Ficha de Énina

por **Énina** Sáb Mar 10, 2012 9:24 pm

Nombre del Personaje:

Énina Kazanlak

Edad:

275 - 23

Especie:

Fantasma

Tipo, Clase Social o Cargo:

???

Orientación Sexual:

Heterosexual

Lugar de Origen:

Moscú, actual Rusia

Habilidad/Poder:

-

-Aparición/Invisibilidad: Habilidad para aparecer y desaparecer las veces que deseen y a cualquier hora del día, además de que ellos poseen la capacidad de mostrarse solo ante las personas que ellos elijan y ocultarse a ojos de los que no desean que los vean.
-Ilusión: Capacidad de crear ilusiones ópticas a los vivos, mostrar recuerdos a través del tacto o similares.
-Tele-transportación: Habilidad para moverse de un lugar a otro sin ocupar espacio o masa en el trayecto. Traspasar superficies sólidas que un humano común no podría, como paredes, etc.
-Movimiento de objetos/Telequinesis: Habilidad para mover objetos, tocar a los seres humanos que están vivos, animales, etc. En pocas palabras pueden hacerse pasar perfectamente por una persona viva y realizar las mismas actividades que un vivo haría si es que lo desean. Los objetos pueden moverlos no sólo con tocarlos, también haciendo uso solamente de su mente.
-Permanencia: Capacidad de quedarse en el mundo de los vivos el tiempo que deseen, pero mientras lo hagan su alma no estará en paz y no descansarán como el resto de los difuntos.
-Posesión: Posibilidad de entrar en el cuerpo de un vivo, pero esto sólo pueden lograrlo con la ayuda de una persona que tenga conocimientos en el tema (como los brujos o mediums), además de que la posesión solo será momentánea (máximo un par de horas), nunca permanente.

Descripción Física:

Spoiler:

Descripción Psicológica:

Sencilla. Se pasa la mayor parte del tiempo sin saber qué hacer, pensando, recordando. No le importa el momento del día que sea, no tiene preferencia por ninguno de los dos; aunque reconoce que de noche es más placentero pasear por lugares que normalmente están concurridos, y de día por parajes y entornos naturales.
Ha perdido gran parte de su memoria, por eso pasa tanto tiempo recordando lo que recuerda, por temor a perderse del todo.
Tímida, indiferente, astuta. Pocas veces se ha hallado en una situación complicada o peligrosa, pero siempre ha logrado salir sana y salva de ella gracias a su astucia y su estrategia.
Le da igual casi todo. Lo mismo le da tener mil amigos que ninguno, que tener muchos lugares que visitar que uno solo, no le importa si llueve, si hace sol, si está nublado, nevando, cayendo la peor de las tormentas...
Le gusta mucho fundirse con las paredes y poseer a la gente durante un rato para revivir un poco cómo fue el ser un ser carnal, pero nunca con malas intenciones y siempre termina saliendo del cuerpo que le sirve ese tiempo de carcasa. Errante, siempre de aquí para allá como la brisa que mece su cabello.
Siempre estuvo sometida a duras reglas y “entrenamientos”, de modo que su carácter se fue agriando con el paso del tiempo.

Historia:

No fue fácil romper con todo. Tampoco olvidarse de todo, aunque ciertamente esto le resultó imposible. No se puede olvidar lo que tienes anclado en el corazón, por mucho que pase el tiempo. Ni si quiera muriéndote serás capaz de olvidarlo.

Énina nació en marzo de 1525. Unos meses más tarde, toda su vida ya estaba planificada. Se casaría con el hijo de un amigo de su padre, hombre burgués destacado, y sería educada para convertirse en la perfecta esposa destinada a calentar la cama de cualquier hombre reconocido. No obstante, la pequeña guardaba muchas sorpresas ocultas bajo su inocente rostro...

El día de su matrimonio apenas contaba con dieciséis años. Estaba nublado, y por la noche llovió a mares. Su marido, Igor, bastante posesivo, la tomó sin apenas tener en cuenta que era virgen y le hizo un daño horrible, tanto, que Énina lloró durante toda la noche y parte del día siguiente. Ulteriormente, lloraría mucho más, pero a causa de los golpes recibidos.

