Encuentro Carmesí. [Klariette Rein Blutsauger]

por **Sergei Vólkov** Vie Ene 06, 2012 4:52 pm

Otra vez a mirar arena y cielo
en tu playa sin fin siempre desnuda,
bebiéndome el silencio que te nombra.

Aquella era una hermosa noche, las estrellas parecían brillar solamente para él, y aquel lago que reflejaba las luces del cielo hacía que Sergei recurriera más de una noche por aquel lugar si bien odiaba tener que encontrarse con uno que otro “Pasadito de Alcohol” (Cosa que no sucedía muy a menudo, pero sucedía en fin). Buscó una roca plana en la cual sentarse procurando que la misma estuviese lo más limpia posible para de ese modo evitar ensuciar sus vestimentas. Permaneció inmóvil como por 5 minutos, observando aquel hermoso lago que parecía no terminar jamás, imaginando como sería ser un pez y no tener que preocuparse por más que nadar y alimentarse.

Aun así el vampiro no pudo evitar ese amargo recuerdo de que estaba solo entre tanta gente, un sentimiento que hacía un tiempo lo venía persiguiendo, si bien sabía que al no poder salir durante el día había terminado por conocer a muy pocas personas. Nada podría hacer, era un vampiro y lo sería por siempre.

-Creí estar siempre cálido pero me terminé por quemar…-Dijo en voz baja casi como si de un susurro se tratase. Dado a su naturaleza social no podía estar mucho tiempo sin hablar con nadie, lo bueno era que el invierno había comenzado y comenzaba a anochecer más temprano, las noches duraban más y eso le daba más tiempo para alimentarse…y de vez en cuando socializar con alguna de sus victimas.

En fin, estaba solo, sentado sobre una piedra frente al lago. Eso era realmente triste, tan así que lo obligó a soltar un enorme suspiro cargado de todos los problemas que hasta ahora habría cargado dejándolo libre de culpa por unos cuantos días más. Cerró sus ojos al mismo tiempo que se recostaba sobre sus brazos dejándose llevar por la suave brisa que tenía ese peculiar aroma al lago.

-No estaría nada mal poder hablar con alguien- Se dijo a si mismo mentalmente, hacía ya unos cuantos días que no hablaba con nadie y eso comenzaba a desesperarlo demasiado. Pensó el aquel fragmento del poema que habría escrito hacía unos pocos días atrás:

¿Acaso será que ansío caminar seguro

por las antiguas huellas de mis otros pasos,

Evitando así cometer los errores de los que me arrepiento?

Y quizás aquello fuese verdad, seguramente quería evitar los errores para evitar de esta manera tener que pensar exhaustivamente el como resolverlos. Repentinamente y de la nada, aún con los ojos cerrados sintió el aroma de unas rosas. Abrió los ojos y lentamente caminó un poco hacia atrás, encontrándose con una planta de rosas Osirias en medio de lo que serían “Malas hierbas”.

Rosa Osiria:

-¿Que hace algo tan hermoso entre atrocidades?- Dijo mirando aquella planta. Pensó en trasplantarla en su hogar, pero terminó por tomar una de las rosas y dejar aquella planta en el lugar donde habría prosperado por ella misma. Se alejó para regresar a aquella roca y continuar navegando en sus pensamientos.