Una noche mas de penumbras [Shanon Owen]

por Invitado Vie Jul 09, 2010 6:04 am

Estaaba asteado de mi vida cotidiana, solo salir a casa cada determinado momento para probar el elixis que representaba para mi el liquido carmesi de las venas de los humanos... simplemente sali a caminar pasivamente ya que no buscaba nada en particular, solo ver que podria hacer de diferente este dia en oscuridad... simplemente me sentia algo absurdo por desear solo una compañera a la cual querer... porque esta vida era tan caoticamente aburrida que quiza en algun momento saliera a la luz del sol solo para desaparecer completamente.

Mientras hacia mi ronda nocturna llegue a un sitio en donde se concentraban la mayoria de lso humanos, el teatro de la ciudad, en ese momento me llego un olor dulzon a mi olfato y simplemente segui el rastro viejo de aquel aroma tan perfecto... se notaba era el de una joven y virgen... ya que ese aroma es inconfundible... pero tenia algo en particular que cambiaba el aroma de el resto... una mezcla curiosa de sangres... ante esto solo sonrei porque quiza algun dia descubriria a la dueña de ese aroma exquisito pero que no seria capaz de matar ya que probablemente me sentiria tan mal de robar su juventud en un mordico que culminara con su vida... que haria algo peor que salir a la luz del sol... y lo peor era quedarme en un letargo perpetuo sin retorno...

Entre al teatro con gran agilidad para no ser visto ya que suponia los demas seres de mi condicion andarian cerca o dentro del Theatre Des Vampires... simplemente porque alla tendrian un espectaculo que llevaban mujeres hermosas, jovenes y les arrebataban la vida de manera sublime y vil que no se puede imaginar ya que sobrepasa ese limite.

Ya adentro solamente subi a uno de los palcos, mirando a toda la gente desde arriba, simplemente el aroma viejo de la sangre que persibi en un principio, se volvio mas fuerte en esta area... y solo recorde a una dama tan bien parecida que tenia el mismo aroma, asi que simplemente recorde que era muy tarde para esa belleza exotica, porque era hermosa y de piel morena, solo que su sentencia de muerte era el saber de nosotros y la maldicion que llevaba dentro de ella a cause de un brujo que al enterarme de el recorde lo que ella le habia hecho no hace mucho... simplemente su unico crimen de ella fue no corresponderle al joven Baker, pero era un inexperto que solo sabia lo que era tenerlo todo con solo pedirlo, y la señorita Algren solo era una joven que años atras se habia enamorado para siempre de el Conde Marllowe... pero algo que esa dama no sabia era lo que el conde hacia poniendonos en riesgo a todos si cometia un error... y era que el se habia enamorado de ella... simplemente recordando aquello senti la presencia de una dama bella, a la cual le sonrei y le dije -Gusta de acompañarme Bella dama?-

por **Shanon Owen** Vie Jul 09, 2010 10:13 am

Tras un nuevo atardecer la noche llegó y con ella comenzaba nuestro día. Otra monótona y aburrida noche en nuestras inmortales vidas, en las que para subsistir requeríamos de la vida de otros, de su sangre, con cuya extracción privábamos de una vida para poder continuar con la nuestra. Eso al principio me traía remordimientos, pero con el tiempo mi carácter se fue haciendo más frío, mataba ya sin sentimientos puesto que aprendí que era lo mejor para poder soportar esta tediosa existencia.
Tras la caída de la tarde y asegurarme de que Anaís se hallaba dormida en sus aposentos me dirigí como de costumbre a las calles parisinas para buscar mi alimento y por qué no algo con lo que salir de la rutina. La otra noche tuve suerte en la Catedral, aún no sabía bien por qué había decidido visitar aquel lugar, pero al menos consiguió que aquella noche me distrajera.

Una vez en las calles comencé a caminar sin rumbo, yendo a donde parecía que los flujos de gente estaban más incrementados y así fue como llegué de nuevo al centro. Allí el aire estaba cargado con los más exquisitos aromas que podía haber captado. Gentes por las que por sus venas corría sangre de los más variados tipos. Respiré hondo sintiendo como así mi sed de acentuaba, pero no me importó.
Al pasar al lado del teatro vi el cartel de la obra que se iba a representar, había escuchado buenas críticas de ella por lo que decidí pasar. No tuve ningún problema para colarme ya que mi agilidad y rapidez me permitieron entrar sin tener que esperar a la interminable cola y es que tal y como andaba mi humor ennegrecido por la falta de sangre, la paciencia en ese momento no era lo mío.

Me dirigí a mi palco habitual, uno en el que tanto la vista al escenario como del teatro entero era magnífica. Una vez que entré me encontré con que otro caballero se encontraba ya en él. Era un vampiro sin duda alguna y no me sorprendía que estuviera aquí ya que por los pasillos me había encontrado con algunos. El teatro era uno de los mejores lugares para cazar. Se apagan las luces, se abre el telón y la gente se queda extasiada, concentrada en la representación, sin darse cuenta de que una sutil sombra se acerca a ella, silenciándola para siempre con el beso de la muerte.
Aquella noche además no tenía que actuar en el Theatre Des Vampires , pero sí que había actuación por lo que la gran mayoría de ellos se encontrarían allí, disfrutando de una de nuestras macabras representaciones, mezcla de amor, tragedia luchas y sangre, por lo que quizás fuera por eso que aunque no me sorprendiera sí que me causó curiosidad su presencia en este sitio.

