Al-Jabir Zalaquett - Buscando la vida más allá de la muerte

-Nombre del Personaje:

Al-Jabir Zalaquett

-Edad:

5000 Años. Vivió solo 23, eso sí.

-Especie:

Fantasma

-Tipo, Clase Social o Cargo:

Extranjero, Clase alta (¿Muerto?)

-Orientación Sexual:

Bisexual

-Lugar de Origen:

Alejandría, Egipto

-Habilidad/Poder:

- Aparición/Invisibilidad: Habilidad para aparecer y desaparecer las veces que deseen y a cualquier hora del día, además de que ellos poseen la capacidad de mostrarse solo ante las personas que ellos elijan y ocultarse a ojos de los que no desean que los vean.
- Ilusión: Capacidad de crear ilusiones ópticas a los vivos, mostrar recuerdos a través del tacto o similares.
- Teletransportación: Habilidad para moverse de un lugar a otro sin ocupar espacio o masa en el trayecto. Traspasar superficies sólidas que un humano común no podría, como paredes, etc.
- Movimiento de objetos/Telequinesis: Habilidad para mover objetos, tocar a los seres humanos que están vivos, animales, etc. En pocas palabras pueden hacerse pasar perfectamente por una persona viva y realizar las mismas actividades que un vivo haría si es que lo desean. Los objetos pueden moverlos no sólo con tocarlos, también haciendo uso solamente de su mente.
- Permanencia: Capacidad de quedarse en el mundo de los vivos el tiempo que deseen, pero mientras lo hagan su alma no estará en paz y no descansarán como el resto de los difuntos.
- Posesión: Posibilidad de entrar en el cuerpo de un vivo, pero esto sólo pueden lograrlo con la ayuda de una persona que tenga conocimientos en el tema (como los brujos o mediums), además de que la posesión solo será momentánea (máximo un par de horas), nunca permanente.

-Descripción Física:

Spoiler:

-Descripción Psicológica:

Una personalidad volátil y enérgica, llena de un entusiasmo casi infantil y un deseo de conocimiento que raya en los límites de la locura. Esa es la máscara que suele mostrar Al-Jabir para su trabajo. Durante sus estudios e investigaciones, incluso cuando se aparece frente a la gente, tiene aquella sonrisa abierta de oreja a oreja, y aquella forma de ser tan chiflada y casi descuidada. Siente una gran afinidad con todos aquellos que tienen un amor por la lectura o la investigación, por lo que en ocasiones aparece no para espantar, si no para contribuir a alguna persona que necesite ayuda en aquellos problemas. Puede parecer desinteresado, pero la verdad es que no lo es, pues a pesar de todo es alguien sumamente egoísta, poniendo la búsqueda de información sobre todas las cosas. Miente descaradamente a aquellos que considera no merecedores de su confianza, ni siquiera se molesta en ocultarlo, y a pesar de ser tan infantil puede reaccionar de forma violenta si es provocado. Es un científico, pero jamás dijo que fuera un hombre de paz.

Es un hombre muy juguetón y jovial al principio de todo. Pero la realidad es muy diferente. A pesar de todo, el es un científico, un alquimista, o al menos en algún momento lo fue, por lo que a la hora de hablar de ciencia o cosas que le parecen importantes, su personalidad da un vuelco de 360 grados, volviéndose serio, elocuente y maduro de un momento a otro. Sobre todo si el tema en cuestión es alguno de sus proyectos, destacando sobre todas las cosas el proyecto “Homunculos” y el proyecto “Piedra roja/Piedra blanca”, los cuales oculta a los ojos curiosos con toda su fuerza. Puede ser tu compañero o tu enemigo acérrimo, todo depende de cómo te comportes con él.

-Historia:

La vida en el antiguo Egipto era algo difícil de llevar, sobre todo en el año 3200 antes de Cristo, época en la cual aquella civilización apenas y comenzaba a unificarse y convertirse en la milenaria cultura que llegó a ser unos cuantos siglos en el futuro. El misticismo guiaba los pasos de todos y cada uno de los hombres y mujeres que vivían en la rivera, en Alejandría, para cuando Al-Jabir llegó al mundo. Su vida no tuvo muchas cosas de las cuales pudiera destacarse algo. Jamás fue demasiado inteligente, ni demasiado fuerte o atractivo. Nunca se destacó en absolutamente nada, al menos no hasta llegar a la edad de 18 años. Para aquel entonces el ya era, para los términos de aquel entonces, un viejo. Se había separado de su familia: Una pareja de jóvenes obligados a casarse, junto a unos 4 hermanos, y había empezado su propia vida como pescador en el mediterráneo, surcando las aguas cercanas con un pequeño velero de madera. Fue durante una de sus jornadas de pesca en la noche bajo las estrellas cuando conoció a Morin… y su vida cambió para siempre. Encontró al joven hombre flotando sobre un barril de madera, inconsciente y herido totalmente. Por piedad se acercó al hombre y le dejó entrar a su barca, cuidando de él hasta que finalmente sanó, reaccionando de manera violenta, mirando a su alrededor al hallarse en un lugar tan extraño. Luego de que se calmara, le contó a Al-Jabir que había sido perseguido por un grupo de cazadores, sin razón alguna, y tuvo que saltar desde un puente para perderles. Claro, no le creyó mucho de aquella historia, pero de todos modos se ofreció a prestarle asilo en su hogar mientras se recuperaba, a cambio de que le ayudara en el negocio de la pesca. Fue así como la relación entre ambos empezó, al principio como meros compañeros de trabajo, luego, como maestro y aprendiz del arte de la magia y la alquimia, y al final como amigos muy cercanos.

