Viendo barquitos [Libre]

por **Miguel Cuevas** Miér Nov 02, 2011 3:45 am

Tras pasar otro día metido en la biblioteca como de costumbre salí a dar un paseo por las calles de la ciudad. Observé los comercios y a las personas atareadas ir y venir, los mercaderes, algunos mas codiciosos que otros intentando vender su mercancía como la mejor. Miré unos cuantos puestos en mi camino hasta el puerto. Una vez allí inspiré el aroma del mar, cerré los ojos y me puse a escuchar. Poco a poco los demás sonidos del lugar se iban diluyendo conforme me centraba en aquel sonido de las olas al moverse.

Recordé en ese momento de tranquilidad la cancioncilla que había compuesto para mio hermana en una caja de música, me puse a tararearla muy bajito aun con los ojos cerrados antes de sentarme en el borde del muelle, con los pies colgando a un metro del agua.

por **Doreen Jussieu** Jue Nov 03, 2011 2:06 am

Libertad es lo que he deseado desde hace un tiempo, lamentablemente por alguna u otra cosa de la vida no la he encontrado pues cuando la sentí tener todo se desmoronó sin pedir permiso alguno o avisar. Aquel día me salí de la casa de la noche sin ni siquiera pedir permiso alguno, no estaba con el ánimo suficiente como para ponerme a darle explicaciones a cada uno de los que se me cruzaban enfrente del porque de mi salida, además después de tantas salidas sin permiso que había tenido podía cuidarme bien.

Esta vez encontré un destino nuevo, uno que hace tiempo no había visitado pues tenía miedo de tomar un barco y salir huyendo del país por no querer enfrentarme a esa realidad a la cual yo solita había llegado. Extrañamente no había gente por los alrededores, a penas se podían escuchar los pasos de algunos marineros. Me quede pensativa, observando el largo muelle hasta que una pequeña figura llamó mi atención. Lo mire con una sonrisa bastante amplia. Un hermoso niño estaba sentadito en ell borde del muelle. Días atrás había conocido a una niña y ahora él, bastante raro era todo en realidad, tal vez sería una señal. Caminé con lentitud para no asustarlo - ¿Alguien lo acompaña caballero? - Susurré con formalidad al niño sin dejar de sonreír.

por **Miguel Cuevas** Lun Nov 07, 2011 5:28 am

Tenía la vista fija en el agua con una sonrisa, disfrutaba de aquella situación. Tomé una piedrecita plana, la observé distraído unos instantes y tras mirar al agua la lancé con fuerza. La piedra tocó el agua, uno, dos....casi tres botes. la verdad es que no siempre conseguía hacer un lanzamiento de ese tipo, pero me hubiese gustado que diese ese ultimo salto. Tras ello alguien se me acercó y me habló. Me giré y la miré, era una chica mayor, bueno no muy mayor, pero obviamente más que yo, parecía simpática. Me levanté y le dediqué una cálida y agradable sonrisa.

- No señorita, nadie me acompaña. ¿Querríais acompañarme?

No sabía si me había salido demasiado formal, esperaba que no, me gustaba ser cercano a la gente ya que no tenía a nadie más.

por **Doreen Jussieu** Sáb Nov 26, 2011 10:37 pm

Bastante raro me había parecido que el pequeño no reaccionará de manera defensiva cuando me acerqué, muchos de ellos salen corriendo cuando te quieres acercar pero tuve la fortuna de poder toparme con uno más paciente. Sonreí verdaderamente encantada. Me llevé una gran sorpresa cuando vi su rostro, aquellos cabellos hermosos, su color de ojos me recordaba demasiado a alguien pero bloqueé el pensamiento ya que no debía pensar en tonterías, menos cuando los tiempos en los que estábamos viviendo eran demasiado pesados. Tomé ambas puntas de mi vestido y de manera estilizada hice una reverencia para el pequeño caballero que tenía enfrente. - Oh caballero para mi es un verdadero honor que me haga esta invitación - Era cierto, siempre había deseado tener hijos y ver a niño de esa edad me despertaba de nueva cuenta ese deseo, quería darle un abrazo para poder sentirlo de manera directa, ese deseo de ser "madre" se disparó.

Me senté rápidamente y pude observar mi reflejo, mis rubios cabellos caer, apenas se podía distinguir el color verde de mis ojos. Tomé una bocana de aire - ¿Te gusta el agua? ¿Qué haces solito aquí? - Giré mi rostro para intentar buscar alguna presencia adulta que lo estuviera vigilando sin embargo no había nadie por los alrededores solo él y yo.

por **Miguel Cuevas** Lun Nov 28, 2011 3:02 am

Me sentía levemente a gusto, era extraño ya que hacía tiempo que estaba valiendome por mi mismo y no precisaba muchos cuidados ni atenciones. Aunque si que echaba mucho de menos a las personas que había conocido en la ciudad con las que me llevaba bien, pero como era una ciudad grande no los veía mucho. Miré a la señorita que se sentó a mi lado. Tenía una expresión que me resultaba familiar.

- Señorita...¿usted también esta sola?

La pregunta salió sola, con naturalidad, con la inocencia del niño que era. Observé la superficie del mar un par de minutos absorto, con la mente en mi familia por primera vez en todo un año.

- El agua me encanta señorita, solo estoy observando la mar y escuchando el sonido de las olas.

por **Doreen Jussieu** Jue Dic 08, 2011 12:56 am

Corta era la edad que mi acompañante tenía y sin embargo parecía o me daba la sensación como si estuviera hablando con alguien más grande. Sonreí enternecida, bastante. Como si me hubiera puesto en alerta comencé a mirar a mi alrededor con la intención de saber que estaba a salvo de los guardias del rey pero no precisamente por mi, más bien si lo veían a él conmigo seguramente podrían mantenerlo en observaciones o alejarlos de sus padres, incluso encerrar a sus padres por "traidores". Suspiré aliviada cuando noté que a nuestro alrededor no se encontraba ningún alma y entonces podía responder - Si, vengo sola, me gusta mucho también este lugar, el mar es tan puro y libre - Sonreí de manera amplía y comencé a chapotear con los pues recogiendo un poco el vestido. - Es un lugar tranquilo, si, pero debes tener cuidado al mar se le debe tener completo respeto o puede enojarse con nosotros - Sus ojos ese par de hermosos ojos me recordaron a él. Sentí un ligero mareo, cerré los ojos y tome un poco de aire.

Las coincidencias con su rostro y con algunos rasgos míos me puso los pelos de punta. Tomé un poco de valor y volví a abrir los ojos - ¿Dónde se encuentran sus padres caballero…? - Y alargué la ultima palabra con el único fin de poder conocer su nombre. Incliné mi cabeza en manera de respeto, podría ser un hombrecito sin embargo todos los niños merecen ser tratados como igual que nosotros. - Me llamo Doreen - Susurré con una sonrisa divertida sin dejar de chapotear con los pies en el agua.

por **Miguel Cuevas** Mar Ene 17, 2012 3:14 am

Me quedé mirándola unos instantes como si estuviese mirando al horizonte. Por algún extraño motivo que no alcanzaba mi comprensión mis pensamientos se habían marchado de viaje a alguna parte y no había entendido absolutamente nada de lo que me había dicho acerca del mar. Cuando volví ha mirarla mis mejillas debían de estar sonrosadas pues las notaba mas templadas de lo normal debido a la vergüenza.

- Disculpe señorita...no entendí lo que me ha contado.

Me encogí de hombros cuando me preguntó acerca de la ausencia de mis padres. No supe que responderle así que supuse que le diría lo que le contaba a todo el mundo.

- Mis padres se fueron de viaje hace ya casi un año, no se donde estarán. Encantado de conocerla señorita Doreen, yo me llamo Miguel.

por **Doreen Jussieu** Jue Feb 09, 2012 10:35 am

Solté un suspiro prolongado al escucharlo. Quizás no era correcto hablarle sobre lo turbulento del mar, sobre los mitos de este entre otras cosas. Ladeé el rostro sin dejar de verlo - Dicen que el mar tiene vida propia, y si haces algo malo, lo puedes hacer enojar y este te lleva hasta lo más profundo de las aguas - Sonreí bastante maravillada, no era una historia de terror, más bien era una historia donde dejaba en claro que los más poderosos son aquellos que pueden hacer hundir a cualquier que se te pase enfrente sin ningún problema. Así es el mundo, por eso existe tanta gente que quiere hacer frente a la corona francesa, por el simple hecho de querer escapar de ese abuso de poder. Pero ¿De verdad se haría lo necesario para poder luchar contra esto? No lo sabía, lo quería entender en verdad, pero no sabía, sin embargo mi deseo por que la libertad en este mundo existiera seguiría en pie, así como el volver a ver con bien a Darcy. - Por eso no te acerques mucho al mar, no es que te portes mal, pero debes tener cuidado - Sonreí de manera tierna.

Una mueca notoria se plasmó en mis labios, ¿cómo era posible que los padres puedan dejar a sus hijos de esa manera? Sin poder evitarlo, me acerqué a él para darle un fuerte abrazo, necesitaba hacerlo, desde que había llegado tenía ese ferviente deseo por abrazar a aquel hermoso niño. - Eres un caballero bastante valiente, te felicito - Susurré dejando un beso suave en su frente antes de soltarlo. - ¿Siempre viene a este lugar caballero? - Pregunté observando como algunas personas comenzaban a transitar por una calle cercaba a donde nos encontrábamos.

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