Sonreí levemente como respuesta a su sonrisa, escuchando el suave, dulce y atrayente tono de su voz, igual que el de todos los de nuestra especie, un cebo perfecto para nuestras acometidas. Por sus primeras palabras se notaba que era de la clase Alta, al igual que la mayoría de nosotros que con el tiempo hemos forjado nuestras buenas fortunas, y es que el vivir eternamente y apenas tener gastos es lo que tenía, además que muchos procedíamos de familias adineradas las cuales nos habían hecho herederos de grandes fortunas que se iban acumulando. Asentí ante su proposición tomando asiento a su derecha – Claro que sí amable Caballero, al igual que usted busco deleitarme esta noche con una digna representación y si surge, por qué no con un delicioso festín – le contesté con voz amable, cortés mientras mi mirada reflejaba la frialdad y malicia siempre latiente en mi interior. – Soy Shanon Owen, un placer – me presenté al vampiro, si íbamos a compartir el palco y hasta que comenzara la función, qué menos que presentarnos y mantener una entretenida conversación para amenizar el tiempo.

por Invitado Sáb Jul 10, 2010 6:34 am

-El placer es mio madame, me llamo Anton Van Garrett- le dije haciendo una leve reverencia quitandome el sombrero que llebaba, era una mujer encantadora al parecer... y sedienta por lo que note, asi que solo le dije -Asi es, solo nos falta que esto se amenice un poco, ya que es mas exquisita la secuencia cuando se esta en calma absoluta- siempre solia hablar asi, ya que sabia a la perfeccion que lo shumanos solian fisgonear en todo... en eso note que ella tenia un poc impregnado aquel aroma antiguo de sangre dulzona, el rastro de la condesa Algren asi que volvi a mis recuerdos de aquella noche que ridiculizo la condeza al joven Baker... lentamente me perdi en eso hasta llegar a lo que paso mas tarde cuando el joven entro a la habitacion de la condesa.

-Seria tan extraño tener el aroma de una virgen y apetitosa... y a pesar de eso no morderle durante mucho tiempo?- era un cuestionamiento que le pregunte a la hermosura que se sentaba a mi derecha, mientras poco a poco analizaba lo que Baker queria hacerle a la condesa... solo recorde que ella grito y yo lo saque de lahabitacion, ella me habia visto y yo solo sali por la ventana, pero desde ese momento jure protegerla y ahi me fije que Perseus tambien lo habia hecho... supongo que la señorita tambien lo hacia asi que solo espere a que la funcion comenzara y claro tambien esperaba su respuesta, mas no tenia toda mi atension en el teatro o en ella si no en mis pensamientos mas ocultos de qu epudo haber pasado si la hubiese convertido entonces.

En eso se atenuaron las luces del lugar y solo me acomode tomando mis lentillas para ver mas de cerca lo que pasaba en el escenario, para que pensara el tipo tras nosotros que estabamos solo viendo la obra, y claro se fuera al momento de sentir mayor seguridad, note que habia entonces varios vampiros en este sitio lo cual fue una fortuna para mis ojos ya que al meno shabria muchos cadaveres aqui al culminar la noche.

Mi pensar habia cambiado mucho conforme a los siglos, beber sangre, "dormir de Dia", salir de noche, caminar a pesar de los vandalos, poderes que teniamos, fortunas que acresentaban a cada momento, el deseo de poder no era parte de nuestro pensar o al menos no de todos, aunque claro solo faltaria qu eme enamorara de una de mi especie, al menos asi sabia que mi vida no seria tan Monotona e insoportable como lo es actualemente.

Solo esperaba ansioso el momento de beber sangre para quitarme el fuego de mi garganta producido por el aroma de la Señorita Algren

por **Shanon Owen** Sáb Jul 10, 2010 7:29 am

Hice una leve inclinación de cabeza cuando se presentó, señal de cordialidad como tantas y tantas veces teníamos que hacer para guardar las formas debido a nuestra posición social, y es que a parte de fingir lo que no éramos para que no se descubriera nuestro secreto, teníamos que actuar también hipócritamente conforme a las reglas, las etiquetas y las convicciones sociales. - Encantada de conocerle Monsieur Van Garret. - Su posterior comentario no fue otra cosa nada más que muy acertado y es que en cuanto se apagaran las luces y en todo el edificio perpetuara una calma y oscuridad sería nuestro momento para poder desquitarnos al fin de la ardiente sed que nos achacaba.

Creía saber a que venía su siguiente pregunta, algo del aroma de Myriam seguía impregnado en mis ropas y en mi. Debía reconocer que su aroma había resultado ser muy exquisito, en el primer momento que la vi mi intención no había sido otra que la de acabar con su vida pero conforme la fui conociendo me di cuenta de que aquello no podía ser, ella era muy especial, tanto que acabé tomándola como a mi protegida y por lo que me contó no era la única. - No, no sería nada extraño monsieur... a mi mismamente me pasó hace bien poco. Tuve la oportunidad de encontrarme con una hermosa joven de olor esquisito a la cual no arrebaté su vida sino que acabé por conocerla más, llegando a ser ahora mi protegida... por lo que es muy posible que se den esas ocasiones. - En ese momento me acordé más de ella, pensando que seguramente a estas alturas ya sería una inmortal más. Me preguntaba como se encontraría y me dije a mí misma que pronto la vería de nuevo.

Al final las luces se atenuaron y se abrió el telón, tras el cual se encontraban ya un par de actores para comenzar con su función. Me acomodé mejor en la silla para obtener una mejor perspectiva de la representación, nuestra vista era más aguda que la de cualquier humano normal y corriente por lo que accesorios como lentes y demás eran solo para hacer nuestra propia función. Respiré hondo, sintiendo que el momento se acercaba, la tensión de los demás vampiros se podía notar también en el ambiente. Nuestros pensamientos parecían estar en sintonia dado que una sola idea cruzaba nuestras mentes.... beber sangre.
Miré a mi acompañante con mirada profunda, de reconocimiento. Los pobres humanos aquí presentes no se imaginaban cual sería el verdadero acto final, muchos menos de los que entraron saldrían de aquí, y los afortunados que consiguieran sobrevivir, no sabrían nunca que pasó.

