Losing control [Privado]

por **Aetos** Lun Abr 09, 2012 10:32 am

Me gustaria probar con un hombre -Nada más entrar las mujeres que sabian quien era Aetos se lanzaban a él, ademas de las propinas era raro tener un hombre que se preocupaba más del placer de otras personas que del propio por lo que le hacian el mejor cliente, pagar generosamente además de ser un buen amante no era una propiedad de muchos clientes, pero cuando dijo esas palabras las chicas suspiraron y se marcharon dejando a una para que avisara a la madame, esta tras ver al brujo le dió una de las llaves- ¿Es nuevo? -indicó cuando vió una pequeña foto del cortesano, podria ser raro mirar primero una pequeña foto de con quien iba a pasar la noche pero él no era así le gustaba conocer, saber quien era asi que no perdió el tiempo examinandolo, era bastante atractivo el burdel habia tenido muy buenas adquisiones debía de admitirlo aunque no era de sentir demasiado orgullo el conocer cuantos cortesanos y cortesanas había.

Se inclinó, marchando hacia la habitación que le habia recomendado, subió varias escaleras mientras el olor a sexo se traspapelaba, era evidente que las habitaciones o la mayoria de ellas estaban ocupadas, algunos gemidos encontraron alguna rendija donde colarse mientras que el brujo caminaba como si estuviera en su propia casa, a pesar de todo el burdel estaba bastante limpio aunque no envidiaba el trabajo de la mujer o el hombre que tuviera que limpiar despues ya que muchas cortesanas no practicaban hábitos precisamente higienicos con sus clientes gracias a que la mezcla de fluídos, saliva, alcohol, sudor... era una mezcla que a muchos gustaba. Olor a lubricante pero tambien a sangre, alguien habia sido demasiado bruto o demasiado cuidadoso, finalmente llegó a la habitación que buscaba-

¿Serás tu mi compañia? - Miró en la habitacion al muchacho, Aetos estaba apoyado en la puerta ya que tras haberla cerrado permaneció como siempre admirando donde iba a pasar la noche o una parte de ella, olores extravagantes, con alguna copa de vino...habia pedido una habitacion buena lo primero que queria era conocer con quien iba a estar. Miró hacia los lados y marchó para sentarse en el borde de la cama mirando fijamente al muchacho-

por **Vaël Sunderland** Lun Abr 09, 2012 11:05 am

El día no había sido precisamente muy productivo, más que nada por que había dedicado la mayor parte de este a dormir, la noche anterior había dado con un cliente que lo pagó para todas las horas que se le antojaran, que por cierto resultaron ser muchas. Estaba bastante cansado cuando las primeras luces de la mañana irrumpieron en su cuarto, así que no tardó en cerrarlas y volver a dormirse.

Despertó cuando sus tripas le recordaron que debía alimentarse, así que con pesadez salió de la cama y se dispuso a lavarse y arreglarse con calma. No tenía mucho que hacer ese día hasta que volviera a anochecer, así que después de alimentarse se encargó de recoger su dormitorio y tomarse esa tarde de completo relax. Sin embargo en cuanto el sol comenzó a morir, tuvo que ponerse en marcha. Se vistió de forma medianamente elegante, como le gustaba, una camisa, unos pantalones limpios, un chaleco cerrado y poco más, de todas formas la ropa no le duraría la noche entera, como de costumbre. Luego salió de su residencia para ir a trabajar al burdel, donde ofrecería sus servicios como de costumbre, aunque a veces gustara de trabajar en casa, no siempre era productivo.

Pasó un buen rato dando vueltas por el burdel, invitando a alguna copa a los hombres que iban llegando, pero verdaderamente nada despertaba su interés aquella noche. Terminó por decidir que el trabajo le fuera solo, así que tras hablar con la madame se retiró a un cuarto, sentándose allí mientras tomaba un poco de vino, al menos así solía ser más fácil, los hombres interesados en un chico directamente lo pedían. Y tal como imaginó, no tardó en tener suerte aquella vez. En cuanto escuchó la voz del caballero giró un poco su rostro, lo primero para poder mirarlo, era atractivo y eso le agradaba así que sonrió con coquetería.

