AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Encuentro inesperado
2 participantes
Página 1 de 1.
Encuentro inesperado
Cuando amaneció temprano en la mañana Rory no sabía qué hacer. Normalmente desayunaría e iría a trabajar pero hoy no trabajaba y no tenía idea de en qué ocupar su tiempo libre. La voz de su conciencia le decía que saliera a reconocer la zona para ver si daba con algo interesante pero ciertamente, Rory tenía pocas ganas. Sin embargo, la idea de salir a recorrer y conocer algo más de la ciudad sí que le llamaba más la atención. Suerte que ningún otro cazador sabía de esto porque la reprenderían por desatender sus obligaciones para con la sociedad.
Así pues la muchacha se vistió con uno de sus vestidos favoritos, uno de tonos morados, y se arregló un poco el cabello recogiéndoselo en un moño bajo con algunos mechones sueltos y echó a andar por las calles de París. ¿A dónde podría ir? Mientras caminaba miraba a todos lados por si veía alguna cosa que llamara su atención. Había muchos lugares que podía visitar y a los que todavía no había ido, como por ejemplo el museo. Hacía años que no pisaba uno así que decidió visitar el museo del Louvre en primer lugar.
Una amplia sonrisa iluminó el rostro de la joven Vermeer al comprobar que habían puesto una exposición temporal que ese mismo día terminaba. Era su día de suerte. La muchacha paseó durante horas observando encantada las diferentes piezas que contenía el museo. Cuando terminó de contemplarlo todo con detenimiento y salió del museo, tan sólo la apenó el no poder compartir su fascinación por aquellas obras de arte con otra persona. Después de la larga visita al Louvre la muchacha se paró en un pequeño restaurante, ya que su estómago le pedía que se llevara algo a la boca. Había estado tan absorta contemplando los cuadros y demás obras que no se había percatado de que ya era la hora de comer. Para ella solamente parecían haber pasado unos pocos minutos cuando realmente se había pasado toda la mañana en el museo. Tenía tanta hambre que no tardó ni un segundo en dejar el plato vacío cuando se lo habían servido. Era como si no hubiera comido en días.
Ya con el estómago lleno y energías renovadas, la muchacha continuó caminando por la ciudad sin un rumbo fijo. Caminó durante horas hasta llegar a un jardín botánico. Rory contempló la entrada y tras un momento de indecisión se atrevió a entrar. Las flores que albergaba eran realmente preciosas, todas ellas parecían extremadamente delicadas, como si una simple caricia pudiera destrozarlas. La joven no podía ni imaginarse lo hermoso que debía de ser el jardín en la época de primavera y se dijo que si seguía en París para entonces, debería regresar.
Fue entonces cuando la risa de unos niños la hicieron volverse. La muchacha los contempló correr el uno tras el otro pero cuando pasaron al lado de una figura Rory no pudo más que fijar los ojos en ella paralizada. ¿Era posible qué…?
- ¡Zacarias! –
Rory agarró los bajos de su vestido y echó a correr hacia el joven con una gran sonrisa en su rostro terminando por lanzarse sobre él en un abrazo. Luego de unos segundos la muchacha se separó un tanto avergonzada, con las mejillas levemente rosadas, por aquel acto que podía denominarse como de niña pequeña y no de una señorita. Sin embargo, no había podido evitarlo pues no cabía de gozo por haberse reencontrado con aquel gran amigo del cual hacía tiempo que no había sabido nada.
- Soy yo, Lorelai – dijo la joven por si no la había reconocido.
Así pues la muchacha se vistió con uno de sus vestidos favoritos, uno de tonos morados, y se arregló un poco el cabello recogiéndoselo en un moño bajo con algunos mechones sueltos y echó a andar por las calles de París. ¿A dónde podría ir? Mientras caminaba miraba a todos lados por si veía alguna cosa que llamara su atención. Había muchos lugares que podía visitar y a los que todavía no había ido, como por ejemplo el museo. Hacía años que no pisaba uno así que decidió visitar el museo del Louvre en primer lugar.