-¿Le gusta frecuentar este tipo de actos?, ¿o prefiere acudir a las fiestas que se celebran cada poco en las mansiones particulares? - le pregunté amistosamente para continuar conversando y conociéndonos porque la obra no me interesaba lo más mínimo, si estaba aquí era con un único fin, y en lo que esperábamos el momento más adecuado para nosotros algo deberíamos hacer para entretenernos ya que en eso consistía la otra de nuestras grandes búsquedas, el intentar encontrar algo que nos sacara de nuestra monótona existencia. Recordé una de mis conversaciones con Dorian en mi casa, la vez que me visitó por sorpresa, ese día hablamos sobre las compañías eternas, ambos en ese momento carecíamos de ninguna y era de mi entender que todavía seguíamos así más o menos, no sabía por su parte como, pero sí sabía de la mía y no andaba muy esclarecida que se diga, pero sin suerte en esos temas. No me corría mucha prisa encontrar un compañero, pero si que eso supondría un giro a mi vida que quizás resultara estimulante, quizás era lo que necesitaba, llevaba ya demasiado tiempo sola, yendo de amante en amante pero sin establecer nada serio. Giré mi rostro de nuevo hacia Anton con mirada divertida y curiosa, seguramente él si contara con una compañera pero la curiosidad me invadiño en ese momento. - ¿Puedo preguntarle algo?, no tiene por qué contestar si resulta que me meto donde no me llaman pero...¿goza usted de una compañia femenina, una compañera?, es una simple curiosidad nada más, para continuar con nuestra agradable conversación. - finalicé con una leve sonrisa que despedía simpatía.

por Invitado Mar Jul 13, 2010 3:02 pm

simplemente observe a la dama a mi lado ante cada respuesta que me daba por cada frase dicha por mi, solo la observe detenidamente en cada accion que hacia mientras que mi supuesta atension estaba en el escenanrio, al estar todo en penumbras, mire con atension a la joven y le dije -Suelo venir a estos espectaculos a veces de observante y a veces como personaje, pero siempre existe algo variado aqui... y de las fiestas, no suelo salir mucho de la finca aunque invariablemente no puedo evitar de vez en cuando salir a divertirme a otras mansiones, aunque esta es una de esas noches en las que desearia cambiar mi vida rutinaria- en eso sabia que vendria otra pregunta asi que solo espere pasiente a que deseara hacerla como era la costumbre en este sitio, ya que para amenizar el rato placentero aqui tendriamos que charlar, o eso o solo esperar con el sepulcral silencio lo cual era incomodo por no decir artante.

Solo mire con mis lentillas el espectaculo aunque en realidad ni las necesitaba, simplemente respire profundo y exale aire lentamente y escuche su pregunta de si tenia compañera, asi que solo le respondi sonriente como era mi costumbre y le solo di respuesta asi -Bueno no me resulta incomodo responderle aquel cuestionamiento asi que lo puedo hacer con placer incluso, yo no gozo de una femina como acompañante dado que no hay alguna dispuesta a soportarme por mi manera de ser, e conocido a varias es cierto, pero ninguna tan valiente como para poder vivir conmigo la eternidad, incluso pense en esa joven que usted conocio como una compañera ideal, solo que no queria causarle daño alguno por su manera de pensar aunque creo que por mi desicion ahora le di paso a otro- solo sonrei ligeramente en lo que recordaba a detalle a la condesa, una belleza exotica que era dificil de encontrar, pero con un encadilamiento realmente unico, de manera natural cualquiera que la viera se sentia atraido a ella ya fuese pro su belleza externa, la belleza interna o simplemente por el aroma que despedia su sangre y el deseo de tenerla para sentirla en la garbanta, retorne a mi actual situacion en el teatro, mire a la dama y le continue -Y usted tiene alguna compañia masculina a su lado? digo si no es tanta intromision para usted mi pregunta- en eso solo la mire detenidamente esoerando su respuesta clara y consisa, en lo que saque un frasco pequeño de licor que en realidad contenia sangre, ya llebaba varios dias sin beber una gota asi que estaba en extremo sediento asi que beber un poco antes de comenzar a beber de verdad era algo practicamente sin gracia, en eso solo mire entre las penumbras a varios vampiros en el sitio, mas de los que pensaba, asi que esto seria realmente rapido y placentero.

En ese momento parecia a ver pasado detras de la cortina una sangre dulcemente joven, asi que mis colmillos se convirteron en simples armas asesinas, pero me contuve un momento para esperar el tiempo oportuno para realizar nuestro ataque a la perfecion aunque la sed se apoderaba mas de mis instintos que mi razon, pero tendria que tener cautela asi que para deviarme de aquel pensar le hice una pregunta -Y digame, aquella chica que es su protegida, como anda actualmente- sabia claramente la respuesta a mi cuestionamiento pero necesitaba saber realmente su estado dado que aun entonces quedarian dos Algren de los cuales disfrutar de su liquido carmesi, aunque a uno de ellos no lo habia visto desde hacia 20 años, despues de que le secuestre para beber cada gota de su sangre que contenia inocencia y juventud al extremo.

en ese momento simplemente la sangre joven entro a nuestro resinto y sin mas ni mas me puse detras de la dama, y simplemente la mordi y se podia persibir su placer al ser mordida, pero eso era practicamente el placer mortifero porque al poco tiempo murio en mis brazos y claro no deje rastro de sangre existente, solo cubri el cuerpo con la cortina manteniendola oculta mientras que mi acompañanate efimera observo mis actos, y solo sonrei con malicia ya que aquel exquisito manjar me dejo mediamente satisfecho

por **Shanon Owen** Jue Jul 15, 2010 10:57 am

Mientras esperaba a sus respuestas encendí un cigarrillo perfectamente liado, obviamente este vicio afectaría en lo más mínimo a mi salud y además me proporcionaba una sensación de placer y relajación al notar el humo penetrando en mi interior, siendo expulsado después lentamente por entre mis labios.
Le miré atento con su primera respuesta, enarcando una ceja con curiosidad sonriendo levemente - ¿Así que como figurante a veces?, ¿trabaja en este teatro o en el Theatre Des Vampires por casualidad? - le pregunté, de ser afirmativa la respuesta sería una gran casualidad, yo también era actriz y ya había conocido a otro vampiro actor en el Des Vampires, Lord Lucern Ralph, un caballero muy elegante y atrayente, con el que un encuentro que parecía que iba a ser ameno acabó de lo más divertido.

