Acudiendo a una llamada

por **Jennifer Blair** Jue Mar 08, 2012 6:39 pm

Hacia mucho que no había vuelto a Francia, seguramente no habría vuelto por el momento si no fuera porque le ordenaron venir. Le gustaba ver el mundo pero por el momento había visto suficiente, sin contar de que no tenia mas remedio, hacia ya tiempo que sabia que algo así pasaría, que tendría que obedecer a alguien y todo por meterse en una pelea de la cual no había salido bien parada.
Lo bueno era que sabia que no seria muy aburrido volver, el camino había sido bastante entretenido aunque se había retrasado un poco mas de lo previsto. Eso no le importaba mucho, tenia todo el tiempo que quisiera así que lo ultimo eran prisas.

Ya era bien pasada la media noche, iba con pasos tranquilos de camino al cementerio. Buscando el lugar donde pasaría una buena temporada hasta que la dejaran marchar de nuevo. Iba observando por donde caminaba, el lugar era escalofriante algo que le gustaba bastante. Aunque lo que mas le gustaba es que era un lugar al que seguro que no se acercaría mucha gente, después de todo no a todo el mundo le gustan los cementerios.
Mientras caminaba los recuerdos del día que hizo el pacto aparecieron lentamente. Lo recordaba como si fuera ayer, pese a que habían pasado gran cantidad de años. Pero como olvidar la primera vez que una se encuentra con un licantropo. El problema era que ella había bebido mas de cuenta y no dudo en lanzarse contra un licantropo seguro que ya preparado para una pelea así, a diferencia de lo que entonces era, una recién convertida.
El estado en el que había terminado era bastante malo pero por suerte no había terminado con su existencia. Hay fue cuando el que ahora es su amo aprecio ofreciéndole un trato, ser de el a cambio de que la salvara de desaparecer. Acepto el trato sin pensarlo mucho, prefería tener un amo a desaparecer en ese momento.
Por suerte no tuvo que pasar mucho tiempo que el, tubo la oportunidad de poder ir a donde quisiera hasta ser llamada de nuevo. Y así había sido, algo que no se había esperado en ese momento sucedió fue llamada por su amo para que fuera a una dirección.

Al salir de sus pensamientos se paro, estaba justo enfrente de la puerta principal de la mansión, una sonrisa fría apareció en su rostro. Camino un poco mas colocándose delante de la puerta, seguramente ya la habían detectado pero así llamo a la puerta mientras colocaba sus manos en las caderas de manera paciente.

por **Raphael** Vie Mar 09, 2012 12:16 pm

No se había olvidado ni por un segundo que una vampira hace más de trescientos años le debía algo. Un asesino nunca olvida sus deberes, tampoco las deudas que tienen con él. siempre regresa para cobrar, este caso no sería la excepción. Por eso mismo envió su carta a la ahora ya no tan neófita draculina, Jennifer Blair, la jovencita Blair, a la cual salvo de un perrucho hace unos tres siglos atrás, aniquilo a quien le daño aprovechando el pánico y luego tras el pacto aceptado le brindó sangre a la vampira para devolverle la lucidez.

Si ella pensó que se escaparía estaba equivocada del todo, él le buscaría hasta el fin del mundo y la encontraría para reclamarla, a fin de cuentas el tiempo le sobraba para hacer aquello, para comodidad de ambos y suerte para ella, encontrarle fue sencillo, por eso mismo ya esta noche esperaba su pronta llegada la mansión Morte, la mansión donde los sueños obscuros de los vampiros solamente se hacían realidad, ¿humanos? Bueno las peores pesadillas se les cumplían a ellos, lamentablemente como siempre era necesario de estos seres inferiores para pasar un buen rato, pero nada se podía hacer al respecto mas que seguir el camino de este destino tonto, también uno se podía alimentar de vampiros, pero era algo bastante molesto y difícil ya que eran mucho más difícil de someter que los primates. Aún así el vampiro había conseguido tener a su servicio a dos inmortales, se podía servir de ellas sin problema alguno, era algo común a fin de cuentas, Samael y sus alas eran indetenibles.

