Lucrezia Giordana Trèmere edad:632r/25a RAZA: Vampiro Raza: Vampiro | HISTORIA Puede que mi vida no fuera realmente como la viví mas es la que recuerdo. La única que recuerdo para ser contada, y...no es una.
Lucrezia - continuación historia:
Muchas vidas he tenido,
¡a cada cuál más absurda e inquietante!
He bajado hasta el infierno del suicidio,
y he renacido, como fiera anhelante. Venecia (Italia) Otoño de 1135- Invierno de 1160:
Hija de una puta, sí, pero hija de alguien. Su padre, un conde francés enamorado hasta el tuétano de aquella empleada de burdel. ¿Empleada? Giordana, su madre, era la belleza personificada, junto con la dulzura. La pieza valorada, el diamante del lugar. ¿Cómo no iba a quererla? El fruto de un amor imposible nació entre sábanas rojas. Delicada, tan parecida a su madre que su segundo nombre no pudo ser distinto. El matrimonio salvaría a ambas de la decadencia. Si llegaba, claro.
Tras ocho años de infinita felicidad y vivencia en el pecado de una familia no unida por dicho sacramento, el mismo Rey mandó a Laurence (conde al servicio del monarca) a una expedición en Europa, que lo mantendría apartado de Venecia durante un tiempo. El tiempo necesario para que la puta y su retoño joven volviesen al lugar de procedencia. Los cádaveres falsos fueron depositados de forma precisa en el fingido incendio de la mansión y el enamorado conde se suicidó poco después. La mujer amenazada, loca, moribunda, volvió a la miseria del éxtasis en cuerpos ajenos.
Belleza destronada, el matón del lugar la ocupó en adelante. De aquella unión no deseada, salió el más vil de los infantes, el más torturado, dolorido y amenazado. Salazar. Lucrezia lo amó desde el momento en el que vio su cara rosada entre los muslos de su madre. Ésta, no tanto. Pese a las insistencias de Salazar por abandonar el lugar, era incapaz de hacerlo. Giordana era su madre a pesar de todo, y anclada en los recuerdos de una infancia feliz, se negaba a dejarla atrás.
Pero el tiempo decidió por sí solo, y Giordana, aún presa de las drogas y el alcohol, contactó con el único amigo de su amado que conocía. Cuando el incendió abrasó el burdel, Lucern Ralph la sacó de allí. Procurándole el apellido robado de su padre, la riqueza necesaria, y la vida eterna. ¿Qué pasó con su hermano? El brillo de los ojos de la niña quedó atrás en el pasado, por más que su empeño nada más recuperar la vida fuera encontrarle, su rastro se había perdido entre la niebla del olvido. Estaba muerto, eso decían.
Después de la pérdida de su hermano sucumbió a la más infinita locura. Su creador la encerró, bajo su propia soledad. 10 años de angustia calmaron su ansia. ¿De verdad?
Encerrar mi alma, ¡qué locura!
Si la prisión enfurece a la fiera,
hará su mente más astuta;
y, su maldad, certera.
2- Italia, (1480-1519) Lucrezia Vanni.
El encierro se tornó una prisión insoportable. El encarcelamiento no logró detener su ansia de justicia sangrienta. La aristocarcia pagó sus burlas y sus crímenes, y la manipulación se volvió determinante bajo su insaciable búsqueda codicia. Ostentó un apellido diferente, pues el nombre de su padre aún era recordado.
Forjó su historia entre muertes y desdichas, una época gloriosa, donde la venganza se sació en su particular sentido de la justicia, acabando con todo lo que considerara similar a su pasado. El llanto por su hermano solo era saciado por las lágrimas ajenas.
Hasta que él la encontró. ¡Un mercenario! Salazar se las había apañado bien en su ausencia. Cuando la reconoció, a sabiendas de que ella no había crecido en ese tiempo, su asombro fue inaudito. Su rencor, también. Lo convenció para aceptar la vida eterna, aunque eso sólo ocasiono su desasosiego.
