AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Buscando entre las flores // Yude VanVollehoven
Página 1 de 1.
Buscando entre las flores // Yude VanVollehoven
París resulto ser una ciudad bastante ruidosa, sobre todo en el centro, mientras más personas más incomodo el lugar, siempre se repetía eso para sí mismo y alguna que otra vez disfrutaba compartirlo en voz alta, este día lo tomaría libre para buscar, aunque quizá esa palabra no salía la rutina, ya tantos años dedicado a buscar, lo único diferente es que esta vez lo que se deseaba encontrar era un objeto inerte y que no se movería, por lo cual las esperanzas estaban muy altas, ¿qué tan difícil podría ser buscar una buena propiedad por París? En el centro había demasiadas, pero no tendría el mal gusto de vivir por allí o cerca de la zona comercial, realmente era detestable el bullicio, la decisión estaba tomada claramente, partir algo alejado de la civilización, dónde el silencio y la naturaleza sean uno finalmente, el precio a pagar por esto no era tan alto, demoraría mucho más en llegar a las zonas públicas, de esparcimiento y todo aquello pero realmente importaba poco, tranquilidad o comodidad, prefiriendo mil veces comprar todo para el mes que salir cada semana a maltratar sus oídos con ese gran mercado pululante de gente, compraré o alquilare un caballo, ese era el plan de hoy para movilizarse, para su suerte las carretas tienen caballos, entonces luego de una charla algo dinámica y complicada por fin obtuvo lo que quería, un caballo marrón aparentemente en buen estado, tomo unas cuantas botellas de agua y las amarro a la silleta, era necesaria, tanto para él o como para la bestia.
París mientras más inhóspita se volvía, más hermosa quedaba, las calles y callejones con menos gente eran muy hermosas, fáciles de apreciar de esa forma, a pesar de que las no muy concurridas se notaran desgastadas y con un mal mantenimiento aquello no le quitaba la magia, unos deliciosos olores se asomaron e ingresaron en las fosas nasales de Patrick, majestuoso olor a flores, podía captar de todo tipo, gran variedad, esto parecía un cuento de hadas, llevaba mucho tiempo sin disfrutar de algo como esto, por primera vez en todo el viaje aumento el galope, pronto sus ojos captaron la fuente de su deleite suculento, una zona abierta repleta de arreglos florales, pasto verde y fértil, arboles grandes, iracundos que seguro ya estaban sobre la tierra antes de que él naciera, genial, es excelente, este lugar será, su mente estaba tan solo concentrada en esto.
Se bajo del caballo y tomo sus riendas desde el suelo para caminar con él, buscando más detalles, y alguna casa o terreno vacio, no le molestaba tener que esperar que una se construya para disfrutar de este lugar cada día y noche sin reparo alguno, justo al centro una especie de pileta y seres que la rodeaban, eran mariposas, ahora sus calzas y las herraduras pisaban el verde pasto, amarró al caballo con la rama de un árbol y por puro gusto propio como si tuviera cinco años empezó a moverse engañosamente y tal vez algo torpe para intentar capturar alguno de esos seres alados de mil y un colores, no tuvo mucho éxito , luego de unos minutos se sentó frente a la pileta para observar, también habían abejas y esa quizá no le atraían tanto por obvias razones.
Observo un montículo de plantas caídas, el invierno había fastidiado un poco el paisaje, pero por suerte ya no había casi nada de nieve y la pileta pues yacía medio congelada aún, el lugar tenía mantenimiento seguro dado por las mismas personas cercanas a la zona, mientras ninguna de ellos lo echara de allí, todo iría bien, desamarro al caballo y se lo llevo junto al gran montículo, hizo que se recueste al lado y aprovechando eso también se recostó sobre la piel del animal y parte de las hojas, entre ellas encontró una flor de trigo en mal estado, aún así se la coloco entre los dientes por el tallo, esto le hizo pensar que no muy lejos algún sembradío o zona de cultivo se encontraba, luego iría a visitarla quizá también – Soy todo un granjero - susurró en voz baja mientras cerraba los ojos, a esto se refería con lugar tranquilo, cálido y natural, esto quería de ahora en adelante aquí, se mantuvo unos minutos así pero luego sus ojos abrió, notaba el olor de otra persona muy cerca, elevo la vista girándola buscando ocupar más terreno y encontrar a quien se aproximaba o al menos parecía hacerlo.