Habían pasado dos noches desde que la primera inquilina había llegado, predecía problemas entre ellas quizá, pero a fin de cuentas era un experto en apaciguar a las bestias, si algo sucedida, mano dura y la broma terminaría, su forma ortodoxa y sencilla de hacer las cosas era muy cautivadora, en mal sentido. Aunque era muy justo a decir verdad, su mansión, sus reglas, su batuta, su forma de reaccionar, debería ser respetado a cavalidad o tendrían consecuencias un tanto desagradables para todos en el lugar, la furia del Arcángel no se desataba de forma sencilla, pero una vez suelta, mejor no estar muy cerca.

La esencia de muerte tocaba su puerta, la podía sentir desde el ático, bajó las escaleras lentamente hasta que la abrió teniendo en frente a si a su Possesion - Bienvenida a Morte, puede pasar - susurró cerrando la puerta con ambos dentro, luego giró el cuerpo para cerrar ambas ventanas principales ya que en unas horas amanecería.

por **Jennifer Blair** Sáb Mar 10, 2012 6:06 am

No tardo mucho en sentir una mente, aun estaba un poco lejos pero sabia que era de dentro de la mansión. Se dio cuenta con facilidad de que se aproximaba a la puerta. Ya sabia quien era, no era muy difícil adivinarlo sin contar de que dudaba que hubiera alguien mas en aquel lugar. Como mucho habría algún otro vampiro aunque en cierta manera lo dudaba.

Mira un poco el cielo, se estaba haciendo tarde o mejor dicho temprano no era buena idea pasar mucho tiempo fuera. Por suerte sabia que no tardaría en tener la puerta abierta así que podía estar tranquila.
Una leve sonrisa apareció en sus labios cuando la puerta se abrió, dejando ver a su amo Raphael. Como era normal no había cambiado nada en todo ese tiempo, bueno si la ropa pero eso no era algo extraño. Hizo como una leve inclinación con su cabeza a modo de saludo- gracias por invitarme a pasar amo... - su voz como siempre tenia un tono de fría neutralidad. No era precisamente una vampiresa muy animada o al menos normalmente. Solo habían ciertos momentos que si pero solo era para cuando quería entretenerse.

Con paso tranquilo entro en la mansión, escucho como la puerta se cerraba detrás suya. Con sus ojos pudo notar que la casa estaba mejor por dentro que por fuera. En verdad que la parte de fuera estuviera en esas condiciones garantizaría que no se acercaran los molestos humanos. Bueno a lo mejor algún valiente si lo hacia pero acabaría mal. En cierta manera ella esperaba que alguno lo hiciera. Así evitaría tener que ir a buscar un juguete. Eso muchas veces era divertido sobre todo en el momento en que se dedicaba a desconcertar a quien fuera su presa. El poder leer su mente y hablar en ella solía ser una buena manera de crear la sensación de locura en la mente de alguien. Pero no siempre era tan divertido o tenia ganas de buscar un juguete pero tenia que hacerlo para no perder sus fuerzas.

Nada mas termino de observar de manera superficial el lugar, sus ojos se posaron en Raphael. Estaba mas que tranquila, aparte de que se podía decir que el lugar hacia que se sintiera cómoda. Sin contar de que su presencia le inspiraba una extraña tranquilidad- hacia mucho que no nos veíamos amo... me alegra volver a verle y por lo que veo en perfectas condiciones... aunque como no iba a estar usted bien no creo que sea fácil dañar le... espero que no haya tenido que buscarme durante mucho tiempo y que desde que me envió la carta no se aya impacientado por mi tardanza...-una sonría fría se mantenía en sus labios, dejando ver levemente los colmillos de ella. Desde siempre ella había sabido que el la reclamaría, hubiera gustado que fuera en un tiempo mas. Le había cogido el gusto a viajar y ver otros lugares aun así ella estaba satisfecha con todo lo que había podido hacer ese tiempo que había tenido. No le molestaba que ya hubiera sido llamada para hacer lo que prometió.

