Volviendo a París (Soare Iordache)

por **Leo Thomas Himmel Draxo** Lun Mayo 14, 2012 8:07 pm

Caminaba algo desorientado por las calles de París, notaba como la herida en mi vientre no paraba de sangrar y no sabía si iba a poder llegar a casa. Bueno casa… todo había cambiado mucho desde que madre tuvo una discusión con padre y ella se fue a Rusia a visitar a su padre. No habia vuelto todavía y desde entonces las cosas se pusieron tensas.

No tardé mucho tiempo en desaparecer de casa y dejar atrás mis estudios para comenzar a viajar. Aunque dejaba atrás a mis primos, padre y tios necesitaba un cambio de aires y fue por eso por lo que comencé a viajar, buscando a ese hombre que me habia dejado en el hospicio cuando apenas era un pequeño niño.

La búsqueda era muy difícil y tuve que comenzar a buscar por lugares y ciudades cada vez menos frecuentadas. Tuve que empezar a robar para conseguir comida cuando el dinero comenzó a escasear. Volvió a su mente los recuerdos de antes de encontrar a la familia pero eso solo lo hacian endurecerse un poco mas y así hacer que su carácter fuera mas fuerte.

A base de palos, literalmente, tuvo que perder el miedo a la violencia y comenzar a pelear para poder sobrevivir. La búsqueda estaba siendo en vano y cuando en una de las ciudades le dijeron que ese hombre que buscaba estaba en París casi comienza a golpear a todos los que tenia a su alrededor.

Si su madre lo viera… habia desaparecido el chico cariñoso, simpatico y amable que era y ahora era mas duro, frío… Ya no le importaba mucho lo que le pasara y comenzó a frecuentar los burdeles. Habia querido mantenerse virgen para la chica a la que amaba pero una noche después de tomar unos tragos habia descubierto los placeres carnales, dejando el ultimo rastro de aquel chico que era. De igual modo dejó de cambiar, dejando esa esencia animal en su interior y prometiendose que nunca volvería a sacarla.

Acababa de volver a París y estaba algo desorientado por los cambios que le habian sucedido a la ciudad, calles nuevas y edificios enormes unidos a la poca iluminación de las calles de las afueras lo hizo perderse hasta que se encontró rodeado de repente por un grupo de asaltantes. No se creían que no guardara unas monedas y tras darle una paliza lo dejaron muy malherido en la calle.

Después de recuperar el conocimiento, ver una gran mancha de sangre a su alrededor se quitó el cuchillo que salia de su vientre y comenzó a caminar buscando los que serían su ultima opcion, iba con intenciones de volver a casa…

La mente se me nubló, iba apoyandome en las paredes con un brazo mientras con la otra mano me tapaba la herida que no paraba de sangrar y de repente comencé a ver todo negro antes de sentir como me golpeaba contra el suelo.

por Invitado Miér Mayo 16, 2012 1:23 am

El camino no sólo había sido largo, sino que parecía interminable. Soare rogaba a los dioses de la tierra y el viento que le dieran una pista de su hermana, posibilidad que se antojaba cada vez más remota. La noche había caído, el hambre no había menguado. La ciudad era una urbe desconocida y sus pasos inciertos siempre la conducían a los lugares más peligrosos. Tenía un imán para el peligro, eso era seguro, durante su infancia y juventud se había encargado de meterse en problemas tanto como le fue posible y proporcionalmente a los regaños de sus padres; pero ya no era una niña, su padre y hermano estaban muertos, y su hermana desaparecida. Para colmo, ella estaba muy lejos de la caravana Iordache, indefensa, pecó de ingenuidad al creer que esa cruzada que había emprendido sería fácil.

Se recargó en una pared a observar las estrellas, los cíngaros sabían del mapa celestial, en él como en muchas otras cosas leía el porvenir y el pasado, pero últimamente se le complicaba todo eso, sólo podía ver cosas entre bruma, el fuego, a su padre y hermano y una mujer, visiones sin explicación, que la atormentaba. Cerró los ojos meditando, pensando en si debía regresar, pero su familia eran nómada, como todos los gitanos, quién sabe dónde estarían ahora, en qué punto del mapa europeo, además, regresar significaba tener que enfrentar su compromiso y simplemente… simplemente no podía. Se deslizó sin despegar la espalda de la pared hacia abajo hasta quedar sentada en el suelo, recogió las piernas y las abrazó con sus brazos, escondió el rostro y respiró profundamente un par de veces hasta que algo más distrajo su atención.

Escuchó pasos, pasos cansados, que se arrastraban, y quejidos también. Estiró el cuello y abrió bien los ojos en búsqueda de la fuente de esos sonidos. Se puso de pie de un salto y a la distancia vio a alguien que se dolía, estuvo tentada a irse, no meterse en problemas era lo mejor, pero luego pudo distinguirlo bien, era joven e iba sangrando, se debatió un momento y luego se odió por ir en dirección del mal herido y no al contrario.

-¿Estás bien? –Preguntó a la distancia, no muy segura si debía acercarse-, necesitas un médico, ¿quieres que te ayude? –pero aún no se atrevía a cercarse, podía ser una trampa. A lo largo de su viaje había conocido de todo, gente que le tendió la mano, y gente que trató de aprovecharse de ella, no podía fiarse, pero la sangre y la herida y todo le decía que debía ayudar a ese joven, como fuera.

por **Leo Thomas Himmel Draxo** Miér Mayo 30, 2012 7:09 pm

Mi cuerpo seguía doliendo y ya apenas podía moverme por lo que intuí que mi vida estaba ya sentenciada. Iba a extrañar mucho a mis primos, tíos, hermano y padres pero el destino es muy caprichoso con lo que decide para cada uno.