Una amplia sonrisa iluminó el rostro de la joven Vermeer al comprobar que habían puesto una exposición temporal que ese mismo día terminaba. Era su día de suerte. La muchacha paseó durante horas observando encantada las diferentes piezas que contenía el museo. Cuando terminó de contemplarlo todo con detenimiento y salió del museo, tan sólo la apenó el no poder compartir su fascinación por aquellas obras de arte con otra persona. Después de la larga visita al Louvre la muchacha se paró en un pequeño restaurante, ya que su estómago le pedía que se llevara algo a la boca. Había estado tan absorta contemplando los cuadros y demás obras que no se había percatado de que ya era la hora de comer. Para ella solamente parecían haber pasado unos pocos minutos cuando realmente se había pasado toda la mañana en el museo. Tenía tanta hambre que no tardó ni un segundo en dejar el plato vacío cuando se lo habían servido. Era como si no hubiera comido en días.
Ya con el estómago lleno y energías renovadas, la muchacha continuó caminando por la ciudad sin un rumbo fijo. Caminó durante horas hasta llegar a un jardín botánico. Rory contempló la entrada y tras un momento de indecisión se atrevió a entrar. Las flores que albergaba eran realmente preciosas, todas ellas parecían extremadamente delicadas, como si una simple caricia pudiera destrozarlas. La joven no podía ni imaginarse lo hermoso que debía de ser el jardín en la época de primavera y se dijo que si seguía en París para entonces, debería regresar.
Fue entonces cuando la risa de unos niños la hicieron volverse. La muchacha los contempló correr el uno tras el otro pero cuando pasaron al lado de una figura Rory no pudo más que fijar los ojos en ella paralizada. ¿Era posible qué…?
- ¡Zacarias! –
Rory agarró los bajos de su vestido y echó a correr hacia el joven con una gran sonrisa en su rostro terminando por lanzarse sobre él en un abrazo. Luego de unos segundos la muchacha se separó un tanto avergonzada, con las mejillas levemente rosadas, por aquel acto que podía denominarse como de niña pequeña y no de una señorita. Sin embargo, no había podido evitarlo pues no cabía de gozo por haberse reencontrado con aquel gran amigo del cual hacía tiempo que no había sabido nada.
- Soy yo, Lorelai – dijo la joven por si no la había reconocido.
Rory Vermeer- Cazador Clase Media
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 32
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentro inesperado
Se sentía tan solo en ese momento, hace varios años que su familia ya no estaba con él, desde aquella noche que miro como sus padres estaba siendo matados, acecinando, el dolor del recordar, le quemaba todo el cuerpo, como si le prendiera fuego, se sentía tan impotente, pero ya no podía hacer nada, su familia ya no estaba a su lado, ya habían muerto, habían desaparecido de este mundo para ir a un mundo sin dolor, sin sufrimiento sin rencor, sin odios, sin…sin asesinos. Dejo el libro que estaba tratando de leer, lo dejo en la mesa que estaba a su lado, mirando un retrato de él y sus padres, frunció el ceño, cada vez que lo miraba recordaba, cuando dejo el libro, tomo entre sus manos el retrato, observándolo solamente-Ha pasado mucho tiempo, mis viejos-El dedo índice de Zacarias pasa por los rostros de sus padres, cerrando los ojos, no quería llorar, no quería sufrir nuevamente, aunque no podría dejar de sentir ese vacío, sentir esa gran tristeza por no tener a sus padres.