por **Raphael** Mar Mar 13, 2012 2:52 pm

Observo como la mujer se deleitaba con el gran salón, no lucia como la parte exterior, ya los muebles habían sido entregados noches antes, mismos solicitados, así que ya la atmósfera se notaba "cómoda" en términos algo humanos. Sujetó su hombro y le hizo caminar dentro de la sala hasta llegar a las dos largas escaleras, por la derecha subieron y se encontraron con el corredor largo lleno de habitaciones y salones, las habitaciones a la derecha, prosiguió sin soltar ahora su brazo entrelazado sin decir ni una palabra, ni dar una respuesta a sus palabras de hace un minuto, esperaría al final de todo para mencionar algo certero, se acerco a medio del pasadizo el solo, jaló de un tirón la cuerda que allí colgaba, dejando caer unas escaleras que generaron gran ruido al chocar contra la alfombra, le ordenó en un gesto con la mano que subiera, una vez lo hizo la oscuridad debía de ser total, de igual forma no debería afectarle en lo más mínimo a un inmortal como la que subía, allí Jennifer podría notar cada detalle, la mesa de pruebas, la silla de tortura, las cadenas, las estacas, los cuchillos, las piedras con los grilletes, e incluso un cadáver de una mujer que allí se pudría ya que había olvidado enterrarlo o tirarlo.

Esperó un par de minutos a que la mujer observara todo el lugar para luego hablar – Bien, ¿acogedor verdad? Aquí podrás jugar, eso si, todo limpio por favor, sé que ahora mismo no lo está, pero me encargaré de eso en poco, ven conmigo, aún queda camino por recorrer en la casa, quizá luego te muestre los secretos en sus mortuorios jardines – susurro lo último con su sonrisa retorcida de siempre, pasó por las habitaciones una tras una mostrándole cada diferencia entre ellas hasta llegar a la propia – Escoge cualquiera, menos esta, ya que me pertenece, a si como tú – sonrió de lado para cerrarla de nuevo – Ahora entra a la que hayas escogido y será tuya – le soltó para que eligiera con cuidado cual sería su habitación, una vez lo hizo le invito dentro y él también entró – Le salve la existencia por una simple razón, su potencial, su sentido de la muerte, los juguetes humanos que tanto disfruta, eso, eso me gusta mucho la verdad – sonrió para luego tomar su brazo de nuevo y llevarle al primer piso, esta vez en sentido contrario salieron ambos hasta la parte trasera de la propiedad, sin duda uno de los lugares más llamativos de esta - Si lo ve, disfrútelo -

por **Jennifer Blair** Sáb Mar 31, 2012 4:35 am

Desde luego se podía notar la diferencia entre la zona exterior de la casa a la interior. Aunque no tuve mucho tiempo para fijarme pude sentir que los muebles eran bastante nuevos o ese era el olor que emanaban.
Note enseguida que me tenia que mover ante el agarre de mi amo. No fue de manera brusca ni nada por el estilo pero si me indicaba que era hora de ver el resto de la mansión. Lo cual seria lo mejor ya tendría tiempo para observar los detalles de ella con mas tranquilidad.
El primer destino fueron las escaleras para subir al siguiente piso, ya suponía lo que había arriba. Al subir por esas escaleras pude ver un pasillo lleno de puertas. En ellas las habitación de las cuales a saber si tenia que la libertad de elegir o ya tendría una habitación asignada.

Bueno no importaba mucho eso, simplemente le seguí aunque me pare cunado vi que el lo hizo para del techo bajar una escalera. Por lo que podía ver desde hay abajo la parte de arriba estaba toda oscura pero también pude sentir el olor a sangre o mas bien el olor de un cuerpo en comienzos de descomposición. Como vi que Raphael me indicaba que subiera así lo hice no tenia problemas en ello, pese a las escaleras que habían no me moleste en casi ni tocarlas.
Al llegar arriba me adelante un poco mientras observaba el lugar tranquilamente pese a la significativa falta de luz. Una sonrisa gélida mas una mirada propia de una sádica psicópata se mostraron en mi rostro. Al todo lo que había en ese lugar todas las ideas de lo que podría hacer en ese lugar me vinieron a la mente. Lo ultimo en que me fije fue en el cadáver de la mujer. La verdad no me importaba la muerte de esta solo había sido usada para jugar.

