Marcus Weiss

Descripción Física:

Mide aproximadamente 1,80 mts, de complexión delgada, tez extremadamente blanca, y cabello castaño oscuro, levemente ondeado. Tiene ojos pardos(verde tendiendo a marrón) con una tonalidad clara, labios finos y mandíbula recta.
Su cintura es fina, pronunciando levemente sus caderas.

Imagen de referencia.

Spoiler:

Descripción Psicológica:

Marcus es, ante todo, una persona tranquila, introvertida, de gustos simples.
Su rasgo predominante es su abrumadora inteligencia, pese a la cual se mantiene humilde y sencillo, de apariencia y hablar cálido. A la hora de relacionarse socialmente no suele ser reservado, intenta mantener ante todo un tema fresco de conversación, para evitar caer en la monotonía. Pese a esto, suele ser bastante estructurado en todo, su biblioteca se encuentra perfectamente ordenada, con sus libros clasificados alfabéticamente. Suele mirar a la gente a los ojos al hablar, porque los ojos son "la ventana del alma", y nada mejor que ver el alma de nuestro compañero al relacionarnos. Suele hacer gestos exagerados al expresarse y no escatima en palabras a la hora de expresar una idea.
Tiene sentido del humor y también es sarcástico, cuando la ocasión lo requiere. Disfruta de la compañía y de una charla amena, la música, leer un libro, pintar, así como caminar a la luz de la luna.
Su pasión son los libros, la literatura, la pintura, el dibujo, el arte. Tiene una fuerte conexión con la expresión creativa, en el momento de la creación de una pintura, pierde todo nexo con la realidad, se libera del mundo, de las preocupaciones mundanas, de la tensión, del universo de objetos que lo rodea, puede llegar así incluso a pintar desnudo, para que las ataduras terrenales sean mínimas, cada pincelada es un golpe de energía, un sustrato de pasión guardada, un impulso profundo que se plasma en el lienzo en un frenesí de instintos que llevan a una obra definitiva, pero en constante cambio.
Su residencia posee amplias paredes donde poder poner sus cuadros y dibujos, de manera que cada espacio de la casa ilustre una porción de sus impulsos artísticos mas profundos, además posee varias bibliotecas, sus vastas colecciones de libros son su otra afición de gran valor tanto sentimental como espiritual.
Tiene gustos también por el ocultismo y la alquimia, dicho gusto, resultado de sus vivencias personales(véase Historia).
A la hora de la vestimenta, Marcus prefiere los colores sobrios y oscuros, preferentemente el negro y tonos grisáceos del azul, su color favorito. Suele disfrutar calzar una vestimenta formal de etiqueta, como también capuchas y túnicas largas y oscuras.
Sus peores defectos podrían ser su necedad, su falta de confianza en las personas, lo estructurado que es ante la vida, su falta de espontaneidad.

Historia:

Marcus nació alrededor del año 1700 en Alemania, bajo una familia privilegiada, que mas allá de ser solo una familia, el clan Weiss guardaba mas de un par de secretos herméticos, protegidos a como de lugar, ya que formaban parte de una secta de hechicería fundada por ellos mismos, por el primero de los Weiss, siendo partícipe toda la familia de generación en generación. Sin embargo, y mas allá de esta estricta disciplina oculta que guardaban los Weiss, Marcus tenía un lugar asegurado en el clan familiar, no solo por, obviamente ser parte de la misma, sino por ser el hijo varón número veintiuno de las generaciones familiares, un número muy importante entre las creencias esotéricas de este clan.
A su temprana edad, Marcus se desempeñó con una brillante excelencia en sus estudios, desde pequeño interesado en el aprendizaje y la lectura, e indiferente a los secretos de la familia, que iban a ser revelados recién cuando llegara a la madurez.
Al llegar a la edad adulta, Marcus debía ser disciplinado, educado e instruído en las artes herméticas provenientes de su familia, entre las cuales estaba la adivinación, la manipulación mental y otras habilidades superiores, sin embargo, a su temprana edad, Marcus ya comenzaba a tener sueños premonitorios, repetitivos y violentos.

Sigo teniendo el mismo sueño con ese hombre, de tez blanca y ojos profundamente penetrantes y brillantes, no sé quién es, pero parece ser portador de algo que va a transformar mi vida para siempre.