París mientras más inhóspita se volvía, más hermosa quedaba, las calles y callejones con menos gente eran muy hermosas, fáciles de apreciar de esa forma, a pesar de que las no muy concurridas se notaran desgastadas y con un mal mantenimiento aquello no le quitaba la magia, unos deliciosos olores se asomaron e ingresaron en las fosas nasales de Patrick, majestuoso olor a flores, podía captar de todo tipo, gran variedad, esto parecía un cuento de hadas, llevaba mucho tiempo sin disfrutar de algo como esto, por primera vez en todo el viaje aumento el galope, pronto sus ojos captaron la fuente de su deleite suculento, una zona abierta repleta de arreglos florales, pasto verde y fértil, arboles grandes, iracundos que seguro ya estaban sobre la tierra antes de que él naciera, genial, es excelente, este lugar será, su mente estaba tan solo concentrada en esto.
Se bajo del caballo y tomo sus riendas desde el suelo para caminar con él, buscando más detalles, y alguna casa o terreno vacio, no le molestaba tener que esperar que una se construya para disfrutar de este lugar cada día y noche sin reparo alguno, justo al centro una especie de pileta y seres que la rodeaban, eran mariposas, ahora sus calzas y las herraduras pisaban el verde pasto, amarró al caballo con la rama de un árbol y por puro gusto propio como si tuviera cinco años empezó a moverse engañosamente y tal vez algo torpe para intentar capturar alguno de esos seres alados de mil y un colores, no tuvo mucho éxito , luego de unos minutos se sentó frente a la pileta para observar, también habían abejas y esa quizá no le atraían tanto por obvias razones.
Observo un montículo de plantas caídas, el invierno había fastidiado un poco el paisaje, pero por suerte ya no había casi nada de nieve y la pileta pues yacía medio congelada aún, el lugar tenía mantenimiento seguro dado por las mismas personas cercanas a la zona, mientras ninguna de ellos lo echara de allí, todo iría bien, desamarro al caballo y se lo llevo junto al gran montículo, hizo que se recueste al lado y aprovechando eso también se recostó sobre la piel del animal y parte de las hojas, entre ellas encontró una flor de trigo en mal estado, aún así se la coloco entre los dientes por el tallo, esto le hizo pensar que no muy lejos algún sembradío o zona de cultivo se encontraba, luego iría a visitarla quizá también – Soy todo un granjero - susurró en voz baja mientras cerraba los ojos, a esto se refería con lugar tranquilo, cálido y natural, esto quería de ahora en adelante aquí, se mantuvo unos minutos así pero luego sus ojos abrió, notaba el olor de otra persona muy cerca, elevo la vista girándola buscando ocupar más terreno y encontrar a quien se aproximaba o al menos parecía hacerlo.
Invitado- Invitado
Re: Buscando entre las flores // Yude VanVollehoven
El perfume del cerezo blanco es más fuerte en cualquier lluvia, incluso si esta es de sangre, esa era una de las características que Yude tenía, la gitana gustaba de esos olores exóticos especialmente de ese, porque era como un emblema al invierno, odiaba los días de sol, pero desgraciadamente aquel manto blanco comenzaba a desvanecerse de la ciudad, siempre era de esa manera, cada rasgo de su personalidad tenía que ver con aquella estación del año, no solo porque procedía de Rusia, no solo porque su piel era blanca y sus ojos de un azul indescriptible, no, no solo era eso, era mucho más allá, eran secretos, era el frío que proyectaba esa mirada filosa al estar mirando a alguien directamente como si le echara la culpa de todo, era su personalidad ‘extraña’ por la cual le huían, a veces la tachaban de loca por los rumores que desato el encierro de su madre, persona que ya estaba muerta.