Desde el suelo una figura se acercó y aunque su instinto animal le decía que debía huir al estar herido por ser presa fácil su mente le dijo que se quedara, ademas porque no podía moverse. Negué y con un ultimo esfuerzo le contesté aunque las palabras creo que no salieron con un gran volumen de mi boca.-Por favor…ayuda…

El pecho comenzó a dolerme aun mas y sentía como todo comenzaba a dar vueltas cada vez mas rápido así que esperanzado miré suplicante a la figura mientras apretaba la mano en la herida que no paraba de sangrar en mi vientre.

por Invitado Sáb Ago 18, 2012 3:10 am

Si Soare necesitaba una señal para actuar, ahí la tenía, la súplica del joven –ahora que lo tenía más cerco podía delinear sus rasgos apuestos y su lozanía de no demasiados años sobre él- algo se accionó en ella, un interruptor hizo clic y después de estar en esa especie de estado catatónico, se movió con torpeza y premura para alcanzar al desconocido, se puso de rodillas junto a él y miró la palidez de su rostro, misma que era resultado de la pérdida de sangre, sus ojos se deslizaron hasta la herida, la gitana estaba acostumbrada a ver cosas similares o peores, dentro de su misma caravana y a lo largo de aquella vesania en pos de Stea, su pequeña hermana.

-No te desmayes –dijo asustada –por favor –suplicó –necesito que estés consciente para que me digas qué hacer, ¿a dónde te llevo? ¿Vives muy lejos? –sus preguntas eran sencillas, coherentes, pero motivadas por el pánico que sentía. Durante los últimos meses había aprendido a velar por ella misma y por nadie más, una práctica que no iba para nada con lo que su padre Janfri, su hermano Ion y su madre Aniki le habían enseñado, los cíngaros debían moverse como unidad, velar unos por otros, jamás abandonarse, pero la realidad fuera de la periferia del campamento calé era muy diferente, ella lo sabía, sin embargo ahí estaba, preocupada por un completo desconocido, desvalida al no tener idea de cómo proceder.

-Dime, dime –lo sacudió un poco, quizá demasiado y nada beneficioso para su lesión –dime a dónde te llevo, a quién busco –necesitaba esa información para no verlo morir ahí en medio de la calle.

por **Leo Thomas Himmel Draxo** Jue Ago 23, 2012 12:16 pm

Intentaba mantenerme consciente ahora que mi parte animal estaba un poco calmada al ver a la mujer, parecía inofensiva y ya no tenia que controlarme tanto, solo debía mantener la mano en mi vientre…-Yo… no tengo donde ir-dije con mucho trabajo, tenía la garganta seca y comenzaba a dolerme bastante la cabeza a la vez que me sentía mas debil.

-Por favor…ayudame-repetí y solté un pequeño gruñido al notar como me sacudia, estaba mas despierto y no se de donde saqué las fuerzas para mantenerme aun con los ojos abiertos.-Me duele… no me dejes morir por favor.

Llevé una de mis manos manchadas de sangre a agarrar una de la chica aunque en mi completo estado de lucidez no mancharia a nadie con mi sangre ni pediría ayuda algo me decía que podía confiar en la mujer y no quería que se marchara…

por Invitado Jue Sep 27, 2012 1:42 am

-Claro que no te dejaré morir –se apresuró a decir cuando él se lo pidió, no sabía cómo pero lo ayudaría, lo llevaría con un médico y se curaría, y si no tenía a dónde ir como había asegurado (aunque ella lo dudaba pues se notaba que provenía de una familia adinerada o esa sensación le dio al menos). Se arrancó un trozo de falda, dejándola por arriba de la rodilla, y con la tela presionó la herida en el vientre. -Te voy a ayudar, te voy a ayudar –hablaba atropelladamente mientras hacía presión en la herida, esperando que eso funcionara –pero necesitamos un médico, o alguien que sepa más de esto –vio como era alcanzada por una de las manos llenas de sangre, pero no se horrorizó-, sigue hablando por favor, así sé que sigues conmigo –dijo ligeramente más calmada, lo suficiente como para formular esa frase.

-Yo me llamo Soare, ¿cuál es tu nombre? –le preguntó y aunque parecía un muy mal momento para hacerlo, lo hizo para que él siguiera conversando con ella, el silencio podía traer consigo el desmayo y eso desembocar en algo mucho más grave, Soare ni quisiera se atrevió a pensarlo, le pareció demasiado horrible como para hacerlo. Bloqueó la idea, no cupo como posibilidad esa noche-. ¿Puedes ponerte de pie? Necesitamos ir a otro lugar y no puedo cargarte –pidió con desespero, necesitaban moverse de la mitad de la calle, pero era complicado, ella no era tan fuerte y él realmente estaba mal herido –vamos, te ayudo –se puso de pie y se echó el brazo del joven alrededor del cuello, aunque no lo hizo erguirse de inmediato, no sabía el grado de dolor que él estaba padeciendo como para someterlo a tal tortura.

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