¿Podre volar un dia? (Privado)

por **Kaine de Ronsard** Dom Oct 30, 2011 5:14 pm

Hace poco estoy pensando en que puedo yo hacer huyendo de aquí….de todas las inútiles mentiras, que en el día a día hay que vivir…que comprender… Podre volar un día, por un momento solo a ti diré que es lo que siento sin temor sin miedo de amar…sin temor sin miedo…

La tenue vos de un joven sonaba a lo lejos haciendo eco en la oscuridad mientras sus ojos hinchados por las lágrimas ya secas trataban de enfocarse en el camino que seguían, había estado llegando a aquel lugar desde hacía bastante tiempo, no sabía cómo ni porque pero sus pasos lo guiaban directo en aquella dirección, se había descubierto a el mismo aullando a una ventana del edificio durante varias noches seguidas esperando que alguien se asomase por ella, conforme pasaba el tiempo comenzaba a recordarla, una hermosa sonrisa comenzó a formarse en su cabeza, adornada con cabellos color azabache y ojos tan claros como el agua, “Venus estas ahí?” preguntaba entusiasmado todas las noches con la esperanza de ver su sombra mirarlo desde lo lejos mientras agitaba sus manos en forma de saludo.

Casi un mes tardo en atreverse a llegar en su forma humana y preguntar por ella, no solo por cobardía, sino por falta de recuerdos, ¿Cuál era su nombre? Lena había dicho pero le mostraron a la chica equivocada, una muchacha pequeñita de profundos ojos azules, Thompson decía apellidarse, no era ella, asi que siguió buscando hasta encontrarlo, Lenneth, un suspiro salió de sus labios dejando ir un leve olor a vino, al mencionar el correcto la cara de los dueños cambio poniéndose pálida como el papel, aquella tarde le informaron que aquella chica que lo había estado llamando en sueños ya no existía más, no era otra cosa que un fantasma en sus memorias y en el mundo el cual se negaba a dejar este lado, o tal vez en realidad era el quien se negaba a dejar ir aquel recuerdo cubierto de telarañas para que se deteriorase y desapareciese con el tiempo

Dejándose caer sobre el suelo respiro profundamente mirando la pared con la mirada perdida, habían sido los peores días de su vida, revisando entre sus conocidos y preguntando a los sirvientes solamente pudo darse cuenta que el realmente estaba malditamente solo, todos a su alrededor parecían tenerle miedo debido a su mal carácter para con los extraños, y sus amigos se encontraban desaparecidos la gran mayoría, había una persona quien podría decirse se hacía cargo de limpiar sus tontería pero un día simplemente ya no estaba, y quienes sabia acerca de su paradero había muerto repentinamente, en esos momentos lo único que tenía era un encuentro que al parecer salió bien con un cazador y la reunión con la condesa Giardelli… o como había dicho que se llamaba ahora??? Vinogradova… algo así, pero el estar cerca de ella podría resultar contraproducente para la joven así que decidió mantener las distancias. Ahora, cuando más deseaba ver aq alguien no hacia otra cosa masque chocar con la fría realidad “¿Dónde estás venus?” se preguntó mientras esperanzado dio una última y fugaz mirada a la ventana del lugar

por **Sirenia Vídgîr** Lun Oct 31, 2011 5:52 pm

Podíamos hacerlo, ella podía. Estaba siendo un parto difícil, yo al frente junto con las matronas más experimentadas, ayudábamos a la recién llegada a que diera a luz, a que diera a luz en nuestro campamento, pero el tener que separar al bebe de su madre, no me parecía una idea muy acertada. No me parecía la manera de arrancar un vínculo de otro. Basándonos en esta historia que tendrá un final triste, todo aquel que quiera guardar un secreto, tendría que callar para siempre, pero en este caso el secreto se hubiera expandido demasiado pronto. Una unión tan frágil, tan reciente, llegaba a oídos del mayor, haciendo que se presentara con el rostro ensombrecido, con el rostro fruncido y con cara de pocos amigos-aaahaaam....nietu...-era el momento del cantico, aquel que las matronas cantaban cuando una luz aparecía en el campamento, cuando alguien recibió con las manos abiertas a un nuevo gitano, pero este bebe, no podría ser de los nuestros solamente por ciertas razones. Una, era el fruto del amor de una gitana virgen y un de un desconocido, un forzamiento, alguien que forzó a la victima por puro placer y que escondió el secreto hasta que no pudo hacer nada por ocultarlo, era evidente su estado en cinta y llego el momento de llevar el secreto a la luz. Segundo, Una muchacha de nuestra raza no suele ir sola, nunca debe ir sola, excepto si es acompañada de un hombre o de alguna madre si es que la tienen, pues muchas no llegan a los cincuenta años. Por último el haber querido infligir aquella norma de... ¿Qué hacia sola?