- Si ha contratado mis servicios así es. - y si estaba allí debía ser por eso. Se levantó de donde se encontraba sentado y sirvió una nueva copa de vino acercándose luego al hombre con esta en la mano, deslizándola con delicadeza hacia él - Permítame invitarlo, es un vino exquisito, estoy seguro de que lo disfrutará...casi tanto como mi compañía. - no se sentó a su lado ni hizo nada más que acercarse a él, a fin de cuentas aun no sabía qué tipo de compañero deseaba, si uno sumiso, si uno dominante o tenía quizás alguna manía extraña - ¿Qué puedo hacer por usted, monsieur?

por **Aetos** Sáb Mayo 19, 2012 8:49 am

-Lo examinó, como siempre solía examinar a los hombres que se acercaban a invitarle pero lo que encontró le gustó por eso formó una sonrisa en los labios situando la mano en el mentón con un movimiento sensual, de ese modo los perfiles sensuales de Aetos parecían tener más protagonismo mientras sus ojos contemplaban aún al muchacho sin haber pensado en ningún momento del vino- Exquisito - No lo decía precisamente por el vino eso era sencillo de adivinar por lo que posó las manos por la mejilla de aquel chico acariciandola estando más que satisfecho, si, mucha gente podría estar condenándole ahora como pervertido pero le gustaban tanto los hombres como las mujeres ¿porqué conformarse solo con un sexo cuando si se disfrutaba de los dos era mucho mejor?. Ni corto ni perezoso acercó su rostro al cuello del muchacho encontrando en él un olor atractivo.

Se alejó de nuevo tomando finalmente la copa, era un intercambio extraño ¿no? cuando se quería disfrutar de lo que uno quería había que ser exigentes aunque fueran personas...la gente le trataba como un hombre cruel al enterarse que solía practicamente ir a los burdeles siempre que le apetecía, no era una práctica muy común decían algunos lo que conseguía que el brujo casi estallase a carcajadas ya que el burdel era una de las cosas que prácticamente no pasaba de moda. Le gustaba el sexo pero tambien disfrutar de la compañía de alguien, a veces incluso bastaba con hablar con una mujer o con un hombre para entenderle, pasar con esa persona sin necesidad de acostarse realmente ¿que pasaría con aqueste?-

¿Como te llamas? -Dio un pequeño sorbo, saboreó el vino en sus labios perdiendo un momento la atención del muchacho hacia la copa al parecer el chico tenía buen gusto, observó el vino mientras abría los labios relamiéndose brevemente mientras daba otro pequeño sorbo mirando hacia el frente, habia hombres que no sabian beber, podian tragar como si estuvieran en un bufe o darselas de listos con la copa en la mano meneándola para prácticamente presumir de lo que eran capaces de hacer, él bebía primero si le gustaba seguía bebiendo sino lo tiraba ya que después de todo él era un cliente. A aetos practicamente le daba igual si arriba o abajo incluso observó al otro para que decidiese por él mismo que postura quería, le gustaban todas ninguna de ellas le parecía vergonzosa sino entretenida-

por **Vaël Sunderland** Jue Jun 14, 2012 4:32 am

El cortesano dejó que su nuevo cliente se moviera como le viniese en gana. si quería olerlo, tocarlo o morderlo, era totalmente libre de hacerlo, para algo había pagado después de todo y él no podía negarse, tampoco es que quisiera la verdad. Ni siquiera dijo palabra después de haber realizado su pregunta, esperando a que el otro le dijera qué esperaba de su compañía, aunque lo que recibió fue una pregunta de vuelta.

- Mi nombre es Vaël. - murmuró con voz melosa, mientras sus dedos ya comenzaron a dirigirse al torso de su cliente, recorriéndolo de forma lenta, conociendo sus prendas - ¿Me va a decir el suyo? Ya que hasta ahora no he tenido el placer de conocerlo, me temo que necesito escucharlo de sus labios, monsieur. - aunque claro que no estaba obligado a decirle su nombre, algunos ni siquiera daban uno real, tan solo se conformaban con algún mote que escuchar de sus labios mientras gemía, a menudo de forma más exagerada de lo que realmente sentía. Ya sabía bien lo frágil que era el ego de los hombres y lo bien que quedaba cuando lo subía, así volvían y seguían gastándose el dinero en su compañía.

Sus manos ya se habían puesto a trabajar aunque el resto de su cuerpo permaneciera pasivo. Le parecía un hombre que se tomaba las cosas con calma, a pesar de haber ido allí directamente, no tenía pinta de ir apurado o ya se le habría tirado al cuello sin pensarlo dos veces, o lo habría echado a la cama sin mayores preámbulos. Aun así no iba a invertir toda la noche con él, tenía que seguir trabajando, por lo que ya le había empezado a quitar la prenda superior, colando las manos por la abertura dejada para poder acariciar su torso y esperando un paso del otro para poder retirar la prenda directamente y dejarlo desnudo de cintura para arriba.

- Tiene una piel realmente agradable al tacto...Me pregunto si será igual de maravillosa cuando pueda recorrerla también con mi lengua. - susurró, sonriendo de medio lado e inclinándose un poco hacia él, dejando sus labios completamente al alcance de los contrarios por si deseaba tomarlos.

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