Sabía que se había mantenido paciente a cada pregunta, sabiendo que detrás de una vendría otra, así que entre sus respuestas hice lo mismo, para mantener la cordialidad que se había mantenido entre nosotros. Su compañía era realmente agradable por lo que seguir manteniendo la charla con él no resultaba asqueante como ya me había pasado con algún otro, claro que esos normalmente eran humanos y su final acababa siendo el esperado, con el cuello roto, desangrados por mi... aunque con los vampiros eso era raro que pasara, los hombres tenían la curiosa habilidad de hacer sentir bien a las damas procurando entretenerlas y eso era algo que se agradecía.
No pareció incomodarle mi pregunta sobre si tenía una compañera o no, es más incluso me la contestó con cierto gusto a lo que no pude evitar mirarle con una sonrisa. Se me hizo raro que la respuesta fuera negativa ya que parecía un hombre bastante agradable, buena persona, además de atractivo. Hubo un punto en esa respuesta que captó mi curiosidad - ¿A qué se refiere con que no ha encontrado a ninguna mujer dispuesta a soportarle?, me ha dejado desconcertada con esa afirmación ciertamente Monsieur – no podía imaginar el por qué de aquello, por lo que esperé una aclaración, pero antes me dispuse a contestar a su pregunta, la misma que le acababa de formular yo hacía tan solo unos instantes. Suspiré negando con la cabeza, esbozando una media sonrisa irónica – No querido, soy un alma solitaria. Hace mucho tiempo que no gozo de una compañía sólida. Es verdad que también he gozado de muchos pretendientes, pero ninguno el adecuado… llevo mucho tiempo sola, quizás demasiado, pero aún no he encontrado al hombre perfecto para mí…. – quería la respuesta concisa y ahí la tenía, hacía siglos que no tenía una relación estable, las últimas habían sido tan efímeras como la vida de una mariposa recién transformada.

Rápidos recuerdos de amoríos pasados llenaron mi mente, muchos carentes de sentimientos, hombres con los que pasar unas cuantas noches en las que lo único que reinaba entre nosotros era el deseo lascivo, carnal, de posesión momentánea del otro. De repente sólo uno consiguió abrirse paso en mi mente, fruto del recuerdo de la conversación de Sabrina. Ella me había sorprendido al decirme que había convertido a Giáccomo en un inmortal, su fiel alquimista y sirviente con el que había compartido muchos momentos en el pasado, cuando él era un humano al que tuve que abandonar al trasladarme a París desde Italia, no había tenido otra opción y eso me dolió en el pasado, pero nunca imaginé que le convirtiera. Ahora él estaba aquí, en el Palazzo y no tardaríamos en reencontrarnos. Bajé la mirada suspirando cansinamente, no sabía cómo iba a ser el reencuentro, seguramente se habría olvidado de mí, tendría a cientos de mujeres detrás suyo así que no tenía por qué andar comiéndome la cabeza por ello, le había dejado, la decisión más carente de sentido de mi vida y ahora no podía pretender que todo siguiera como antes.

Su nueva pregunta hizo que regresara al momento actual, en el teatro conversando con Anton, le miré fijamente aún algo distraída pero enseguida me concentré de nuevo, poniendo los pies en la tierra. Me preguntó por Myriam, sobre cómo estaría ella ahora y aunque no la hubiera vuelto a ver desde el día que la conocí tenía por seguro que ya era una de los nuestros – No la he vuelto a ver, pero sé que está bien. A estas alturas ya debe ser una inmortal más, espero que ya su maldición haya desaparecido porque esa joven es realmente excepcional. ¿Pero para qué decirle si usted ya la conoce? – le pregunté guiñándole un ojo. Hacía ya rato que sus pensamientos me habían confirmado que él ya la conocía, su joven exótica no era nada más ni nada menos que Myriam - ¿O acaso no estamos hablando de la misma Myriam Agren? – me reí diciendo ya el nombre para que nos dejáramos de medias tintas. Mi estilo era ser directa, sin andarse con muchos rodeos y ahora al menos hablaríamos claramente.

Le vi beber de aquel frasco que a los ojos de cualquiera contendría una bebida normal y corriente, seguramente les parecería vino por el color y textura, pero su olor era inconfundible, ese elixir que nos llamaba, nos atraía como el más poderoso y exquisito manjar, para nosotros era como el mismísimo néctar de los Dioses, un néctar que nos proporcionaba vida y fortaleza a cambio de la de su portador. Mi mirada se tornó maliciosa, viéndole tomar, mas cuando el palco se halló envuelto en el dulce aroma de una sangre joven mi acompañante no lo aguantó más. Rápido, certero y letal, así fue con su presa a la que en pocos minutos acabó con ella, mitigando algo así su sed, calmándola. Se notaba que llevaba ya demasiados días sin beber hasta por el brillo en sus ojos, antes más apagado pero ahora mucho más vivificado – Amigo, debería alimentarse más a menudo, un día perderá el control y eso no es bueno. ¿Cuánto llevaba sin beber?, ¿dos, tres días?. – Miré a mi alrededor, su reciente acto acrecentó las ganas que los demás vampiros del lugar tenían ya por actuar y lentamente, fundiéndose con las sombras comenzaron a desaparecer bajos los ojos mortales para poco a poco ir cazándolos.
Con una elegancia natural me puse en pie, al lado de Antón y acercándome a su rostro, quedando a la altura de su oído le susurré con malicia, palabras teñidas con un tono de voz signo de presagio de muerte– Creo que la hora ya llegó, que le aproveche el banquete que tiene pintas de ser sublime ¿no cree?, nos hayamos rodeados de una exquisita variedad….- Una cantarina pero diabólica risa resonó por la estancia, dándole el toque de terror que la escena necesitaba y ambos juntos comenzamos a alimentarnos.