La verdad se lo preguntaría después, después de que todo el pequeño drama se solucionara pronto. Ya faltaba para que el bebe asomara la cabeza, pero algún motivo no conseguía salir, el niño...o la niña, si, me puse enfrente de la chica para mirarla y mirar aquel matojo de pelo que estaba manchado de sangre, y de otros fluidos de la madre, pero que veía...hilos de las uñas del bebe, al instante las matronas dejaron que el niño saliera solo, sin ayuda, nada más que con el de la madre. Pude escuchar maldiciones detrás de mí, el mayor, vociferaba gritos de aviso, gritos que eran llamadas en busca del verdugo. Un hombre, alto y de ropas oscuras vio al bebe, vio el espectáculo pero apenas entendía de que se tenía que ocupar -¿Gilbert? ¿Qué ocurre?-Mi voz sonó algo asustada, no sabía porque aquella alarma en el aire. El dijo que me alejara, que todos nos alejáramos, yo obedecí y entonces el verdugo, como buen emisario y gerente de la muerte, se acerco al bebe, tiro sin cuidado alguno del vientre, corto el cordón que unía al bebe de su madre, que crueldad. ¿Y entonces? ¿Qué? El verdugo tenia sujeto al bebe como si se tratara de un gato, como si se tratara del pelaje suave de un felino, lo poso en el suelo y de dos tajos pequeños, con un cuchillo de veinte centímetros, dejo al pobre bebe sin manos. Así sin más. ¿¡Qué estaba pasando?!
-¡Gilbert! ¡Explicame!-Dije sin poder contenerme ni un segundo mas, no podía quedarme con la memoria de aquella atrocidad.
-Brujos...magia negra...-jadeaba por la excitación o simplemente porque estaba igual que asustado que el resto del campamento-¿Quieres que te explique más? –Termino por coger un par de vendas, se acerco al bebe y este fue tapando los surcos de sangre que se formaban alrededor del bebe, manchándolo aun mas.

Una vez que Gilbert tuvo al niño en brazos, este pequeño estaba con las manos....tenia muñones en lugar de manos. Me lo tendía para que lo cogiera en brazos, lo cogí, porque si no lo tiraría al suelo y entonces sí que moriría. Los gritos del bebe, los de la madre, todos los gritos juntos hizo que mi mente se mezclara con el miedo que estaba sintiendo en aquel instante-Déjalo en el orfanato....parara de llorar... ¡YA!-Ese grito no me lo hizo pensar dos veces, eche a correr, corrí y corrí, para que, envuelto en mis brazos, lo llevara oculto hasta que de un momento a otro el silencio lo invadiera poco a poco. Hubo un momento en que pare, para comprobar que no había cesado a la muerte, pero había parado de llorar dado que solo escuchaba gemidos, ahogados del bebe pero sin fuerza alguna para que siguiera alarmando sobre mí. ¿Cómo irán en el campamento? Negué la cabeza para no pensar en ello y concentrarme en lo que tenía que hacer y era seguir hacia el orfanato. Está bien, faltaba poco y ¡Sí! ¡Ahí estaba! El orfanato de París, podría dejar al bebe y todo se habría...bueno, en parte todo se habría terminado. Una vez dentro intente buscar a alguien, alguien que pudiera ayudarme o que me dijera dónde podía dejar al bebe. Era de noche, la tarde se había escapado sin habernos dado cuenta y ahora tendría que ir a cualquier sitio, para no meterme en los bosques, pero adonde, eso no lo sabía.