-Ya no puedo hacer, usted ya no están a mi lado, no puedo estar lamentándome todo el día por eso, asi que, mejor los dejare en paz, para que descansen, que no estén atados conmigo, solo porque yo los a lloro-Se dijo el mismo, dejando la foto en la misma posición, se levanto con mucha pereza, estaba solo en su casa, era grande, no le gustaba estar en una casona grande, desde hace tiempo está buscando una casa más pequeña y sobre toda comoda. Suspiro un poco, sonriendo ligeramente por ello, tenía muchas cosas en su cabeza, la casa, sus padres, sus…en fin muchas cosas que no le ayudaba en nada
Empezó a caminar sin un rumbo fijo, necesitaba pensar, necesitaba quitarse todo estos malos pensamientos, no sabía lo que estaba pasando en su vida, simplemente esto no era vida para Zacarias, sus padres muertos y ahora tenía un hermano perdido….hermano. Se pego levemente en la cabeza-Vamos Zacarias, deja de pensar en eso, cuando estés más calmado lo haces-Se dijo el mismo, saliendo de la sala, caminando por todo el pasillo de su casa, iba a ir a su habitación para poder agarrar su saco. Cuando llega, abre la puerta y la deja ente abierto, solo iba a tomar una chamarra que estaba encima de la cama de él, lo toma y sale rápidamente no quería estar ningún momento mas en esta casa que se le hacía tan triste, le venía tantos recuerdos. Pasa por aquella habitación que era de sus padres, se detiene y la mira de reojo, suspirando -Está casi me va a matar de tantos recuerdo que tengo, necesito pronto deshacerme de esta casona que no es bueno para a mí, tantos recuerdos-Gruñe un poco, saliendo casi corriendo de la planta alta, baja rápidamente las escaleras, pero se topa con una señora, que desde que sus padre murieron a esta junto con él, no dice nada, solamente se pasa de largo de ella, cuando está a punto de salir-Mas al rato vengo, iré a pasear un rato-Dicho eso, sale hasta los establos para tomar su caballo.
Se pone su chaqueta, llegando a los establos, fue hasta donde se encontraba su cabello, era un semental de los buenos de color gris, con unas cuantas manchas en su parte trasera su pelaje negro, unos ojos igual, era de él y de nadie más. Era posesivo con sus cosas, no quería que nadie las agarraba si él no la autorizaba, era enojón pero se sabía tranquilizar, era calmado serio sobre todo, pocas veces a sonreír y cuando lo hacia esque era más que feliz. -Perdí esa sonrisa-Menciono él solo, sacando a su caballo-Solo una persona ha logrado sacarme esa sonrisa sincera, pero no está y no sé si la volveré ver, pero espero verla-Saca por completo el caballo y le pone la silla de montar ajustándola bien. Cuando termina de arreglar el caballo, se subo en el tomando las cuerdas y empezó andar con él, no sabía dónde ir pero solo él quiere despegarse un poco, solo olvidar cosas, a ver si le pasa algo interesante a él. Mira a unas cuantas personas, pero solo ignoraba eso no tenia ánimos de nada, ni de hablar ni de preguntar, solo necesitaba estar un rato a solas. Miro un lugar tranquilo el jardín botánico, una ligera sonrisa apareció en su rostro, con su fuete le dio unos cuantos golpes a su cabello haciendo que caminara más rápido y eso es lo que logro, llegando a la puerta, se bajo del caballo y lo amarro en un árbol, para que no se fuera, le dio una acaricia en el lomo y se encamino hacia el interior del lugar.
Empezó a caminar por todas las flores, mirando las variedades que ahí, Arranco una sin importar que lo miraran y se lo llevo a sus fosas nasales, aspirando-Mmm-Dice, y la deja caer al suelo esperando que nadie la pise. Seguía con su caminata hasta que escucha un “Zacarias” rápidamente detiene su paso y voltea a ver a una muchacha correr hacia él.
Se quedo parado, sin saber qué hacer, nunca se imagino que ella, que….su mejor amiga, su…Amor volviera a verla, cuando iba avanzar, miro como el cuerpo de ella se abalanzaba al suyo y la rodeo por la cintura y la cercándola a su cuerpo, oliendo su aroma era el mismo pero con unas mesclas más que el no comprendía del todo. Frunció un poco el ceño al sentir como se separaba pero no tenía más opción, la dejo ir, mirándola de pies a cabeza casi no había cambiado nada pero era más hermosa, sonrió bobamente al mirarla-Esta aquí ella-Pensó, se acerca un poco más, aspirando, las mezclas de las flores y de su aroma entraba a su nariz.
-Sé quién eres Lorelai, como me puedo olvidar de mi mejor amiga-Sonríe, solo ella sabia su verdadera sonrisa, se acerca otro mas-Como puedo hacerlo-Pasa sus manos en la mejilla-Como…-Se acerca más posando sus labios en la frente ajena, para despees abrazándola-Lorelai -Susurra.