Comencé con un varón que rondaría los 30 años, una edad perfecta signo de que su sangre sería deliciosa ya que parecía ser un hombre sano, que se cuidaba. Lástima que fuera a vivir poco más. Me acerqué a él, atrayéndolo conmigo hacia un lugar más apartado, apenas una mirada y unas pocas palabras me hicieron falta para ello que para cuando se quiso empezar a dar cuenta de lo extraño de la situación su vida estaba ya en mis manos literalmente. Con un hábil juego de manos quebré su cuello como si de un palillo se tratara e hinqué mis colmillos en él, dos agujas punzantes que perforaron su piel limpiamente proporcionándome el acceso perfecto a su sangre. Terminé enseguida, dejando su cuerpo tirado, escondido lejos de miradas indiscretas y pasando mi lengua por el contorno de mis labios y por las comisuras de estos, deshaciéndome así de los restos de sangre. Miré a Anton con sonrisa triunfal curvando mis labios en una graciosa mueca de maldad – Es tu turno para deleitarte, ¿cuál será su presa? – le cuestioné haciendo un movimiento con mis manos señalándole la amplia gama que tenía para elegir, mientras mi vista andaba a la búsqueda y captura del siguiente en mi poder.

por Invitado Dom Jul 18, 2010 3:16 pm

la mire en cuanto al comentario de mi primer cuestionamiento mientras notaba como estabamos cambiando en lo que respectaba a los animos, ya que sabia que tarde o temprano tendria que alimentarme, solo mire a mi acompañante y note que tenia algo de diferente a las demas asi que solo respondi -Si trabajo en el Theatre Des Vampires solo a veces, no siempre, ya que suelo ser algo quejumbroso pero de momento no tengo queja de mi vida actual- solo mire para abajo la obra un poco aunque no prestaba mayor atension ni a eso ni al cigarrillo que habia ensendido mi compañia antes de formular la pregunta de donde trabajaba, solo sonrei y pense detenidamente en la condesa Algren y lo que le hice a su hermano alrededor de 20 años ya.

sabia extrañamente lo que pensaba, que era agradable aunque a las damas se les engatusaba mas facil dado que ellas buscaban solo casarse con una persona de gran fortuna, aunque solo muy pocas como la condesa no deseaban eso si no el amor verdadero, en cuanto a los caballeros era facil atraerles para las damas dado que ellos se dejaban llevar por los encantos de ellas y era mas facil matarles, y mas con el placer que ocasionaban las mordidas de nuestra condicion... ya que sentian placer, pero esra solo el beso de la muerte lo que les dabamos hasta matarles dejandolos sin sangre, para poder siquiera arrastrarse o respirar, solo recorde a cierta joven que llamo mi atension, una chica que tocaba el violin entre los gitanos, pero de lastima tuve que asesinarle dado que supo de mi condicion asi que solo la mate mas no bebi de su sangre... eso ocasiono inestabilidad en mi mismo, por lo cual mi sed la llevaba al extremo.
solo mire a mi acompañante y le respondi simplemente esto -Porque solo una supo de mi condicion y tuve que matarla, mas sin embargo no probe ni una gota de su sangre, por eso es que no tengo esperanza alguna en encontrar a una mujer dispuesta a soportarme-.

ante lo de la condesa solo sonrei y le dije -Si hablamos de la misma Condesa Algren, solo que en este caso no la he visto desde hace 20 años... apenas la conoci siendo bebe con sus otros dos hermanos de los cuales solo secuestre a uno y lo tuve como muñeca de sangre por un tiempo, aunque despues se escapo y no supe mas de el, mas sin embargo por su causa se como sabe la sangre de la familia y creame que es un verdadero manjar por los cuales estaria dispuesta a matar hasta a un inmortal con tal de probar una sola gota... inexplicablemente no tuve el atrevimiento de asesinarle a ese hermano pero no se si esta con la condesa o no, por ello es que le pregunto señorita- en eso solo mire el espectaculo que se tornaba interesante.

simplemente despues de lo que paso con aquella dama la cual sirvio de aperitivo en lo que llegaba la verdadera merienda, la dama que se encontraba conmigo me pregunto sobre cuanto tenia sin alimentarme y solo le respondi -con exactitud tengo dos meses sin probar gota alguna de sangre... como ve lo llevo al extremo desde la noche que asesine a la mujer que ame, por eso es que tengo esa sensacion de morir a veces, pero esta es una de esas noches que solo pienso que es mejor beber de los demas sin tomar conciencia ni culpabilbidad de los actos que hagamos- en eso solo observe a los demas ir tras ssus presas y escuche el susurro de Shanon, mire como iba tras una de sus presas de esta noche y en eso me pregunto que cual seria mi presa perfecta...

me escabulli en la butaca vacia que habia dejado el bocado de Shanon y le hable en un susurro a la que era su acompañante apenas de unos escasos 25 años... su pulso era mas que tranquilo asi que solo le susurre -Bella dama, le gustaria acompñaarme atras de aquellas cortinas- se notaba hasta por su expresion que engañaria a su acompañante ya finado, sin importar consecuencias, solo la conduje detras de las cortinas y comence a besarla del cuello, lentamente, y de un momento a otro de manera limpia la mordi haciendole sentir el placer de lo que pensaba era un beso, pero que simplemente le arrebataba la vida a cada momento que su sangre pasaba por mis labios, disfrutaba de ese manjar como de ningun otro, hasta que cuando note que quedo casi bacia e inconciente le rompi el cuello matandola en ese instante y desidi ir por mi ultima presa ya que para mi sed solo tres eran suficientes, asi que volvi de nuevo a lo que serian los palcos y vi a una joven hermosa por naturaleza, y tenia una criada, asi que creo que serian 4 las victimas que tomaria.