Mientras éste paliaba tantos años de dolor con el mismo procedimiento que ella, decidió que cuidarlo se convertiría en un único objetivo. Pero Salazar la repudió, atormentado por la nueva existencia que le había otorgado.
¿Rechazo?
El caos ordenó mi tortura,
y la sangre rigió mi condena.
Meláncolica sed de ternura;
fue paliada por la sangre de sus venas.
Nyírbátor (Hungría) 1160-1585-1775 -. La condesa sangrienta. Elizabeth Bathory:
No fue hasta 1585, cuando el parto de su primera hija se llevó la vida de la condesa Elizabeth, de 25 años. La vida errante la sitúo tan próxima a la desgracia, como la apariencia física la acercó a la fallecida. Nadie supo lo ocurrido; pero la joven había resucitado de los muertos con una sonrisa macabra en el rostro y unos ojos más fríos de lo nunca recordado.
La condesa sangrienta se ganó su sobrenombre. Los rumores de que la sangre de vírgenes era usada para evitar la vejez le proporcionaron la excusa pertinente. Años de festines diarios y perversas orgías arrastraron su ser hacia el Tártaro, revivido en un sótano de lujuria y hambre en el cuál mil vampiros fueron saciados.
¡Hasta la reina de los condenados habría aplaudido aquello!
Pero la política tornó negro su porvenir. Encerrada de nuevo en su propia habitación. Emparedada, el alimento que le obsequiaban no servía para nada. Casi se vió morir. Débil y hastiada, las ratas que deambulaban no saciaban su sed. No fue díficil que la creyeran muerta, pues la frialdad de su piel combinaba con su rostro demacrado.
Despertó bajo tierra, con el hambre estallando en sus pulmones. Todo resurgió de nuevo, salvo que el exilio que siguió a su despertar fue, por una vez, fruto de una decisión propia. La cercanía de la muerte le hizo anhelar tiempos pasados. Años de profunda reflexión y soledad, en los que fue mil personas mucho menos importantes. Hasta que Salazar, de nuevo, la encontró.
París (Francia) 1774-1775:
Parecía que el perdón había llegado. Salazar, aquél bastardo de Darren y ella por fin se divertían juntos. Pero su hermano lo estropeó todo. El amor por aquella humana estúpida lo consumió.
Mientras ideaban la forma de convertirla, Lucrezia descubrió la mentira. Madeleine no quería a Salazar, quería la oscuridad, quería el abrazo nocturno y la vida eterna. ¡Ni siquiera sus inclinaciones sexuales estaban con él! Cuando la encontró en el lecho de Darren creyó que la mataría.
Calló, pero el día de la conversión se sintió incapaz de colaborar. Se marchó, dejando a esa puta con su hija humana. Lo siguiente que supo es que estaba muerta y Salazar la acusaba del crimen.
Se vio condenada al exilio, pero siguió observando a su hermano.
Hasta que la vió. Y yo que creí finalizada mi desdicha,
¡Insensato! El pasado ha despertado,
el amor no calla, ni olvida.
No descansaré hasta que te haya recuperado.
Un rostro que jamás creyó que encontraría. Un recuerdo del pasado. Una chispa inacabada. La única que podía demostrar su inocencia pululaba entre el gentío, sin recordar nada, sin sospechar los planes para ella. Y ahí comenzó el presente, exactamente como terminó su vida, comenzó la tercera, y última de sus muertes. Con el rostro de su hermano como meta inaccesible
La viuda baronesa; la viuda negra era su nombre entre la alta sociedad. Aquella mujer desconocida, cuyo rostro era cubierto del velo negro del luto y cuya mansión estaba cerrada para todos y cada uno de ellos. Su presencia era tan escalofriante como esperada, pues el misterio que rodeaba su existencia hacía arder a los nobles circundantes. Pero sus informadores siempre eran bien pagados, y su objetivo estaba lejos...Tan lejos como su creador.
