Encuentro Inesperado (Cyrano de Bergerac )

por Invitado Vie Mayo 04, 2012 4:19 pm

Este día no era como los demás en los que había estado en parís pro primera vez amaneció sin el sol solo había un cielo de color gris por las nublazon que había, parecía que iba a llover pero no llovía era raro ver esto en parís y mas extraño para mi que en todo el tiempo que tenia aquí no lo veía así.Me pare de la cama y me dedique a mirar por la ventana un buen rato el cielo como estaba y lo que pensé es que estaba de luto por que hay muy bueno sobre esta tierra a dejado de respirar y se a unido con los del mas allá, sonríe por lo que pensaba y me arrasque un poco la cabeza en verdad era tan ingenuo yo que podía pensar algo de tal magnitud ya que eso me lo decía mi madre cuando era muy pequeño para que tuviera ilusión que todo lo que se vía aparente mal tenia algo bueno y positivo .

Deje de pensar en cosas tontas y me lance para correr al bosque para encontrar alguna escondite donde podría practicar mis hechizos sin que nadie se diera cuenta, ya que en la casa es muy peligroso y si alguien me ve seria mi fin como ser viviente, así que me puse mi ropa muy elegante y sobre ella mi hermosa capa de color negra y decidí salir por la parte trasera para no llamar la atención de vecinos a mi alrededor y lanzarme al bosque a ve queme podría encontrar en este día tan peculiar.Cuando camine un poco lejos de mi casa me adentre en el bosque para empezar mi búsqueda, fue adentrándome mas y mas mirando por todos lados para ver que podía ver, pero no encontraba nada, después de un rato caminado me quite la capucha de mi cabeza y me senté sobre un tronco caído a descansar un poco por todo lo caminado.

por **Cyrano de Bergerac** Sáb Mayo 05, 2012 5:39 am

Un enorme cuerpo se estaba abriendo paso entre los arbustos, haciendo fuerza con su pecho, jadeando, persiguiendo a una liebre con su pelaje de invierno, blanca que apenas podía ser vista porque se movía a gran velocidad, hacia mucho frío. Aquel invierno en Paris estaba siendo uno de los más crudos, por supuesto para la nobleza o la clase alta no significaba nada, abrigados y calientes en sus hogares pero para la clase baja significaba pasar frío y que hubiera una gran mortalidad infantil durante unos meses, no era un motivo de alegria ver todo cubierto de la gran capa blanca ni tampoco ocasiona jolgorio que cayeran copos de nieve sobre los tejados de París.

La pequeña liebre saltó desesperada hacia delante con las largas orejas aplanadas sobre su cráneo y entró directamente en el claro donde estaba el brujo, nunca se sabía cómo se comportaría un animal salvaje en una situación de vida o muerte, aquella primera criatura veía el final de su vida en las mandíbulas babeantes que le estaban dando caza de forma incansable y ahora tenía de frente a otro enemigo; un ser humano. Pero controlado por su miedo, con su peludo cuerpo albergando puro pánico, corrió, saltando y se metió bajo las piernas del brujo, temblando, acurrucado. A los pocos segundos, uno enorme danés negro apareció en el claro, estos perros eran enormes, tan grandes como un pony de buena alzada. Los ojos oscuros del can se posaron en el hombre y luego el conejo que estaba refugiado entre sus piernas, un gruñido amenazador escapó de su boca y mostró los colmillos.

-¡Goliath, quieto!-una voz masculina resonó en el aire helado y un caballo castaño entró en el claro, sus cascos brillaban a cada una de sus soberbias zancadas, Cyrano tiró de las riendas y luego acaricó el poderoso cuello, sintiendo los vibrantes músculos bajo sus dedos, silbó y el dané retrocedió unos pasos y luego se sentó sobre sus cuartos traseros aunque no paraba de mover la cola de un lado a otro. Cyrano miró desde arriba al hombre, sus ojos oscuros, aterciopelados y brillantes lo recorrieron, no tenía aspecto de campesino ni mucho menos.