“¿Dónde estás Venus?” Escuche cerca de mis pasos, pero no pude entretenerme por mucho más tiempo. Al final encontré a una dulce monja que al verme jadeando de la prisa que tenia, cogió al bebe y entonces escape por un lado y ella por otro, así, olvidándome de un gran peso. Ya verás la sorpresa que se encontraría al destapar al bebe de las mantas que lo envolvían, eso sí que era sangre fría. Nunca quiero ser de mayor un verdugo, jamás. Más tranquila, volví por el camino por el que vine, pero... ¿Quién era esa alma en pena? Me acerque al joven que al parecer tenia la mirada perdida, miraba a algún lugar en la ventana pero yo le miraba a él. ¿Venus? ¿Era acaso un perro?

por **Kaine de Ronsard** Jue Dic 29, 2011 5:16 am

Un suspiro pesado y profundo salió desde el fondo de sus pulmones, le había costado tanto exhalar últimamente que todo a su alrededor sonaba como un suspiro, no sabía a qué se debía la pesadez en su cuerpo, porque sentía como si una roca se hubiese situado encima de su corazón impidiéndole siquiera sentir algo más que no fuese una terrible agonía y depresión, negó con la cabeza, si lo sabía, lo sabía perfectamente, aunque dijese que no, aunque se hiciese el ignorante todo el tiempo, las cosas habían cambiado y no parecían mejorar para nada, esto que sentía en el pecho no era más que la culpa y la perdida luchando entre ellas por comerse su corazón.

De repente un pequeño olor a salado se filtró por su nariz logrando atraer su atención y distraer su cerebro por completo, él había desaparecido y vuelto a nacer con ese extraño pero agradable olor haciéndole recordar aquellos días pasados en los que envuelto en la oscuridad, vagando por la casa infernal, descubriendo los secretos inquietantes de sus propia vida, la habitación del relog estaba completamente vacia a excepción de una gran cama donde estaba seguro que alguien se quedaba a descansar, no sabía quién pero recordaba la forma de la silueta de su ocupante recostado en la cama o andando de aquí para alla alrededor de las cuatro paredes, también estaba el cuarto doble, aquel logar era de lo mas inquietante, los sirvientes le contaron que durante las modificaciones a la casa había pasado algo extraño, el decidio colocar una pared a mitad del cuarto dejando que se perdiera en el olvido, negó con la cabeza, en realidad había muchos metros cuadrados que se perdieron en el proceso de remodelación, revidando las paredes se encontró con que algunas paredes de piedra brasa habían sido levantadas en lugares insólitos, además de que las ventanas y puertas fueron colocadas indiscriminadamente en toda la gran casa, por ello era común abrir alguna y no llegar a ningún lado, observo con intriga como sus sirvientes permanecía solamente en el área de la cocina o la sala las cuales estaban conectadas atraves de un largo pasillo, el resto de la casa se mantenía prácticamente independiente pudiéndose entrar solamente por una pequeña puerta al final de la sala la cual rozaba su cabeza al pasar, solamente él y su anciano mayordomo parecían entrar a aquella zona sin miramiento alguno.

Frunció el ceño en un intento vago por pensar dejar de pensar su insipiente pasado sin embargo el olor del mar se volvía tan fuerte que comenzaba a nublar su cabeza por completo, de manera taciturna busco en todos los rincones de la construcción la fuente de aquel aroma y su vista de clavo en una delicada figura delante de el, se trataba de una mujer joven, de andar preocupado, se preguntaba que hacia sola en aquellos parajes solitarios, observo su rostro y la imagen los golpeo con tanta fuerza que casi se precipita contra el suelo, había algo tan parecido en ella que le hizo traer de vuelta los recuerdos de su querida venus

- Hey…-susurro tratando de que no se le cortara la voz sin embargo el ladrido de los perros lo saco de sus cavilaciones, para su sorpresa Comy, Reko, Tenko y Sol le estaban gruñendo a la joven dispuestos a saltar sobre ella mientras seba como siempre movía la cola y se lanzaba sobre la muchacha tratando de jugar con ella- Hey cuidado!!!!!!-completo temeroso de que las acciones de seba alteraran a los demás perros y avanzo hacia ella

por **Sirenia Vídgîr** Sáb Dic 31, 2011 6:56 am

Un ruido, algo me alarmo en aquel lugar. Mire por donde vino y vi al hombre todavía, me miraba con algo de confusión. Divertida como un bufón en una corte, divertido, juglar y travieso, pero enseguida una manada de perros se lanzaban a morderme las faldas de mi escueto vestido, con mi mano les quitaba de en medio, tenía miedo de que me mordieran, estaba encogiéndome en el sitio, estaba atrapada-¡Aah! ¡Fu-Fuera!..-Por favor, no tenía nada en contra con los animales, de hecho yo vivía alrededor de ellos, me comunicaba con ellos mediante signos con las manos, el reino animal a veces, la gente la subestimaba y se burlaba de ella. Debían de tener cuidado, los mares se pondrían furiosos, pues en ellos muchos animales marinos descansaban en las profundidades, en los bosques, arraigados a sus raíces desde hace millones de años, mucho tiempo atrás.

