Con un puñado de ángeles caídos como únicos testigos de nuestro encuentro.[Libre]

Habían pasado 400 años y Luzbel sigo buscando respuestas, había dejado temporalmente la hacienda, para vagar por toda Francia, en busca de alguna pista, algo que le hiciera recordar, donde agarrar el hilo, llevaba mucho tiempo y pese a que ya estaba casi resignado a que su vida o mas bien su no vida siempre seria un misterio sin resolver no dejaba de buscar, casi de forma automática

Por supuesto los cementerios era uno de sus lugares favoritos de búsqueda, la esperanza de encontrar en alguna lapida el nombre inscrito de Julliete Malone sería un comienzo, el poder tocar la tumba con sus manos seria una prueba de que lo que sucedió fue real y no otro de los tantos trucos de su mente

Entonces era de esperarse que parara en el cementerio de Paris, la ciudad donde se encontraba en esos momentos lo atrajera irremediablemente, el lugar olia a moho y a vejez, nada interesante al aparecer, se había entretenido viendo una ancha losa tersa sin epitafios ni letreros, cuando su olfato percibió un aroma distinto, el dulce y melodioso olor de la sangre humana, alzo la vista y diviso una trémula figura humana, cerca de uno de los sepulcros, una mujer delgada y unos cabellos dorados ondeantes de forma casi melancólica, que contrastaban con un rostro que no resultaba muy solemne, especialmente para estar de noche, al principio pensó que era una de sus tantas quimeras, pero su perfume era fuerte, así como su presencia -Nitidamente femenina- lo hizo suponer que no era otro de sus tantos engaños,así que comenzó a caminar hacia ella, con la intención de tocarla para comprobar que era real

Siguió avanzado con paso ligero y a medida que se acercaba pudo apreciar mas y con mejor detalle su fisionomía, la mujer lucia serenamente bondadosa, esbozando una dulce sonrisa la cual hubiera sido un gesto delicioso en otras circunstancias y otro contexto, tomando en cuenta que era de noche en un cementerio y el era un vampiro

Detuvo su avance y se dedico a contemplarla por unos momentos, ella era una atractiva mujer humana y -según creía el- indefensa, y en un lugar solitario y el un cazador vampírico morboso,aquel encuentro tibio prometía mucho, y aquellas promesas tomaban cuerpo en su mente poco a poco

Vivo en carne propia el embrujo de sus ojos gris oscuro, que lo miraban de forma férrea, el, habituado a triunfar sobre sus victimas con su sola presencia de deleite y de pecado, topo pared contra los deliciosos labios carnosos de la inglesa humana y su insinuante naturaleza

Pese a todo estaba relajado, no había una sed de sangre que lo atormentara, pues había tomado un par de victimas horas antes, ademas la propia presencia de la hechicera lo nutría de otra forma

-Necesito comprobar que eres real- le dijo en un lento susurro

No estaba seguro de que la chica le había entendido, ya que por la tez de su piel y el color de su pelo era evidente que no era francesa sino que de ascendencia inglesa o quizás nórdica, y quizás no hablaba bien francés, pero el de todos modos estaba dispuesto a tocarla cuando de repente las planchas en el suelo comenzaron a moverse rompiendo de manera estrepitosa la quietud y silencio de aquella noche.Luzbel, desvió la atención de la joven para girar su cabeza violentamente hacia los sepulcros, comenzó a tensar su cuerpo ante la inminente posibilidad de peligro y mostró sus colmillos a las ahora inertes losas; al tiempo que emitió un leve y quedo rugido sobrenatural y al mismo tiempo animal, preparado para una posible pelea o huida; espero, pero nada paso después, ¿Había sido acaso otro de esos engaños que su mente le jugaba? ¿o quizás sería ese ente al que tanto odiaba y que los humanos llamaban dios que por fin le daba muestras de su existencia?

Confundido desconcertado y frágil, al no detectar ni un atisbo de nueva actividad por parte de las cruces regreso su mirada hacia la joven caucásica ,la cual al parecer estaba imperturbable por lo sucedido, no sabía que decir pero tenia que pronunciar algo, intentado no mostrarse nervioso alcanzó a decir

¿Que fue eso?