Una leve risa, no era precisamente alegre si no frívola y para muchos desconcertante- si.. ya se me ocurren algunas ideas.. pero las pondré en practica en otro momento.. y tranquilo amo, no me gusta dejar los restos de mis juguetes..oooh me parece que lo que mas me gustara de este lugar sera el jardín...- enseguida salimos de ese maravilloso lugar en el cual, aunque solo lo era para quienes tenían una mente retorcida no para las victimas. Al bajar me mostró las habitaciones las cuales examine con cierto interés, al final del paseo me mostró la que era la suya- no se preocupe ya elegí una... -empiezo a caminar con pasos ligeros hasta una habitación que estaba a dos puertas. Abrí la puerta para simplemente dejar unos papeles que llevaba guardados y luego salí enseguida para volver a donde el estaba.

Al acercarme de nuevo a el me espere un momento ya que me empezó a responder una de las dudas que tenia desde hacia tiempo- vaya.. nunca pensé que alguien me diría algo así.. no suele gustar mucho por no decir que no gusta mi manera de jugar...- sujeta un poco el brazo de el cuando la toma del propio. Al llegar al primer piso no pregunto nada y menos cuando nos dirigimos hacia la salida contraria a la que habíamos entrado.
Me quede observando de manera relajada la parte trasera del lugar. Si la parte de delante me había agradado esta aun mas. Desde luego en este lugar era el mejor para pasar la no vida, al menos a mi manera de ver las cosas. Desde hacia tiempo que odiaba las ciudades, demasiado ruidosas y aglomeradas de gente, no debería molestarme pero el estar rodeada de tanta me era molesto- claro que hay que disfrutare... este lugar es mejor de lo que me esperaba... pero ya debía haber supuesto de usted que no habría cogido otro tipo de lugar...

por **Raphael** Vie Abr 06, 2012 1:05 pm

se detuvo con ella frente al acantilado - ¿Pocos? Resultan en contra parte muchos ignorantes que no disfrutan de algo tan placentero y sublime como lo que nosotros hacemos, los humanos son comunes, sus reacciones también, por eso mismo siempre tendrá el rechazo de ellos o será tachado como una loca, asesina, desgraciada, o egocéntrica, para un humano que un vampiro disfrutes estas morfas tan comunes es negativo, por eso mismo es que me hacen tanta gracia, a la vez tanta pena y repudio, pero no deberíamos gastar tanto tiempo hablando de nuestra comida, nosotros no debemos preocuparnos por ellos, ellos deben de nosotros, en todo sentido - le dedicó una de sus sonrisas torcidas a la vampiresa que era parecida a él, técnicamente ese era el facto detonante de todo - Si tuviéramos alma, sería algo así como la mía gemela del goce - dijo de manera sutil

Se giro para caminar delante de una lápida de gran cruz y se sentó sobre esta - No existe un lugar en esta tierra donde la muerte no sea mal vista y repudiada, donde no huyan de esta, eso tan común y aburrido, aveces pienso que debería crear un propio mundo o al menos u na ciudad donde el típico ritmo de vida y de gente no resulte ser tan patético como todas las otras - bajó de un salto y tomó su muñeca para hacerle caminar - Bien, ya le elogie muy a mi estilo como la dama que es, le mostré mi morada y mis terrenos, le comento que no solo la mansión es mía, si no todo el cementerio en si, así que siéntase en total libertad de impartir justicia aquí, solo me toca preguntar entonces, ¿cómo desea ser bienvenida en su totalidad, algún capricho en especifico, si se trata de usted estoy dispuesto a cumplirlo - lo más acertado y divertido de París era este pedazo de tierra, que contenía infinidad de huesos carcomidos y carne podrida, a fin de cuenta, entre cadáveres, sentirse en familia era casi imposible.

