Los espiritus Nunca mienten [Chastiel de Nicolay]

por **Lena Thompson Vilhjálmur** Jue Mar 22, 2012 1:32 pm

Llevaba unos pocos años ostentando el título de nigromante, muchos menos desde que supo que lo era, e incluso menos desde que aprendió, o mejor dicho, comenzó a controlarlos, durante ese tiempo vivió infinidad de cosas mientras trataba de encontrar el paradero de su hermana gemela Rouge, desde los sustos mañaneros cuando al despertar se encontraba con el putrefacto rostro de un cadáver espiritual, hasta las escenas familiares que presenciaba frente a la chimenea protagonizadas por aquellos que al morir se esperaron para seguir viviendo ajenos al paso de tiempo, descubrió, que la muerte no era más que el paso siguiente, ese que se da cuando el mundo terrenal ya no nos necesita para seguir avanzando.

Sonrió un poco observando hacia el frente, en los estantes de la tienda que se extendía frente a ella, todos adornados con pequeñas esculturas de cristal que formaban un pequeño teatro, en medio la estrella del show parada sobre sus puntas mientas interpretaba alguna obra famosa, más atrás se encontraban los actores de reparto y el coprotagonista adornaba una de las esquinas, en la estantería de abajo se desarrollaba una escena provincial, las personas caminando en medio de la calle saludándose unos a otros mientras pastaban al ganado o vendían sus productos cerca del mercado, se sorprendió un poco al notar como el dueño de la tienda acomodo aquella antigua colección de figurillas con un cuidado y detalle extremo, se sorprendió aún más cuando trato de imaginar a los granjeros moviéndose al menos un milímetro a la derecha o a la izquierda dándose cuenta de cómo esto podría romper la magia de aquel cuadro representado con cristal pintado.

Giro el rostro con un brillo de emoción pintado en los ojos mientras se dirigía al encargado de la tienda, en cuanto vio el rostro del hombre le agrado, parecía uno de esos señores a los que podrías comparar con tu abuelo, de esos que le regalan comida a los pobres y gustan de jugar todo el tiempo con sus nietos, de modo que se acercó entablando una pequeña conversación con el hombre hasta que este le ofreció llevarla a su almacén para mostrarle sus nuevas adquisiciones, ella sonrió instantáneamente

- Yo…-una risa irónica sonó a sus espaldas, Galería Marlon, su fantasma personal, el “esqueleto de su armario”, el siempre salía en las situaciones menos deseadas y a pesar de que en vida fue un hombre despreciable que le causó mucho dolor ella enseguida lo acepto a su lado independientemente del trato que estableció con su espíritu. Aun sonriendo ladeo la cabeza tratando de entender el motivo de su risa y el solamente señalo un poco hacia al hombre con el que estaba a punto de irse notando algo que no había notado antes, una gran peste negra se extendió en su espalda en la cual docenas de putrefactos cadáveres de lo que alguna vez fueron jóvenes mujeres lloraban sangre casi coaguladas, ellas extendían las manos indicándole que no siguiese adelante y la sonrisa abandono su propio rostro dejando paso a una expresión de decepción ante el conocimiento que se le estaba otorgando. Otra de las cosas que aprendió de su don y del mas allá en el tiempo que obtuvo sus poderes era que, los fantasmas nunca mienten.

por **Chastiel De Nicolay** Sáb Abr 14, 2012 10:49 pm

Era uno de esos días en los que se le apetecía caminar, si simplemente sin ningún motivo había salido a la calle por el simple placer de mover las piernas y sentir el viento directo en su cara y no el movimiento constante de su coche.

Desde que conocía a aurora habia comenzado a hacer cosas que habia dejado en el pasado, caminar por la calle, observar el paisaje… hablar con la gente, desear un buen dia. Sentía como si su cuerpo fuese un poco mas liviano, incluso habia dejado las estafas de un lado. No le interesaban de momento, posiblemente después ahora no.

