El que tiene amante, huye a su mujer {libre}

-La noche parecia cambiar todos los rostros que conocia, aquella mujer que siempre estaba seria ahora estaba más seria aún incluso con el reflejo de un farolillo errante se le vía mucho más escalofriante. Sinhué aparto la vista de esa mujer con un lev erizamiento en su piel, le gustaba la noche pero cuando se estaba reguardado tumbado en algun sitio viendo las estrellas bebiendo y estando calentito en un fuego. Pero ahora estaba trabajando para ganar unas monedas extras, alguien que conocia tenia una amante pero tambien tenia que trabajar por la noche asi que esa noche le habia encargado a sinhué que etuviera alli mientras el estaba con su amante. despues de esto no trabajaría seguramente en dos dias pues le habia prometido el 20% del dinero, sinhué no era del todo bondadoso, sabia que ese 20% acabaria en un 5% asi que estaba separando algunas monedas. el negocio iba bien, flores, joyas incluso para los hombres más interesados algunas pipas-

Compren algo, compren algo -estiraba sus músculos, la gente habia una hora en la que no pasaba y quienes pasaban ern suficientemente ricos y adornados como para detenerse a comprar algo, de todos modos miro las monedas que habia tomado, tenia para dos dias sin hacer nada, de paso tambien tenia unos ahorros asi que no tendria que preocuparse excesivamente, Lionel le habia dado la clave de todo, tener dinero en ahorros y otro el que se iba a usar, de ese modo podia gastar un poco sin roblemas como le pasaba antes- Compren algo, todo es barato y muy hermoso - aunque lo decia sabia que no lo hacia con muchas ganas, tenia sueño como cualquier otra persona normal asi que preferia irse cuanto antes, a pesar de que el dueño no estaba todavia- Hm... -refunfuñó para si mismo, pero la respuesta llegó cuando un hombre desnudo iba corriendo gritandole a una mujer que no era lo que parecia-

Oh.. - "aguanta la risa, aguanta la risa" se imploraba mientras tomaba unas cuantas monedas más, y se marchaba. Daria por finalizado ese dia, no tardo mucho en venir la mujer al puesto llevarse las monedas que quedaba bajo la atonita mirada del marido. despues con ese saco ya guardado le arrojó todo el material que habia colocado, las rosas, las pipas, el hombre solo gemia de dolor mientras recibia todo, lejos al fin de las miradas Sinhué comenzó a reir abiertamente, ese hombre tenia mala suerte y el, gracias al señor habia podido hacerse con un pequeño botín-

-sus labios se curvaban inquietamente, señal de que estaba a punto de tener un ataque de risa "eres un buen hombre no deberías reírte del mal ajeno" se reprendía el mismo mientras paseaba los dedos por su ropa, asegurándose de que las monedas que había tomado eran las justas, ni una más ni una menos era su política aunque bien pensaba que no se habría dado cuenta ni en un millón de años ya que la mujer estaba tomando las monedas arrojandole todo lo demás. Se quedó a un lado del puesto alejado de ese modo no le golpearían a él por haber encubierto algo que hacía aquel hombre especialmente ahora que estaba fuera de control. Algunas mujeres escondían sus labios en señal de burla tanto a uno como a otro mientras los hombres algunos, no todos, se llevaban las manos nerviosamente a la garganta haciéndole pensar ¿quien no tenía un amante en estos tiempos? para la gente normal la fidelidad era un chiste aunque para el rubio la fidelidad era importante no podía negar que 9 de cada 10 personas estaban en cama con otras personas.

Escuchó entonces una voz que le hizo sobresaltar- Perdón no...-Ladeó el rostro, al principio lo había tomado como una represión el que estuviera riéndose de alguien, era tan raro...en egipto siempre tenías que ser serio, no podías reírte ni aunque los soldados tropezasen, ni con un chiste o algo gracioso más bien todo lo contrario se tenía que bendecir esa torpeza como si en cambio fuera algo bendito aun cuando era todo lo contrario. Colocó la mano en sus cabellos echándolos hacia atrás mientras volvía a hablar- no puedo evitarlo -completó la frase con ciertos remordimientos, no podía evitarlo era superior a él. repasó unas cuantas veces los cálculos de las monedas que tendría que ahorrar hasta que le dieran otro trabajo porque éste lo estaba dando ya por perdido. Fue entonces cuando algo golpeó sus pies-

Oh...-Se arrodilló tomando el anillo, era bastante bonito, lo miró más con ojo objetivo que subjetivo, cuanto tardaría en irse el color debido a la calidad o cuanto podría soportar la piedra que tenia en el centro sin que ésta se arañase en cualquier esquina. Era evidente que era falso por el excesivo brillo que producía- ¿no le parece extraño? -comentó pensativo- que los anillos más falsos sean los que más relucen mientras que los que no son copias parezcan sacados de un desván, se tienen que pulir varias veces para que aparezca algo de brillo -abrio los ojos y lo miró, despues volvió a colocarlo discretamente donde pertenecía. Lo hizo rápidamente, disimulado agradeciendo que todos estuvieran viendo la escena- uff -se escapó un suspiro aliviado- no quiero pensar que habría pasado si me hubieran cogido -no había hecho nada malo, pero claro en esos momentos no importaba si eras un santo o un demonio o lo que quisieras, el pecado era simplemente ser gitano.

Un grito femenino llegó a sus oidos, la mujer habia sido detenida por el hombre que antes estaba desnudo a la fuerza. Sinhue y varias personas apartaron un poco el rostro pero ¿porque? la igualdad se supone que era que las mujeres y los hombres tenían los mismos derechos en cambio ¿porqué ahora el ambiente de divertido se había tornado tenso? que una mujer golpease a un hombre depende de la situación era hasta cómico pero el que un hombre lo hiciera con una mujer, era una situación violenta- Jefe, por favor -Dio un paso adelante mordiéndose los labios, en términos de fuerza sinhue ganaría claramente, pero claro eso era en términos físicos, en términos psicológicos sinhue era como un cachorro ante un cazador. Podría tener garras y dientes pero si no los usaba ¿como iba a poder ganar?- Creo que debería marcharse.

-El hombre le miró enojado, la mujer que parecía haber cambiado de opinión al asqueroso gitano le pedía ayuda con la mirada. Como el hombre ya se sabía con el poder aún desnudo se acercó a sinhue teniendo en la mano derecha los cabellos agarrados de la mujer. Le miró fijamente, Sinhue no era tonto- Señor. Debería dejar a su mujer -Un golpe llegó a su rostro, certero pero sin demasiada fuerza por eso el cuerpo de sinhue no tuvo problemas en aguantar el equilibrio. Vio con cierta verguenza a la gente especialmente al hombre , a aquel desconocido que antes le había hablado. Bajó la mirada suspirando recibiendo el humedo escupitajo de aquel hombre- No de-otro golpe- No debe maltratar a las mujeres -El hombre se sorprendió de que aquel gitano continuase de pie. Maldijo, pero parecía que el cansancio y el dolor de las cosas arrojadizas habían pasado factura al hombre que se dio cuenta de que era la comidilla del mercado. Bufó el hombre soltando a su mujer para marcharse, la mujer agradeció solo con la mirada al gitano corriendo también por su lado. Sinhue sonrio bonachón tocándose la mejilla- dolió un poco -replicó para si mismo recogiendo algunas cosas del suelo. la gente lo miraba pero ya sin mucho interés disolviéndose todo-