-Estas tierran son mías, ese conejo que se esconde es mío-su tono fue calmado, parecía que aseverara una verdad universal. Cyrano vestía de marrón, chaque larga y de gruesa lana, los calzones marrones y ajustados a sus largas y torneadas piernas, sombrero tricono y guantes de cuero como sus botas relucientes acomodadas sobre los estribos. Le sonrió, mostrando sus blancos dientes apenas-Y si vivieramos hace cuatro siglos podría afirmar que usted es mío también por entrar en mis tierras-era un licántropo, posesivo, territorial pero educado, estaba de buen humor aquel día a pesar del inclemente clima.

por Invitado Miér Mayo 09, 2012 9:16 am

Estaba divagando pro el bosque sin encontrar nada aun ya que en verdad el bosque era demasiado extendido para buscar una buena cueva yo solo así que mientras me ponía a descansar en mi tronco mirando al cielo que era tapado por los grandes arboles y se dejaba ver solo un poco en algunas partes , sentí como de repente de entre los arbusto salio una liberes muy asustada ya que al parecer algo la perseguía o algo la atemorizo así que lo mire tierna mente y lo tome entre mis brazos .-No temas linda liebre lo que sea ya se fue.-Le dije tierna mente y cuando termine esa frase apareció un tremendo perro de la nada y supe que eso era lo que temía la liebre, lo mire con un poco de rectitud para atacarlo pero no podía por que si era de un cazador y me veía usar magia seria mi perdición como la de esta pobre liebre indefensa.

De entre los arboles se escucho una voz masculina que le hablo al perro y el perro miro hacia la dirección de la voz y yo a igual que el por que debía ver quien era el cazador que estaba por estos lados, cuando salio me dejo deslumbrado su belleza y buen físico en verdad se ve un gran hombre lastima que sea un cazador.Me hablo con gran autoridad de que estaba en sus tierra y le cojo un poco de miedo pro que no se como son los cazadores y que son capaces de hacer así que solo sostuve tranquila mente la liebre y lo mire fija mente a los ojos, pero lo que me sorprendió que al final me dijo que hasta yo soy suyo y eso me hizo sonreír.-Bueno en eso tiene toda la razón hasta yo soy suyo caballero pero le pido que de favor no mate a esta liebre ni a mi mucho menos , no sabia que había tocado territorio ajeno solo buscaba despejar mi mente un poco de la vida diaria, espero en verdad no le moleste mi intromisión y podamos hablar yo soy Terrence Delacour.- Le dije muy calmada mente y con una sonrisa .

por **Cyrano de Bergerac** Lun Mayo 14, 2012 6:10 am

El enorme ruano que montaba Cyrano, pafió, el vapor escapó de los grandes hollares, el aire caliente contrastaba con el frío ambiente y la temperatura continuaba bajando a medida que la noche se acercaba, la nieve fue hollada con el brillante casco cuando el caballo escarbó de forma impaciente, deseaban continuar corriendo por el bosque, Cyrano sonrió, sus dedos acariciaron de nuevo el poderoso cuello, el sedoso pelaje, notando la vida que palpitaba bajo la piel del animal, el latido estruendoso de su corazón, el anhelo de lanzarse al galope por el mero placer de hacerlo, sin pensar o razonar, nunca dejaría de admirar eso en un animal. Le encataba poder dominar a una criatura así, que se doblegara bajo su toque, que siguiera el ligero golpe del tacón de su bota de cuero, no necesitaba una fusta o espuelas, el purasangre, resultado de un un cruce entre árabe y andaluz, leía su cuerpo como jamás haría amante alguno.

El licántropo posó los ojos oscuros en la liebre que temblaba, una diminuta presa, demasiado vana para ser interesante, una criatura que estaba destinada a alimentar a otros más grandes y vivir poco tiempo por ello se apareaba locamente hasta el útimo suspiro, su corazón no desfallecería si permitía que viviera. Alzó el altivo rostro y los ardientes ojos recorrieron el rostro del hombre que se presentaba a si mismo, desde luego no hablaba como un sirviente o un campasino, no olía mal pero tampoco apestaba a colonia, tenía porte y era alto, curioso lugar para meditar o descansar, de noche, cuando caía la noche, los bosques resultaba peligrosos, uno sabía que se podía encontrar, todo tipo de criaturas vagaban por ellos.