Suspiro viendo el camino, sonriendo por momentos, es que acababa de llevarle de comer a su señor, su ¿esposo?, aun le costaba asimilar esas palabras, observo el cielo, aun era un poco temprano, la casa estaba bien atendida, se había despedido de él, por ahora trabajaba en los jardines botánicos junto a otro muchacho que se veía tan enamorado, ella lo había visto en alguna ocasión pero no recordaba de donde, sin embargo siempre que iba le saludaba bien, ella era silenciosa y parca en la mayoría de las veces por lo cual a veces no se permitía charlar con las personas, el clima era algo frío apenas se cubrió con el pequeño chal morado que cruzaba sus brazos al sostener la canasta ya casi vacía, solo había quedado agua, fruta y un poco de comida que él no había querido tocar porque estaba bastante satisfecho con lo que ella preparaba.
Aunque a ambos no les gustara la idea, Yude debía regresar a casa sola, habían pasado meses después de la recuperación física y mental que dejo aquella violación y aborto, pero aun tenia miedo incluso de su sombra, incluso la calma a veces le traían un poco de llanto, tanta muerte y ahora no quedaba nadie en su vida, nada de lo que pudo arrancarle una sonrisa, cruzo el jardín botánico o parte de este, viendo las flores de loto encima del agua y los pequeños peces que nadaban en ella, se detuvo de momento olvidando todo en su mente, como si el panorama hubiera cambiado, se inclino para tomar un bella flor blanca pero al hacerlo la canasta se inclino dejando rodar hasta el agua un par de manzanas.
No era época de desperdiciar, el trabajo apenas dejaba algo de dinero libre para ambos, se inclino, notando la fresca briza fría que le gustaba, desatando el aroma de su perfume, luego cogió una de las manzanas, después la otra y al hacerlo sacudió la mano dejando que el anillo de bodas callera al agua, su piel palidecido más , antes no lo cargaba por haberlo perdido en la anterior casa, pero ahora que lo había recuperado, parecía como si el destino la quisiera libre como esa briza invernal, pero ella no, se quedo mirando la sortija en el fondo del agua clara y comenzó a quitarse el calzado a dejar el chal de lado y alzar el vestido, suspiro y metió los pies en el agua, queriendo entrar por completo, pero tenia miedo, no del agua, no de la profundidad, no porque no supiera nada, sino de ella misma, por ese momento recordó la vez que quiso suicidarse ahogándose. Esta vez… esta vez esa idea llego con más resonancia a su cabeza.
Suspiro viendo el camino, sonriendo por momentos, es que acababa de llevarle de comer a su señor, su ¿esposo?, aun le costaba asimilar esas palabras, observo el cielo, aun era un poco temprano, la casa estaba bien atendida, se había despedido de él, por ahora trabajaba en los jardines botánicos junto a otro muchacho que se veía tan enamorado, ella lo había visto en alguna ocasión pero no recordaba de donde, sin embargo siempre que iba le saludaba bien, ella era silenciosa y parca en la mayoría de las veces por lo cual a veces no se permitía charlar con las personas, el clima era algo frío apenas se cubrió con el pequeño chal morado que cruzaba sus brazos al sostener la canasta ya casi vacía, solo había quedado agua, fruta y un poco de comida que él no había querido tocar porque estaba bastante satisfecho con lo que ella preparaba.
Aunque a ambos no les gustara la idea, Yude debía regresar a casa sola, habían pasado meses después de la recuperación física y mental que dejo aquella violación y aborto, pero aun tenia miedo incluso de su sombra, incluso la calma a veces le traían un poco de llanto, tanta muerte y ahora no quedaba nadie en su vida, nada de lo que pudo arrancarle una sonrisa, cruzo el jardín botánico o parte de este, viendo las flores de loto encima del agua y los pequeños peces que nadaban en ella, se detuvo de momento olvidando todo en su mente, como si el panorama hubiera cambiado, se inclino para tomar un bella flor blanca pero al hacerlo la canasta se inclino dejando rodar hasta el agua un par de manzanas.
No era época de desperdiciar, el trabajo apenas dejaba algo de dinero libre para ambos, se inclino, notando la fresca briza fría que le gustaba, desatando el aroma de su perfume, luego cogió una de las manzanas, después la otra y al hacerlo sacudió la mano dejando que el anillo de bodas callera al agua, su piel palidecido más , antes no lo cargaba por haberlo perdido en la anterior casa, pero ahora que lo había recuperado, parecía como si el destino la quisiera libre como esa briza invernal, pero ella no, se quedo mirando la sortija en el fondo del agua clara y comenzó a quitarse el calzado a dejar el chal de lado y alzar el vestido, suspiro y metió los pies en el agua, queriendo entrar por completo, pero tenia miedo, no del agua, no de la profundidad, no porque no supiera nada, sino de ella misma, por ese momento recordó la vez que quiso suicidarse ahogándose. Esta vez… esta vez esa idea llego con más resonancia a su cabeza.