Divina coincidencia que aquél que la encerró se hallase en el mismo sitio que su viejo amigo Darren, y aún mas divertido ver a Salazar también. ¿Quién estaba moviendo los hilos? ¿Cómo usar a la hija de Madeleine? El destino estaba jugando con todos ellos.
Pero la vida es una buena puta, y como tal, abre las piernas al poder.
Y ella iba a follársela cada noche.....
DESCRIPCIÓN:
- Descripción Física:
Ella es el hielo que quema y abrasa;
el cielo entre sus piernas es posible.
Tiene la tentación en su mirada
etéra y solemne; intangible. Pinceladas de carmín sobre la nieve, la mano de un artista forjó sus curvas bajo la supervisión del diablo. Fuego sobre hielo, azul, blanco, rojo, negro...Las suaves notas de color sobre su rostro pálido acrecentan la sensación de observar un lienzo inacabado. Firmes y largas piernas sostienen la más fina cintura que un modista encontrará y, sobre su espalda, se tejen hilos de seda castaña. Su mirada felina, blanca, impávida, proporciona la armonía al fuego de sus labios rojos, y, sobre ella, una ristra de negras y largas pestañas acentúan la sensación de contemplar a un ángel. ¡Ja! Lucifer quiso mofarse de los mortales enviando a su mejor pieza disfrazada. Un lobo con rostro de cordero.
O no. Pues si su apariencia es angelical, su expresión astuta y segura fácilmente determina lo contrario. Diábolicamente atractiva, mortíferamente bella. Oculta sus rasgos bajo el velo que su atuendo de luto contiene mientras está en público. Salvo con los de su raza, pues su leyenda existe y no quisiera defraudar a sus oyentes. Consciente de ello, los satisface con los atuendos más explosivos y seductores.
¡Cómo si le hiciera falta vestir esa belleza!
- Descripción Psicológica:
Malhablada, pícara, insolente y altanera. Una fiera. Ponzoñosa, atrevida y descortés. La ropa desteñida, el árbol caído. Eres manipuladora y deshonesta. Pusilánime. El error de cualquier amante. Desterradota de sentimientos, ingeniera de desgracias ajenas. Exilias el amor, embajadora del miedo. Eres el imán del improperio, la causa del objeto del deseo. Mendiga, falsedad en persona. Eres el suicidio por necesidad, la pérdida de saliva, el desgaste de la justicia. Artimaña del absurdo, satanás en feminidad. Produces la desconfianza a la humanidad, el raciocinio caduco, la desmembranza infinita. Sed de poder, de mandar sobre todas las cosas, de crear para desprestigiar, de conseguir a través de olores y mentiras. Promesas disfrazadas. Malévola. Despiadada. La felicidad se fue de viaje y recibiste en casa a Atila. Ignorante de corazón. Fracaso de ser humano. Inmundicia gratuita. Eres la baratija de cualquier nocturno en depresión. Embalsamadora de ideas. Torturadora. Desconsiderada. Eres la que quita el sueño y trae la desolación. La verborrea insensata. Demoledora. Mujer arácnida. Eres el ejemplo de la decadencia, la ladrona de futuros y pasados. La gota que derrama el vaso. De cuerpo insultante, de cabeza altanera. La piedra que no siente. El insecto que produce ardor, la sangre que brota sin parar. Mujer caníbal. Salvaje y desgarradora. La carnívora del gusto, la amante de la caída y el desconsuelo. Propia de la indiferencia. La fruta prohibida. Pesadilla ambulante. Sedienta. Ebria de venganza. Pura en sueños.
En resumidas cuentas, una zorra.
(Carta de un ex-amante)
La secuencia de desordenados adjetivos contradictorios e incoherentes. La sensación fría que la soledad otorga. No quieras comprender la retorcida ejecución de su mente, ni sus peculiares motivos, Lucrezia ni tan siquiera permitirá que lo intentes. No la busques, no la llames, pues el hielo de sus ojos grises paralizará todo cuanto digas.Sus palabras, ecos de la voz que Afrodita debió usar, te serán tan insuficientes como su contenido, querrás más, querrás todo. Y ella te dará las noches que permitas que posea, los retazos de su cuerpo que aventures a explorar. La muerte será el precio que pagarás por su piel, y tu sangre alimentará el líbido del momento. ¿Fúnebre? Probablemente, a no ser que lo macabro de su risa te parezca divertido. ¿Lo hace?
