Un nuevo residente...

“Primer día de libertad”, escucho decir a su compañero de jaula en el momento en el cual las llamas salieron de la nada y comenzaron a consumirlo todo, tenía aun vivida la imagen de las lenguas de fuego que abrazaban la carpa del circo y el rostro grabado de la persona que la libero gritando “Corre!! Vete de aquí acuchilladora!!!!” entonces como si de alguna clase de extraño mecanismo se tratara había salido disparada en medio del caos solo para ver a lo lejos las sombras del infierno rojizo que se extendía delante se sus ojos, la gran mayoría de su vestido se había quemado mientras su rostro, su cabello y su piel se manchaban de n negro idéntico al de la noche, el frio golpeo instantáneamente su cuerpo caliente por las llamas mientras escuchaba a lo lejos los gritos desesperados proveniente de aquel circo de los extraños.

En ese preciso momento miro hacia adelante sabiendo que ya no había nada más ahí que la retuviese aparte de su hermano, pero el había salido de su jaula mucho antes que ella y no había manera de que un estuviese adentro, ese fue el fin del circo, sin embargo no fue el final de atriella quien continuo corriendo atreves de los bosques hasta que su cuerpo humano no pudo más y el animal domino su ser, ahora su nuevo hogar se encontraba en medio de los árboles, durmiendo con las hienas o colándose entre los lobos, alimentándose de carne cruda y animales muertos, era un simple animal andando entre la bruma espesa de la noche el cual ya ni siquiera recordaba cómo era caminar en do pies en lugar de cuatro patas

Lanzo un gruñido rápido mientras giraba el rostro, en esos momento permanecía bajo la forma de un pequeño cachorro negro que andaba a toda prisa entre los árboles, bueno, lo más rápido que puede andar un cachorro cuyo tamaño apenas iguala el de un conejo adulto, algo llamo la atención de la que ahora era un pequeño animal, la presencia de algunos seres andante de la misma naturaleza que su maestro, lo cual le hizo lanzarse de inmediato contra sus pies, por fin, por fin algo conocido, por fin algo a lo que aferrarse

- Wofh!!!-ladro hacia aquel cuyo aroma recordaba perfectamente, muerte y algo de maldad, sin embargo su rostro ere diferente, tenía los ojos claros como el agua y la piel lisa como el mármol, ese no era su maestro

Se alejó inmediatamente comenzando a gruñir al darse cuenta de que se encontraba echada a los pies de un perfecto desconocido, su naturaleza animal le hacía desear el contacto con otros sin embargo al mismo tiempo rechazaba la idea de acercarse a alguien cuya procedencia desconocida tenia escrita la palabra muerte sobre su estela
- Wofh!!!!-ladro amenazadoramente, sin embargo su aspecto pequeño no sería suficiente para atemorizar a aquella bestia adulta así que miro a su alrededor tratando de encontrar algo con lo que poder defenderse, ella no era una experta pero podía sentir a una bestia hambrienta cuando la tenía cerca, y mucho más fácil era sentir el peligro a su alrededor ya que debido a su parte animal tenia los sentidos mucho más desarrollados que los de un humano normal

Pensó en todas las maneras de escapar pero estaba segura de que el era como su amo, era igual que el dueño del circo y si algo había aprendido a lo largo de su vida era que del amo nadie se escapaba, no importa cuánto corrieras él siempre te alcanzaba, no importa cuánto gritaras y suplicara el no tenía piedad, entonces la única manera intentar huir era luchar.
Sus ojos vagaron por todo el perímetro buscando posibles armas que podrían serle de utilidad y calculo al menos 30 maneras de matar a aquel ser…todas terminaban en fracaso, cual era el secreto para acabar con ellos??? No conocía una manera exacta para erradicarles aunque a lo largo de su vida numerosas almas fueron enviadas al cielo o al infierno por su mano pero que ella supiera jamás a uno de ellos

“Ahí!!!!” Pensó en el momento en el que una piedra afilada cerca de donde estaba acaparo su atención, entonces en un súbito movimiento alargo su pequeña patita peluda la cual comenzó a transfigurarse sintiendo como los huesos de su cuerpo se reacomodaban creando nuevos enlaces hasta que su cuerpo era nuevamente el de una humana aunque a diferencia de cuando cambio la primera vez ahora estaba desnuda. Dirigió una mirada fiera al vampiro antes de saltar sobre el y colocar la piedra sobre su cuello de una manera extremadamente ágil-Quieto…-susurro con su voz de reloj roto, no se arriesgaría a nada