-Ya no puedo hacer, usted ya no están a mi lado, no puedo estar lamentándome todo el día por eso, asi que, mejor los dejare en paz, para que descansen, que no estén atados conmigo, solo porque yo los a lloro-Se dijo el mismo, dejando la foto en la misma posición, se levanto con mucha pereza, estaba solo en su casa, era grande, no le gustaba estar en una casona grande, desde hace tiempo está buscando una casa más pequeña y sobre toda comoda. Suspiro un poco, sonriendo ligeramente por ello, tenía muchas cosas en su cabeza, la casa, sus padres, sus…en fin muchas cosas que no le ayudaba en nada
Empezó a caminar sin un rumbo fijo, necesitaba pensar, necesitaba quitarse todo estos malos pensamientos, no sabía lo que estaba pasando en su vida, simplemente esto no era vida para Zacarias, sus padres muertos y ahora tenía un hermano perdido….hermano. Se pego levemente en la cabeza-Vamos Zacarias, deja de pensar en eso, cuando estés más calmado lo haces-Se dijo el mismo, saliendo de la sala, caminando por todo el pasillo de su casa, iba a ir a su habitación para poder agarrar su saco. Cuando llega, abre la puerta y la deja ente abierto, solo iba a tomar una chamarra que estaba encima de la cama de él, lo toma y sale rápidamente no quería estar ningún momento mas en esta casa que se le hacía tan triste, le venía tantos recuerdos. Pasa por aquella habitación que era de sus padres, se detiene y la mira de reojo, suspirando -Está casi me va a matar de tantos recuerdo que tengo, necesito pronto deshacerme de esta casona que no es bueno para a mí, tantos recuerdos-Gruñe un poco, saliendo casi corriendo de la planta alta, baja rápidamente las escaleras, pero se topa con una señora, que desde que sus padre murieron a esta junto con él, no dice nada, solamente se pasa de largo de ella, cuando está a punto de salir-Mas al rato vengo, iré a pasear un rato-Dicho eso, sale hasta los establos para tomar su caballo.
Se pone su chaqueta, llegando a los establos, fue hasta donde se encontraba su cabello, era un semental de los buenos de color gris, con unas cuantas manchas en su parte trasera su pelaje negro, unos ojos igual, era de él y de nadie más. Era posesivo con sus cosas, no quería que nadie las agarraba si él no la autorizaba, era enojón pero se sabía tranquilizar, era calmado serio sobre todo, pocas veces a sonreír y cuando lo hacia esque era más que feliz. -Perdí esa sonrisa-Menciono él solo, sacando a su caballo-Solo una persona ha logrado sacarme esa sonrisa sincera, pero no está y no sé si la volveré ver, pero espero verla-Saca por completo el caballo y le pone la silla de montar ajustándola bien. Cuando termina de arreglar el caballo, se subo en el tomando las cuerdas y empezó andar con él, no sabía dónde ir pero solo él quiere despegarse un poco, solo olvidar cosas, a ver si le pasa algo interesante a él. Mira a unas cuantas personas, pero solo ignoraba eso no tenia ánimos de nada, ni de hablar ni de preguntar, solo necesitaba estar un rato a solas. Miro un lugar tranquilo el jardín botánico, una ligera sonrisa apareció en su rostro, con su fuete le dio unos cuantos golpes a su cabello haciendo que caminara más rápido y eso es lo que logro, llegando a la puerta, se bajo del caballo y lo amarro en un árbol, para que no se fuera, le dio una acaricia en el lomo y se encamino hacia el interior del lugar.
Empezó a caminar por todas las flores, mirando las variedades que ahí, Arranco una sin importar que lo miraran y se lo llevo a sus fosas nasales, aspirando-Mmm-Dice, y la deja caer al suelo esperando que nadie la pise. Seguía con su caminata hasta que escucha un “Zacarias” rápidamente detiene su paso y voltea a ver a una muchacha correr hacia él.