Solo llegue a donde estaba la señora de dinero y le dije -Es realmente bella, me dejaria besarle su mano- en eso ella me tendio su mano en modo de que la saludara y yo bese sus nudillos de los cuales mordi estos y simplemente besi su sangre de igual manera que con mi bocado anterior, al terminar solo vi a la joven que le acompañaba y le dije -Creo que su ama se quedo dormida, le pareceria si nosotros...- en eso solo ella me beso y de sus labios y poco a poco su vida la tome y asi al menos sobreviviria lo suficiente como para poder mantenerme dias sin probar nada de sangre, solo sonrei y regrese abajo, no habia manchado mis ropas asi que simplemente sali airoso de la situacion.

por **Shanon Owen** Lun Jul 19, 2010 11:18 am

Estaba atenta ante toda lo que me contaba mientras consumía lentamente el cigarrillo sujetado con mi mano derecha con gran maestría. Me apenó su aclaración ante mi anterior cuestionamiento sobre por qué solo podría estar con la mujer que le soportara. Su decisión de matar a aquella joven al descubrir su secreto me pareció demasiado precipitada, había más modos de hacer que lo guardara sin recurrir al asesinato. –Pero querido amigo, en vez de matar a aquella dama, ¿no se le ocurrió convertirla?, si tanto la amaba como dice no soy capaz de imaginar cómo consiguió hacerlo. Se necesita mucha fuerza de voluntad y determinación para llevar a cabo tal acto. Sinceramente opino que podría haber encontrado otro modo… pero lo hecho hecho está y no se puede ya remediar, solo espero que algún día logre superar del todo ese pensar que se encuentra instalado en su interior y vuelva a ser completamente feliz – finalicé apoyando mi mano libre en su hombro en señal de apoyo a la vez que el cigarrillo se terminaba de consumir, despojándome de él tirándolo en uno de los ceniceros previamente colocados convenientemente con miras a la gente fumadora que frecuentaba los palcos de los teatros, ya que en el patio central, donde solo estaban las butacas no había ceniceros, esto era un lujo por así decirlo, reservado a las clases adineradas para no variar.

Aparentemente lucía atenta al espectáculo, aunque mi atención estaba puesta en las palabras de Anton que me confirmó que estábamos hablando de la misma Myriam. Sonreí asintiendo cuando aludió a la exquisitez de su sangre y no podía estar más de acuerdo con ello. No había tenido ocasión de probarla pero un aroma como ese no se olvidaba fácilmente, tan dulce y perfumado, olía como la mejor de las fragancias. Me sorprendió lo de su hermano, al cual tuvo como muñeco de sangre durante unos años – Yo solo conozco un hermano de Lady Myriam, y sé que él si está con ella, pero usted ha mencionado a dos hermanos por lo que no sé con certeza si se trata del mismo, aunque lo dudo, el hermano del que hablo no sabía nada sobre vampiros y mucho menos en su mente había tales recuerdos. – Dejé de observar ya la representación aburrida de ella ya que al no haberla prestado atención no sabía bien de que trataba.

Le miré sorprendida cuando me dijo el tiempo que llevaba sin alimentarse, eso era demasiado tiempo, lo que no me explicaba es como conseguía aparentar estar bien sin dar señales de debilidad ya que no muchos vampiros lograban estar tanto sin beber, la gran mayoría –entre los cuales me incluyo- a la semana se encontraban ya medio desfallecidos. – Monsieur de verdad se lo digo, no debe ser tan extremista con su alimentación o algún día le pasará factura. Imagínese que se encuentra con algún peligro y lleva tanto sin alimentarse, se convertiría en una presa demasiado fácil, una de las cosas más importantes para nosotros es la alimentación, es la base de nuestra supervivencia. Olvídese del pasado ya o eso le traerá graves consecuencias… consejo de amiga, nada más.

Después de mi alimento Anton fue primero a por la acompañante de este, una preciosa jovencita cuya sangre prometía ser igual de exquisita o más que la del varón al cual acababa de privar de su vida.
Enseguida terminó con ella, engatusándola para que le siguiera a un lugar apartado y así acabar tranquilo con ella. Seguidamente fue a por otras dos mujeres, una evidentemente de clase alta y la otra su acompañante, otra joven. Acabó con ambas con una rapidez y discreción sorprendentes, signos de siglo de práctica. Tres muertes rápidas y limpias, sin ningún signo de violencia y sin levantar sospechas. Cuando acabó su ropa estaba impoluta, limpia de manchas ni restos de sangre. Aplaudí suavemente, como si fuera en reconocimiento de la obra, pero en realidad era en reconocimiento de Anton. – Mis más sinceras felicitaciones, una muestra de pulcritud digna de ver. Si me disculpa creo que necesito algo más de nuestro alimento, mi sed no se vio saciada por completo. – Rápidamente desaparecí del lugar, yendo a otro de los palcos donde mientras mi amigo se alimentaba yo había fijado mi vista en una pareja, ambos jóvenes y es que era normal que fuéramos a por ellos, eran demasiado atrayentes. Aprovechando que la chica se retiraba un momento, dejando a su pareja – o al que consideraba su novio – solo, me acerqué a él, ocupando el sitio de la chica. Este fue a protestar pero con una sola mirada le acallé. Me acerqué a él lentamente, como si fuera a besarle para desviar mis labios al lóbulo de su oreja – Monsieur, esto será algo que nunca antes haya vivido, relájese y disfrute para la más fuerte de sus emociones – El chico extasiado aceptó y descendiendo por su cuello, acariciando el arco de este con mis colmillos, lo mordí rápidamente, bebiendo así de él hasta acabar con todo su ser. La mujer regresó enseguida, justo a tiempo y cansada de jueguecitos me la llevé detrás de una columna acabando de forma rápida con ella también.

