Toscana D' Arco

-Nombre del Personaje: Toscana
-Edad: 20 años humanos(40 como cambiante).
-Especie: Cambiante.
-Tipo, Clase Social o Cargo: Alta.
-Orientación Sexual: Heterosexual.
-Lugar de Origen: Italia.
-Familia a la que pertenece: Felinos.
1.- Pantera.
2.- Tigrillo.
3.- Gato siamés(atiende al nombre de pyewacket).
-Habilidad/Poder: Agilidad y habilidad de camuflaje.
Poca fuerza y resistencia en una lucha cuerpo a cuerpo.



Toscana no es una muchacha excesivamente alta, su 1'70 no la hace sobresalir por encima de la media entre las mujeres de la época y para ella ese dato no constituye ningún tipo de problema porque su mente gusta de ocuparla en cosas mucho menos insustanciales. Es muy esbelta, sus medidas son proporcionadas con el justo tamaño para no pasar desapercibida. Posee una larga melena, sedosa y brillante que ayuda a enmarcar la profundidad de sus ojos claros de un azul intenso. Sus labios son finos y cuando se curvan para esbozar una sonrisa encantadora y dulce no opacan la magnífica alineación de sus blancos dientes. Pálida como la luna, su piel presenta un aspecto aterciopelado y suave semejante al nácar.
Lo que más aprecia Toscana de su cuerpo son sus manos, de dedos largos, que usa para arrancar de su violín las notas más increíbles, las cuida con veneración porque para ella tocar es un auténtico placer y nada le haría más daño que perder ese don del que muchas veces se pregunta si en realidad es merecedora.


Toscana es una muchacha de apariencia tranquila y la placidez que desprenden sus claros ojos ayudan a mantener esa percepción a todo el que la contempla o entabla amistad con ella. Parece por su forma de actuar que nada ni nadie pudiera destapar la multitud de emociones que surgirían en una situación comprometida o desagradable. Aguanta estoicamente dichas situaciones intentando llevar cordura, paz y consenso, solo cuando ve que todos sus propósitos caen en saco roto, arremete con toda su furia, sin miramientos, algo mucho más peligroso si se mira bien, pues destapar un polvorín no puede acarrear más que complicaciones.

Tiene un gran sentido del humor, algo enrevesado y muy sutil dada su gran inteligencia, en este caso si sobrepasa la media e incluso la supera. Tiene una capacidad analítica increíble debido a su dotes de observación, puede enumerar sin esfuerzo cuantas personas han entrado y salido de un lugar, describir su aspecto, su ropa e incluso deducir por las conversaciones que va tomando de aquí y de allá, cuales son los problemas que les aquejan, en que ocupación dedican su vida, si están casados solteros o viudos, o si son personas que pertenecen a otras especies distintas a la suya, nada escapa a su control y bajo esa fachada aparentemente tranquila, se esconde la mejor de las espías en el caso que tuviera que utilizarlo para cualquier contratiempo que pudiera poner en peligro la vida de su hermana y la suya propia.

Es alegre dentro de su calidez, es cabezota dentro de su racionalidad, es autoritaria cuando la situación lo requiere siempre empleando sus armas de persuasión que esgrime con total maestría. La conexión que existe entre Toscana y su hermana Verona hace que a veces no tengan que utilizar las palabras para comprender lo que cada una esta pensando o quiere hacer, son gemelas y su condición de cambiantes ha contribuido a aumentarla considerablemente. Al igual que ella no comulga con las costumbres de la época tal vez en parte por sus vivencias durante la infancia, ese trashumante ir y venir de un lugar a otro con la tribu de gitanos a la que pertenecían, pero lo que menos le gustaba de aquella vida era ese papel patriarcal con el que dotaban al hombre, ella opina que todos somos iguales ya sea si eres hombre, mujer, animal o cosa nadie está por encima de los demás todos han de pasar por el mismo rasero y todo acabaran en un hoyo, no en el mismo, pero hoyo al fin.


Verona y Toscana nacieron del pecado... Del pecado de un hombre de la realeza italiana, que se encaprichó perdidamente de su hoy fallecida madre. Lorna Flores era la gitana más hermosa que unos ojos humanos habían contemplado. La luz de su belleza, anegó por completo el juicio del joven príncipe Angelo D'Arco. Le hizo soñar con mil noches junto a ella, le hizo creer en un posible futuro. En sus brazos se perfilaba un mañana. Pero la cruda realidad destruyó su quimera. Un hombre de su alcurnia no podría mezclarse nunca con seres de tan baja estofa. Ya era tarde... ¡Muy tarde! La semilla de su estirpe crecía en las entrañas de la gitana. Cuando Angelo la repudió en medio de una desaforada pelea, en la que los insultos e improperios sustituyeron la pasión, ella huyó desesperada y ajena al giro drástico e irremediable que daría su joven vida. Fruto de este encuentro, nacieron dos niñas. Dos preciosas joyas sonrosadas de cabellos de oro. De belleza sin igual, que destacaron entre la bruna fisonomía de un pueblo humilde y sencillo.