Invitado- Invitado
Re: Buscando entre las flores // Yude VanVollehoven
Entonces le vio, una muchacha joven, a simple vista entre los dieciséis o dieciocho años, por unos segundos dedicado a examinarle, como era costumbre ahora su rostro, su figura y su perfil se quedarían impregnados en los palacios de la memoria, solía ocurrir, hasta que decidía eliminar lo que no le era necesario tener rondando por allí, aún tras el caballo asomó un poco el rostro, rápido afino su visión, parecía haber perdido algo, pero el rostro de la muchacha mostraba más que preocupación por la pérdida de un objeto, definitivamente no era por eso en cuestión, la chica estaba bastante delgada, se podría decir que a simple vista se notaba enferma, pero se movía bien para estarlo, ese lado filántropo parecía escapar y apoderarse de él entonces, mientras ella se descalzaba él se levantaba, le tendió una caricia al caballo en el hocico para que se quede muy tranquilo, a propósito en su camino hacia ella piso unas cuantas flores secas entre el pasto, delatando su posición , no deseaba asustar o llegar de golpe, mas la muchacha aún estaba inmersa en pensamientos, Patrick podía notar tragedia, lo cual era muy triste sabiendo que en vez de esa tragedia podían mostrar sonrisas, se posicionó al costado de la muchacha recogiendo el anillo, posando la mano libre en el hombro ajeno, buscó su mirada – Esto es suyo, aunque la madre naturaleza por alguna sabia razón pretenda alejarlo de usted – llego a inclinarse lo suficiente hasta tomar la sortija, mojando hasta la mitad su ropa blanca – Me parece que el agua no le sienta muy bien, por alguna desafortunada razón -
Sacudió la joyería retirando las pequeñas gotas de agua, entrego la pertenencia en la palma de la muchacha, cerro la ajena con la joya dentro, usando ambas manos propias, ya tenía el tiempo necesario para pensar en algo, a pesar de ver un rostro cansado y pálido, una sonrisa afloro en el rostro del Licántropo, a pesar de ello podía ver bondad, sinceridad y candidez oculta, oculta por seguro muchos tantos problemas, en esta vida misma que es tan desagradable a veces, hubo un silencio, pero para él no resultaba incomodo, observo los detalles de las ropas ajenas junto con otros aspectos, no había visto una muchacha tan blanca desde hace mucho, desde uno de sus viajes anteriores - ¿Es usted rusa? – esperando alguna reacción o respuesta sacudió su prenda húmeda, no enfermaría, pero tener la camisa muy pegada al cuerpo resultaba un tanto incomodo, por suerte al ser más caliente las ropas secaban más rápido, no era la primera vez que sentía necesidad por descifrar a una persona, claro estas vez sus motivos no estaban guiados porque tuviera sospechas, o porque la persona fuera culpable de algún delito, era solo, solo por hacer un bien al menos eso se encontraba latente en la mente extraña que poseía.
No había notado que al empezar a hablar, había perdido su espiga de trigo, busco con la mirada para luego inclinarse y tomarla entre los dedos, puso atención en su acompañante, observando los ojos azules, lucían cansados de parecer amables, no por la situación actual, más por un englobo general - Respeto sus motivos, ¿pero no cree que debería sonreír, al menos un poco? De esa manera podría apreciar mejor su rostro, y quizá sus zafiros obtendrían más brillo, no digo que no me agrade ahora, pero sonreír aún en el segundo más desesperado puede aliviar cualquier pecado y alejar a su vez cualquier preocupación - Existen ocasiones en las que simplemente ver más allá podría resultar invasivo, esta era claramente una de esas, de igual forma se mantenía calmo, sereno y pausado como siempre, podría deducir reacciones diferentes, esperando sortearse la más amable de todas y por ella dando con lo que buscaba ver al iniciar esa charla.
