Soren Makelyne

Soren Makelyne.

-Edad:
17 años aparentes, 951 como vampiro.

-Especie:
Vampiro.

-Tipo, Clase Social o Cargo:
Clase Media, Extranjero.

-Orientación Sexual:
Homosexual.

-Lugar de Origen:
Escocia.

-Habilidad/Poder:
Encandilamiento, Persuasión e Infringir Dolor por Medio de la Mente.

-Descripción Física:
Es un hombre joven de rostro ligeramente aniñado que nunca tuvo tiempo de nacerle la barba, alto en estatura y de cuerpo esbelto. Mantiene su corta cabellera siempre correctamente peinada y su rostro es como una máscara de teatro: O bien puede resultar un jovial rostro encantador y adorable capaz de conmover y atrapar el corazón de hombres y mujeres por igual, o bien se torna en una mueca fría, dura e impasible. Pero lo que realmente resulta mágico en su rostro son sus ojos grises, lo único que desvela su auténtica edad y mentalidad, una mirada anciana y astuta que hechiza a quien se atreve a sostenerla más tiempo del que debe; las malas lenguas dicen que su mirada puede subyugarte y obligarte a obedecer órdenes que no cumplirías de normal, e incluso torturar tu alma si te descuidas.

-Descripción Psicológica:
En apariencia, es un joven muchacho un poco descontrolado e infantil al que le gusta vestir bien, ir aseado y frecuentar lugares impropios para alguien de su clase, como cafés, tabernas, prostíbulos o el teatro; no es raro verle en compañía de artistas, cortesanas, pícaros y otras gentes de dudoso o mal vivir, compartiendo con ellos grandes cantidades de alcohol así como probando diversos tipos de droga.
Lo que en realidad se oculta tras la fría máscara de mármol no podría estar más lejos de la verdad: Se trata de una mente anciana, fría, astuta y calculadora que se aprovecha de su virtual inmunidad y sus capacidades vampíricas para acercarse a sus víctimas, convenciéndolas con sutilidad para servir a sus propios caprichosos propósitos.

-Historia:
Nació allá por el año 832 de la Era de Nuestro Señor, siendo el menor de los tres hijos de un viejo líder de clan llamado Edwin y su esposa, Amelia. Al ser el más pequeño de los tres y estar el viejo Edwin siempre más preocupado en preparar a los dos primeros contra clanes opuestos e invasiones bárbaras del lejano norte (aunque hacía años que los Noruegos habían dejado aquellas tierras en paz), Soren fue dejado un poco de lado y puesto despreocupadamente en manos de su madre. Amelia Makelyne ya tenía suficiente con esposo, hermanos y dos hijos guerreros, y se aseguró de influenciar a su pequeño tesoro por otros conocimientos antiguos y misteriosos.
La nodriza de Soren tenía los cabellos rojos, era una mujer temida y con fama de bruja, y su principal compañero de juegos era el hijo de esta, un muchacho de extremada belleza que siempre tuvo un don divino para crear las melodías y poemas más hermosos. Fue inevitable que el tercero de los Makelyne fuera influenciado por las tradiciones místicas de los druidas y las artes de los bardos.
Probablemente eso fue lo que lo hizo tan curioso y poco aguerrido, tan amante de las artes y las sutilezas, tan... "poco hombre" para los cánones típicos de Escocia en aquella época. De todos modos, tampoco tubo que soportar los desprecios mucho tiempo, porque los demonios del pasado de Edwin regresaron en forma de vampiro noruego con muy malas pulgas: Arik.
A saber qué relación habían tenido en el pasado, pero Arik tenía una sed de venganza casi tan insaciable como la de sangre; y lo que era más grave: un plan ineludible. Atrajo a los tres hijos durante la primera noche de Mayo del año 849 d.C. hasta una hoguera apartada y los convenció para que aceptaran su abrazo y conversión vampírica. Y cuando se hubo asegurado de que el destino del Clan Makelyne le pertenecía, se lo mostró al viejo y aterrorizado Edwin para que lo tuviera presente antes de partirle el cuello con las manos desnudas.
Aún así, los tres hermanos permanecieron juntos cuidando de su madre y del clan, dirigidos entre las sombras por el despótico Arik en un intento de conquistar un trocito de Escocia mediante la intromisión paulatina de vampiros de su sangre.
Obviamente y con el paso de los años, algo empezó a no ir bien cuando ni los hermanos Makelyne envejecían, ni algunos de sus hombres y mujeres de confianzas, y al mismo tiempo desaparecían misteriosamente personas en esta y aquella aldea. Así que un clan rival reunió un pequeño ejército y se decidió a purgar el pecado del Clan Makelyne... aunque a los muy bastardos se les olvidó mencionar a sus aliados que la mayoría de ellos eran licántropos, qué cosas.
Aunque sobrevivieron, Arik se sacrificó para salvar al mayor de los tres hermanos, que partió para no volver jamás, puede que sintiéndose culpable. El mediano tomó la posición en las sombras que había ocupado Arik, dirigiendo los hilos de la familia a través de la eternidad, y Soren acabó aburriéndose de Escocia, decidiéndose a viajar y conocer mundo (concretamente chicos guapos, arte y vicio) excusándose ante Carter explicándose que buscaría a Basyl allá donde quiera que estuviera.
Novecientos cincuenta y un años más tarde, la pista de Basyl Makelyne lo ha arrastrado hasta París, donde curiosamente, hace poco que se instaló Carter Makelyne. Los tres hermanos están reunidos de nuevo.