Su familia procedió con gran cuidado y cautela al percatarse de las poderosas habilidades de su hijo ya en su joven edad, que era de esperarse al ser el futuro miembro número veintiuno, que los libros profetizaban como el nuevo líder del clan, "el que daría vuelta los tableros, el que cambiaría todo con solo su presencia"
A los veinte años, Marcus decide profundizar su pasión por las artes, por la literatura y la pintura, asistiendo a academias de dibujo, donde aprende cada vez más y comienza a dominar las técnicas que poco a poco hacían mas fuerte su afición. En eso conoce a Maurice, artista excepcional, único e insuperable, objeto de admiración del joven apasionado. Maurice sólo aparecía por las noches, con una oscura túnica hasta los pies y cubierta con una capucha, que se quitaba al entrar a la academia, que también poseía una bella galería de pinturas. Desde el momento que se conocieron, ambos reconocieron el talento único que veían en el otro, Marcus siempre lo vio como un maestro, y Maurice sostenía que Marcus era no solo, exactamente lo que estaba buscando como aprendiz y seguidor, sino que era más que ello, rebasaba sus expectativas.
De un momento a otro, sus premoniciones de años atrás volvieron a su cabeza, y veía a través de sus ojos no a Maurice, sino a ese hombre de tez blanca y ojos profundos que iba a cambiar su vida para siempre. Gran creyente del destino ya escrito, Marcus no se permitiría escapar de la situación, de Maurice, de todo lo que tenía para ofrecerle, si iba a cambiar su vida, es porque así debía ser.
Pasan meses y Marcus asiste cada vez con más devoción a la academia de arte, ya no sabiendo si por su afición al arte propiamente dicha, o Maurice, con quien había quedado profundamente encantado, prisionero del tenebroso brillo oculto de sus ojos. Así cumple sus veintiún jóvenes años, ya participando en el clan familiar, y propietario de varios de los mas profundos secretos.

La luz de la luna teñía levemente en tonalidades claras las tinieblas de la noche, y en una danza de intenso frenesí, en cuestión de segundos, los filosos colmillos color marfil de Maurice, se deslizaban promiscuamente en el cuello de Marcus, quién no sentía dolor, sino que se mostraba atónito y paralizado ante la situación. Y luego, un relámpago recorrió su desprotegido cuerpo, junto con imágenes impactantes que quedarían marcadas en su retina para toda su eternidad, el vampiro era la aberración mas grande conocida por el hombre, inaceptable en su familia, en el clan, en una secta hermética llena de secretos en los que el ya estaba involucrado, su familia no iba a tolerarlo, la traición iba a ser castigada sin piedad, él lo sabía. Pero evidentemente esto aún no iba a suceder, ya que tal premonición era resultado de sus habilidades privilegiadas sumadas al infinito poder del vampiro, por ende, no podía dejar que tal situación se llevara a cabo.

La noche siguiente, decide abandonar completamente su familia, sus creencias, su puesto privilegiado, dispuesto a mudarse a otro lugar sin dejar huella, no sin antes obviamente tomar la parte de fortuna que le correspondía, se despide también de Maurice al cual explica que el nuevo don que recibió es invaluable, pero no podría utilizarlo y vivirlo sino lejos, se retira así del país, llevándose sus libros mas preciados junto con un obsequio de Maurice, un antiguo libro que le enseñaría todo lo que debería saber acerca de la nueva raza a la que pertenecía, su nuevo modo de vida, sus nuevas cualidades que resplandecerían en la noche estrellada.
Llega así y se establece en la Francia victoriana, muchos años después de vagar entre varias locaciones, aún con la apariencia de un vigoroso jóven de veintiún años, edad con la que permanecería físicamente ya que fue cuando fue convertido, gracias a la fortuna que trajo consigo, se hace con una residencia no muy lujosa, con lo necesario, en uno de los barrios mas prestigiosos, dando a relucir su pertenencia a la clase alta, pero con un bajo perfil y por fuera de las exigencias sociales que esto demandaba, como las fiestas y las celebraciones elegantes, haciendo de su existencia una simple sombra en la noche, que pocos conocían.
Así se establece en donde podrá expresar al máximo su pasión por el arte, donde tendría una eternidad para crear la obra definitiva, para aprender todos los secretos del mundo que lo rodeaba.-