No viaje en vano, así que no te atrevas a darme un No.

por Invitado Sáb Ene 28, 2012 11:50 pm

Venecia, la tierra de canales, pequeños botes y olores, una tierra completamente diferente ante los ojos del duque que solo había acostumbrado su dura mirada a las frías e inertes praderas de su imperio, un ambiente completamente distinto podía respirar y sentir era casi una sensación añeja que le cubría completamente el ser. Su primera visita a la tierra de las góndolas no era placentera bajo ningún aspecto pero por mucho que le desagradara la idea de permanecer en aquella tierra sabia que daría frutos si todo marchaba bien. Tenia que marchar bien a cualquier costo que eso implicara. Una semana de viaje y un poco mas le había tomado llegar al ducado por tierra, un viaje largo e incomodo y obviamente agotador pero no estaba dispuesto a poner ni un peso mas en semejante travesía, ahorraría lo justo y necesario para disponer de un fondo extra al momento de su llegada a la ciudad italiana y así invertir en material extra que pudiera llevar consigo a su regreso.

Parajes estáticos en el tiempo, muertos por la mano del hombre, abandonados por Dios eso y mas podía observar a medida que los días avanzaban para su arribo, su semblante reflejaba la exasperación de la lentitud con la cual los caballos tiraban del carruaje.-¿Acaso las bestias no pueden ser mas rápidas!? .-su puño chocaba con vehemencia contra el techo del choque mientras su voz se podía escuchar claramente fuera de la elegante y sobria carrosa de manera imperativa y soberbia, su apremio por llegar era tan evidente como el día y la noche pero su temperamento era notablemente superior a todo lo que acontecía.- .-Si no les gritan no apresuran..¿Porque siempre esperan los gritos? ¿Acaso les satisface moralmente?.-el nivel de sus murmuros eran con directa intención a dejar de ser simples murmuros y transformarse en un correctivo disimulado para todos los que acompañaban al Duque, la noche cayó sobre con rapidez decayendo los ánimos de todos menos los de Viacheslav que se volvían mucho mas evidentes y tortuosos.

Desde que había asumido la regencia del Moscú no había parado ni dos semanas completas en la ciudad en vías de mejorar la situación actual del pueblo, su único afán era hacer de su ducado la joya moscovita, educación, salud, comida eran sus prioridades ahora que contaba con el respaldo del imperio y buscaría los aliados que fueran necesario para dicha acción e inclusive si eso significaba desembolsar de su propio bolsillo altas cantidades de rublos, eso no le importaba si el resultado que obtenía era el esperado por otra parte la preocupación por mantener viva la cultura y tradiciones de su nación lo habían impulsado a abastecer con nuevo material la biblioteca nacional y seguir con sus cátedras en la Universidad llegando al extremo de tomar tres alumnos bajo su tutela para fomentar mentes abiertas al nuevo pensamiento. Si habían formas mas rápidas de acabar con su vida, paz y salud Vaslav las desconocía completamente y optaba por sobre exigirse a así mismo lo imposible con tamaña forma de vida.

Para esas alturas de la noche la nueva duquesa de Venecia ya debería estar enterada de su llegada

por **Moony Backtower** Lun Ene 30, 2012 8:10 pm

Las almohadas y las sabanas de seda de color blanco rodeaba a la blanca figura que dormía placidamente alejada de todo lo que pasaba a su alrededor. No la podíamos culpar, la joven figura había estado desvelada hasta altas horas de la noche y si bien había intentado ganarle al cansancio del día; este había sido más fuerte haciendo que esta cayera rendida ante la cama de cabezal dorado.

Hacia apenas dos días que la joven de diecinueve años había asumido como Duquesa de Venecia, un titulo que le había sido entregado por su padre y que lamentable traía consigo a un duque poco visto por la joven y muchísimas responsabilidades, las cuales pensaba tomar con la mayor seriedad. Recordaba que desde pequeña se la había criado para asumir grandes puestos dentro de la nobleza. Ella se había destacado por su impecable disciplina. Como decía su madre ella si era una Duquesa hecha y derecha

Una señora mayor, vestida con un vestido negro y blanco abrió la puerta muy despacio intentando no despertar a la joven que dormía muy tranquila. Así de despacio y silencioso fue su caminata hasta las cortinas de color bordo. Habían sido traigas de Bélgica, un capricho de su madre, la cual la muchacha jamás había entendido. La señora tomo una parte de la pesada cortina y jalo de ella en dirección opuesta. El sol comenzó a iluminar la amplia y fina habitación, mostrando el lujo que esta poseía. El astro ilumino la cara de la Duquesa, la cual comenzó a revolverse.

La mujer abrió la otra cortina y se alejo del ventanal, se detuvo a los pies de la cama y allí miro con ternura a la joven- Moony es hora de levantarse- le dijo con voz maternal. Ella era la única que podía llamarla por su nombre. La joven se revolvió un poco más entre las blancas sabanas y finalmente abrió los ojos. A pesar de haber dormido mucho tiempo, aun se sentía muy cansada. Elizabeth, así se llamaba la mujer, logró sacarla de la cama y la obligo a bañarse, vestirse; finalmente ambas bajaron a tomar el desayuno. Este se solía dar en los jardines de la gran mansión ya que a la Duquesa le parecía encantador disfrutar de los árboles y flores.