-Encantado, sire.-volvió a sonreír, tirando un poco más de las riendas-¿Se ofrece a cambio de una vulgar liebre? en poca estima se tiene, señor Delacour.-hizo avanzar a su gran montura hasta quedar a su lado, se inclinó desde el lomo, sus rostros quedaron cercanos pero el de Cyrano más alto, observándolo, memorizando sus rasgos, escuchando el rumor de la sangre de sus venas.-Estoy seguro que vale mucho más que eso-todavía no se había presentado pero alargó la fuerte mano derecha, enguantada en cuero negro-suba-sin esperar respuesta, lo agarró directamente por la cintura y lo alzó, poseía una fuerza sobrenatural y lo sentó detrás de él, el caballo ni siquiera se alteró por el peso extra. La liebra saltó al suelo y corrió para perderse entre los matorrales-agarrese-espoleó al caballo que relinchó de alegría y saltó hacia delante para comenzar a galopar, seguidos por el gran danés.

por Invitado Lun Mayo 14, 2012 8:57 am

Mire todo a mi alrededor para ver si había mas cazadores por este lugar con el noble caballero que estaba frente a mi, no sabia que hacer ni que decir pero solo lo miraba a el y trato de mantener la calma en todo momento por que no se que podría pasar y si tenia que usar un hechizo para escapar.El montado en su caballo se veía imponente y muy sensual en verdad , era uno de esos hombre que con solo verlo te despierta tu deseos y tus instinto mas oculto que sabia que están oculto pero afloran a la superficie cuando esta frente algo llamativo y este era el momento , se acerco un poco mas a mi y me empezó a hablar sin desmontarse de su caballo la liebre temblada en gran manera al parecer la tenían rato persiguiendo.

-El placer es todo para mi sir.- Le dije mirándolo de arriba hasta abajo en verdad no lo pude evitar.- Si me ofrezco por esa liebre no por baja auto estima ni nada parecido , si no que tengo cierta inclinación de entregarme y proteger a los que veo son mas débiles.-Cuando termine de hablar el se acerco a mi tanto que nuestro rostro parecían que se fueran a besar , lo único que el esta mas alto que yo por estar sobre el caballo , suspiraba lo mas lento posible para que no se viera lo inquieto que esto me puso al tenerlo así de cerca , por que en mi estadía aquí ningún hombre se me había puesto tan cerca como el y no era por que no quisiera , si no que no sabia como hacerlo.- Me alegra mucho que este seguro de eso sir, en verdad gracias por le halago.- Sonreí en gran manera mientras lo miraba y en ese momento me invito a subir a su caballo pero cuando mis palabras iban a decir algo el me tomo por la cintura en gran manera y me puso a atrás de el, eso me lleno de gran sorpresa y solté a la liebre la cual se metió por los matorrales , el me dijo que me sujetara y todavía en el asombro me agarre de el con mis dos mano una de cada lado de su cintura.

por **Cyrano de Bergerac** Vie Mayo 18, 2012 9:18 am

Cyrano espoleó al gran ruano para que se pusiera a un trote ligero, los grandes cascos levantaban aguanieve y tierra, tras ellos corría el enorme can con su rosada lengua fuera, colgando entre las mandíbulas. Unos ligeros copos de nievos, parecidos a plumas comenzaron a descender del cielo, eran de una gran belleza pero para la mayoría de la población que París que vivía en una extrema pobreza solo significaba más hambre y tener que gastas sus pocas monedas en comprar leña que no tenían permiso para cortar. Cyrano sujetaba con firmeza las riendas, no se perturbó cuando Terrence posó sus manos en su estrecha cintura, sujetándose para no balacenarse mientras el caballo entraba ahora en un camino ancho y cuidado, evidentemente, un camino privado que atravesaba las propiedades de la familia Bergerac, la mansión se vislumbraba al final del mismo, antigua, de fachada algo recargada y de grandes ventanas.

