La plegaria de un pagano [Privado]

por **Lydia Sforza** Dom Abr 08, 2012 10:02 pm

“Quien con monstruos lucha
Cuide de convertirse a su vez en monstruo.
Cuando miras largo tiempo a un abismo,
El abismo también mira dentro de ti.”
Friedrich Nietzsche

--- ¿Te atreverías a decir entonces que una mujer no puede hacer lo que el hombre? ---Surgió entonces de entre los enarboles naturales una voz cantarina y satírica, acogida fue por los brazos oscuros y siniestros del boque de Paris. Una voz, que en el mundo de los hombres no era cualquier voz, era la mía, la de… ¿cómo era que me decían? Ahh, si “Madame Royal”. Quizás demasiado femenina para un mundo patriarcal pero que aun con su fragilidad o sus demás limitantes, conllevaba poder. El poder de la palabra y de la posición conspiraba a menudo, un comentario de esa voz jovial y alguien o algunos podían sufrir, ¿Pero que era la voz de Dominique Fontaine para el bosque? La naturaleza no puede razonar sobre estatus, desconoce de leyes o ética además de aquellas que sus raíces dicten. Al bosque, aunque me escuchara, no podía amenazarlo con arruinar su posición o prestigio, tampoco podía chantajearle con discursos emotivos para hacerle ceder a mis caprichos… para el bosque, mi voz, era apenas un ruido.

Venían siendo casi la una de la madrugada cuando Axel y yo abandonamos los territorios de Versalles, eran muchos los meses que había pasado enclaustrada y desde el éxito de mi visita a los cementerios la mariposa de inconstante vuelo llamada duda danzaba en mis pensamientos dibujando palabras, resucitando recuerdos… ¿Por qué no hacerlo? Las cartas de Epoch eran un monto oculto e incitador en el cajón de mi armario ¿Por qué no aventurarme a verlo aunque solo fuese una vez? justo ahora que la desaparición de Jean era tan contundente, que Lucien había marchado como enemigo y Darcy estaba suelto, cumpliendo sus promesas de venganza… para cualquier mente ordinaria la situación tan critica requería un poco de cautela, de obediencia. “No mas salidas” Sentencio el padre, el hombre y el rey, “Paciencia y deber” se despidió el hermano y el delfín, pero para mi espíritu, que muchas veces deseaba lo que la razón no comprendía anhelaba más que nunca el aventurarse al riesgo, con tal de escuchar un último consejo que me trajera paz, solo Epoch iba a poder ver mas allá de mi mirada helada y la petulancia de mis palabras. Así que nuevamente lo hice, le envié una misiva secreta a mi excéntrico amigo y susurre en los oídos de Axel peroraciones bien ensayados, promesas de deber un favor y pagarle con creces. Cuando lo estaba esperando en los establos después de mi salida furtiva, pensé por un momento que vería a Jean, con el mismo traje azul de la primera vez que escapamos juntos…

Partimos entonces Axel y yo, en vez de Antonieta tome a la yegua cobriza recientemente confiscada y emprendimos carrera forzada. Los guardias, que habían reemplazado a los anteriores mandados a la horca, cedieron ante el dinero. El pobre animal que llevaba tenia meses con las heridas del fuete siempre pintadas debido a la exigencia de su entrenamiento y con mucha presión logre hacerle ganar la carrera en los bosques que había hecho con Axel, que llevaba un exquisito pura sangre en reciente regalo para su colección. Era la ventaja del peso lo que me hacia ganar, los hombres que generalmente aceptaban una carrera de una jinete bastante liviana, mucho mas que ellos al menos, y ademas bastante buena, estaban destinados a quedar atrás.

--- Podríamos competir en una carrera en explanada lisa y aun así ganaría --- Espete a mi acompañante una vez llegados al claro, el punto de reunión. ¿Que sorpresas traería la noche en esta ocasion?

por **Epoch** Jue Abr 12, 2012 6:54 pm

Respiro el aroma del bosque. Busco un rastro de Dominique... varias veces lo he hecho antes creyendo percibirle en el ambiente, escuchando espectros de su voz. Despierto la mano que todavía sueña, bolsillo cálido de la equidad. La pongo a un lado; me busco un lugar.

