Deker Verner

Nombre del Personaje:
Deker Verner
-Edad:
23 años
-Especie:
Humano cazador
-Tipo, Clase Social o Cargo:
Clase media
-Orientación Sexual:
bisexual
-Lugar de Origen:
Berlin
-Descripción Física:

Spoiler:

Descripción Psicológica:

Tiene una psicología complicada, tiene todas las características necesarias para que acabes pensando que es idiota. Bromista, aunque sea a costa de los demás. Cínico, irónico y de eterna sonrisa dibujada en sus atractivos labios. La típica mala influencia que prefiere holgazanear y dejarlo todo para el último día sin tener que preocuparse por nada. Le gusta la buena vida, coquetear y no pensar en nada que pueda nublar su buen humor.

Tiene la peculiaridad de creerse más de lo que verdaderamente es. Su autoestima llega a límites escandalosos, hasta el punto que resulta creído y algo desagradable. No permite que nada lo hiera, ya que al no tomarse nada enserio pocas cosas se acercan a él de verdad, aunque el no lo acepte, este comportamiento tal vez se deba que se encuentra dañado a causa de presenciar la muerte de sus padres cuando era apenas un niño de unos 10 años de edad. Tampoco medita las consecuencias de lo que hace ni si nadie puede tomárselo como algo personal.

Extrovertido, no tiene dificultad para entablar una conversación con los desconocidos ni tratarlos como si hubieran compartido la vida juntos. Aun así, suele contar pocas cosas sobre si mismo, sobretodo si los temas tocan algo sentimental. Sale con muchas mujeres, quizá porque jamás encuentra la adecuada y a todas les ve pegas para ser la principal y única.

Excepto con los vampiros puede llegar a perdonar a otras razas,de hecho,siempre intenta evitar trabajos que puedan dañar a otras especies que no sean estos,dado que son su mayor odio.

Historia:
En la historia de Deker apenas hay hechos sobrenaturales aunque la muerte trágica de sus padres fue un hecho que marco su infancia, sin embargo el aparenta que es así por que así nació, un "hijueputa con elegancia".

Nació en el seno de una familia de comerciantes, nada del otro mundo, la vida más tranquila y apasible que puedas imaginar. Fue criado prácticamente por su madre, debido a que su padre estaba demasiado ocupado con sus labores, su madre era la segunda mujer de su padre, había sido una mujer de la limpieza lo cual convertía en Deker en un "bastardo" pero al ser el único hombre varón que tenía su padre, lo reconoció como su hijo a causa de eso, era el chico al que todos señalaban y no querían que sus hijos se acercaran aunque no lo dijeran en voz alta.

Deker era ese chico que existe en todas las historias de niños, el gracioso que todos siguen y a quien todos los adultos tenían ganas de matar. ¿Que había desaparecido cualquier cosa? Deker tenía la culpa. ¿Que una de las casetas se había incendiado? Deker estaba detrás de ello. ¿Que mi hijo ha vuelto pintado de verde a casa? Deker compró un bote de pintura. ¿Que Deker se reía disimuladamente? Planeaba algo más.

Su madre perdió la cuenta de las veces que se tuvo que disculpar, de las que le gritó por lo que le había hecho. Fue la mano dura que intentó encarrilar al chico, aunque el éxito fue inexistente, cuando cumplía 10 años un poco más tal vez, volvía de trabajar su padre después de haber pasado una temporada fuera de casa, cuando lo miró supo que este había cambiado, se alejo más de su padre por esa misma sospecha, un par de meses después su padre se volvió más irritable de lo normal, hacía meses que no lo había visto comer con ellos, no entendía por que seguía vivo, cuando volvió de el colegio, encontró a su padre con el cuerpo de su madre entre las manos aun con vida, pero en su mirada se encontraba miedo y dolor, su madre solo dijo huye y eso hizo, un par de años después cuando era un joven de unos 15 años, se había vuelto cazador, y había jurado darle muerte a su propio padre, se lo debía, aun sigue buscando aquel hombre, cada vez que da con él, él va un paso más adelantado, aun así Deker no se dará por vencido, todo lo que quiere lo obtiene.

Datos extras:
- Porta una pequeña cruz de oro que su madre le regalo, solo por el mero recuerdo, por que Dios y el no se llevan muy bien.