Tristemente una de las inconveniencias del cambio en los shifter era el uso de la ropa, ellos podían modificar su cuerpo a conveniencia pero las telas no eran parte del trato por lo tanto siempre se encontraba desgarrando o abandonados, ella no lograba captar el encanto de las demás bailarinas por querer llenar aquellas cajas de maderas al las que llamaban…como les decían??? Ah! Si!! Le decían armarios, buenos pues todas las chicas que vivían fuera de las jaulas hablaban solo de ropas y de extrañas pinturas que usaban en el rostro, ella sin embargo miraba ignorante y a la vez identificada con aquellos sentimientos, siempre quiso tener uno de esos de telas brillantes y colores exóticos pero solamente podía usar su único vestido blanco, ni ella ni sus compañeros de jaula los necesitaban demasiado, después de todos se encontraban totalmente desapegados de su piel humana y algunos incluso había empezado a negarse a cambiar hasta que fueron castigados por ello.

Ahora sin embargo notaba lo increíblemente conveniente del asunto, después de tantas noches de cambios todos se habían acostumbrado a estar completamente desnudos ante la vista de las demás personas sin siquiera parpadear lo cual les daba una mayor libertad a la hora de cumplir con sus objetivo. Sintiéndose un poco sorprendida al notar como aquel ser se levantaba rápidamente abalanzándose sobre la muchacha que intentaba separarlos descubrió en ella una mirada de preocupación y temor que alguna vez vislumbro en las pupilas de su hermano pequeño ella se volvió completamente loca dejando que aquella extraña sensación que hormigueaba por su cuerpo cuando las células se movían y sus huesos se reacomodaban la inundase llenando el bosque con un extraño y escalofriante aullido parecido idéntico al de la carcajada de una bruja, nuevamente había cambiado justo en el momento en el que salto sobre su presa, aquel viejo con cara de bebe que amenazaba a la chica de ojos bonitos, Atriella estaba a punto de marcar una nueva presa si el no quitaba su sonrisa del rostro

Gruñendo cerca del rostro del vampiro la hiena aun reía como loca dejando una clara advertencia para que dejara la muchacha en paz y retrocedió un poco aun con la vista fija en su yugular, si hacia algún movimiento peligroso ese sería el primer lugar en el que sus dientes irían a parar, él tenía una naturaleza oscura y malvada pero no sentía que fue “del todo” malo así que se alejo estaba saliendo completamente de encima hasta posarse enfrente de aquella a la que reconocía como una gitana, quitar la mirada de hambre del rostro de aquella cosa perturbadora de hacer y no planeaba que sucediese enfrente de sus ojos, sus manos humanas eran completamente blancas pero el mancharlas de rojo era algo que podía hacer sin pestañear y eso se debía a que los humanos e incluso las otras razas podían resultar tan completamente frágiles como una pequeña florecilla.

Ella podía oler el miedo en la muchacha, ese miedo que olio muchas veces en las victimas del circo, en aquella personas a las que el “dueño” envió a desaparecer y cuyos latidos dejaron de sonar después de que ella o su hermano se encargaran del asunto, el dueño le había dicho que esas eran personas malas que amenazaban a los demás, pero aquel asunto a ella no le importaba en lo más mínimo ya que en realidad jamás entendió el significado de las palabras “bueno” o “malo” todo se reducía a quienes representaban una amenaza para el amo y quienes no, sin embargo este momento era diferente, este hombre delante de él se comportaba de una manera confusa para ella, la muchacha gitana no tenía aquella cosa en los ojos que tanto la inquietaba cuando ejecutaba algún trabajo, ¿cómo se le llamaba?, su hermano se lo repitió un par de veces pero no recordaba correctamente, era algo como…Maldad…si era eso, sin embargo él estaba aterrorizándola, el la asustaba y al parecer lo hacía como si fuese su comportamiento natural, sin ningún placer morboso, solo como algo completamente natural

- Jajajajajajaja-la hiena se rio frenéticamente al darse cuenta del repentino movimiento a su alrededor, de repente todo a su alrededor olía como a sangre, el líquido rojo había comenzado a brotar del pequeño cuello de la gitana de una manera que la trastornaba más de lo que ya estaba, se abalanzó sobre aquellos dos en un desesperado movimiento para detener el proceso de alimentación que tantas veces observo en su antiguo amo, su cuerpo como hiena no podía alcanzar la copa del árbol pero la repentina transfiguración a humano logro llegar a una de las ramas quedando justo delante de la pareja en un movimiento delicado mientras mostraba sus ahora no tan amenazadores caninos al vampiro que estaba lastimando a la jovencita, mientras se preguntaba si el era malo o simplemente “travieso” como solía decir el dueño.