Lo que el mundo no sabe

por **Remy Louboutin** Jue Ene 12, 2012 6:17 am

#Inicios...

A mis cincuenta años y escribiendo un diario, aunque mi cara sea de un chico de 25. Es horrible ver como la gente que conocías ha ido envejeciendo rápidamente, tener que inventarte mil excusas para intentar que no sospechen que eres algo raro y aún así lo sospechan. ¿Quién va a aparentar 25 años teniendo 50? A veces pienso que esto no es un regalo, pero cuando salgo de noche, me transformo y ando por el bosque tranquilamente es todo lo contrario. Nadie, excepto los que son como yo, puede saber qué es eso, cómo se siente uno.

Eso es lo único bueno, por todo lo demás... la casa se me cae encima... echo de menos a mis hermanos. Quisiera saber qué es de ellos. Espero que la vida los haya tratado bien y que hayan tenido la suerte de poder ser felices. No sé ni tan siquiera dónde están, no puedo remitirles una carta ni nada. Espero que el destino vuelva a unir nuestros caminos.

Llevo tantos años en esta ciudad quizás es eso lo que me hace sentir como encerrado, pero es mi ciudad. La conozco de siempre, sus calles, sus rincones, todo. Aún así la sensación de abotargamiento estaba presente muchas veces. Era como la sensación de que envejecía lentamente, muy lentamente cada día. Como si muriera lentamente, sería la soledad de mi casa.

Creo que esto ya está bien por hoy, no sé ni por qué he escrito nada...

por **Remy Louboutin** Dom Ene 15, 2012 6:36 am

#Intentando remontar

Hoy, extrañamente estoy alegre. Decidí cambiar un poco la decoración de mi casa y para ello tuve que remover algunos muebles y cambiarlos de lado. Eso me ha implicado tener que vaciar algunos de ellos. Al entrar en la habitación que pertenecía a mis padres.

Al abrir el armario me encontré con cosas suyas que aún no había tirado. En una de las pequeñas cajas que había allí dentro. Al abrirla me encontré muchas recetas escritas a mano por mi madre. Me quedé muy sorprendido puesto que lo había olvidado casi por completo. Al mirarlas vi que allí estaban las recetas de todas las tartas y dulces que mi madre solía hacer para nosotros cuando éramos niños. Aquello le encantaba, recuerdo cómo nos poníamos ambos a hacer aquellos dulces juntos. Era al único que dejaba entrar en la cocina. Las conocía bien, pero ya hacía mucho que no entraba en la cocina para hacerlos.

Una de las veces que estaba con mi madre, hacíamos una tarta de chocolate. Cuando estaba usando la manga para poner chocolate por encima del bizcocho se giró hacia mi y me llenó toda la cara de chocolate. Entre risas le arrebaté la manga y la llené a ella. Era divertido cuando jugábamos. Recuerdos del niño que hay en mi. Supongo que por esas pequeñas cosas estábamos tan unidos.

Entre recuerdos y recetas creo que he tomado una decisión y que será bueno para volver a ser quién era.

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