(* En un idioma incomprensible habla el alma conmigo. Me alcanza las palabras para que las diga por mi mismo.)

Con los ojos cerrados yo diviso un lago, pues su perfume huele a agua. ¡Es ella! Se acerca ya a la hora acordada. Solitaria, el alma me deposita las palabras en los labios. Las que ahora digo solo para mí. Tambien oigo al alma, dialoga en un idioma que le es propio.

- Te presiento, siento tu cuerpo trémulo, desigual e inmóvil. Palpo mas allá de mis sensaciones al reverso de ellas.

(* El alimento que brota de mi, es lo que ofrezco al alma. Me encarno con lo que ella me da para dar)

El perfume suave se hace mas real con la cercanía, distingo tambien otras tres escencias... Seguramente su escolta. Decido salvar la distancia - lleno de impaciencia como estoy por verle - y con mayor razón pues ahora puedo percibir la nota de miedo, de espanto que hay en su escencia.

(* Siento como crezco, comer sin masticar. Mi alma me hace hablar.)

o.o

- Estas aqui!

Lo que fueron primero pasos vacilantes son ahora carrera en tropel. ¡Ya puedo verlos! Dominique, y su escolta con sus caballos.

por **Axel V d'Este** Sáb Abr 14, 2012 5:07 pm

-Lo que diga la princesa- asiento simplemente con un tono ligeramente burlón, Dominique era una princesita malcriada, pero princesa al fin, si ella quiere ir delante a mi me resulta conveniente poder observarle, ningún bien me hará tener una princesa muerta cerca, menos aun con el riesgo de que a los guardias se les soltase la boca. “Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos” como bien dice la frase, estaba mas interesado en ver que tratos venia a hacer la doncella que en las supuesta remuneraciones que me ofreció.

Amarro los caballos, escondiéndolos entre una enramada una voz… la voz que alcanzo a escuchar, es quien supongo tenia tanta urgencia de encontrar la princesa. La imagen que se muestra ante mi no es precisamente la que esperaba, el hombre de aspecto fuerte no tiene siquiera una solo seña de poder dinero o influencia, siquiera de tener la suficiencia económica como para poder sostenerse dignamente a si mismo. Mi interés esta aumentando a momentos, que busca la princesita en un sujeto como es que? Y por encima de esto que es esa aparente familiaridad y confianza que noto en los movimientos, en las expresiones del sujeto? No hay forma de saberlo, la única solución es esperar; nunca un buen oponente debe ceder a la precipitación de los impulsos. La mente debe permanecer fría y analítica, los sentidos atentos.

La emoción del hombre su presura hacia la princesa me descoloco moviendo por unos segundos el piso bajo mis pies, acostumbrado a las sorpresas se que no mostré mi impresión, la corte es un buen lugar para entregarte en la actuación, cualquiera en palacio podría ser un perfecto hamblet sin problemas.

-Dominique debemos adentrarnos un poco mas a menos que quiera arriesgarnos a que su padre llegue a nosotros- lo cual era un riesgo que yo no pensaba correr, Dominique podia ser una aliada formidable, pero no me serviría de nada sin el apoyo de su padre, peor aun, con la desconfianza de su padre sobre mi.

por **Lydia Sforza** Miér Abr 18, 2012 9:25 pm

Precipitados son los caminos del agua cuando esta llega al tope del recipiente o la laguna misma que pretenda contenerla. Esta se libera, avanza deliberada y anárquica creando nuevos caminos, cuando hay un obstáculo no importa para ella, lo rodea o pasa sobre el según sea la conveniencia. ¿A dónde llegara? Ni siquiera ella lo sabe. Pero es su naturaleza el ser libre, por mucho que rinda al servicio, a la necesidad o al culto de los hombres, nadie le posee, ni siquiera así misma, su único deber es rendirse a su natura y continuar mientras “le sea posible” hacerlo. Ahora la corriente nos había hecho llegar a los oscuros bosques silvestres, tierra de muchos dueños, musa de poetas y viajeros. Mis ojos se ponen en blanco con la condescendía de Axel, propia de todos los nobles, esconden en la cortesia siempre su indiferencia o sus intenciones pero por curioso que parezca no me molesta en el. Hay algo peculiar en su talante de intenciones evidentes, un misterio que seduce y atrae, ademas hay una confiaza de hielo que me da seguridad… no se trata de esas confianzas ciegas donde depositas tus sentimientos e ilusiones en la otra persona, dejando en el incierto de su poder el que te destruya o no.