Sacudió la joyería retirando las pequeñas gotas de agua, entrego la pertenencia en la palma de la muchacha, cerro la ajena con la joya dentro, usando ambas manos propias, ya tenía el tiempo necesario para pensar en algo, a pesar de ver un rostro cansado y pálido, una sonrisa afloro en el rostro del Licántropo, a pesar de ello podía ver bondad, sinceridad y candidez oculta, oculta por seguro muchos tantos problemas, en esta vida misma que es tan desagradable a veces, hubo un silencio, pero para él no resultaba incomodo, observo los detalles de las ropas ajenas junto con otros aspectos, no había visto una muchacha tan blanca desde hace mucho, desde uno de sus viajes anteriores - ¿Es usted rusa? – esperando alguna reacción o respuesta sacudió su prenda húmeda, no enfermaría, pero tener la camisa muy pegada al cuerpo resultaba un tanto incomodo, por suerte al ser más caliente las ropas secaban más rápido, no era la primera vez que sentía necesidad por descifrar a una persona, claro estas vez sus motivos no estaban guiados porque tuviera sospechas, o porque la persona fuera culpable de algún delito, era solo, solo por hacer un bien al menos eso se encontraba latente en la mente extraña que poseía.
No había notado que al empezar a hablar, había perdido su espiga de trigo, busco con la mirada para luego inclinarse y tomarla entre los dedos, puso atención en su acompañante, observando los ojos azules, lucían cansados de parecer amables, no por la situación actual, más por un englobo general - Respeto sus motivos, ¿pero no cree que debería sonreír, al menos un poco? De esa manera podría apreciar mejor su rostro, y quizá sus zafiros obtendrían más brillo, no digo que no me agrade ahora, pero sonreír aún en el segundo más desesperado puede aliviar cualquier pecado y alejar a su vez cualquier preocupación - Existen ocasiones en las que simplemente ver más allá podría resultar invasivo, esta era claramente una de esas, de igual forma se mantenía calmo, sereno y pausado como siempre, podría deducir reacciones diferentes, esperando sortearse la más amable de todas y por ella dando con lo que buscaba ver al iniciar esa charla.
Invitado- Invitado
Re: Buscando entre las flores // Yude VanVollehoven
Aun cuando observo a aquel hombre fue a través de las aguas, de pronto aquella sensación cuando se fue acercando se le hizo agobiante, la sensación de su aura atacándole de esa manera tan cruel y pesimista, había invadido un poco el espacio personal, pero aun así, cogió el anillo llevándolo en a su pecho, aferrándose a él como si su vida dependiera de ello, pero casi era de esa forma. Noto aquella mano sobre su hombro y se quito de inmediato, el contacto con alguien más le ponía paranoica de alguna manera sentía que le invadían, sin embargo aquello era por esa razón, aquella noche que jamás podrá olvidar –Gracias –Susurró tranquila, con esa voz delgada, femenina y hermosa que ella poseía, se puso el anillo de inmediato. –Un objeto no representa gran cosa –Comentó, viendo aun el agua, estaba claro que siempre pensaba demás con respecto a su vida, pero ahora todo estaba bien.
Se retiro de ahí poniéndose de nuevo el calzado, buscando la sesta y cargándola en las manos, observo de nuevo el anillo, mientras aquella persona estaba ahí, haciendo esa pregunta de la nada, pocas personas –porque realmente no charlaba con nadie- le preguntaban acerca de su origen, se le quedo viendo, era un hombre algo extraño, tenía unos gestos particulares pero un alma totalmente destrozada o algo similar, aun no sabía demasiado de aquellas lecturas –Moscú, fue donde nací –No dijo más, aquello de alguna manera le hacía sentirse invadida. No dejo de mirarle a los ojos, después desviando la mirada por la forma en la que su torso de veía, pero eso no le importaba, no era la primera vez que tenía a alguien así, o completamente desnudo.
Enarcó una ceja como incrédula a sus palabras ¿sonreír?, casi le dedica una mirada de esas filosas y frías que ella solo poseía en cualquier momento, peor ahora recordaba a Louis, un viejo amigo cambiaformas con quien tuvo el placer de charlas y superar algún tipo de trauma con respecto a sus perdidas y el amor –Podría pero no me siento con ganas de hacerlo, simplemente le ofrecería una sonrisa forzada, ahora no es el momento pero le aseguro que cuando todas las brumas pasen entonces la sonrisa se convertirá en algo tan natural en los peores momentos –observo al firmamento, como si el color de sus ojos se perdieran ahí, y recordó las palabras de aquel cambiaformas ‘A veces sonreír es la mejor arma para este mundo’, pero ahora con un extraño ahí no podía hacerlo. Hizo una reverencia al caballero, no iba a presentarse ni nada no era necesario.