Un par de años después, Énina tuvo su primer y único parto en el que casi murió a causa del esfuerzo y de la pérdida enorme de sangre que sufrió. Por suerte, el niño nació bien. Igor no tuvo otra genial idea que intentar planificar su vida, a lo que Énina se opuso rotundamente al saber qué le deparaba, habiéndolo ella vivido ya.

-Es horrendo que decidan por ti... Más cuando tienes sueños e ilusiones que traspasan toda barrera que te impongan... -le decía ella a su marido con su hijo en los brazos, sin recibir a cambio otra cosa que una bofetada por cada contradicción que soltaba.

Tres años después de que naciera el pequeño Boris Énina volvió a quedarse embarazada, pero éste hijo no nació a causa de un aborto. Sí, provocado por una de las tantas palizas que, como hobbie, Igor le daba. Un día apareció en su vida Piotr, el hermano de Igor. Piotr era todo lo contrario a su hermano. Era el hombre más bondadoso y dulce que Énina había conocido en la vida, y lo más importante, la trataba siempre como una reina y con modales ultra terrenales. A causa de esto, Énina no tardó en perder la cabeza por él, y, por suerte, Piotr por ella. Así, a sabiendas de lo que podría suceder si Igor se enteraba, decidieron vivir una aventura en secreto, lejos de los golpes y los gritos de Igor. Fueron solamente dos años, pero fueron los más felices de la vida de Énina, y también de Piotr.

Pero, como no podía ser de otra manera, Igor le dio una paliza tremenda que casi la mató. Entonces Énina tomó la decisión de largarse, abandonarle, y se largó. Pero no pudo llevarse al pequeño Boris debido a que Igor se lo impidió de todas las formas posibles. Sin dudarlo, se fue a casa de Piotr, que vivía al otro lado de la ciudad. Igor la buscó durante días, pero al no encontrarla decidió encomendar a varios de sus criados que rastrearan la ciudad.

Transcurrieron cerca de tres meses en los que Énina prácticamente se olvidó de Igor, de los golpes, y hasta de su hijo. Puede sonar cruel, pero pensar en él le hacía pensar en su padre, y ese era un recuerdo que quería olvidar a toda costa. Fue feliz. Lejos de tener remordimiento alguno, aprendió realmente a sonreír y lo que significaban las palabras amor y libertad. Se sentía tan tranquila, en paz... Pero todo eso se esfumó una noche en la que uno de los sirvientes de Igor los descubrió volviendo a casa después de caminar por las calles más alejadas y poco visitadas de Moscú. Unas cerca de medianoche volviendo de pasear. Igor irrumpió con varios de sus hombres y pasaron por las armas a los dos que consideraba traidores. Le cortó la cabeza a su hermano como símbolo de poder, y a Énina ni siquiera la miró. Ella tenía un profundo corte en el cuello, pero aún estaba lo suficientemente consciente como para escucharlo.

-Púdrete en el infierno, zorra. -le dijo fijando la mirada en los ojos sin vida de Piotr.

Énina lloraba. Pero no por su herida, sino por el dolor de saber muerto a Piotr y de estar viéndolo decapitado. Nunca más volvería a conocer a nadie como él, y ni siquiera podría enterrarse junto a él, puesto que nadie lo permitiría nunca. Énina murió con las lágrimas en sus ojos. Ni Piotr ni ella lo supieron nunca, pero, cuando murió, Énina estaba embarazada.

Datos Extras:

-La razón de su vida errante, aunque no lo sabe, es esperar al nacimiento de su hijo que, evidentemente, nunca tendrá lugar.
-No le gustan ni el agua ni los espejos, puesto que no se refleja en ellos a no ser que sea por imposición propia.
-Siempre tiene los ojos aguados al morir con ellos así.
-No recuerda su apellido.
-Ha “viajado” mucho buscando alejarse lo máximo posible de su pasado.

por **Nigel Quartermane** Sáb Mar 10, 2012 9:40 pm

FICHA APROBADA
Bienvenida al foro

Ficha de Énina

Ficha de Énina

Re: Ficha de Énina