Paso por una tienda y aunque no pretendía prestarle atención el brillo de algo dentro le hizo girar el rostro, habia una figura de vidrio tallada con cuidado, una mujer sentada frente a un piano, azul… solo verla la imagen de aurora le vino a la mente y sin dudarlo entro al lugar, se lo regalaría la próxima vez que la viera…mejor aun se lo enviaría para invitarla a cenar. Solo entrar a la tienda el aire pesado lo golpeo casi dejándolo sin aire, la atmosfera se habia puesto repentinamente densa, parpadeo varias veces para tranquilizarse y ajustarse, habia pocos lugares que tenían una atmosfera como aquella. Viendo al frente puso ver al encargado, una jovencita frente al sujeto dándole la espalda a el. Sin embargo no era eso lo que mas llamo su atención, si no la cantidad de espíritus que tras el hombre casi gritaban a la jovencita que se fuera, ella parecía tensa, casi como si pudiese verlos… y en ese instante lo noto, habia un espíritu con ella, no era casi como si pudiese verlos, ella podia verlos… o al menos sentirlos, los espiritus no se apegaban a alguien a menos que esa persona pudiese percibirlos de alguna forma, por supuesto a menos que fueran familiares.

-buenas tardes- hablo en voz alta advirtiéndole al encargado de la presencia de alguien mas- quisiera comprar la estatuilla de vidrio que esta cerca de la ventana- hablo y noto que sus espíritus se separaban de el atravesando al hombre vez tras ves… supuso que eso debía causarle algun malestar por que el rostro del hombre se habia puesto verde, sus espíritus normalmente no actuaban sin su autorización, aquel sujeto de verdad debía haberles cabreado. El hombre se disculpo yendo a la parte de atrás un rato y el aprovecho para acercarse a la chiquilla- pudiste verlo? – pregunto tanteando el terreno.

por **Lena Thompson Vilhjálmur** Mar Mayo 08, 2012 9:54 am

Sus ojos se mantuvieron fijos en la persona frente a ella sin ninguna expresión en su rostro, había querido gritar y esconderse debajo de la mesa o dejar que galería le diese una buena lección pero en realidad no estaba segura de como dejar que alguna de las dos pasase, siendo que su experiencia como bruja aun no llegaba al punto de poder manejar a galería, no le era de demasiada ayuda en momentos como ese, pensó en negarse cortésmente pero el hombre seguiría insistiendo aun cuando ella dijese que no.

- Mmm…-lo peor de todo es que casi podía sentir a sus espaldas a galería riéndose de ella, burlándose y llamándole idiota, siempre que terminaba en situaciones parecidas no había muchas cosas que hacer para que el fantasma la dejara en paz, incluso a esas alturas ya se había medianamente acostumbrado a todo eso del acoso psicológico pero aun así sentía aquel recorrido sobre su columna vertebral cada vez que se acercaba

- Podrías irte con él a ver qué pasa-dijo riéndose como la hiena que era, sin embargo guardo silencio al notar la intromisión de un intruso en medio de la conversación, los dos se quedaron en silencio observando los ojos más azules que jamás hubiese visto aparecer en mucho tiempo, eran como un par de lagunas o una cuenca en el mar

- Mira…-susurro a galería mientras este fruncía el ceño observando fijamente al muchacho, él siempre fue cauteloso con los demás brujos, cuidaba que le enseñasen a Lena lo suficiente como para ser una bruja excepcional sin embargo, tampoco dejaba que le enseñasen cosas innecesaria y aquel brujo sabia muchas cosas innecesaria, aun así no dijo nada, simplemente espero a ver como se desarrollaban las cosas, si él se presentaba como un problema alejaría a la bruja de el-Tu también???-pregunto curiosa mientras sin darse cuenta su mirada se desviaba hacia la puerta donde el vendedor desapareció- Tu… hiciste eso???-pregunto nuevamente bastante impresionada

por **Chastiel De Nicolay** Mar Mayo 08, 2012 11:25 pm

Negó mientras veía desaparecer al sujeto en su interior- en realidad yo no hice mas que pedirle que me mostrara la figura. Estos de aquí se han puesto locos al verlo- señalando a sus espíritus aun con la mirada en la puerta que daba a la trastienda- venga salgamos de aquí.

Tomo a la joven de la mano y la jalo fuera de la tienda, así que ella podía ver los espíritus…por lo que debía ser consiente del que traía pegado a ella. Miro de reojo al muñeco que despedía aquella aura fantasmal- por que no haz hecho nada para librarte de el? – pregunto a la muchacha haciendo una seña hacia el muñeco que llevaba en brazos.