En su pequeña y humilde casa, en la costa, pasaban noches enteras discutiendo, practicando y, sobre todo, experimentando. Morin le había contado historias sobre la legendaria “Piedra roja”, capaz de transformar cualquier material hasta su forma más pura, el oro, y la “Piedra blanca”, capaz de transformarlos en plata… aquello era solo un código para referirse a la capacidad de transformar que tenía una, y de curar que tenía la otra. Poco a poco, el trabajo de pescador fue quedando de lado, desplazado por este proyecto… pero claro, ellos solos no podían continuar con ello. Necesitaban apoyo y recursos, cosas que obviamente no iban a obtener en cualquier parte. Morin le contó la historia de una ciudad oculta entre la arena del desierto, donde se concentraban cantidades de conocimiento increíbles para el ojo del humano común. A la edad de 23 años, Al-Jabir se abandonó en una travesía junto a su maestro para encontrar aquella ciudad. El hombre parecía conocer perfectamente el camino, a pesar de que lo negaba todo el tiempo. Al-Jabir seguía sin creer demasiado en sus palabras, cuando de pronto sintió como todo desierto temblaba. En pánico, ambos hombres miraron a su alrededor, solo para observar como una gigantesca nube de arena se acercaba a ellos a toda velocidad. Cuando se habían dado cuenta de lo que se avecinaba ya era tarde: La tormenta de arena los había envuelto por completo, destrozando sus cuerpos en un frenesí de arena, piedras y vientos huracanados. Al-Jabir cerró los ojos, esperando no volver a despertar… Cuando los volvió a abrir, se hallaba nuevamente en medio del desierto, pero esta vez estaba solo, flotando en mitad del lugar. Las cosas eran claras: Estaba muerto.

Confundido, y asustado, empezó a buscar a su alrededor a su maestro, pensando que quizás el habría sobrevivido, o quizás estaba muerto y se hallaba también en el desierto, y así podría explicarle algunas cosas. Le encontró tirado en la arena, tomando la mano de lo que quedaba de su propio cadáver. Todavía respiraba, y lo miraba, sonriendo. Al-Jabir se acercó a él, pidiendo una explicación. El solo le sonrió, indicando el cuaderno en el que llevaban las anotaciones de sus experimentos. El fantasma tomó el cuaderno y buscó las últimas páginas, donde explicaba el proceso de separar el cuerpo del alma de una persona. Luego, había una pequeña nota, en la que le explicaba que, dentro de poco, ambos iban a morir… pero él iba a permanecer en ese mundo, para poder continuar con aquellos proyectos… No solo por eso, si no que también para poder experimentar la vida desde otro punto de vista, sin el inherente temor a la muerte. La última frase escrita por el era un suave “Te quiero, Jabir”. El espectro cerró lentamente el libro de recetas, y volteó hacia su compañero. Ya había muerto para entonces. Permaneció junto al cuerpo de su maestro durante meses, incluso años, esperando que regresara igual que él mientras entrenaba sus nuevas habilidades. Cuando pasaron 10 años se dio cuenta de que no volvería. No por su cuenta, al menos.

Durante siglos vagó por todo el mundo, investigando, aprendiendo, desarrollando su ciencia con ayuda de todos los alquimistas y filósofos que encontró durante su vida, desarrollando un nuevo proyecto con el tiempo, una técnica para traer a la vida a alguien que ya no esta. Básicamente crear todo un ser humano desde las cenizas, incluida el alma, aunque en este caso no lo necesitara. Necesitaba hacer un humano artificial: Un Homúnculo. Claro, estando muerto tenía toda la eternidad para perfeccionar su arte, pero a medida que pasaban las eras, se iba dando cuenta de lo solo que realmente estaba. Necesitaba compañía, muy a su pesar… Quería negarlo, quería permanecer solo, la compañía de los seres humanos era realmente efímera, duraba tanto como su propia vida, y prefería quedarse en soledad a sufrir por la perdida de otro ser querido nuevamente. Así fue como lentamente empezó a enloquecer. Periódicamente dejaba su trabajo de lado para ir a molestar a los vivos, asustandolos, volviendolos locos, o solamente poniendolos nerviosos en ocaciones. Así continuaron pasando los años, hasta llegar al 1800 después de cristo. Todo a su alrededor había cambiado tanto, el había estado allí para verlo… Pero el continuaba igual. Quizás un poco más loco que antes, pero físicamente estaba igual que hace 5000 años. Actualmente vaga por el mundo, en busqueda de información para traer a su amigo de vuelta a la vida, o de algo de compañía para entretenerse un poco, eligiendo la pobladísima ciudad de París para hacer de las suyas. Ahora solo bastaba ver que pasaría primero.


-Datos Extras:

- Sus apariciones usualmente vienen con el sonido del viento susurrando, como en el desierto.
- Es realmente una cuna de información arcana y espiritual. Es experto en todas las escuelas de la magia, pero al no tener un cuerpo físico, no es capaz de usar hechizos.
- Los objetos físicos que ha recolectado los esconde en una mazmorra oculta en el cementerio de Montmartre, en una de las tumbas. La tomó prestada hace unos 300 años.
- Usualmente le da choques eléctricos a las personas. Esta habilidad aumentan en presencia de aparatos eléctricos o en un una tormenta.