Entonces espera en agonía, pues dejará de serlo en poco tiempo. Seductora, infame y soez, permitirá que juegues a ser el rey en su privada partida de ajedrez. Serás la presa en un tablero donde la reina, cuyo papel desempeña con innata fluidez, determina el desenlace de esa tortura donde, ya habrás entendido, tú siempre serás la víctima. Merecerá la pena morir, lo entenderás cuando el éxtasis nuble tus sentidos y haga trizas todo raciocinio no perdido anteriormente. Amante del maltrato físico y psicológico, la tortura va de su mano como pasatiempo favorito, y no dudará en hacerte parte de él.
Sigilosa, oculta, camaleónica. Su función será bien desempeñada y su precio es tan alto como sus servicios. Malvada, intolerante, adicta a todo y a nada a la vez. ¿Las razones? ¡Sobran los motivos ante una botella de Whiskey! ¿El alma? Eso ni lo nombres, porque en el infierno nunca quedó espacio para tu adorable corazón. No se lo des, no se lo ofrezcas, o lo destrozará, como siempre hace con todo. Porque es así, dañina, autodestructiva (Ja! Si sólo a ella se lastimase, qué suerte sería la tuya), málvada porque simplemente nació así.
O puede que una vez, antaño, el sufrimiento quemase su aliento, puede que el amor hubiese encontrado su espacio. Bah, demasiadas vidas acopladas en un sólo corazón. Ha sido todo cuanto el mundo podía esperar de ella, las emociones dejaron un espacio vacío y el autocontrol comenzó a sentirse pluriempleado hace demasiado tiempo. La nostalgia y la venganza se diluyen entre insanos vicios. Y ella, insensato, será uno de los tuyos.
Querrás todo lo que no te ofrece, y te dará, a cambio, todo lo que no pediste. ¿Atractiva, verdad? Pues esto es sólo el principio.
+- -Tipo y Clase Social:Clase alta
-Orientación Sexual:Heterosexual
-Lugar de Origen:Venecia, Italia
-Habilidad/Poder:
→ SEDUCCIÓN: ESTA HABILIDAD HACE QUE CUALQUIER PERSONA SE SIENTA ATRAÍDA YA SEA FÍSICAMENTE O EMOCIONALMENTE A LA PERSONA POSEEDORA DEL PODER. EL VAMPIRO SEDUCE A LOS DEMÁS HASTA LOGRAR CONTROLAR LAS EMOCIONES DE SU ADVERSARIO A SU ANTOJO. FUNCIONA EN CUALQUIERA DE LOS DOS SEXOS. ESTE PODER FUNCIONA ÚNICAMENTE COMO ATRACCIÓN.
→ PERSUASIÓN: HABILIDAD PARA CONTROLAR LAS ACCIONES O EL RAZONAMIENTO DE OTRA PERSONA. ESTE PODER LOGRA QUE OTRAS PERSONAS REALICEN ACCIONES, SIN QUE ÉSTAS PUEDAN NEGARSE O INCLUSO DARSE CUENTA, MEDIANTE PALABRAS CON ENTONACIÓN IMPERATIVA, ES DECIR, ORDENÁNDOLAS.
→ INFRINGIR DOLOR POR MEDIO DE LA MENTE: CAPACIDAD QUE CONSISTE EN INFRINGIR DOLOR A UNA PERSONA. ESTO SÓLO FUNCIONA POR MEDIO DE LA CONCENTRACIÓN MENTAL Y EL CONTACTO VISUAL.
-Extra:
Le molesta muchísimo el hecho de parecer más joven que su hermano.
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por Lucrezia Trèmere Vie Nov 04, 2011 12:29 pm
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