Definitivamente no se trataba de eso, tenia muy seguro que de no ser útil para Axel, me despacharía sin titubear, lo entendía, yo haría lo mismo. Más bien la posición en el tablero de ajedrez de ambos era la misma, y buscaba el mismo propósito, no había razón para ponernos en puesto y… como si eso no fuera suficiente, tanto podía destruirme Axel al abrir la boca, como podía suceder a la inversa. Aun con todo, no estaba aquí para pensar en ello. Rebusque con mi mirada entre sombras, a la expectativa… Epoch no tardo en llegar y su entusiasmo no tenia comparación con el que me produjo a mi el verle. Por fin un rostro familiar, un rostro desconocido y familiar a la vez. Me limite a no evidenciar más que una sonrisa tenue, ligeramente satírica.

---No, no estoy solo soñamos al mismo tiempo y las mismas cosas, Epoch--- Señale en un saludo entusiasmado, sin bajar de mi cabello y asintiendo con la cabeza a Axel, con un tirón de las riendas lo hice avanzar para acercarme a Epoch, continuando el camino para internarnos más al bosque---Axel, este pequeño sueño, es la razón por la que logramos descubrir las traiciones familiares, no pidió ningún pago por su servicio a Francia pero cada tanto envió dinero, alimentos o guardias a su flamante residencia--- Le especifique luego volví a prestar mis atenciones a el, al vagabundo errante, al poeta del aire--- si por algún motivo el compromiso con Escocia se adelanta, espero puedas hacerte cargo....--- Curve mis labios--- Espero que todo llegue a tu manos siempre, Epoch y que no hayas olvidado a tu benefactora.

por **Epoch** Miér Abr 25, 2012 2:53 am

- De modo que es este un sueño. Ya me lo parecía... su divina majestad, descendiendo aqui, a donde las bestias salvajes se enseñorean. Heme aqui, soñando que te sueño, mas no es fortuito nuestro encuentro...

La escolta permaneció algo lejos, preocupado por que nos fueran a escuchar, sin embargo mis agudos sentidos no percibían mas criaturas a muchos metros a la redonda a parte de los humanos y sus caballos. - Es una lástima que no pueda compartirle mis sensaciones - Sospechaba que algo tendría que ver la misteriosa convocatoria con la desaparición de aquel rebelde que Mat pusiera tras las rejas a cambio del favor de la princesa, sospechaba, mas prefería aguardar a que Dominique le revelase de propia voz el motivo de su encuentro.

Aunque otra parte de su ser quisiera olvidarse inclusive de la severa mirada de aquel hombre que revelaba por la elección de las palabras, que pertenecía al círculo de nobles que rodean a su amiga, como y solo centrarse en la alegría de poder conversar simplemente, tan naturalmente como lo hicieran en dias mas brillantes; lejos de conspiraciones y masacres.

- ... Grandes deben ser las tribulaciones para que enviaras por este vasallo tuyo, a encontrarse contigo en tan umbrío sitio con tanta premura. No tengas cuidado, he revisado ya el lugar a conciencia, si alguien se acerca, lo sabré enseguida. Puedes estar segura."

por **Axel V d'Este** Dom Abr 29, 2012 1:23 am

Axel se sentía inquieto, sus ojos inquietos danzaron por la noche, como alamas solitarias, juguetonas y aun asi con una preocupación seria. Tenia una idea de por que habían ido hasta ahí, no lo sabia con certeza pero sus instintos y sus contactos le daban una idea bastante aproximada a la razón de aquel viaje. Observo al par, la princesa parecía confiar bastante en el hombre como para dirigirle la palabra, especialmente cuando la diferencia de clases era tan malditamente evidente.

