Into the Painted Grey [Alicia Alarcón]

Las noches hermosas y oscuras como estas son las mejores para salir de caza. Más cuando sigues la pista a un ser de la noche. Cuando estos no saben más que molestar, más que dañar. Que destrozar familias enteras. Vidas y mundos. Destrozar a personas. Como a mi. Pero eso solo es un incentivo más una razón. Más por la cual deben morir todos y cada uno de ellos sin perdón sin cuidado sin segundas oportunidades. Ninguno de ellos se salva.

Y esta noche el rastro me habia llevado a las afueras de París. Un vampiro se movia por estos parajes. Un vampiro al cual ya interrogué pero que llevaba un papel de un valor enorme para mi investigación y que sin lugar a dudas no dejaría que nadie se me adelantase, que nadie me quitase el papel. Ese documento seria mio. Como me llamo Alicia Alarcón.

Continue caminando entre las sombras en completo silencio sin inmutarme sin moverme demasiado, con cuidado. Pero no estábamos solos un movimiento en las hierbas hizo que me detuviese que subiese la ballesta y apuntase entre los arbustos. Allí habia un humano. Su sonido, su rostro, sus movimientos. Un cazador. Pero un humano. Y me habia oído. A mi. Habia firmado su tumba. Y seria yo quien le salvase el cuello. Continue acercándome con la ballesta en la mano apuntando.

El cazador me miraba fijamente, se habia centrado en mis movimientos habia olvidado la retaguardia. Y eso no era buena idea.

Disparé la ballesta, la flecha de madera salió disparada, poniendo en alerta al cazador que apenas le dio tiempo a moverse. Pero la flecha no le dio, le pasó veloz por un lado de la cara sin rozarle sin darle. No habia fallado. Él no era mi objetivo. La flecha siguió su camino y se clavó en el pecho de un vampiro sorprendido. Aquel que quiso acabar con el cazador no habia contado conmigo. Y eso habia conducido al ser a la muerte. Todos estos movmientos apenas acaecieron en unas milésimas de segundo.
Salí de los arbustos con la ballesta colgada a la espalda, mientras la capa y la capucha de esta me ocultaban el rostro y el cuerpo. Pasé al lado del …sorprendido?, frustrado? Eso no importa, cazador y me acerqué al cuerpo ya sin vida del vampiro. Me agaché sobre él y observé. La flecha habia entrado con perfeccion y limpieza sobre el corazón del vampiro. Dandole a este una muerte rápida y sin demasiado dolor.

Una de mis pequeñas y blancas manos salió de entre mi capa y rebuscó entre las ropas del vampiro hasta dar con un pequeño papel amarillento doblado varias veces. Lo miré sin llegar a abrirlo y sonreí guardándolo en mis ropas. Tantee más los bolsillos de este sacando algunas cosas, unas sin valor, otras importantes, que podrían llevarme a pistas nuevas. Cuando todo estuvo me puse en pie y patee el cadáver haciendo que cayese al agua. Me giré de nuevo y miré al cazador en completo silencio.

-Buen trabajo de cebo.

Le miré en silencio manteniendo su mirada. Sin quererlo habia sido útil en la caza.

Observé como se acercaba al cadáver para mirarlo. Me mantuve en silencio mientras guardaba el papel entre mis ropas. Esto era demasiado valiosos ocmo apra permitir que cualquier ser pudiese llega a verlo. Orgullo másculino. Tan poco agradable y honorable. Siempre habia preferido tratar con mujeres.Erna más razonables y sensatas. Una pena que este mundo se viese regido por hombres en su mayoría. Debido a este dato el mundo se encontraba de este modo.

Cogí su mano y se la estreché amablemente sin rencores. Le habia salvado no por él. Si no por el simple hecho de que necesitaba aquello que tenia el dato que necesitbaa. Y si estaba en lo cierto en caballero. Ambos seguíamos la muerte de estos seres. Aunque estaba segura que cada una lo hacia por un motivo absolutamente disintinto.

Continue mirándole y solté su mano. Le observé con absoluto detenimiento de arriba abajo. En efecto parecía un cazador pero no estaba segura de a que bando de este pertenecía. Podia hacerlo perfectamente al bando enemigo. O al amigo. En cualquier caso podría tener información que me ayudase en mi “investigación” y ello era todo lo que podía importarme.

-Alicia Alarcón. Efectivamente parece que ambos tenemos el mismo aprecio por estos seres…Si bien…cada uno llevaremos un objetivo distinto. –Le miré.-Perdone. Crei que era importante matar al ser de la noche. No temí en ningun momento llegar a darle. Espero que no se sienta ofendido por este hecho.

Le miré mientras miraba al cielo. Aun quedaba bastante de la noche. Pero por hoy creo que se habia cazado la caza de seres…al menos en cuanto al modo de campo. Pues me iba a dedicar a seguirles la pista. Pero desde el punto de vista de informaicon. La que pensaba sacarle al caballero. El cual estaba segura de que colaboraría. De un modo u otro.