Ya completamente saciada regresé con Anton, encontrándolo en el mismo sitio donde había matado a sus dos mujeres. – Ahora me encuentro ya mucho mejor – Le dije maliciosamente, mi mirada había recobrado toda su fuerza y aquel brillo que denotaba la muerte en cualquiera que los mirara. - ¿Prefiere que volvamos a nuestro palco a terminar de ver la función o mejor damos un paseo? – le propuse con un encogimiento de hombros, aquí ya no tenía nada más que hacer, mi propósito estaba cumplido pero si él quería ver el final de la obra – a la cual no le quedaba demasiado por terminar – le acompañaría ya que había disfrutado de su conversación y compañía aquella noche. Mientras se decidía una pregunta me vino a la cabeza - ¿De dónde es usted Monsieur Van Garret? – me había entrado la curiosidad por su procedencia repentinamente. Me recargué en una de las columnas del pasillo donde nos encontrábamos observando a los demás vampiros que al percatarse de que nosotros ya habíamos empezado y finalizado con nuestra cacería ahora ellos iniciaban la propia. Pobres e ingenuos humanos, la que les esperaba ahora…

por Invitado Mar Jul 27, 2010 2:48 pm

mire a la dama con detenimiento por un momento después de sus palabras, era realmente encantadora aunque no sabía porque daba aquel consejo tan sabio que solo escuche de voz de un niño años atrás, de pronto volví a mi presente y le dije de manera grácil a la dama -Si había varias maneras para que acallara el secreto de nosotros pero justamente pro ese mismo amor que aun le tengo en cierta forma, no podía condenarla a estar muerta en vida o que su vida peligrara por siempre hasta el día de su muerte, por esas opciones me arme de valor y solo la asesine sin darle más atraso porque solo así podría realmente estar tranquila sin depender de la vida mortal o de mi para estar a salvo, porque considero algo cruel el hecho de que mantengas a una persona viva o semi-viva por culpa de un momento de estupidez- en ese momento solo me puse a mirar al escenario aunque solamente prestaba atención a mi oyente mientras que esperaba el instante para atacar.

Después de un rato con respecto a la familia Algren simplemente le dije siendo lo mas claro posible lo siguiente -Es que los descendientes de esa familia son 3... August, Krysthian y Myriam, los tres son dueños de la mansión, las viñas y la tienda que acaban de abrir, solo que yo me lleve a August y lo tuve como muñeca, claro que ahora el está con los gitanos y la verdad prefiero de momento que sea así porque desde hace mucho se que los Algren tienen una maldición, ellos terminaran o siendo muertos o como nosotros, así que por lo que veo la primera debe de estar convertida ahora así que no falta demasiado para que los otros dos sean vampiros- en eso mire a la dama y le dirigí toda mi atención.

Al notar su sorpresa por lo de mi situación alimentaria, solo sonreí de lado, dejándole ver mis colmillos, pero no en modo intimidatorio, si no en modo más bien dicho, calmado y asertivo, le respondí de manera más calmada -Mi fuerza no pende de mi alimentación madame, ya que desde que mate a aquella doncella que ame, no e bebido mucha sangre, mas sin embargo he estado fuerte pero aun así no puedo tardarme tanto en beber sangre si no como usted dice soy un blanco fácil, un cabo fácil de eliminar-

Simplemente después de terminar de eliminar a mis 3 víctimas, espere a mi acompañante que previamente me felicito por mi acción llena de eficacia y pulcritud, al ver como termino con todas sus víctimas de manera rápida y suave, solo sonreí y le dije -Felicidades bella dama, me fascina su manera de alimentarse, si fuera usted estaría orgulloso de mis actos- solo la mire tan bella, joven, así que supuse que ella solo tendría al rededor de uno 19 o unos 23 años a lo mucho al ser convertida en esta creatura llena de perfección al asesinar pro sobrevivir.

-Bueno Madame yo provengo de Versalles, solo que e pasado por Italia, Venecia, la toscana, Volterra, y casi por lo que sería Italia, y muy poco he estado en España, Inglaterra o incluso Estados Unidos- le conteste en un principio a la joven mientras le ofrecía mi brazo en manera de apoyo, así al menos podríamos salir del Teatro y justificar su estadía con un boleto que robe de una de mis victimas. A los pocos segundos le dije a la dama -Preferiría pasear, dado que la obra es algo aburrida, es más interesante conocerle a usted Madame Owen- le dije complacido de estar acompañado por tan grácil e inteligente señorita, la mire con atención en lo que salíamos del teatro lentamente.

Nos internamos dentro de las calles de Paris y le hice un cuestionamiento poco común -Como es que una joven como usted se encuentra sola, teniendo de amiga a una humana en manera principal y de forma secundaria a un vampiro menor que ella, que a duras penas sabe algo de cómo ser vampiro, y es algo torpe?- solo giramos a la derecha en ese momento esperando que ella me respondiera en lo que nos íbamos a una zona de poca fluencia de gente, mientras tanto admiraba el aroma de Paris de noche, realmente exquisito, dado que se conjugaban los vinos y licores con un poco de sangre humana, mas la sangre de vampiros con la de hombres lobos, en especial me llego el aroma de tres personas diferentes, exquisitos sabores que son inconfundibles ante el olfato de cualquier vampiro, en especial el más joven, pero más exquisito en el sentido de la atracción mientras que los otros dos eran para degustar en el paladar gota a gota, ese aroma solo podría provenir de los Algren, ya que atraía de manera irascible su sangre y el de la condesa atraía para que fuera la perdición de cualquier hombre, fuese vampiro o humano, ya que era un aroma que llamaba la atención… solo caminaba a lado de mi acompañante en ese momento.

por **Shanon Owen** Lun Ago 02, 2010 9:04 am

Mi acompañante pasó a explicarme mis anteriores dudas sobre por qué había matado en un pasado a la mujer que amaba y la verdad es que en cierto modo le comprendía. Yo misma había dejado tiempo atrás al hombre que amaba por miedo a fortalecer nuestra relación creando así un nexo que nos uniera toda la vida y es que mi ser anhelaba tanto el amor como su libertad propia, un frágil equilibrio que en seguida podía romperse acabando en ese caso con mi huída de Roma aprovechando el traslado de mi familia a París. Por eso era que comprendía que la matara, por amor no quería condenarla a esta vida que nosotros nos veíamos obligados a llevar. Por lo que solo asentí sin pronunciar palabra alguna, atendiendo ahora a su relato sobre la familia de Myriam.