-A mi me preocupa mas que alguien se aleje- hablo entre dientes, solo para que Dominique y su acompañante le escuchasen- ire a supervisar a la guardia, será mejor que atienda el asunto por el que se ha arriesgado tanto con premura princesa, no sabemos lo que pueda estar sucediendo ahora mismo en palacio- y si algo no le convenía en aquellos momentos era de perder el goce del favor del rey. El usaba el poder de Dominique a menudo pero no se excedía, no podía delatarse demasiado, por muy hija del rey que fuese Abelard no debía tener plena confianza en aquellos que la rodeaban, debía conocer la naturaleza retorcida de su preciosa niña… y aunque lo aceptara en su princesa dudaba que fuese a tener buenos ojos para aquellos que la rodearan. Por lo que hasta ahora habia tenido cuidado de mantener las debidas distancias y por encima de todo las apariencias, el movía los hilos del bajo mundo en parís, pero lo hacia a distancia, mensajeros de mensajeros movían todo por el. Aquella escapada la había valorado con cuidado y había encontrado que era menos riesgoso aceptar ayudar a la joven que arriesgarse a perder de golpe su apoyo, entre otros asuntos- me mantendré cerca- aunque la princesita confiara en el sujeto no era su trabajo confiar en el juicio de otros, ya vería el que tan confiable era el sujeto.

A paso decidido se alejo de ellos, no estaba en su estilo mostrar cualquier tipo de inseguridad o duda, la espalda recta, el paso decidido y la mirada fija, las sonrisas despectivas y sarcásticas o sínicas nunca faltaban, cuando se acero a la tropa no fue la excepción.

por **Lydia Sforza** Mar Mayo 08, 2012 3:48 am

--- En estos tiempos, Epoch…. ningún encuentro es fortuito, pero todos son cruciales --- Alegue con significado, manteniendo mi rostro ladeado mientras contemplaba el enmarañado y vago aspecto de mi filosofo de los vientos. Ya con solo verlo me inspiraba una sensación de placidez y calma, un silencioso consuelo. Ni siquiera tuve tiempo de mirar hacia un lado, pero podía imaginarme la expresión desconfiada y desdeñosa de Axel al contemplarlo. ¿Que estaría urdiendo su mente? ¿que historia se inventaría para justificar el encuentro de la princesa y el mendigo? quizás luego lo descubriría, consentí con una mirada a Axel a las palabras de Epoch “si alguien se acerca, lo sabré enseguida. Puedes estar segura." De alguna forma confiaba en el extraño misticismo que envolvía a mi amigo, en su magia oculta en la fachada de hombre insignificante. Quien sabe… si su familiar tenia esas demoniacas habilidades de convertirse en Ave y cruzar el cielo, tal vez Epoch tenía más que ocultar de lo que pensaba.

--- No me alejare, Axel, tendre mucho cuidado…Los riesgos y los beneficios van de la mano, ve y regresa pronto---Espete y deje que mi atención se prestara unos segundos al excelente porte del aristócrata, una joya exótica y filosa de Versalles, sin duda… refrenando de un jalon de las riendas frene al caballo, quien se detuvo en seco y elevo su rostro en posición dócil, de absoluta sumisión tensa, luego volví a dar la orden y me sujete fuerte a ellas, a los instantes doblo el animal doblo sus patas seguido de las traseras y baje de un movimiento rápido de si, situándome al lado de Epoch. El corcel volvió a incorporarse después, aguardando en su sitio con tensión, su disciplina era excelente… las múltiples marcas del fuete en su cuerpo insinuaban cuanto había costado conseguirla.--- Tribulaciones, tribulaciones… algo semejante a ello, Epoch. He venido a corroborar que estuvieras vivo --- Comente con una sonrisa que saludaba-- pero sobre todo he venido despedirme… mi compromiso con Escocia es un hecho y aunque la boda no será mañana, no se sabe cuando será el día de mi partida, podría ser incluso la próxima semana --- Me encogí de hombros con una deferencia fría y delicada, y luego encontré su mirada--- Este caballero que me acompaño, será tu mecenas cuando me vaya, mandara a alguien a que te proteja y cubra tus necesidades, Francia esta en favor con lo que has hecho, no lo olvidara, ni tampoco lo hare yo

por **Epoch** Miér Mayo 23, 2012 2:28 am

Bien poco he hecho yo! y tan fútiles resultaron mis tentativas...

- Si algo hice no fue por Francia, ciertamente. Fue por ti.