Mientras desayunaba en compañía de sus sirvientes y sintiendo el cantar de los pájaros; un joven se acerco con una bandeja de plata, en esta tría una carta. Esta la tomo y la leyó en silencio mientras sonreía- al parecer tenemos visitas, el Duque de Rusia, estará visitando el ducado- su comentario fue más para si misma que para los demás- Por favor llamar a mis asesores- dijo con un tono de ternura. Verdaderamente la joven no quería tener una conversación con alguien si saber las cosas importantes.

Luego de su desayuno se reunió con los asesores y allí le explicaron las deudas que el ducado tenia con Rusia y demás cosas. Moony no salio muy contenta de aquella charla, siempre sostuvo que muchos de los Duques; anteriores a ella, habían sido completamente inútiles y jamás se habían fijado en el pueblo. La duquesa tenia un solo objetivo en su mente; hacer crecer a su pueblo

por Invitado Lun Feb 27, 2012 7:16 pm

Dice el mito que la noche fue creada para descansar, relajar el cuerpo y liberar el alma para que vague por la noche inexplorable pero ciertamente el Duque hacia caso omiso de dicha regla que, aunque no estuviera escrita se infería claramente. Un suplicio así sin más, no habían palabras que describieran lo que había sido el viaje de noche al lado de Vaslav que para esas horas pintaba más aires de energúmeno que de alto señor diplomático, su apremio por terminar de llegar a Venecia era fuera de serie, rabietas, gritos e inclusive la agresión física habían estado presente todo el trayecto pero por fin el alba había llegado y con ella las primeras siluetas de las altas casas y edificios se comenzaban a vislumbrar a hacia el horizonte.

Antes de las doce tengo que estar sentado en la misma mesa que la Duquesa.-un suspiro cansino inundo el interior del sobrio carruaje mientras el cochero trataba de apurar más a las bestias que luego de un trayecto tan largo iban a necesitar claramente mas que un simple descanso en los establos.-Le aconsejo que no se retrase ni un minuto más..a menos claro que quiera que nuevamente yo le recuerde cual es su función.- pretencioso quizás pero era la palabra con que se podría describir su voz en esos momentos mientras observaba sus nudillos aun rojizos por el puñetazo que había dado horas atrás al joven que hacia las funciones de cochero por haberse detenido a intentar descansar mientras el resto de los viajeros se aguantaban el hambre y sed, por primera vez en mucho tiempo nadie detuvo al duque en su correctivo pues todos sus acompañantes le daban la razón.

~ * ~

Diez un cuarto y el enviado desde Rusia junto a su grupo ya estaban en un hotel instalados terminando de darse una rápida ducha para asistir a la residencia de la nueva señora de Venecia.-Deja el traje verde con las botas negras...- no necesitaba mirar hacia el interior de su cuarto sabia bien que su asesor se preocupaba de los detalles mas obvios pero carecía del sentido estético para vestir y esa era la razón primordial que no dejaba que escogieran por el sus prendas.-Quiero una síntesis de ella..ahora.-aun semi-desnudo entraba y salia del baño una y otra vez, escuchando atentamente el pequeño informe de quien vería en unos momentos mas, su cabello lacio y rubio tan fino como un hilo de seda caía por sus hombros sobre la camisa negra holgada humedeciendo con leves gotas la tela.-¿Solo tenemos esa información de ella?.- su cara de extrañeza se fijo a la de su asistente que no trataba excusarse con el.-Esta bien..vete a prepara el transporte nuevamente,. con ademan de su mano dio la orden para partir nuevamente antes de dar una ultima vista a su presentación personal frente al espejo, mirada azulada y rasgos finos eran resaltados completamente con su traje, sonrió para si mismo nuevamente estaba convertido en una atracción para los ojos de cualquiera hasta el punto de quitar el habla.

Su paso firme y seguro denotaba claramente que no tenia intenciones de obtener una negativa de ninguna índole, muchas cosas estaban en juego en esos momentos; su gestión como proveedor de su ducado, la diplomacia del imperio y el Zar pero por sobre todas las cosas la capacidad de el mismo como hombre de mundo para brindar una nueva oportunidad a la gente de su tierra.

~ * ~

Veinte para los tres de la tarde y la reunión con la duquesa había sido más que fructífera los acuerdos estaban por firmarse dentro de los próximos días los que significaba que estaría pronto a volver a sus frías tierras, sin embargo a pesar que todo hubiera salido exquisitamente perfecto los rumores que llegaban desde las calles eran para considerar, desde las sombras alguien comenzaba a reclamar con claro tono de guerra la cabeza la nueva jerarca por una posible fraudulencia lo cual hacia indispensable que depusiera su titulo en alguien de cuna mucho más noble que ella ¿Ser noble realmente importaba?, desde la perspectiva del Duque claro que inclusive él mismo carecía de un rango de nacimiento y su actual posición era fruto del meticuloso trabajo que hizo por mucho tiempo y obviamente unas tantas artimañas que cualquiera pudiera ocupar pero la cuestión era otra aunque distante igual de grabe: si la nueva soberana de Venecia renunciaba al titulo su esfuerzo se vería completamente anulado en consecuencia traería grabes problemas para sus planes venideros como fuese realmente el asunto mientras el firmara el tratado con la Actual señora movería a sus peones para que averiguaran por él que tan accesible seria el nuevo que pretendía el Ducado. Por muy cara de ángel que tuviera Viacheslav era un completo demonio cuando quería.

Rol Acabado.

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