Penetraron en la rotonta que presidía la entrada principal, en el centro de la misma, una fuente, cuyas figuras decorativas eran sirenas, su madre siempre fue admiradora de los escultores italiano, ahora de sus brazos y cabellos pétreos colgaban estalactitas de hielo y les atribuían un aspecto brillante, casi parecían más de vivas. Cyrano tiró de las riendas, el ruano se detuvo, pafiando y dos sirvientes salieron de los grandes establos construido a la derecha de la masión, uno de ellos sujeto el bocado del corcel y otro ayudó a desmontar primero a Terrence, Cyrano siempre dejó bien claro que lo primero eran sus invitados. A continuación desmontó él mismo, con soltura, dio unas cariñosas palmadas al cuello de su montura y se comenzó a subir los escalones para entrar en la masión, se detuvo cuando de percató que Terrence no se encontraba a su lado.

-Adelante, estoy seguro que le apetece una copa de coñac, señor Terrence-sonrió, mostrando sus blancos dientes-Puede llamarme Cyrano.-terminó de traspasar las puertas y se destuvo en el amplio vestíbulo presidido por una araña de cristal, se comenzó a despojar de los guantes y de la chaqueta-Sebastian, lleva unas copas de coñac caliente a mi estudio, por favor.

El suelo era de baldosas blancas y negras, le hizo un gesto para que lo siguiera, atravesaron varios salones hasta llegar a unas puertas lacadas de picaportes dorados, Cyrano las giró y entraron en un pequeño y confortable estudio donde predominaba el color rojo, todas las paredes cubiertas por estanterias repletas de libros, sillones tapizados de terciopelo. Cyrano se acomodó en uno y cruzó sus largas y torneadas piernas, mirándolo de forma penetrante y directa.

-Dígame, señor Terrence, ¿suele aceptar cualquier tipo de invitación que le hagan o debo sentirme privilegiado?-alzo una ceja sobre sus negros ojos.

por Invitado Vie Mayo 18, 2012 11:32 am

Me puse un poco nervioso por que no sabia si le molestase que pusiera mis manos sobre su cintura, por que no se si es como yo o de los que le gusta hombre y mujer pero como quiera lo disfrutaría mientras dure la cabalgata hacia su casa, en verdad lo sentía caliente todo su cuerpo mas de lo normal yo que no soy medico ni nada no le preste atención a eso si no que me puse a mirar todo le camino para no perderme si un día debía de volver por que deseo ser su amigo y lo que quiera por que ne verdad es un hermoso hombre .

Cuando nos pusimos en camino se podía ver una gran masion a lo lejos muy grande y extravagante , no podía creer que me haya topado con alguien de la alta sociedad de este país así que debía de sacar mis buenos modales y no parecer un homosexual loco como muchos por ahí si no ser discreto hasta saber mas de el y lo que le gusta para ver mis posibilidades con tan bello y caballeroso hombre .Cuando entramos ya a la masion pude ver las grandes esculturas y demás que decoraban la entrada , cuando nos pusimos ne la entra rápida mente dos sirvientes salieron para ayudarme a des montarme del caballo, yo me quede muy sorprendió y fui guiado hasta la entrada cuando lo escuche hablar y procedo a contestarle.-No tomo mucho alcohol pero gracias por la invitación .- Le dije muy amable mente mirando su hermosa sonrisa .- Esta bien te llamare Cyrano pero si me llamas Terrence .-Le dije mientras el se ponía a mi lado y camina dado instrucción a su sirviente.

Fuimos caminado por su casa y yo curiosa mente miraba todo para quedar maravillado por lo hermosa que es su casa en este lugar en verdad he tenido mas que suerte al toparme con este bello y apuesto hombre luego de llegar me dijo algo que me sonrojo un poco .- Cyrano debes sentirte mas que privilegiado por tenerme contigo, por es mi primera vez haciendo algo así como irme con un extraño , pero espero no se ria pero me inspiro confianza y por eso me he dejado guiar por usted hasta su casa .-Le dije para no decirle que me gusto tanto que lo seguí guiado por su belleza ya que no lo quiero asustar.

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