Se quedo parado, sin saber qué hacer, nunca se imagino que ella, que….su mejor amiga, su…Amor volviera a verla, cuando iba avanzar, miro como el cuerpo de ella se abalanzaba al suyo y la rodeo por la cintura y la cercándola a su cuerpo, oliendo su aroma era el mismo pero con unas mesclas más que el no comprendía del todo. Frunció un poco el ceño al sentir como se separaba pero no tenía más opción, la dejo ir, mirándola de pies a cabeza casi no había cambiado nada pero era más hermosa, sonrió bobamente al mirarla-Esta aquí ella-Pensó, se acerca un poco más, aspirando, las mezclas de las flores y de su aroma entraba a su nariz.
-Sé quién eres Lorelai, como me puedo olvidar de mi mejor amiga-Sonríe, solo ella sabia su verdadera sonrisa, se acerca otro mas-Como puedo hacerlo-Pasa sus manos en la mejilla-Como…-Se acerca más posando sus labios en la frente ajena, para despees abrazándola-Lorelai -Susurra.
Zacarias M. O´Donnell- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 13
Fecha de inscripción : 29/02/2012
Re: Encuentro inesperado
Cuando lo vislumbró allí, caminando por uno de los paseos del jardín botánico, la muchacha no podía dar crédito a lo que sus ojos veían. Por eso mismo salió corriendo hasta él para abrazarlo y comprobar que no era ningún tipo de ilusión creada por su subconsciente, sino que era Zacarias O’Donnell en carne y hueso. Sonrió cuando el muchacho correspondió a su abrazo pero al no estar segura de si la había reconocido o no prefirió decirle quién era.
Habían pasado unos cuantos años desde la última vez que se vieron, por lo que podría haberse dado el caso de que hubiesen cambiado tanto que al verse no lograran recordar. Pero para suerte de ambos, al parecer ninguno había cambiado hasta tal punto de quedar irreconocibles. Su sonrisa se ensanchó al escuchar decirle, en otras palabras, que no podría haberla olvidado y dejó que la besara en la frente. De haberse tratado de otra persona seguramente se hubiese apartado de inmediato, pues ella era algo distante y reservada. Sobre todo con las personas a las que conocía poco o nada. Pero Zacarias era todo menos un desconocido. De hecho era la única persona fuera de su círculo a la que le había confesado a lo que se dedicaba realmente cuando lo tenían totalmente prohibido. Eso dejaba claro la confianza que tenía en él y el vínculo de amistad que había forjado con el muchacho.
- Yo tampoco te he olvidado – dijo mirándole a los ojos. Aunque eso él ya se lo había podido imaginar.
La joven miró a su alrededor como si esperara ver que su viejo amigo iba acompañado de alguien. Recordaba que en su más tierna juventud siempre le dio la sensación de que era más bien solitario y por lo que pudo comprobar, parecía seguir siéndolo. Era cierto que ella también iba sola pero en París no conocía a nadie aparte de los suyos y de buen grado hubiese ido acompañada de alguien de haber sido posible. Claro que también era posible que el joven hubiese querido salir a pasear solo con sus pensamientos. A veces a ella también le gustaba tener su espacio para poder meditar.
- ¿Cómo has estado? En muchas ocasiones me pregunté qué fue de ti… -
De pronto Lorelai no se sentía tan feliz. Había sido por causa suya el que no pudieran seguir manteniendo contacto mediante correspondencia. Su familia siempre fue muy cautelosa en cuanto al envío de cartas debido a que siempre podía caber la posibilidad de que algún indeseable la interceptara y estuviera al corriente de los planes de los cazadores y pudieran rastrearlos de alguna forma. Ella misma debía hacerlo sin que lo supieran y aunque le pesara hacerlo, también se veía obligada a deshacerse de las enviadas por el muchacho una vez leída, porque sabía lo que podría ocurrir si llegasen a enterarse.