Salió de el lugar y tomo aire sintiéndolo mucho menos pesado, movería un par de influencias para que ese sujeto fuera directo a la hoguera, el era un estafador, robaba dinero a los torpes y engatusaba mujeres, pero no abusaba de niñas… hizo una mueca al pensarlo y volvió la mirada a la joven, tenia unos enormes ojos azules… tan azules como… dios no era tiempo de recordar a aquella joven, el ya la había olvidado había dejado ese pasado atrás y ninguna brujita linda de enormes ojos iba a cambiar las cosas.

-por que no hiciste algo o solo saliste de ahí?- pregunto llevando sus manos a la cintura, como lo hace un padre que regaña a su hija. Tomo aire y recupero la compostura- es decir, estas bien cierto?

por **Lena Thompson Vilhjálmur** Miér Mayo 30, 2012 8:02 pm

El hombre se perdió en la parte de atrás de la tienda y Lena centro por fin su atención en el muchacho de ojos azules frente a ella, el muchacho tenía una apariencia por demás engañosa, como si algo en el estuviese muy, muy lejos de las personas comunes y corrientes, en su cabeza parecían estar maquinándose cientos de cosas a la vez

- Vaya…-susurro boquiabierta viendo el montón de espíritus que se arremolinaban a sus espaldas, no era exactamente una conglomeración agradable de ver pero tampoco le daban una mala sensación, seguramente que solamente perseguían al muchacho porque les agradaba el, de otra manera se comportarían como aquel señor dueño de la tienda, miro hacia la puerta y escucho las campanillas de viento moverse, galería estaba aburrido en sus brazos y comenzó a moverlas con su aura

- No le hagas caso Lena, no le contestes nada de lo que te pregunte, debe ser alguna especie de embustero, puedo olerlos a kilómetros de distancia, y este, es una especie de camaleón, seguro que te engatusa rápidamente con lo retardada que eres-Lena frunció el ceño dándole una sacudida al muñeco “sin querer”

- Sinceramente, a veces me pregunto porque-dijo riendo mientras abrazaba fuertemente a su muñeco el cual solo emitía sonidillos extraños que haciendo eco en su cabeza hueca, sonidos que a menos que estuvieses demasiado cerna nadie escucharía- Estoy bien, solamente me sorprendió lo que vi, estoy poco acostumbrada a ver espíritus en tan grandes cantidades acercarse-lo miro fijamente unos segundos y luego soltó una risa pequeña- Tienes unos ojos azules muy bonitos… sabes tengo una amiga con unos ojos idénticos a los tuyos-comento animada, tenía ganas de hacer un nuevo amigo

por **Chastiel De Nicolay** Vie Jul 20, 2012 11:36 am

Se quedo extrañado ante la actitud de la muchacha, que diablos con ella? Estaba tan tranquila después de a que aquel sujeto se le acercara con claras intenciones de dejarla en mas de un par de pequeños pedacitos, parpadeo un par de veces y finalmente se centro nuevamente, posiblemente la chica no fuese tan indefensa como parecía…eso o era mucho mas indefensa de lo que creía!!! Seria posible que la chica no fuese consiente de lo que el sujeto había estado apunto de hacerle? O siquiera de sus intenciones? Como era posible? Era una necromante cierto? Pero… donde estaba su espíritu?

Clavo la mirada en el muñeco en los brazos de la joven y frunció el ceño… si ese era su espirito o era un inútil, un maldito o un jodido con un sentido del humor extremadamente retorcido, sintiendo una aversión por el nada mas notarlo. Posiblemente por que en el fondo aun era una buena persona, posiblemente por que una chica de ojos azules siempre bajaba sus defensas o tal vez, solo tal vez por que podía sentir una entidad del mismo tipo que el en aquel ser… de alma egoísta, embustero y convenenciero… eso podría ser…pero solo, tal vez.

-ah si?- contesto sin saber que mas decir, haba muchas personas de ojos azules en el mundo, prueba de ello era la joven que se encontraba frente a el, pero no todos tenían el mismo tipo, el azul de la joven era un azul profundo, el iris oscuro y grande los hacían resplandecer como enormes zafiros, como el azul de la pintura fresca, el azul que el poseía era el azul del cielo despejado, el azul de un cielo soleado, el azul que solo habia visto reflejado en unos ojos ingleses que intentaba fuertemente olvidar- francesa?- dijo con acides, como si intentara alejar aquel recuerdo tan lejano de su mente.

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