Odio las despedidas, pero comprendía muy bien la urgencia que le apremiaba a abandonar su reino. Aquel hombre que en secreto habia urdido un golpe de estado estaba libre de nuevo. De nada habia servido la traición de Mat a los Dragones Azules, pues ninguna de las partes obtuvo beneficio alguno de aquel trato.

Los monarcas, por un lado no han conseguido desmantelar del todo a esa sediciosa organización que se ha formado en su contra y por otra parte nosotros averiguamos por medios que hubieramos preferido jamas descubrir, el verdadero paradero de nuestra hermana Amadis.

Aquello que mencionaba sobre el sustento de mi familia me tomo un poco por sorpresa, yo no había requerido ningun tipo de sustento económico; sin embargo, tenía tres, muy pronto cuatro bocas que alimentar y no quería desaprovechar cualquier ayuda, aunque desde ya desconfiaba de aquel tipo, pues ¿que protector se negaría a hablar con su protegido?

- ... y si estoy vivo es gracias a la intervencion de otro Mecenas, como verá la Diosa nunca ha dejado de ir en mi auxilio cuando siento que claudico. Quizás podamos arreglar alguna nota de crédito en el banco de francia o algo parecido para evitarle la molestia de tener que enviar a alguien a buscarme. Debo ser cuidadoso ahora, y eso implica no ser muy facil de localizar.

Inmediatamente quizo olvidarse de temas amargos y volvió sobre sus pensamientos. Quería aprovechar que los dioses permiten que prosigan sus conversaciones en estos infiernos dónde no se nos ha olvidado nada, dónde algo hemos aprendido donde nos hallamos más alla de cuanto es humano, ahora sí debemos saber que es verdaderamente bello y que detestable. que conviene al hombre y que debe maravillarle sin confundirle, poseerle sin embrutecerle: ¿Había dicho que se iba a casar? ¿Un compromiso?

- Un comprmiso eh?... Suena terrible cuando lo pones asi... ¡Una boda entre los gitanos es todo un alboroto de fiesta!

por **Axel V d'Este** Mar Mayo 29, 2012 9:17 pm

Se quedo a distancia, alerta, pero sin apartar demasiado la mirada de aquellos dos, la diferencia entre ellos era tan obvia como lo es entre el día y la noche, el simple hecho de como podían conocerse parecía un misterio pro si mismo, ni que decir de la relación que pudiesen tener, la princesa arrogante y orgullosa, aquella que no pisaba el suelo con los pies descalzos, aquella que despreciaba a aquellos cuyo rango estuviese tres niveles por debajo de si misma, esa misma estaba ahí, conversando con un hombre con la apariencia de un mendigo. Mejor aun!! Escapando de palacio para encontrarse con el sujeto, no le cabía la menor duda de que el hombre significaba algo para la princesa, lo entendiera de cualquier otra pero…de Dominique? Que alguien le despertara y se riera en su cara por el sueño completamente fuera de lugar que estaba teniendo.

Por momentos despegaba su mirada de Dominique para ver los alrededores, como todo noble había recibido instrucción militar a la cual había prestado aunque no con gusto especial atención, era inútil el hombre que hacia todo por si mismo, pues se delataba y no había ni inteligencia ni sigilo en sus actos, pero era aun peor aquel que no podía siquiera defenderse a si mismo y sus intereses. A pesar de que cada movimiento que hacia lo guiaba a través de terceros era todo simplemente para mantener las manos alejadas de la suciedad.

La luna en el cielo seguía moviéndose, la conversación no llevaba mucho de haber comenzado, pero restando el tiempo que les había llevado salir de palacio, llegar ahí, y contando el que tardarían en regresar y la brecha que pudiese presentarse para volver a ingresar; el tiempo de marchar estaba cerca. Hizo una seña a la pequeña y confiable guardia que había llevado, desde donde estos estaban podían verlo a el pero no al compañero de Dominique, no importaba lo aparentemente confiables que sus allegados fuesen nunca se debía confiar completamente en alguien, Darcy casi había pagado por un error similar, el muy canalla había logrado escapar, justo como un viejo y listo lobo.