Se retiro de ahí poniéndose de nuevo el calzado, buscando la sesta y cargándola en las manos, observo de nuevo el anillo, mientras aquella persona estaba ahí, haciendo esa pregunta de la nada, pocas personas –porque realmente no charlaba con nadie- le preguntaban acerca de su origen, se le quedo viendo, era un hombre algo extraño, tenía unos gestos particulares pero un alma totalmente destrozada o algo similar, aun no sabía demasiado de aquellas lecturas –Moscú, fue donde nací –No dijo más, aquello de alguna manera le hacía sentirse invadida. No dejo de mirarle a los ojos, después desviando la mirada por la forma en la que su torso de veía, pero eso no le importaba, no era la primera vez que tenía a alguien así, o completamente desnudo.
Enarcó una ceja como incrédula a sus palabras ¿sonreír?, casi le dedica una mirada de esas filosas y frías que ella solo poseía en cualquier momento, peor ahora recordaba a Louis, un viejo amigo cambiaformas con quien tuvo el placer de charlas y superar algún tipo de trauma con respecto a sus perdidas y el amor –Podría pero no me siento con ganas de hacerlo, simplemente le ofrecería una sonrisa forzada, ahora no es el momento pero le aseguro que cuando todas las brumas pasen entonces la sonrisa se convertirá en algo tan natural en los peores momentos –observo al firmamento, como si el color de sus ojos se perdieran ahí, y recordó las palabras de aquel cambiaformas ‘A veces sonreír es la mejor arma para este mundo’, pero ahora con un extraño ahí no podía hacerlo. Hizo una reverencia al caballero, no iba a presentarse ni nada no era necesario.
Invitado- Invitado
Re: Buscando entre las flores // Yude VanVollehoven
Típica reacción percibía, rechazo, incomodidad, inclusive miedo, como cualquier reacción adolescente, pese a que cuerpo de la muchacha engañará, los rasgos de la niñez no lograban desaparecerse del todo, entonces el rechazo era intenso pero esa sensación era costumbre en Patrick, tranquilamente observaba cada reacción de la muchacha, estudiándola, en cierto sentido parecía que ella también lo hiciera, tal vez fue solo una impresión paranoica común que en él surgía cuando se montaba frente a una mujer que le atraía, en este caso una niña, comparando sus sesenta con el podría en edad que podría tener la joven muchacha, un giro peculiar de la visión ajena le hace sonreír, una reacción que podría iniciar un rubor sin embargo no fue así, ante sus movimientos él también se mueve, interpreta las palabras ajenas muy a su manera, le suena a negar pasado, a ser comido por el pasado, ser comido por los daños psicológicos, eso que sintió cuando estuvo en el sanatorio mental, las torturas, ya había pasado por todo esto, solo podía ahora sonreír al notar similitud.
Se acerca a ella mirándola intensamente a los ojos, pero con el rostro tranquilo de siempre - ¿Solo una presencia ajena o desconocida a usted es capaz de crear malestar al estar cerca? ¿Tan débil se siente? - le sonríe amablemente, el lado filántropo se sentía más fuerte aún, sobre todo al estar frente a un daño similar, un daño que se aferra al cuerpo como cadenas, de las cuales es casi imposible zafarse, muchas veces porque el mismo cuerpo apresado no deja que estas se alejen, lo único claro que tenía con estos casos y por su propia experiencia era que estas cadenas resultaban ser bastante pesadas, y angustiantes.