Le pusieron Toscana en honor al lugar de procedencia de su progenitor, aunque el honor de éste se viera empañado por sus lamentables actos, su madre, la visceral y apasionada Lorna Flores no quiso mancillar nunca el recuerdo de aquel príncipe que amó hasta sus últimos días.

En un carromato a las afueras de París, en el seno de una tribu de gitanos nacieron las hermosas niñas al principio hubo una especie de rechazo por parte de la comunidad, no pertenecían a su raza, eran dos seres extraños de piel clara y rubios cabellos, pero el carácter fuerte de la madre y sus raíces ancestrales lograron derribar en un primer momento las barreras que se alzaron sobre ellas. Posteriormente y al ir creciendo sus cualidades humanas, su dulzura y su generoso altruismo consiguieron aniquilar los prejuicios irracionales por ser diferentes.

Aprendieron todo lo referente a los ritos gitanos, como moverse en los bosques gracias a su condición de cambiantes. Con apenas seis años un suceso cambió sus vidas, su madre cayó enferma presa de una enfermedad contraída por sus innumerables escarceos con el sexo opuesto "La temible Sífilis" El dos de abril, a las dos y catorce de la tarde muere Lorna y un añadido más a esta tremenda tragedia fue la aparición de unos extraños, gente ajena, gente con prejuicios y miedos, los mismos miedos y prejuicios que en un principio casi las arrojan fuera de su auténtico hábitat ahora planeaban sobre sus hermosas cabezas como un ave carroñera sobre un pútrido cadáver. No sirvieron de nada los intentos vanos de los asustados gitanos por convencer a los intrusos que aquellas pequeñas pertenecían a su pueblo, se las llevaron despojándoles de todo lo que habían conocido hasta ahora, de la sólida fuerza que les daba pertenecer a un lugar y a una raza para sumergirlas en la soledad y el abandono de un desolador y poco acogedor orfanato donde permanecieron un año.

Otro trágico suceso y un añadido más para forjar su carácter fue la muerte de un caballo al que las dos hermanas idolatraban "Tori" pues así se llamaba el corcel árabe de pelo negro como la oscura noche tuvo que ser sacrificado debido a un terrible accidente. En aquel instante comprendieron cual sería el verdadero timón que guiaría sus jóvenes vidas"Evitar el inútil y lamentable sufrimiento a los demás sin importarles los sacrificios que debiesen realizar".

En pararelo a esta historia, Clarisse, una escritora revolucionaria de clase alta y con pensamientos feministas, en cuyos planes de futuro no entraba la idea de un posible marido; decidió adoptarlas y así cumplir con su deseo de ser madre. Enamorada quedó de Verona y Toscana, instruyéndolas meticulosamente durante su infancia y adolescencia. Tenían potencial de líderes. Carisse lo supo un Domingo en particular, cuando las niñas exigieron colorearse el pelo de un castaño salvaje para mantener vivo el espíritu de Lorna y negar para siempre al rubio que las condenó. Vivieron en una enorme mansión donde la gente entraba y salía constantemente porque Clarisse daba cobijo a todo el que lo necesitase. Como un hostal para viajantes y vagabundos y vagabundos viajantes. Un hogar para el que echase en falta el calor de una mano amiga.

"Y si en este intervalo las personas que acuden a nosotras necesitan un empujoncito para pasar al otro lado, gustosas se lo daremos."

Actualmente, las mellizas ayudan a Clarisse, repartiendo panfletos, posando desnudas para pintores y leyendo en reuniones los libros modernos que escribe la autora. Toscana arranca notas de su violin para animar las noches en la acogedora mansión. Todos los cadáveres, las personas a las que consuelan; van al sótano, en una fosa que cava un inquilino demente, pues piensa que la fiebre está acabando con su grupo de expedición por el África y debe enterrarlos. Está totalmente loco.


Toca el violín, sabe hablar correctamente varios idiomas (Francés, inglés, rumano, italiano, castellano.
Monta a caballo como una auténtica amazona, bebe a escondidas, lee las líneas de la mano y los posos del té, y sabe preparar pócimas para ayudar a las jóvenes en apuros y a todo el que necesita conocer lo que hay en el más allá pero que no es capaz de traspasar la línea entre otros muchos remedios que atesora en un libro antiguo que perteneció a su abuela materna.