Viendo Don Juan [Priv.Eowyn]

por **Ramsay Drake** Jue Oct 17, 2013 12:09 pm

Hacia un tiempo que nos habíamos trasladado a Francia, ciertamente fue un gran cambio pero nada malo la verdad, al menos Eowyn parecía disfrutar del ambiente parisino, mi horario de guardia era desde el anochecer hasta el amanecer, el resto de horas diurnas era vigilada por una criada que no se le despegaba, siendo su sombra, esa criada era mi brazo derecho, yo mismo la había contratado o más bien, la acepte en nuestro servicio tras salvarle la vida tiempo atrás, desde entonces que no se me separa y me ayuda en todo lo que necesito, en parte era bueno ya que estaba informado de todo lo que pasaba en mis horas de ausencia, esto quizás era lo único malo de ser vampiro, el solo estar de noche, ya que eso me impedía ayudar a quien yo quería de día… pero al menos los demonios solo salían de noche, o al menos eso había oído tiempo atrás.

Mire a Eowyn que traía puesto un vestido de lo más hermoso, con un peinado recogido que realzaba su hermoso rostro, llevaba poquísimas joyas en comparación a las demás damas pero ese aire la distinguía de sobremanera del resto de presentes, ella había sido invitada a una obra de teatro, llamada Don Juan de Molière, tiempo atrás yo mismo había ido a su estreno en 1665, fue un 15 de enero, en esa época Eowyn aun ni había nacido, pero sí que la había visto con otro ancestro de ella, me conocía esa obra y la verdad es que lo que importaba era más la interpretación de los actores que el guion en sí, ese era el secreto del éxito de una obra de teatro, y la verdad es que los actores que estaban en el escenario lo estaban haciendo bien.

La joven estaba bien entretenida viendo la obra mientras yo estaba detrás suya de pie, justo al lado de la puerta como guardián que era, ella estaba sentada en su asiento en el palco privado, contemplando la obra desde arriba con toda tranquilidad, ya con anterioridad había sido molestada por pretendientes creídos, pero ella no era una tonta, sabia a qué atenerse y tenía una personalidad fuerte que me hacia respetarla más que a nadie, me recordaba tanto a cierta persona… entrecerré mis ojos un poco mientras contemplaba su espalda, no me interesaba mucho la obra, ya que la conocía y la oía desde donde estaba, por un momento me pregunte quien había invitado a Eowyn al teatro ya que ella no comento en ningún momento el nombre de la persona, era sospechoso… quizás ella solo quería burlarse de mi o algo, a veces lo hacía aun cuando no tenia gracia ya que me preocupaba por ella.

[Perdon si es demasiado corto >x<]

por **Eowyn Von Richter** Jue Oct 24, 2013 7:18 pm

Encontrarme en un palco observando una obra de teatro en Paris no era muy diferente al mismo escenario que en una ocasión así podía encontrar en Alemania. La gente acudía con el mismo interés, se engalanaba de la misma manera e intercambiaba las mismas cortesías, la diferencia era el idioma por supuesto, pero si pasaba eso por alto podía rememorar las veces que me había dirigido a observar algún estreno en Berlín. Tampoco variaba el hecho de que la atención de muchos se fijase más en los concurrentes que en la obra en sí ya que no faltaban los personajes de la aristocracia en los diversos palcos que podía divisar desde donde me encontraba, a la mayoría le gustaba observar el peinado o el vestido que alguna dama de importantísimo abolengo luciría imponiéndose de esa manera la moda que las damas de sociedad llevarían la siguiente semana.

Bostecé disimulando el gesto al cubrir mi rostro con el abanico que tenía en mi mano. No es que la obra estuviera tan mal pero siempre prefería tener a alguien a mi lado con quien comentar lo que estuviese viendo, ya fuera para ensalzarle o para criticar las faltas en los actores, dependiendo del caso. -Ramsay ¿no te cansas de estar allí de pie inmóvil como una estatua de granito?- Aún sin voltear sabía que se encontraba detrás mío desde hace rato y conociéndole no se había movido un instante, se tomaba muy a pecho su trabajo y ni un estallido directo debajo de nosotros le haría abandonar su puesto. -Podrías relajarte, mover un músculo no es perjudicial.-

Levanté mis pequeños binoculares dorados y los coloqué frente a mi rostro para continuar observando la obra. -Ya sé que has vivido mucho y te sabes todas las obras de teatro importantes de memoria pero resultaría agradable que fingieras interés e hicieras algún comentario con respecto a ella en lugar de acompañarme con tu silencio.- A veces me preguntaba que le inducía a permanecer siempre quieto en su puesto, inmutable, siglo tras siglo como un perfecto guardián. ¿No se había hartado nunca? A veces ni yo misma aguantaba mi propia compañía pero él siempre estaba allí, por otro lado no podía olvidarme de que lo obligaba un juramento así que se limitaba a cumplir con su deber.

Giré apenas mi rostro para verlo de soslayo e intentar captar si su expresión se alteraba de alguna manera. -Cuando llegue mi acompañante podrás ir a dar una vuelta por allí, no será necesario que continúes en tu puesto.- Sonreí ligeramente, no le había dicho quien me había invitado... No sabía si sospechaba la verdad o no.

por **Ramsay Drake** Jue Oct 31, 2013 5:34 am

La joven Eowyn como siempre intentaba que abandonara mi labor de guardián, era divertido el ver ese incansable intento, lo había intentado desde pequeña aun cuando fue entonces que yo más me movía ya que ella corría de un lado a otro por lo que siempre tenía que estar corriendo tras suya para estar a su lado, era siempre tan libre y revoltosa que aun cuando habían pasado ciertos años, no cambiaba, solo se cortaba un poco por estar en sociedad, pero era bien diferente en la soledad, aunque eso en parte era su encanto, tan diferente de otras ancestros suyos, fruncí levemente el ceño al oírla decir todo eso, principalmente la parte de que debía irme al estar acompañada.

- Discúlpeme pero aun con su invitado presente no voy a dejarla sola – ¿era desconfiado? Si, jamás me permitiría el dejarla sola, jamás lo había hecho y menos lo haría ahora aun si ella misma me lo ordenase – y referente al teatro, le informo que no vi tantas obras como se imagina, y si se fija la actuación de la protagonista es algo pésima, sobreactúa demasiado aunque si una persona jamás ha leído sobre la obra, ni se da cuenta de ello y por ello los jóvenes que ven la obra se quedaran con esa imagen de la protagonista, algo triste la verdad – comente tranquilo sin moverme del lugar, no necesitaba ver a la protagonista para saberlo, se la oía demasiado bien, creo que demasiado diría yo ya que la mujer alzaba la voz de un modo que no era normal, quizás la gente lo viese normal pero recordando el libreto de la obra, no era así la voz de la protagonista para nada.

Esperaba que con esa pequeña intervención de mi opinión calmara su aburrimiento, por mi parte lo que me mantenía alerta era la persona misteriosa, no me gustaba el no saber algo, quizás debía acostumbrarme pero en mi labor era necesario el saberlo todo para poder anticiparme a las cosas y así poder proteger a Eowyn, no podía permitir que algún mal acabase con su vida que aun era corta, y menos que ese alguien fuese un tercero, muchas jóvenes últimamente se habían suicidado en edad muy jóvenes por desamores, hombres que las cortejaron y luego abandonaron en la desolación y con la única salida que era el suicidio… no quería imaginarme ese panorama para la ultima Von Richter.

por **Eowyn Von Richter** Vie Nov 01, 2013 8:33 pm

Observé la escena que se desarrollaba sobre el escenario y disimulé la diversión que me causaba el que Ramsay estuviese criticando la voz de la actriz que en ese momento pretendía transmitir sus emociones de manera muy elocuente pero lograba el efecto opuesto. Su voz era demasiado aguda y chillaba en demasía al recitar sus líneas al dirigirse al joven actor que hacía de don Juan. El hecho me inducía a pensar que debía estarle causando un intenso dolor de oído, certeza que crecía al ver ciertas muecas de dolor en su rostro cuando se suponía que debía estar seduciendo a la protagonista. Sin embargo mantuve la seriedad en mi voz al responder.

-¿Y eso cómo puedes saberlo si no has dejado la puerta ni un instante para mirar lo que hacen los actores? No resulta muy objetivo tu comentario si lo único que haces es estar parado allí y no te molestas en echar un vistazo a lo que ocurre y contemplas antes todos los aspectos de la actuación.-

Si de algo estaba segura era de que en ese momento debía estarse preguntando quien me había invitado al teatro. Era demasiado quisquilloso y meticuloso y le gustaba anticipar cualquier posible percance así que aunque no lo expresase en voz alta sabía que no le agradaría en lo absoluto el que lo mantuviese a oscuras con respecto a la identidad de mi acompañante y era precisamente esa certeza la que me orillaba ha continuar con el misterio. Desde pequeña había tenido él una especie de radar para saber siempre lo que sucedía por lo que constituía un pequeño triunfo por mi parte el que esta vez yo supiera algo que él ignoraba así que me entretenía el poder prolongar esa ventaja tanto como fuese posible.

-Por otro lado Ramsay, ya que sacas a relucir el tema de tu longevidad vendría siendo hora de que comiences a delegar en las jóvenes generaciones, así podrías ausentarte de vez en cuando. He pensado que te vendría bien el que añadiera una noche de descanso a tu horario de vigilancia por lo que te encargo que comiences a buscar a alguien que pueda reemplazarte en dichas horas.- Levante una mano al intuir una réplica y añadí antes de que pudiera realizarla. -Claro que yo debo aprobar antes a dicho candidato por lo que te daré un par de días para encontrar al adecuado. Y en cuanto a mi acompañante...- hice una breve pausa y añadí imperturbable. -Sé que deseas cumplir a cabalidad tu labor de vigilancia pero estarás de acuerdo en que en este teatro hay vigilancia de sobra y no creo que el que te alejes de la puerta afecte mi seguridad por lo que no afectará el que te ausentes unas horas.-

por **Ramsay Drake** Vie Nov 08, 2013 5:05 am

Era evidente que la joven quería sacarme de mis casillas, quería ver alguna reacción alterada en mi, algo difícil la verdad, había tratado con muchísimos descendientes de su familia, desde los más malcriados y gritones hasta locos por mesclas de sangre, ella a mi lado era un mero pipiolo que quería picarme para ver cómo reaccionaba, cosa que no conseguiría tan fácilmente, suspire leve para luego esbozar una pequeña sonrisa, jamás cesaba su intento en ver algún cambio en mi persona… quizás pegaría ese cambio el día que a ella le pasara algo… o seguramente cuando mi labor acabase, solo esperaba que durase un poco mas ya que su vida estaba recién empezada.

- Perdone que no obedezca tal orden de su parte, pero prefiero quedarme aquí y seguir siendo su guardián, al igual que lo seré de sus hijos cuando nazcan como he ido haciendo a lo largo de mi “larga” vida – comente tranquilo mientras miraba un poco curioso a los palcos vecinos o más bien los que estaban frente nuestra – aun cuando la seguridad de este lugar sea decente no es perfecta, tiempo atrás ha habido asesinatos de diferentes estilos, desde lo más silenciosos hasta lo más ruidosos, hubo una duquesa que murió por ver a través de los binoculares que estaban envenenados y el veneno hiso su efecto al hacer contacto con su piel, también hubo un hombre que murió por un apuñalamiento en su costado estando sentado tranquilamente en un palco – comente recordando los varios crímenes que se habían desarrollado en operas y teatros, la verdad es que eran muchísimos aun cuando no lo pareciese – podría recitarle todos los que ha habido desde la apertura de ambos ocios culturales si gusta para así poder debatir si es seguro o no el que me marche de este lugar sin saber cuál será su acompañante esta noche – le informe con una sonrisa tranquila en el rostro.

Ciertamente entendía en parte a la joven, ella quería libertad, deseaba cometer errores como cualquier joven en su edad y no la restringía como otra gente, solo que si había un cierto peligro entonces no se lo permitía, pero las demás locuras que hacia si se las permitía, solo que yo debía acompañarla por si surgía cualquier percance improvisto, ya que a diferencia de cualquier humano, yo era más veloz y podía protegerla de cualquier cosa o persona, por algo era su guardián aun cuando ella no lo quisiese, pero en un futuro quizás lo agradecería o no, dependiendo de cual sería su futuro, sabía que no podía elegir por ella su camino, no tenia permitido el buscarle marido ni nada, eran cosas que ella debía experimentar por sí misma, pero si su marido la traiciona o la daña de algún modo, ese hombre moriría de la peor manera posible, eso era en parte mi tranquilidad, aparte de que ella jamás estaría sola, aun si ella me deseara echar de su lado ¿debería irme para que ella viese que es la soledad? Aunque era evidente que yo la vigilaría desde lejos…

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