Ante las reacciones se separa ligeramente, se sienta de lado sobre el filo de la pileta - No me sirven las reverencias, realmente las detesto, el respeto siento se expresa de otra forma, ¿pero sabe qué? Su nombre me gustaría saberlo pequeña de rubios cabellos, si no me lo dice, le podré seguir llamando así, la verdad es que suena muy bien, ¿no cree? - remoja las yemas ligeramente dentro del agua, se esparce el resto del líquido que queda al sacarlas por el rostro y parte del cabello – Mi nombre es Blake Morrison, si puede evitar el señor y decir solo Blake sería de gran ayuda, no me gustan los títulos, detrás del nombre - señala con el brazo un árbol no muy lejos de la zona, lo había visto antes - ¿No le gusta este lugar? Es realmente tranquilo, lleno de paz, hasta da impresión de seguridad, ¿Por qué se sentiría alerta por estos lares? Mantenga la calma, déjese llevar por la vista, incluso si desea ignóreme por unos segundos, mientras que esos segundos le den algo de tranquilidad real y quizá de esta forma pueda ver atreves de usted una sonrisa real y no forzada o una que nace del puro sarcasmo o la ironía, las dos últimas nunca son muy agradables – al finalizar sus palabras se aleja de la fuente sin despegar los ojos de la muchacha, jugando y retándose así mismo en qué respondería o que no respondería.
Para ser totalmente sincero consigo mismo, le veía muchas ganas de marcharse y eso si no le parecía muy agradable que digamos, cuantas veces había encontrado personas con barreras infranqueables supuestamente, la única realidad era que jamás pero jamás era fácil, pero nunca, pero nunca imposible, entones la suerte siempre estaba tirada.
Se acerca a ella mirándola intensamente a los ojos, pero con el rostro tranquilo de siempre - ¿Solo una presencia ajena o desconocida a usted es capaz de crear malestar al estar cerca? ¿Tan débil se siente? - le sonríe amablemente, el lado filántropo se sentía más fuerte aún, sobre todo al estar frente a un daño similar, un daño que se aferra al cuerpo como cadenas, de las cuales es casi imposible zafarse, muchas veces porque el mismo cuerpo apresado no deja que estas se alejen, lo único claro que tenía con estos casos y por su propia experiencia era que estas cadenas resultaban ser bastante pesadas, y angustiantes.
Ante las reacciones se separa ligeramente, se sienta de lado sobre el filo de la pileta - No me sirven las reverencias, realmente las detesto, el respeto siento se expresa de otra forma, ¿pero sabe qué? Su nombre me gustaría saberlo pequeña de rubios cabellos, si no me lo dice, le podré seguir llamando así, la verdad es que suena muy bien, ¿no cree? - remoja las yemas ligeramente dentro del agua, se esparce el resto del líquido que queda al sacarlas por el rostro y parte del cabello – Mi nombre es Blake Morrison, si puede evitar el señor y decir solo Blake sería de gran ayuda, no me gustan los títulos, detrás del nombre - señala con el brazo un árbol no muy lejos de la zona, lo había visto antes - ¿No le gusta este lugar? Es realmente tranquilo, lleno de paz, hasta da impresión de seguridad, ¿Por qué se sentiría alerta por estos lares? Mantenga la calma, déjese llevar por la vista, incluso si desea ignóreme por unos segundos, mientras que esos segundos le den algo de tranquilidad real y quizá de esta forma pueda ver atreves de usted una sonrisa real y no forzada o una que nace del puro sarcasmo o la ironía, las dos últimas nunca son muy agradables – al finalizar sus palabras se aleja de la fuente sin despegar los ojos de la muchacha, jugando y retándose así mismo en qué respondería o que no respondería.
Para ser totalmente sincero consigo mismo, le veía muchas ganas de marcharse y eso si no le parecía muy agradable que digamos, cuantas veces había encontrado personas con barreras infranqueables supuestamente, la única realidad era que jamás pero jamás era fácil, pero nunca, pero nunca imposible, entones la suerte siempre estaba tirada.
Invitado- Invitado
Temas similares
» Yude VanVollehoven
» Mi Vida, entre flores - (Privado)
» Noches de estrellas y fuegos +18 (Yude VanVollehoven)
» Buscando flores (Kath)
» «Impregnada por la tristeza entre las flores». [Privado con Lucciano Vecchio.]
» Mi Vida, entre flores - (Privado)
» Noches de estrellas y fuegos +18 (Yude VanVollehoven)
» Buscando flores (Kath)
» «Impregnada por la tristeza entre las flores». [Privado con Lucciano Vecchio.]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour