disfrutar, tu hablas del infierno y del whisky pero quien te dice a ti que no soy yo el propio infierno-eleva las cejas rozando esta vez ella sus labios contra los de el, separándose con un mordisco en su labio inferior.

Sin mirar atrás a ningún hombre mas , se encamino hacia su dormitorio acostumbrado sabiendo que el hombre la seguiría, movió sus caderas con sensualidad , y movió su pelo castaño sobre uno de sus hombros-Veamos de que estás hecho Pícaro…veamos si me volverás loca o me fallaras-le espera en la puerta-Hablaremos del precio después-Le guiña picadamente-Mi nombre es Anelise Roberts, y no soy como cualquiera que te puedas encontrar, así que yo soy diferente, llámame arrogante pero se que lo soy-su voz segura se mezcla con su sensualidad, dándole un toque picante-Preparado?-le lanza el reto.

por **Edmond Kincaid** Miér Oct 26, 2011 3:59 am

Edmond pasa la lengua por el mordisco, saboreando el recuerdo de sus dientes sobre su piel. Empieza a sentir gusto por aquella mujer. Ansia ver su expresión cuando la domine violentamente, oirla gritar enfadada al principio y gemir al final, hacerla acabar y luego en la reprimenda ceder poco a poco hasta ser él el dominado. Oh, sí, le daría a aquella mujer la pequeña muerte y la gran victoria.

Desde luego, saborearía el infierno...

Observó las caderas de la mujer, y deseó saborear y morder aquellas nalgas. Pero aunque la mujer anhelaba sentirse desafiada y dominada en el fondo querría llevar ella la directa, no apreciaría un ataque a la puerta trasera. No, al menos por esa noche, no.

-Arrogante...

En los labios de Edmond suena delicioso, como si fuera un platillo de alta cocina. Sus labios acarician la palabra, como si fueran de terciopelo. Hay una inherente sexualidad en su forma de hablar casi mágica.

Edmond se pega a Anelise, por la espalda mientras se da la vuelta a abrir la puerta, besandola en el cuello, mordiendola un poco, marcandola con los dientes y saboreandola.

-No solo eres arrogante, tambén eres deliciosa...

La empuja más que la lleva a la habitación y la acomoda sobre la cama con delicadeza, luego baja y se arrodilla ante ella, tomando uno de sus pies en sus manos, desabrochando el zapato poco a poco y descubriendo el piececito de la mujer. Llevandoselo a sus labios, atrapando el dedo gordo entre los dientes y lamiendole la yema con la lengua. y luego subiendo por su pierna, metiendo la cabeza debajo de su falda, besando, mordiendo y lamiendo en su recorrido.

por **Anelise Roberts** Jue Oct 27, 2011 3:57 pm

Podía sentir el miembro ahora semi erecto de Edmond cuando se pega a su espalda antes de sentir como abría la puerta , algo distraída por los besos en su cuello, jadea levemente excitándose ante el mordisco , siente la cama bajo su cuerpo y como el cuerpo de hombre se posa sobre ella.

Elevándose sobre sus codos observa como sus zapatos son quitados y como prácticamente los adora con sus besos-Espero que no sea un fetiche tuyo el de los pies-bromea mordiéndose el labio, deja caer su cuerpo cuando siente las atenciones en su pierna, el chico empezaba a excitarla poco a poco con cada caricia, le dejaría hacer, quería ver hasta que punto podía dominarla, total…había mucha noche para que ella dominase-Haz lo que quieras conmigo… pero si veo algo que no me gusta te parare-asegura elevando su vestido para ver lo que hace-No me quites las vistas Pícaro-sonríe y le guiña un ojo, llevando una de sus manos a los mechones del hombre tirando de ellos con pasión incluso debía estar doliéndole-Si hago algo que no te gusta dímelo, tienes el mismo derecho que yo-susurra

-Por que no vienes aquí…ya bajaras luego ahí-dice seductora elevando su cabeza para besarle con pasión en los labios, hundiendo su lengua en su boca para jugar con la de el, su mano empieza a bajar por el pecho del hombre acariciando su torso fuerte y desnudo notando los pezones de el, pasando su pulgar por ellos, hasta llegar a su vientre y arañarlo con sus uñas, poco después baja su mano hasta el principio del vello jugando unos segundos con el, hasta agarrar su miembro-Veamos lo firme que puedes estar-a la vez que envolvía con su mano su miembro elevaba las caderas para rozase contra el , frotando parte de la piel de su escroto contra la tela-Esto será interesante-muerde su labio inferior con fuerza casi haciéndole sangrar.

por **Edmond Kincaid** Vie Oct 28, 2011 4:20 am

Aquella mujer tenía buen sabor. Una mezcla de perfume sudor y exitacion. Recorrió sus muslos con su lengua y no tubo apenas tiempo de besar la tela de la ropa interior de Anelise intuyendo la excitacion calida y humeda del otro lado cuando la mujer tiró de su pelo buscando sus labios.

El beso fué fuerte, salvaje, desenfrenado, penetrando en su boca con fuerza, tentando su lengua en una danza rapida, marcando sus labios con sus dientes.

La mano de ella baja hasta su pene y comienza a tocarlo, buscando exitarle. Sepera por un momento los labios de ella dejando un hilillo de saliva entre ellos y la mira. Entorna por un segundo los ojos y se concentra en el miembro viril que se vuelve grueso, duro y largo en la mano de Anelise, separandola un poco los dedos.

Sonrie y siente la mordida de la mujer en los labios. La mira picaro y lascivo, divertido, ladeando el rostro, alzando las manos hacia la espalda de la mujer apartando con suavidad sus cabellos para poder alcanzar los cierres de la ropa y poco a poco ir desvistiendola.

Las manos desabrochan el vestido de la mujer y la sacan en ropa interior, como si fuera una mariposa dejando el capullo. Los labios de Edmond comienzan a explorar su mejilla, su mentón, su cuello, su hombro, a medida que descienden lentamente. Sus manos toman la de ella y la aferra más fuerte contra sus cabellos. Dejando que sea ella quien guie su lengua, la muerde en el homoplato, marcandola un poco. Empieza a mover suavemente las caderas masturbandose en la otra mano de Ane, se incorpora un poco y la mira.

-Quieres que te dé buenas vistas?

por **Anelise Roberts** Vie Nov 04, 2011 4:26 am

-Quieres que te dé buenas vistas?

Le escuche vagamente, ya que esta con los ojos cerrados y concentrada en las caricias y mordidas por mi cuerpo, era delicado y a la vez excitante ante la fuerza escondida en cada caricia hacia ella.

-Mas te vale dármelas…-rió suavemente acariciando su pelo con mis dedos para después dar suaves tirones a el pelo de su nuca, mi mano seguía su trabajo notando la excitación que le estaba produciendo, notando una pequeña capa de sudor a lo largo de su cuerpo y el ajeno incorpora su cabeza hasta su oído pasando la lengua a lo largo de su lóbulo-No quiero que te retengas, quiero que me des todo de ti…de otro modo, jamás volverás a tocarme-su voz sale segura, y con una promesa en cada palabra, pero se encarga de darle un matiz sensual al acariciar cada palabra como si fuera una promesa sobre la mejor noche de su vida.

Cuando siente su cuerpo despojado de toda prenda sonríe, sabia como era, sabia que era bella y esperaba que Edmond se diera cuenta de ello, para mejorar la unión de sus cuerpos, suelta su pene, dejándole justo sobre su pubis, lentamente arquea su cuerpo frotándose contra el de nuevo mientras gime un poco mas alto de lo que la iba a salir para alentarle a seguir.

-Aprovecha ahora que te dejo llevar el mando, luego no te dejare ni respirar-se muerde el labio inferior sintiendo la carne debajo de sus labios, soltandole suavemente bajo la atenta mirada de Edmond.

por **Edmond Kincaid** Dom Nov 06, 2011 5:32 am

Siente el vello púbico de Anelise, frotando su miembro, haciendole cosquillas exitandolo, calentandolo. Sus gemidos son placenteras notas para sus oidos, como una caricia.

Sonrie, divertido ante las palabras, y se la imagina ahogandole apretando su empapada entrepierna contra sus mejillas, el pelo de su pubis contra su barba. Sus labios contra sus labios. Oh sí, sí, deseaba que esa mujer no le dejara respirar... Sería tan... delicioso.

Pero por el momento el tenía el mando y no se deleitaría en saborear la intimidad de su cliente, al menos no con la boca, no de momento. Desliza su miembro por entre los labios de ella sin ahondar, sin apenas penetrarla. Solo mojandolo de los apetecibles flujos de ella. Su glande está brillante por el contacto, por la mezcla de la exitación de ambos y sus fluidos, parece un caramelo, un delicioso y tentador caramelo.

Edmond apoya las manos a ambos lados de la cabeza de Anelise y levanta un poco las caderas. Mueve sus piernas llevando su miembro desde la vagina de la mujer hasta sus pechos dejando un suave rastro humedo allí donde toca la piel. Toquetea un poco los pezones con la punta y finalmente continua en su ascenso. Sus rodillas estan apoyadas por encima de los hombros de ella, sus piernas aprisionan sus brazos manteniendolos contra la cama, y sus caderas se mueven hacia su rostro acercando poco a poco el brillante miembro a sus labios. Cuando los toca con la punta en un humedo cotacto le sonrie.

-Buena vista?

por **Anelise Roberts** Dom Nov 13, 2011 10:46 am

Cada parte de mi cuerpo se activaba ante el toque de las manos de Edmond , sabia que no iba a ser diferente cuando su miembro recorrió mi cuerpo de forma casi avariciosa, jugando con mi humedad , que había causado el, frotándome como podía las piernas para calmar la excitación al sentir como su pene se frotaba contra mis pezones , jugando conmigo por el momento, sentí como retenía mis manos de nuevo haciendo presión con ellas para que no le tocara.

Le mire a los ojos cuando estuvo encima de mi, mi pelo era un desastre mis ojos se veían excitados y mi boca estaba entreabierta , mire su pene casi rozando mis labios cosa que me hizo sonreír con maldad, pasando mi propia lengua por mis labios bese la punta donde se encontraba algo de liquido preseminal.

-Que te hace pensar que te lo mereces?-mi voz es poderosa y fuerte aun con la excitación impregnada en cada parte de mi-Por que debo premiarte si no has hecho nada…-mira su pene y lentamente con la punta de la lengua da una lamida recorriéndolo-Quizás si te lo mereces…lo haré luego-le reto haciendo presión con las manos para que me soltara.

Mi cuerpo estaba tenso por la excitación torrentes de estremecimientos dado el hombre que tenia encima mío-Vamos pícaro…que mas puedes hacer…demuéstrame que puedo llegar a ver a alguien en ti que no sea cortesano-mis palabras iban llenas de promesas, de noches ardientes en cualquier superficie horizontal…aunque …, agite mi cabeza en negación al pensar esas cosas cuando ahora podía hacerlas realidad.

-Vamos Ed…que quieres hacer conmigo

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