Il'ya Vryzas

-Nombre del Personaje: Il'ya Vryzas
-Edad: 18
-Especie: Humano, cazador.
- Facción a la que pertenece: -
-Tipo, Clase Social o Cargo: Extranjero
-Orientación Sexual: Heterosexual
-Lugar de Origen: Yaroslavl, Imperio Ruso
-Habilidad/Poder: -
-Descripción Física:

Spoiler:

-Descripción Psicológica:
Aprendió a desconfiar de la gente a base de golpes. Confiaba en gente que terminaba haciendole pasar malos tragos y causándole demasiados problemas. Algo que también hizo que se volviera bastante cerrado, algo que la bebida puede solucionar, y que prefiera tener el menor trato posible con otras personas.
Tiene miedo a dormir de noche. La noche está dominada por criaturas que podrían acabar con él mientras que sueña con paisajes honíricos, por lo que prefiere llevar una vida nocturna y dormir de día confiando en que el tener el sueño ligero hará que se despierte si algún humano le intenta atacar.
Su odio a los seres como vampiros y hombres lobos... es inexistente. Los caza principalmente porque por con cada trabajo puede conseguir un dinero considerable. Y si no gana nada a cambio, por lo general evita peleas innecesarias.
Dejando a un lado su personalidad, aunque lleva algún tiempo en Francía no domina todavía el idioma. Por lo que no le gusta demasiado entablar conversaciones. Y si a eso le sumamos que es introvertido y desconfiado, podría pasar varios días sin hablar más que para saludar a quienes se encuentre por la calle.
-Historia:
Comparte muchos rasgos psicológicos con su progenitora, quién se encargó de él en su ciudad natal hasta que ella pereciera cuándo no era más que un crío. Ella también era cazadora, y quién sabe cuántas generaciones de Vryzas lo habían sido anteriormente.
De su padre, poco conoce. Solo sabe, o mejor dicho cree, que su apellido proviene de él, y que les abandonó antes incluso de que pudiera hablar. Desconoce los motivos, aunque es normal que su mente se refugie de las crudas noches de lluvia y frío pensando en que podría haber llevado a su padre a abandonarles. Su madre no se lo contó en vida porque era demasiado jovén, y ahora que es suficientemente mayor ella está muerta.

En la etapa que vivió con su madre no pasó hambre. Siempre había un plato de comida en la mesa y nunca le faltó ropa para vestir. Ella, mientras que estaba con vida, intentó inculcarle el oficio familiar. También le enseñó a leer, escribir y a realizar cuentas sencillas.
Pero lo que de verdad le intentaba enseñar era a ser uno con la naturaleza. Reconocer plantas y sus propiedades, conocer a los animales, su forma de comportarse y como cazarlos, y una limitada cantidad de sabiduria sobre estos temas limitadas por su muerte prematura.

Su mente bloqueó sus recuerdos sobre lo que pasó la noche en que su madre perdió la vida, y siempre que puede evita el intentar recordarlo. Quiere olvidarlo, quiere olvidar todo aquello que le pudiera hacer daño.
Aunque él no recuerde qué fue lo que acabó con la vida de su progenitora, siente odio y repugnancia por los seres que aún teniendo forma antropomórfica no son humanos y siente una ligera desconfianza hacía aquellos que practican las malas artes de la brujeria debido a que desconoce como pueden hacer tales cosas.

Tras quedarse solo en el mundo, huyó. Huyó de su casa, de sus recuerdos y de la poca gente que conocía. Huyó del mundo tal cual lo conocía. Pero las noches en el Imperio Ruso eran muy frías estando al descubierto, por lo que se dirigió hacía el oeste de Europa. No tenía más motivos que el huir, una sensación relativamente irracional.

Desde aquella fatídica noche han pasado varios años. Ha crecido, madurado, y aprendido multitud de cosas que le han permitido sobrevivir hasta el día de hoy. Se gana la vida como cazador. Va de pueblo en pueblo, a veces incluso pequeñas ciudades, vagando sin ningún motivo. No tiene nada en el mundo, no tiene amigos, ni familia, ni hogar. Y tampoco tiene el valor para poner fin a su vida.

-Datos Extras:
No es que no tenga papilas gustativas, pero no le importa nada el sabor de la comida. Nadie le ha enseñado a cocinar y ha sobrevivido intentando alimentarse de lo que podía. Lo único que le importa de la comida es que le alimente.
Si se le consigue emborrachar lo suficiente pierde un poco su humildad y puede llegar a contar diversas historias de su vida, como el día que le confundieron con otra persona y le dieron de comer y beber hasta reventar. Aunque quizás habría preferido haber comido menos, porque cuando se dieron cuenta de que les estaba engañando tuvo algunos problemas a la hora de escapar.
Aunque siempre diga que prefiere cazar animales pequeños a animales grandes porque cazar estos últimos sea un desperdicio importante de comida, lleva una vida nómada y no puede llevar muchas cosas encima, tiene más que ver con el día que intentó cazar un oso y digamos que terminó bastante malherido. En aquel entonces era joven e inocente.
Si le preguntan, justifica que lleva esas armas consigo por dos motivos principalmente, porque dice que se dedica a la caza de animales para vender sus pieles y siendo un viajero como dice que es, es normal que tenga que viajar solo de vez en cuando, y se siente más seguro si tiene un arma con el que defenderse si le intentan asaltar en los caminos.