Los animales fueron los primeros en ser creados, después podríamos haber sido nosotros, la humanidad que ahora lo destruía todo a su paso, por amor, por venganza, por el simple mero hecho de querer ser el más poderoso, queriendo gobernar sobre la faz de la tierra y desamparando al más dichoso. Bueno, me aleje de los caninos hace unas pisadas, aquel hombre se me acerco, parecía con temor pese a sus pasos hacia los caninos, los míos iban alejándose de él, pero me choque contra la pared.

Quería pensar que haría yo ahora, en esta noche donde los farolillos de las calles eran apagadas, las estrellas con pocas ganas brillaban al principio y hay no habría luna llena. Me preguntaba dónde estaría Sette. Su secreto yo mantenía a salvo, pero mi corazón no ocultaba el deseo de abrazarle. Se había ido. No se adonde se había ido, pero dijo que algún día volvería, pero no sabía que bromeaba, pues solo se iba por aquellos trances que le daba de vez en cuando.

Ahora mi mirada volvía al hombre-Lo...lo siento...debo haberles molestado...-Dije pues al parecer los perros querían seguir con el juego. Quizás olía a perro, sería lo más normal, que tuviera algún “atrayente” raro para los licántropos, maldición, todos venían a mis pies ¿Qué ocurría? No lo sabía, alguna maldición ¿quizás? Lo descubriría tarde o temprano, tan solo supo que no querría volver sola al campamento, rodeada de males entre sombras y susurros del malvado viento que se levantaría al pasear de vuelta. No se vería nada, se repetiría aquella noche en la que empezó mi soledad ¿Dónde estaba ese gitano? ¿En verdad desapareció? Mire al hombre que se acerco mas a mí, sus perros estaban detrás de él. Le miraba con miedo, me protegí con mis manos, me hice un ovillo en el suelo contra la pared-No me haga daño...-Dije sin más, es verdad, además estábamos en un orfanato, como iba a hacer tal ¿No se le ocurriría atacarme?

Bueno, vamos. Esperaba y esperaba y nada ocurría. Le mire poco a poco, hacia arriba se movía mi cara, para mirarle a los ojos, silencio. Esto me incomodaba. Un ladrido y temblé de miedo, dando un respingo hacia el lado opuesto donde los perros estaban, entonces uno, se me acerco, pero se sentó delante de mí. Le observe por un rato y después me moví a un lado-Lo...siento...-baje mi mirada, estaba avergonzada, me acurruque tímida en el suelo.

por **Kaine de Ronsard** Dom Oct 07, 2012 2:05 am

Hace poco estoy pensando en que puedo yo hacer huyendo de aquí….de todas las inútiles mentiras, que en el día a día hay que vivir…que comprender… Podre volar un día, por un momento solo a ti diré que es lo que siento sin temor sin miedo de amar…sin temor sin miedo…De ti

Los ojos de kaine se centraron en la chica a la cual miro con una cierta chispa de curiosidad, no sabía si les agradaba o no pero parecían bastante exaltados con su presencia, las reacciones exageradas de sus perros a veces confundían al muchacho y este era uno de esos incomodos momentos en los que Nigthmare no comprendía la procedencia del interés de sus muchachos, quienes comúnmente solamente se acercaban a personas con apariencias físicas en extremo raras u olores peculiares.

- Ellos no te harán daño, son buenos chicos-menciono antes de sentir a Comy jalar la manga de su camisa lejos de la chica, los ojos del licano se abrieron grandemente dejándose llevar lejos después de que su nariz capturase el olor de la sangre, aquel terrible olor a sangre que le revolvió el estómago nada más entrar a su sistema, se sintió mareado en ese instante y lo perros comenzaron a gruñir incluso más alto alejándolo del camino hacia el orfanato

Sus pasos comenzaron a sonar dentro de su cabeza mientras se alejaba de aquel sitio con la vista casi perdida en la ventana donde recordaba a la venus parada, cerró los ojos con fuerza bajando la vista, sus animales sentían algo mal en él, por eso reaccionaron alejándolo, a excepción claro de Seba quien se quedó unos segundos moviendo la cola frente a la chica para después seguir su camino alegremente, el encuentro fue fugaz, casi inexistente, pero en la mente del licano quedo gravada la mirada de la joven, su silueta de cristal y la desolación que sintió a alejarse.

Tema Cerrado, gracias por compartir estas pocas pero valiosas lineas conmigo

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