Lo peor esta por venir [Boriska K. Szöcs]

por **Antuan Belikov** Dom Mar 18, 2012 3:17 pm

Creía que había visto todo lo que parís me ofrecía, valla si había sido un día aburrido como cualquier otro. Era una tarde nublada, como solía ser en ese lugar, que mas da, siempre es así, ¿no?.
De algún modo, no se cuando paso por mi cabeza el hablarle a un vampiro para "Divertirme un rato" con ella. Creía que eso de las hormonas era una historia que la gente inventaba para que no te acostaras con cualquiera... no lo creía... hasta ahora, no puedo creer que halla aceptado el verme con ella en un hostal, ¿desde cuando actuó solo por impulso?.
Decidí llamar a uno de mis sirvientes para que preparara el carruaje y salir al centro oscuro de parís, donde se encontraban esos lugares de mal a muerte, burdeles, cantinas, hostales y esas cosas por el estilo.
Me puse un traje no muy elegante para no llamar la atención de nadie.
No sabia que decirle a aquel vampiro, en realidad nunca había hecho nada por el estilo, debo admitir que durante el camino hacia aquel hostal me puse muy nervioso, que pasara en ese lugar, ¿sera lo que realmente creía?, era la primera vez que me relacionaba con uno y a la vez me encantaba la idea, nunca había hablado con uno. solo escuchaba historias de ellos. Pues bien... ¿que tipo de aventuras puedes llegar a tener con un vampiro?, vamos a ver quien resulta mas "monstruo" después de todo.
El sol se había metido por fin, y la noche anunciaba su llegada con tal rapidez que no me di cuenta, quizás fueron esas nubes que hicieron la noche todavía mas oscura. Para rematar, pareciera como si una niebla decidiera arrastrarse por todas las calles de parís, por suerte se podía ver perfectamente los alrededores a muchos metros de distancia.
Al llegar le dije a mi sirviente que me dejara cercas de esos callejones -Ve a dar una vuelta, no se cuanto tardare- dije, para que me dejara y asi no supiera con quien me fuera a encontrar.
El hostal estaba escondido entre uno de los callejones del centro de paris, -uggh, solo espero que adentro este limpio, no como estas sucias calles- dije con cierto tono molesto.
Al acercarme a la puerta de la entrada, me sorprendió el hecho de que la puerta fuera tan elegante, de madera oscura con muchos detalles alrededor y con un vidrio en el centro que daba la vista hacia el interior del lugar.
Con una cierta sonrisa engreída dije -hmm-, veamos que sucede- y así, me decidí a entrar.
El interior era muy elegante para mi sorpresa, no esperaba encontrar un lugar así en estos sucios callejones de parís.