Una vez dentro de la mansión nuevamente eran cubiertos por aquella aura de muerte y penumbra que no se podía captar a simple vista, pero que un viejo experto lograba descubrir con tan solo pisar un lugar y sentir el karma de este - Es tan agradable el tan solo estar aquí, sin hacer nada, ni hacer nada a cambio por agradecer el privilegio - esta morada era más que una casa, era un escape a un mundo donde no podía ser el mismo, un mundo donde la idiotez y los sentimientos reinaban.

por **Jennifer Blair** Mar Abr 24, 2012 12:03 pm

Iba escuchando las palabras de su maestro con total tranquilidad. Tambien iba observando como era el lugar, el cual al relajaba de una manera extraña. Sonrie de manera fria y un tanto escalofriante al escuchar las palabras de el- eso si se le podría llamar un elogio hacia mi de su parte amo..
Se mueve un poco mientras observa como el vuelve a caminar para sentarse sobre una de las lapidas de tan agradable cementerio. Le miro como con sorpresa, ya que las palabras de el le resultaron interesantes ya que era la primera vez que escuchaba algo por el estilo. En cierta forma no le resultaba para nada extraño algo así por parte de el- eso que usted dice suena bastante bien pero.. pienso que seria muy difícil de conseguir... pero si que podría ser posible..-camina con el sujetándose a el de manera suave cuando el toma su muñeca.

Se espero para hablar, primero quería pensar un poco en las palabras de el. Podía mas o menos lo que quisiera. Eso era bueno pero en ese momento lo único que pasaba por su mente era tomar sangre. Llevaba un par de días, por el viaje hasta ese grandioso lugar, en los cuales no había podido alimentarme como era debido y mucho menos de divertirme como a mi me gustaba. Seria mejor aprovechar el momento entonces.

Un vez dentro de la mansión se quedo un poco parada mirándolo con suma tranquilidad- si el lugar es perfecto para conseguir la paz pero.. se me ocurre algo para que sea aun mas agradable y también tiene que ver con la posibilidad que me dio de pedir lo que deseara...-una sonrisa con un toque de locura apareció en sus labios dejando ver también sus colmillos- me gustaría tener un humano para jugar con el y así.. si usted gusta llenar este lugar de los maravillosos gritos de dolor...-camino un poco aun cerca de el hasta colocarse a la espalda pasando sus manos por los hombros de este- aparte de que por el viaje estoy sedienta y comprenderá que me hace falta y como se que a usted no debo morderle... -una leve risa sale de sus labios- ¿entonces me dará ese gusto de dejarme tener a un juguete esta noche...?

por **Raphael** Dom Mayo 20, 2012 1:40 pm

Observo los gestos ajenos divertido, a fin de cuentas ya conocía los deseos insaciables de la vampiresa, pero le haría esperar un poco para generar un efecto más lascivo, vista al horizonte, por donde la ciudad se hacia presente, su vista perfecta notaba las luces distorsionadas - Cuando no, puedes alimentarte y traer a algún humano si deseas, la gente aquí en París es bastante sabrosa, sobre todo esos que creen tener derechos o oportunidad de reclamo - levanto el brazo en esa dirección - Los humanos suelen acomodar se frente a la pequeña Iglesia, le rezan a las almas perdidas supuestamente, lucen muy descuidados para darse cuenta que so lo están perdiendo el tiempo como pelmazos, por otro lado puedes traer algo interesante aquí de ellos, cuando gustes, pero recuerda, que nadie te siga, este lugar debe mantenerse en secreto -

La mansión Morte no debía ser más que un santuario para inmortales, los humanos que la conocieran deberían morir, esa sería la regla estricta y posiblemente no cambiaría en ningún momento, bendecidos por la sangre humana y protegidos entre ellos, ese gremio saldría adelante, Raphael solo se giro en dirección a la entrada - Esperare su regreso entonces, deseando traiga algo bueno consigo -

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