Volvió la vista a Dominique y noto que la posición de ambos era de cierto modo mas intima, no había nada evidente, solo la sensación que le embargaba cuando había traidores cerca, como cuando observaba a dos personas aparentemente desconocidas una cerca de la otra, ese sentimiento que le decía se conocen, fingen, son traidores… ese mismo sentimiento le decía, aquellos dos son de alguna forma cercanos, bien se decía, en el rompecabezas humano, pueden encajar una multitud de piezas al azar. Se acercó sigilosamente y le hablo a una distancia prudente- el tiempo se agota princesa.

por **Lydia Sforza** Jue Jul 05, 2012 4:39 am

A cada paso que dábamos, los reflejos de la luna recreaban diferentes formas de oscuridad en los rostros de ambos, ocultaban o revelaban nuestras intenciones según fuera su caso. Una sonrisa condescendiente pero a la vez muy sincera asomo a mi rostro cuando Epoch señalo su fidelidad, solo esperaba que las sombras la ocultaran… mis gestos auténticos, asi como cualquier clase de afecto que pudiese tener por aquel misterioso hombre de las montañas, solo podían existir bajo la oscuridad. Entre las sombras hechas por el olvido de la luna y el sol, como un misterio más de los boques. Solo en ellas podrían recrearse libres, absurdas y profundas… lejos de cualquier mirada y cualquier acusación. Mi gesto se torno mas medido, mas autosuficiente, dándome cuenta que había aceptado con suma facilidad la ayuda que le proporcionaba. Las cosas en la corte de los milagros no debían ir tan bien… aunque siendo realistas, en aquel nido de vagos y ladronzuelos que se sienten especiales por saber un poco de esoterismo ¿Cómo podrían estarlo? De cualquier forma no era mi culpa, Epoch habría rechazado cualquier ofrecimiento de abandonar de ese… humilde hogar, aun con la promesa de algunos mucho más esplendorosos.

--- Una cuenta suena maravilloso, lo arreglare todo y mandare te una carta en estos días ¿Te parece? --- Le dedique una mirada significativa. Un tácito ofrecimiento a aceptar mas allá de unas monedas, sino de aceptar una nueva vida… pero mis palabras no se gastaron en balde, no haría ninguna discusión de algo que ante mano… ya sabía muy bien. El viento cambio de dirección agitando mis cabellos y los pliegues de la capucha, obligándome a abrazarme a mí misma, recordándome la vulnerabilidad de mi situación en aquel lugar tan alejada del palacio de cristal. También nuestra charla cambio de dirección y con la curiosidad gobernando mis facciones estudie la profunda mirada de Epoch, su enmarañado aspecto, la encantadora contradicción de su trato amable y su aspecto tan repelente. Una carcajada fría y despectiva recrearon mis labios, disfrutando de ella como quien disfruta de acusar al prójimo en su delito ---. Es… muy diferente, Epoch. Entre “gitanos” una boda no es mucho, solo eso… una mujer y un hombre que se unen por placer a precio de ganado --- Explique disimulando la socarronería, omitiendo los comentarios despectivos sobre esas personas e incluso tratando de ignorar a mi propia irritación ante la noticia de mi matrimonio --- Entre nosotros estas nupcias son cuestiones de peso, una boda es una política que puede beneficiar o no a más de una nación… es como dicen, los grandes decretos de un reino se deciden en un baile, en la cama nupcial… --- Ladee ligeramente el rostro, entretenida con sus cuestiones y buscando de reojo a Axel, este ya me miraba a mí, y cuando nuestras atenciones se encontraron una escalofrió me peligro me recorrió, un recordatorio que le debía un gran favor y que el tiempo solo era prestado… asentí ligeramente a sus palabras---¿Perdiste tu disfraz, Epoch? Seria lindo volver a verlo

por **Epoch** Mar Jul 10, 2012 2:47 am

Aquel hombre que haría de Mecenas se impacientaba, tan lejos quizás de su zona de confort, quería regresar cuanto antes sus ciudades amuralladas. Por suerte mi amiga no se encontraba aún tan enferma de angustias propias de los de sangre azul, aunque si le notaba sumida en una nostalgia que no le cuadraba a su dulce naturaleza. Pero nada podía hacer mas que componer para ella la mejor de sus sonrisas.

- El disfraz esta bien guardado, junto con otros nuevos que he hilvanado. Que la Diosa tenga a bien darnos un tiempo para mostrarte! Mucho hemos aprendido de vuestras amistades. Pero conservo con cariño los trajes que usara en vuestra presencia, aquellos que me hiciese llegar tu buen corazón.

Le conté con una sonrisa mientras caminabamos, y es que aunque no habia olvidado a H y ese extraño sueño que tuve apenas, caminando al lado de Dominique me sentía como transportado a otro sitio. Envueltos en una capa que de realidad tan vehemente que aun las voces del principe vasallo quedan sin respuesta alargando así el breve milagro.

- Te debo mucho, mi señora. ¿Dime si hay acaso algo mas que pueda hacer por vos? ¿Que querrías como regalo de boda, princesa?

por **Axel V d'Este** Miér Jul 11, 2012 11:01 pm

Rodo los ojos y se alejo esperando que no tardara demasiado

[saltarme, nada que poner]

por **Lydia Sforza** Sáb Jul 21, 2012 1:03 pm

Alguna vez alguien dijo que "el pensamiento" era donde las palabras debían dormir, sumirse en un delicado sueño reparador para despertar cada tanto frescas y puras en un nuevo renacer. En Epoch esta dadivosa conducta era ley, sin embargo el mundo corría cual yeguas salvajes trotando en desboque... resultaba casi imposible para un ciudadano dormir el pensamiento, corrías el riesgo de caer y ser pisoteado por los otros caballos... ¡¿Y quien quiere eso? Atendí con frío semblante, aunque gustosa por la compañía, cada palabra del ermitaño de las montañas, recreando una risa silenciosa de recordarlo aquella noche en el palacio con su galante atavió, incluso su amada esposa no había lucido nada mal. Fácil es de engañar a la vista, nadie en la exigente corte pudo saber sobre el vago con quien cenaba.

--- ¿Tienes mas de un antifaz? --- Eleve la ceja izquierda evaluando la situación. Recordaba haberle invitado a un baile, mas nunca haberme ofrecido a disfrazarlo, el reto estaba en que el lo consiguiera... de algún modo--- Me pregunto quien es tu tan considerado modista, ¿Otra princesa perdida en los oscuros bosques? --- Axel mas allá estaba fastidiado, no entendía lo importante de ese encuentro, no podía comprender porque tendría que haber abandonado la seguridad de un palacio por esto. Me detuve frente a un árbol, oculta de la luna mas no de la vista de Axel... como una presentación teatral le mostraba el escenario tenebroso y a los dos protagonicos intercambiando en susurro los diálogos. Una obra de un solo acto, corta, si, pero suficiente. En su brevedad todo lo decía ---. Jajaja ¿Que puedo deberte, Epoch, que no me hayas pagado ya? Pero si la intención bondadosa de tu ofrecimiento es insistente, creo que tengo una idea de cual es mi deseo... --- Busque la oscura mirada de mi compañero, acercándome a el con el secretismo de los conocidos --- Una ultima función antes que el gran telón caiga, ¿estas dispuesto a subir de nuevo al escenario?

por **Epoch** Mar Ago 14, 2012 10:06 pm

Los ojos se iluminaron encendiendo la penumbra de la noche; la joven de printo pareció radiante al hacerle tan peculiar petición. Como si todo se acomodase en su sitio por si mismo, el camino se hallanaba, era probable que entre la corte pudiese hallar algún otro mecenas que le consiguiese un contrato serio para armar el teatro que había concebido. Le dolía el ánimo todo ese ambiente de despedida como si se tratase de un cortejo casi fúnebre. Algun oscuro presagio se cernia sobre aquella unión de la que Dominique hablaba. Sin embargo trató de disimular lo mejor que pudo para no empañar la alegría que emanaba ahora de la princesa.

- Mi señora, mis humildes artes estarán siempre para deleitarle.

¡La oportunidad de estrenar la primer obra! Por supuesto habría que designar ayudantes. ¡Hacer marchar a los ejércitos! pero contaba con el presupuesto para los materiales y según imaginaba el espectáculo en su mente, no requerirá de muchos ayudantes, apenas los necesarios...

- Tengo en mente algo que le divertirá...

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