El idioma de los muertos ~.Privado - Oliver.~

-El sonido del mar parecía una obra de arte que se repetía incansable a lo largo de las horas ecigiendo al tiempo que se detuviera con el contoneo de sus aguas aun cuando haciendo caso omiso a las peticiones del mar los segundos parecian avanzar más rápido cuando se llegaba a aquella parte de Paris, territorio de pescadores, personas que ceñían su existencia en la mitología de poseidón contentándolo con sacrificios que a menudo eran humanos. El brujo habia entregado uno de los numerosos medicamentos que fabricaba en su lugar de trabajo casi siempre atestado de creyentes otras solo de nobles en busca de remedios aunque la mayor parte de su "hogar" estaba repleto de espíritus que o bien deseaban sus servicios o bien solamente se aburrían y acudían a uno de los pocos que podían observarlos...el humo de un cigarro prestado forzaba sus labios a cortar el silencio mientras el reloj marcaba las diez de la noche un hombre relativamente joven empezó a tocar con un violín melodías que habrían hecho sonreir a los más exquisitos- No solo los vivos viven de la musica

-No importaba que alguien que hubiera pasado le hubiera tomado por loco puesto que él no se ceñía por el famoso que dirán sino que cuando tenia o quería hablar lo hacía, admirando como frente a la pasarela de madera o mejor dicho en el embarcadero lo que parecia una niebla espontánea se habia transformado en una bailarina, hermosa sin duda pero quizás objeto de envidia por como al principio su figura no parecia deforme sino pura, hermosa, los cabellos escondían su espalda y su flequillo el lado derecho del rostro, un vestido que a los pocos minutos se vió destrozado descubriendo las piernas y los senos de la bailarina pero al espiritu no le importó, a pesar de que las cicatrices aparecian, que un charco de sangre se formaba de su maltrecho cuerpo ella seguía bailando con una sonrisa, se preguntó si sabía que había muerto o si al saberlo no podía abandonar la música o en su defecto al músico.

Una figura extraña aunque independiente pues en otro momento se habria envuelto en la mirada de la mujer que seguramente le pediría un que otro favor para que la persona amada respondiese a sus palabras, le tomarían por loco pero tras unas palabras, confesiones de ultima hora dichas por los labios acartonados de un fantasma huirían pensando que estaban siendo espiados o por como optaban muchos creerían y enviarían otros mensajes a sus amados lo cual respondia siempre con seriedad a pesar de ser un cruel oponente de los momentos de amor ¿que humano responderia al amor cuando él no ha recibido nada de éste, ni siquiera en su infancia? no odiaba al corazón incluso los muertos parecían aún sentir el bombeo del mismo pero no le era gracioso pensar en dejarse llevar por él- Su melodia es preciosa señor, hasta los muertos bailan con ella

-En alto, sus palabras resonaron haciendo que aquel violinista le sonriera, debia de haber sido noble en otra ocasion pues sus dientes no sufrian el ennegrecimiento propio de los que tocaban en las calles o sus cabellos no estaban del todo grasos, su piel parecia seguir bella e incluso sus labios no parecian rajadospor la sequedad, sus sospechas eran varias como una historia que aún antigua se repetia para todos los publicos-

La muerte nunca duerme -Bajó la mirada hacia el suelo donde sus zapatos parecian brillar solitariamente moviendose al ritmo silencioso de los pasos de Aetos que parecían sorprendidos de que no causaran ruido alguno, normalmente cuando uno andaba hasta las tablas del suelo se quejaban anunciando su llegada ¿cuantas veces en el silencio de la noche un poema hecho por un borracho que trastabillaba? conseguía que ese romance que muchos pensaban extraño cobrase vida mientras una botella de solitarios deseos rodaba por el muelle dejando una nota de suicidio seguida por migas de pan para quien quisiera detener su muerte dándole más valor del que tenia pero nunca lo conseguían a tiempo porque se precipitaba al vacio. Solo el borracho caído lloraba a su botella mientras los demás vomitaban de asco ante el hedor de aquel poeta sin sentido, a la mañana no recordaria ninguno de los versos pues el olvido acudia rapido haciendo que unas gotas de realidad fueran suficientes para asumir lo que habia pasado.

Vió al muchacho que se acercaba ¿aquejado de amor? arqueó una ceja intentando que de su rostro no saliera cierta repugnancia ante la palabra "amor". No existía tal cosa para la vida del brujo esperando que aquel muchacho dejara de hablar se embarcó en la danza de aquel espíritu, aquella mujer que se movía con gracía mientras algunas lágrimas se derramaban como perlas carmesíes sobre el suelo. Bajó la mirada notando que iba desapareciendo conforme la melodia del violin empezaba a ser más suave fue entonces cuando prestó atencion al ser humano que intentaba una conversación- Odio el amor -Su repugnancia finalmente salió - Prefiero ser solitario a un maniquí de eso por lo que estás llorando -Suficiente tenia con escuchar llorar a los espíritus sobre historias de su primer amor o como querian ver lo que estaban haciendo.

Suficiente tenia con estar todos los dias de pie viendo como mujeres intentaban acercarse especialmente las ricas para que estuviera con sus hijas, le repugnaba todo lo que tuviera que ver con aquello despues de todo cuando un hoven no recibe amor en su infancia ¿como se espera que sea comprensivo en el amor? su vida era la muerte la muerte era su amante, no habia forma alguna de que se preocupase de buscar a una mujer u hombre en su vida para llenar el vacio existencial que muchos decían sentir. Le habrían rechazado seguramente a aquella persona- El sexo -continuó con una sonrisa divertida - Es lo que llena a los humanos si se usa de la forma precavida no aburre sino que incita a su uso -Pareció tener envidia de que aquel hombre tuviera todos los vicios a su lado, alcohol tabaco por eso se prestó a imitarle en el segundo vicio, el tabaco. Colocó el cigarrillo en sus labios dejando que el humo saliera pausadamente trás haberlo encendido observando que calada tras calada solo el olorcillo a azufre dulce quedase de aquel espiritu danzarín.-

Hasta la muerte se aburre de la noche...-Más para si mismo que para la otra persona comentó un funeral silencioso de unos minutos, cada calada era como los segundos de un reloj que se habia parado esperando su regreso a la misma hora, donde todos los relojes se quedaban siguiendolo, hasta que los minutos pasaban y el viejo reloj se quedaba más hundido en la depresion de sus años. El violinista se habia quedado dormido or eso habia detenido la música por el cansancio de sus pesares más no hizo ademan de despertarle caminando cerca del otro ser vivo mirandole fijamente a los ojos- ¿Con quien hablo?