Él se había referido a August, el otro hermano de Myriam. Por lo que me contó me di cuenta de que no solo ella estaba maldita, sino toda la familia. Por culpa de ello solo tenían dos opciones, o morir para siempre… o ser unos malditos por la eternidad, menudo dilema, de todos modos depende de cómo lo miraras y te lo tomaras de ambas formas acabarían muertos, ya fuera en vida o como inmortales, ya que eso eramos nosotros, unos muertos vivientes, personajes protagonistas de todas las historias de terror para todas las edades, pero no podíamos culpar a los humanos por ello, al menos creyendo en esas “leyendas urbanas” se cuidaban de nosotros. Al que yo conocí fue a Krysthian hace unos días. Me pareció un joven agradable y como no su aroma era demasiado tentador… mucho me temo que todos ellos acaben siendo inmortales, sería una pena que murieran, personas tan extraordinarias no se merecen ese final.

Después de acabar con nuestra pequeña cacería escuché sus palabras de elogio ante mi forma de matar. No era una de las cosas de las que estuviera más orgullosa de mi persona, simplemente me dedicaba a matar para subsistir, que fuera más o menos mortífera y eficaz se debía solamente a la práctica que con los años había ganado. Así que simplemente se lo agradecí con una sonrisa y le dije pausadamente, Monsieur Van Garrett, no tiene por qué decir eso sobre mi reciente proceder. Matar solo me produce placer en determinadas ocasiones, y esta lamentablemente no era una de ellas. Agradezco sus palabras ya que es usted un caballero muy agradable, pero no soy capaz de sentirme orgullosa de estos actos atroces con los que acabo con la vida de gente inocente solo por un bien únicamente egoísta, mi supervivencia. Finalicé con un tono que denotaba el cansancio y el hastío en el que esta existencia me estaban introduciendo. Lo único que lograba mantenerme algo más animada y distraída es que en estos días había tenido la suerte de conocer a gente interesante, reencuentros con viejos amigos del pasado a quienes extrañaba, y nuevas personas a las que por suerte iba a poder seguir conociendo dado que sus personalidades habían logrado captar mi atención y ciertamente pasar un rato con ellos era agradable.

Deslicé mi brazo alrededor del suyo aceptando el ofrecimiento para así salir a pasear con más comodidad ya que la obra no nos estaba interesando a ninguno de los dos y preferíamos seguir hablando para conocernos más por las calles iluminadas de París que en aquel teatro donde el resto de vampiros ya habían comenzado con su empresa de matar al resto de los humanos allí presentes. Increíble, veo que ha viajado mucho Monsieur, eso me gusta. También yo soy una mujer viajera, me encanta conocer mundo aunque hace mucho que no salgo de París. Si tanto ha recorrido Roma seguramente habrá estado en la ciudad que me vio nacer y crecer, mi bien amada Roma. Ya en las transitadas calles pudimos respirar y saborear los más variados y exquisitos aromas que llenaban nuestros pulmones y nos deleitaban como la mejor de las melodías que parecían prometernos disfrutar de una serie de sensaciones sin comparación.

Su pregunta me dejó meditando por unos momentos. No sabia con exactitud qué quería saber con esa pregunta, pero me imaginaba de qué personas hablaba. Monsieur, a parte de que esa pregunta me parece de lo más extraña en este momento, me temo que no se que contestarle, quizás si me explicara un poco mejor la situación podría servirle para aclarar sus dudas. Ahora solamente puedo decirle que cada persona es un mundo, las razones de por qué la gente hace esta o la otra cosa son un misterio, muchas veces inexplicable. Si esa mujer gusta de rodearse de esas personas por algo será… pero me temo que solo ella tenga esa respuesta. Según pronuncie esas palabras aromas aún más exquisitos que los anteriores llegaron a nosotros, un aroma inconfundible que me había quedado grabado para siempre, ¿acaso estarían ellos cerca?, podría ser. Miré a mi acompañante que por su mirada se evidenciaba que también se había percatado de ello.

En ese momento un pequeño conjunto musical llegó al medio de la calle en la que nos encontrábamos y en seguida la gente se puso alrededor suyo, comenzando estos a tocar alegres melodías de la época. Nos acercamos un poco a ver de qué se trataba y un bufón salió de entre medias del público, comenzando a bromear con la gente, gastando bromas y alborotando a todos con sus saltos y el titileo de las campanillas de su gorro ya que iba perfectamente ataviado con las típicas ropas coloridas y chillonas de aquella clase de gente que se ganaba la vida con esos espectáculos. Monsieur, ¿le apetece que nos quedemos un poco a presenciar este espectáculo que ha aparecido inesperadamente?. Le pregunté mirándole a los ojos de forma amable e interesada por aquella subita aparición, mientras más actores circenses se iban uniendo al espectáculo culminando con la llegada de un mago que por alguna extraña razón no me pareció que fuera un simple mago de salón, no. Su sola presencia alertaba a mis instintos, aquel mago escondía algo que pronto daría a descubrir, un espectáculo que prometía ser verdaderamente interesante y que sin duda daría de que hablar por un tiempo… y no sabría si concretar si para bien o para mal.

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Una noche mas de penumbras [Shanon Owen]

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