La mujer se levanto del banco visiblemente agitada, los finos oídos de Luzbel pudieron escuchar como el corazón de aquella joven latía de forma vigorosa, haciendo que el progresivamente se fuera calmando se distrajo al ver los bien formados tobillos de la joven, mientras esta preguntaba a que se refería

Las dulces hebras de la voz de Adonia irrumpían en la cabeza de Luzbel llena de ruidos y de voces como el siseo de una lluvia,ya que la joven no había visto ni oído nada, y que Luzbel ya no confiaba en la veracidad de lo que sus propios sentidos le decían, todo parecía indicar que esas tumbas moviéndose habían sido solo producto de su imaginación... nuevamente

Hasta cierto punto se decepciono de la normalidad del asunto, pues la posible presencia de algo sobrenatural, podía darle un atisbo de que el vampiro no seguiría otros 4 siglos penando como alma buscando piezas sueltas y fragmentos de realidad y una certidumbre de que hubiera algo mas de lo que le había visto (o imaginado) hasta ahora

.-A mí se me ocurren otras preguntas más interesantes.-

Dijo, mientras lo veia fija y visiblemente nerviosa, de pronto las tornas habían girado a favor de el, sin que el Vampiro se percatase de ello, el aun seguía dudando si la muchacha era real o no...

Espontáneamente como una manzana que cae de un árbol, una bandada de cuervos paso cruzado el cielo vació, haciendo cuar, cuar, cuar,

Bvelour fijo la mirada en el cielo con solemnidad mientras los cuervos se alejaban, de pronto regreso su vista de forma maliciosa hacia su ocasional acompañante y se acerco aun mas, poniendo velozmente con celeridad vampirica, su cara cerca de la suya y, mientras los ojos de el y los de ella se enfrentaban mutuamente el, le susurro macabramente cerca de sus labios

¿Que es lo que quieres preguntarme?

Había regresado rápidamente del rol de posible victima confundida a instintivo cazador que tenia la situación bajo control otra vez y estuvo a punto de querer robarle un beso,y luego clavar sus colmillos en ese cuello que se veía tan apetitoso pero entonces el pelirrojo vio de reojo que interrumpió la escena, un búho que los estaba observando parado en una de las tumbas , aquel animal no existía como tal, sino que el quimerismo vampirico de Luzbel, lo proyecto en ese lugar, haciendo de manera totalmente inconsciente que Adonia pudiera verlo y oírlo también. El búho lucia sereno, con un aire de superioridad, como si les estuviera haciendo el favor de dirigirse a ellos, su mirada era penetrante como la de todo búho que se precie de serlo, y arrastraba las vocales en especial la u y la o ululando y su tono de voz era a todas luces educado

Búho:Ejem, ejem... Discuuuuuulpeen quuuue loooos interuuuuumpa pero tengoooo algoooo impooooortante quuuue decirles

Luzbel seguía con los ojos relumbrados y la cara descompuesta, la chica no veía ni oía el búho y aunado a esto un banco de madera vieja de manera inexplicable se interponía ante el y ella comenzaba a arder, El vampiro retrocedió un par de pasos al tiempo que la voz de Juliette volvió a retumbar en su mente

Juliette: Te vuelvo a preguntar, ¿Estas seguro que eres dueño de tu cuerpo y de tu mente?

Sus palabras no sonaban, se sentían pero sin sonido, como las que se oyen durante los sueños

....Si planeas beber mi sangre no te lo voy a poner fácil...

Decía adonia al mismo tiempo. El pelirrojo seguía sin saber que hacer, ni a quien prestarle atención si a las palabras de la chica al búho o a las propias voces que oia en su cabeza

Buho: Se dooonde se encuuuentra la persona que buuuuscas, se doooonde se encuuuuuentra Juliette

-Deberás planear algo más original si intentas distraer mi atención

Juliette: Te vuelvo a preguntar, ¿Estas seguro que eres dueño de tu cuerpo y de tu mente?

Era desquiciante como de repente de una noche solitaria y aburrida se habia tornado en una serie de sucesos imposibles de analizar y asimilar, pero para Luzbel estaba claro, la chica era un elemento nuevo en sus clásicas contantes alucinaciones y posiblemente tenia la sonrisa mas hermosa que jamás había visto, pero no tenia sentido, la voz de Juliette en su cabeza por supuesto no era nada nuevo así que tampoco le dio mucha importancia, entonces el único elemento que valía la pena de prestar atención de aquella bizarra escena era lo que decía el búho cuyas palabras era como un halo de luz, en medio de 400 años de oscuridad, demasiado bueno para ser verdad, y probablemente lo era

¿Donde esta? Siseo Luzbel, lo mas seguro es que Adonia no hubieses entendido el porqué de su pregunta y tampoco le importaba, tampoco presto mucha atención a esa barrera de fuego, ya que aunque sentía el calor de las llamas supuso que no era real

Buho: En uuuun luuugar cerca de Andoooorra,Saint hasbuuur uuun puuuueblooooo que huuuule a miel derramada, esta en la frontera entre francia y españa, ve alla yoooo te guuuuiare y mi vooooz se escuuuuuuchara mas fuuuuerte, estaré mas cerca de ti

Luego desapareció como sino existiera, o mas bien nunca existió, las voces en su cabeza también habían desaparecido, solo quedo la estela del propio del cementerio, el perfumado cabello de Adonia, el olor de su sangre y esa banca ardiendo en medio de los dos, los pensamientos en su cabeza se arremolinaban, hasta que por fin paro todo. Estaba claro que era lo que tenia que hacer, solo le quedaba por resolver que hacer con la mujer que estaba frente de él. El vampiro con tono sereno, sin acritud y dándole una nueva dimensión a la palabra impasible, le dijo a la rubia

Luzbel: No suelo beber la sangre de mujeres lindas, no me gusta dañar criaturas bellas, pero eso no importa, dime que quieres preguntarme o que quieres advertirme, tengo poco tiempo

El fuego que habia provocado cada vez avivaba más y pronto empezó a sofocarle el calor que desprendía, tarde recordó que no sabia deshacer esa clase de hechizos, así que poco podría hacer por ese banco y menos aún si el fuego se esparcía más allá de las cenizas que ya quedaban de lo que habia sido un banco de madera. Empezaba a arrepentirse de haber actuado de aquel modo, no todos los vampiros tenían que ser sí o sí violentos, aunque la actitud tan cercana y confiada de él le habia dado inseguridad en ella misma y como consecuencia necesitaba un muro protector para defenderse de él.

Empezó a abanicarse con la mano con movimientos violentos, decidiendose al fin por alejarse de las llamas, aprovechando ya de paso a acercarse más al desconocido para escucharle mejor, ¿le estaba hablando a ella? Ya ni se molestó en vovler la mirada hacia atras para saber con quien hablaba, anteriormente lo habia hecho y no habia nadie... ¿sería que intentaba distraerla de nuevo, o de verdad veía a alguien? Tal vez serían cosas de vampiros...

Se acercó un poco más a él, alejándose de las llamas, y ahora que le nuevo no habia ningún obstáculo frente a ambos, volvió esa sensación de inseguridad y temor a apoderarse poco a poco de ella, como si de un frío manto que cubría su cuerpo se tratara, y eso que tenía el fuego a sus espaldas...

-¿Poco tiempo?-Repitió cono una tonta, todo parecía indicar a que ella iba a ser la cena de un vampiro pero algo habia cambiado...tal vez aquello con lo que estaba hablando el vampiro le habia hecho cambiar de opinión..-¿Tiene que ver con aquello que estuvieras hablando que yo no logro encontrar por mucho que busque?-Su curiosidad le habia jugado una mala pasada y ahora se estaba tomando demasiadas confianzas con el vampiro para hablarle de aquella manera...