- Yo quise seguir escribiéndote pero ya te expliqué lo complicado que era y… ya sabes que nunca nos quedábamos en un lugar fijo por lo que aunque te escribiera, era posible que no pudiera leer tu respuesta al habernos trasladado nuevamente – el tono de voz de Rory detonaba lo contrariada que se había sentido por ello – Después de mucho tiempo traté de escribirte pero no sé si llegó a su destino o no quisiste responderme después de tanto… –
La muchacha comenzó a caminar antes de que Zacarias pudiera darle algún tipo de respuesta y esperando que fuera en pos de ella. Si seguían allí detenidos obstruirían el paso de las muchas personas que como ellos habían decidido pasear por el jardín botánico, en su mayoría personas de clase alta, y entre otras, a ella tampoco es que le agradara quedarse parada en mitad de un sitio.
- Espero que puedas perdonarme -
Habían pasado unos cuantos años desde la última vez que se vieron, por lo que podría haberse dado el caso de que hubiesen cambiado tanto que al verse no lograran recordar. Pero para suerte de ambos, al parecer ninguno había cambiado hasta tal punto de quedar irreconocibles. Su sonrisa se ensanchó al escuchar decirle, en otras palabras, que no podría haberla olvidado y dejó que la besara en la frente. De haberse tratado de otra persona seguramente se hubiese apartado de inmediato, pues ella era algo distante y reservada. Sobre todo con las personas a las que conocía poco o nada. Pero Zacarias era todo menos un desconocido. De hecho era la única persona fuera de su círculo a la que le había confesado a lo que se dedicaba realmente cuando lo tenían totalmente prohibido. Eso dejaba claro la confianza que tenía en él y el vínculo de amistad que había forjado con el muchacho.
- Yo tampoco te he olvidado – dijo mirándole a los ojos. Aunque eso él ya se lo había podido imaginar.
La joven miró a su alrededor como si esperara ver que su viejo amigo iba acompañado de alguien. Recordaba que en su más tierna juventud siempre le dio la sensación de que era más bien solitario y por lo que pudo comprobar, parecía seguir siéndolo. Era cierto que ella también iba sola pero en París no conocía a nadie aparte de los suyos y de buen grado hubiese ido acompañada de alguien de haber sido posible. Claro que también era posible que el joven hubiese querido salir a pasear solo con sus pensamientos. A veces a ella también le gustaba tener su espacio para poder meditar.
- ¿Cómo has estado? En muchas ocasiones me pregunté qué fue de ti… -
De pronto Lorelai no se sentía tan feliz. Había sido por causa suya el que no pudieran seguir manteniendo contacto mediante correspondencia. Su familia siempre fue muy cautelosa en cuanto al envío de cartas debido a que siempre podía caber la posibilidad de que algún indeseable la interceptara y estuviera al corriente de los planes de los cazadores y pudieran rastrearlos de alguna forma. Ella misma debía hacerlo sin que lo supieran y aunque le pesara hacerlo, también se veía obligada a deshacerse de las enviadas por el muchacho una vez leída, porque sabía lo que podría ocurrir si llegasen a enterarse.
- Yo quise seguir escribiéndote pero ya te expliqué lo complicado que era y… ya sabes que nunca nos quedábamos en un lugar fijo por lo que aunque te escribiera, era posible que no pudiera leer tu respuesta al habernos trasladado nuevamente – el tono de voz de Rory detonaba lo contrariada que se había sentido por ello – Después de mucho tiempo traté de escribirte pero no sé si llegó a su destino o no quisiste responderme después de tanto… –
La muchacha comenzó a caminar antes de que Zacarias pudiera darle algún tipo de respuesta y esperando que fuera en pos de ella. Si seguían allí detenidos obstruirían el paso de las muchas personas que como ellos habían decidido pasear por el jardín botánico, en su mayoría personas de clase alta, y entre otras, a ella tampoco es que le agradara quedarse parada en mitad de un sitio.
- Espero que puedas perdonarme -
Rory Vermeer- Cazador Clase Media
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 32
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» Un choque inesperado, causa un encuentro inesperado.
» Reencuentro inesperado [Privado]
» Encuentro Inesperado [Privado]
» Inesperado || Nolan MacLeod
» encuentro inesperado...(Dianne)
» Reencuentro inesperado [Privado]
» Encuentro Inesperado [Privado]
» Inesperado || Nolan MacLeod
» encuentro inesperado...(Dianne)
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour